Cada vez más parejas dejan de lado la costumbre de la clásica cama matrimonial y priorizan su buen descanso y comodidad durmiendo en cuartos separados (es más: un estudio de la Fundación del Sueño de los EE. UU. reveló que el 25% de las parejas de ese país no comparten la cama). Algunos lo llaman divorcio de sueño, pero, en realidad, los expertos dicen que, en muchos casos, este arreglo contribuye a mantener un vínculo de pareja saludable. Recordemos esto: negociar es una de las habilidades de una pareja feliz. Y, aunque para algunos la decisión de dejar de lado el ritual del cuarto compartido puede golpear sus creencias nucleares respecto de lo que corresponde o no en una relación, otros se animan a romper los moldes y a adaptarlos a su medida. Hoy sabemos que somos nosotros los que ponemos las reglas. ¿Por qué elegirlo? Quienes eligen dormir separados lo hacen principalmente por alguna de estas dos razones: 1. Por incomodidades físicas: puede que alguno de los dos ronque, padezca del síndrome de las piernas inquietas, tenga insomnio o trabaje de noche y se acueste en la madrugada, por ejemplo. 2. En pos de tener un espacio individual: para poder tener un espacio íntimo de cada uno sin tener que compartirlo con nadie. Mi cuarto, mis reglas. Ganar o ganar Lo bueno: no se trata solo de ver Netflix hasta la hora que quieras o de estirarte en la cama cual estrella de mar. Para la relación, dormir separados puede ayudar a disminuir ciertas discusiones sobre temas que no suelen ser simples de solucionar y que tienen que ver con la vida, el cuerpo o el estilo de vida del otro. Otro plus: el mantener un espacio de total intimidad suele hacernos sentir que no resignamos todo en función de la pareja. Esto nos ayuda a que podamos sostener el vínculo a largo plazo. Ahora lo malo: la idea de dormir separados puede generar dudas o inseguridades acerca de las intenciones del otro, si es que ambos no están totalmente en la misma sintonía. Además, se puede perder algo de espontaneidad en el sexo, ya que es más difícil que se dé estando separados. Pero: sin embargo, ¿quién dijo que solo se puede tener sexo en la cama y a la noche? Dormir separados, para algunas parejas, puede ser un despertar creativo en su sexualidad: desde mandarse mensajes hot hasta que uno no aguanta más y se cambia de cuarto hasta aprovechar otros espacios y momentos para disfrutar: todo depende de las ganas y comunicación de la pareja. No hay una sola manera Si la idea de dormir separados te da curiosidad o creés que podría beneficiar a tu pareja de alguna forma, acuérdate de que no hay reglas. Puedés: Dormir en camas separadas, pero en el mismo cuarto. Dormir juntos el finde y separados entre semana. Empezar durmiendo cada uno en su cuarto alguna vez por semana, a ver cómo se sienten. Ajustar según vayan viendo. Eso sí: tengan en cuenta que el diálogo es fundamental para que este acuerdo sea efectivo. No dejen de charlar sobre cualquier incomodidad que pueda surgir ni tengan miedo de volver atrás si no resultó como esperaban. De cualquier manera, es una buena oportunidad de seguir conociéndose y aprendiendo sobre la mejor forma de estar juntos. La clave es, simplemente, escuchar lo que ustedes necesitan y animarse a probar, dejando de lado la vieja noción de que para tener un vínculo feliz hay que dormir juntos sí o sí. Cada pareja es un universo, y el tuyo tiene que ser como tu lo quieras construir... Y si descansas bien, mejor.
