9 de junio de 2025
Una mujer chilena, identificada como Gabriela, vivió momentos de angustia y terror en el aeropuerto de Brownsville, Texas, cuando estuvo a punto de ser deportada de Estados Unidos el pasado 23 de mayo. Gabriela, quien había estado casi ocho meses en el país norteamericano, relató en exclusiva a El Día su experiencia.
Gabriela explicó que su viaje de regreso a Chile estaba programado para renovar su visa en la embajada el 28 de mayo, cita que habían planificado con anticipación. Sin embargo, un error en la generación de documentos la llevó a vivir una pesadilla en el aeropuerto.
Según Gabriela, todo comenzó cuando su esposo consiguió un trabajo en Estados Unidos y se trasladó al país en abril del 2024 con una visa L1. Posteriormente, ella y sus dos hijos solicitaron visas L2 para poder trabajar y estudiar respectivamente. A pesar de que las visas debían tener una vigencia de un año, las de Gabriela y su hija se extendieron solo hasta abril del 2025 sin explicación.
Al llegar al Aeropuerto Intercontinental George Bush en Houston, Texas, descubrieron que un error en el Formulario I-94 generado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza indicaba una fecha incorrecta de vencimiento. A pesar de no percatarse inicialmente del error, Gabriela se vio envuelta en una situación complicada al intentar abordar un vuelo de regreso a Chile el 23 de mayo.
“Cuando íbamos a tomar la conexión de Brownsville a Miami, le piden los papeles a mi marido y luego a nosotros y ven que mi I-94 estaba hasta abril del 2025 y me indican que yo llevaba un mes ilegal en Estados Unidos.”
Ante esta situación, Gabriela fue informada de que no podía viajar y debía dirigirse a un centro de detención. A pesar del desconcierto y la angustia, aceptó la decisión e intentó mantener la calma mientras explicaba su caso a las autoridades.
Tras ser trasladada al centro de detención, Gabriela fue sometida a un interrogatorio donde explicó lo sucedido. Finalmente, después de varias horas retenida, se determinó que el error había sido generado por las autoridades migratorias y se le otorgó un nuevo formulario con la fecha correcta.
“Me dejaron libre y pude volver a nuestra casa en Brownsville con mi familia, pero las angustia, el pánico y el terror que viví durante esas cinco horas no las puedo olvidar.”
A pesar de haber logrado resolver la situación y regularizar sus documentos con la ayuda del CBP, Gabriela expresó su temor ante la posibilidad de enfrentar nuevamente una situación similar al regresar a Estados Unidos. Sin embargo, decidió interponer una queja formal solicitando mayor orientación y discreción en casos similares.
Fuente: DiarioElDia Región