En la actualidad, el ritmo acelerado de la vida cotidiana nos desafía a encontrar formas efectivas de organizarnos y optimizar nuestro tiempo. Con el constante flujo de tareas pendientes y los imprevistos diarios, lograr este objetivo puede parecer una tarea titánica. En un mundo donde las jornadas laborales extensas consumen gran parte de nuestro tiempo vital, es crucial buscar estrategias que nos permitan manejar eficientemente nuestras responsabilidades. Existen distintos hábitos que pueden resultar realmente efectivos para mejorar la productividad. - Levantarse temprano Comenzar el día temprano ayuda a que las ideas y el cuerpo se despierten unas horas antes de arrancar con las tareas laborales. Dedicar esas horas a conectar con uno mismo y con los objetivos o responsabilidades que se tienen durante el día es importante para una buena gestión del tiempo. - Meditar o hacer ejercicio Cuando meditamos se reduce el estrés, baja la presión arterial y el dolor muscular. A su vez, el ejercicio mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, aumenta la energía, mejora el rendimiento cognitivo (como la concentración y la memoria) y reduce el estrés. Ambas actividades pueden intercalarse durante la semana para comenzar el día con energías y concentración. - Aprender a decir NO Sobrecargarse de tareas no es productivo, ya que quita la concentración y los espacios de tiempo libre para que el cerebro pueda pensar eficazmente. Por eso, las personas que dicen “sí” a todo suelen estar distraídas y dispersas. Aprender a decir que “no” y priorizar las tareas y responsabilidades realmente esenciales para el progreso laboral o personal es la fórmula mágica para ser más productivo y mejorar el bienestar. - Escribir listas de pendientes Hacer un punteo en el celular o un anotador la noche anterior ayuda a comenzar el día con los objetivos claros y priorizar cuáles son las tareas más importantes a realizar. - Establecer metas cortas No es lo mismo pensar a dónde uno quiere llegar o qué quiere lograr que bajar esas ideas por escrito en un papel o en documento digital. Establecer metas a corto plazo es una de las estrategias que usan las personas para concretar sus objetivos con pequeños pasos diarios y no desviarse del camino con eventualidades. - Llegar temprano La puntualidad es un hábito que demuestra el compromiso personal, evita situaciones de estrés y permite anticiparse a imprevistos y tareas laborales, académicas o recreativas. - Aceptar las críticas constructivas Si los comentarios o sugerencias de otros afectan nuestra autoestima, esto interferirá en el crecimiento y rendimiento laboral o académico. Por eso, tomar las criticas constructivas o los errores como una oportunidad para mejorar el trabajo realizado es indispensable. - Mantener una actitud positiva Rodearse solo de personas pesimistas o negativas no sumará mucho al rendimiento. Es importante conectar con personas optimistas que nutran nuestros conocimientos y energías para ser más productivos y mejorar la calidad de vida. - Aprender nuevas habilidades Existen muy pocos trabajos que no sean a través de tecnología digital. Por eso, aprender a manejar nuevas habilidades o incluso tomar cursos que ayuden a mejorar el rendimiento personal o del equipo laboral puede volvernos más productivos y propiciar nuevas ideas. - Formular preguntas inteligentes Para evitar errores de comunicación o interferencias en las conversaciones es importante generar preguntas inteligentes. Esto no solo ayuda a organizarnos mejor, sino a descifrar si estamos yendo por el camino correcto hacia las metas deseadas.
¿Pasaste frente al vidrio de un edificio y viste que tu pelo quedó muy lindo hoy? ¿Te subiste al auto y al mirar por el retrovisor descubriste que ese labial te queda perfecto? ¿Quizás fuiste a calentar algo al microondas y en el reflejo de la puerta notaste que hasta con el “moño loco” que te hiciste para andar en tu casa luces fabulosa?… ¡Lo estás logrando! tu autoestima está donde debe: ¡muy arriba! Construir tu reflejo en un mundo que corre a 100 kms. por hora, no es tarea fácil. Hemos perdido la capacidad de percibirlo y, más aún, de verlo con cariño. La autoexigencia, el ritmo de vida y la opinión de los demás, nos han llevado a dejar de lado algo que es primordial: el valor y la dedicación a nosotros, lo que no sólo contribuye a con la autoestima, sino también impacta en nuestra salud emocional. Destinar un momento al día sólo para nosotros parece difícil, pero no es imposible. Bastan 5 minutos para regalonearte, y los amigos de Maicao te entregan algunas recomendaciones increíbles para ayudarte a sacar lo mejor de ti, potenciar tu belleza y encontrar esa versión tuya que al mirarse al espejo puede decir: “Me gusta lo que veo”. Tip para un reflejo con autoestima ¿No tienes una rutina koreana de 10 pasos de skin care? Calma, no es necesaria. Inicia con dos productos esenciales cada mañana, puede ser un serum y un protector solar que hará la función de crema si lo eliges correctamente. Mantén tus productos de skin care a la vista, ya sea un tu velador o en el baño, cerca del cepillo de dientes. Debes sentir, cada noche, que te miran como diciendo “no me abandones”. El color siempre puede cambiar tu rostro. Atrévete a usar un labial con un tono distinto al de todos los días y verás cómo ese reflejo ¡explota! Pestañas risadas y con un toque de color son sinónimo de ojos listos para ver el mundo. Si no alcanzas a un maquillaje completo, aplica máscara de pestaña y veras el efecto de inmediato. Deja el pinche o colet sólo para emergencias. Cepilla tu cabello a diario y aplica algún producto sin enjuague, para facilitar el peinado y darle más brillo a tu pelo. Con estos simple consejos, parte tu rutina de autoestima y mejorar tu reflejo. Y si te atreves a más y quieres conocer más consejos, tendencias y promociones, revisa la web de de Maicao y busca su catálogo virtual de belleza. en el siguiente link: www.maicao.cl Recuerda que al ponerte al centro de tu vida y aumentar tu autoestima, también estarás velando por tu salud emocional y de seguro, te sentirás mucho mejor.
La depresión está catalogada como enfermedad en el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM V), que la considera un estado de ánimo depresivo en la mayor parte del día, con disminución considerable del placer o interés por las actividades de las que antes se disfrutaba. Las cifras de prevalencia solo representan a las personas diagnosticadas. Pero podrían ser más porque en muchos casos esta enfermedad no se manifiesta de forma directa solo a través de los sentimientos de tristeza y muchos no están diagnosticados. La depresión tiene muchas caras. En algunas situaciones el cuadro depresivo se expresa a través de síntomas físicos más que psíquicos. Es una condición que se conoce con el nombre de depresión silenciosa, enmascarada u oculta, y esta no está reconocida en las clasificaciones de trastornos mentales a nivel internacional. Qué es la depresión silenciosa Muchas personas sufren depresión pero no lo parece: van a trabajar, participan en compromisos sociales o realizan las actividades cotidianas sin problema aparente. Pero, en el fondo, se sienten exhaustas porque todo les supone una lucha. La Asociación Americana de Psicología ( APA) define la depresión enmascarada como un “episodio depresivo mayor en el que el paciente se queja de síntomas físicos en lugar de alteración del estado de ánimo y no se puede encontrar una causa biológica de los síntomas físicos”. Los pacientes que la cargan suelen acudir al médico con quejas sobre distintos dolores y molestias orgánicas que viven cada día. Pero el origen del mal es psicológico, que acaba afectando al cuerpo de forma física. De hecho, se cree que hasta un 10% de las personas que acuden a los servicios de atención primaria tienen síntomas de depresión, pero pasan desapercibidos hasta un 50% de los casos. El paciente suele hablar de molestias somáticas y conductuales, alteraciones somáticas y trastornos físicos que suelen enmascarar la presencia de una depresión: Trastornos neurológicos : dolor de cabeza, cefaleas o parestesias son uno de los síntomas más frecuentes. Suelen ser de carácter tensional y de una intensidad leve-moderada. Trastornos neurovegetativos : astenia, lipotimias o hiperhidrosis Trastornos sensoriales : vértigos o acúfenos Trastornos digestivos : náuseas o alteración del ritmo intestinal Trastornos cardio-circulatorios, del ritmo cardíaco Otros trastornos como fatiga, problemas de sueño, pérdida de peso, impotencia, alopecia, disnea, picor en la piel o eccema, entre otros. Estos síntomas somáticos son más comunes sobre todo en mujeres, especialmente embarazadas, ancianos, niños o pacientes con enfermedades orgánicas asociadas. La sintomatología descrita dificulta este diagnóstico ya que suele enmascarar el verdadero trastorno. La mayoría de las veces esto supone un largo camino de especialista en especialista que retrasa el diagnóstico. Porque, casi siempre, ni el propio paciente entiende lo que le está sucediendo porque la depresión se esconde en un cansancio difuso o dolores indefinidos. Pero el trastorno subyacente es un trastorno depresivo que incluye síntomas típicos como bajo estado de ánimo, pérdida de interés hacia ciertas actividades, sentimiento de culpabilidad inapropiada, disminución de la capacidad de concentrarse y, en los casos más graves, ideas suicidas. Un tratamiento necesario lo más pronto posible Cuando la depresión reúne los criterios de trastorno depresivo mayor, como tristeza o bajo estado de ánimo, el diagnóstico llega más pronto que cuando es una depresión somatizada. Este retraso aumenta la posibilidad de que se cronifique el cuadro psicológico y se deteriora la calidad de vida de la persona porque pueden aparecer otras complicaciones médicas y psiquiátricas. Un tratamiento lo más precoz posible evita esta cronificación y, de forma especial, el dolor. El tratamiento suele iniciarse, como en cualquier otro tipo de depresión, con medicación antidepresiva o una intervención psicológica, o ambas a la vez si el médico lo considera necesario.
El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.
Cada vez más parejas dejan de lado la costumbre de la clásica cama matrimonial y priorizan su buen descanso y comodidad durmiendo en cuartos separados (es más: un estudio de la Fundación del Sueño de los EE. UU. reveló que el 25% de las parejas de ese país no comparten la cama). Algunos lo llaman divorcio de sueño, pero, en realidad, los expertos dicen que, en muchos casos, este arreglo contribuye a mantener un vínculo de pareja saludable. Recordemos esto: negociar es una de las habilidades de una pareja feliz. Y, aunque para algunos la decisión de dejar de lado el ritual del cuarto compartido puede golpear sus creencias nucleares respecto de lo que corresponde o no en una relación, otros se animan a romper los moldes y a adaptarlos a su medida. Hoy sabemos que somos nosotros los que ponemos las reglas. ¿Por qué elegirlo? Quienes eligen dormir separados lo hacen principalmente por alguna de estas dos razones: 1. Por incomodidades físicas: puede que alguno de los dos ronque, padezca del síndrome de las piernas inquietas, tenga insomnio o trabaje de noche y se acueste en la madrugada, por ejemplo. 2. En pos de tener un espacio individual: para poder tener un espacio íntimo de cada uno sin tener que compartirlo con nadie. Mi cuarto, mis reglas. Ganar o ganar Lo bueno: no se trata solo de ver Netflix hasta la hora que quieras o de estirarte en la cama cual estrella de mar. Para la relación, dormir separados puede ayudar a disminuir ciertas discusiones sobre temas que no suelen ser simples de solucionar y que tienen que ver con la vida, el cuerpo o el estilo de vida del otro. Otro plus: el mantener un espacio de total intimidad suele hacernos sentir que no resignamos todo en función de la pareja. Esto nos ayuda a que podamos sostener el vínculo a largo plazo. Ahora lo malo: la idea de dormir separados puede generar dudas o inseguridades acerca de las intenciones del otro, si es que ambos no están totalmente en la misma sintonía. Además, se puede perder algo de espontaneidad en el sexo, ya que es más difícil que se dé estando separados. Pero: sin embargo, ¿quién dijo que solo se puede tener sexo en la cama y a la noche? Dormir separados, para algunas parejas, puede ser un despertar creativo en su sexualidad: desde mandarse mensajes hot hasta que uno no aguanta más y se cambia de cuarto hasta aprovechar otros espacios y momentos para disfrutar: todo depende de las ganas y comunicación de la pareja. No hay una sola manera Si la idea de dormir separados te da curiosidad o creés que podría beneficiar a tu pareja de alguna forma, acuérdate de que no hay reglas. Puedés: Dormir en camas separadas, pero en el mismo cuarto. Dormir juntos el finde y separados entre semana. Empezar durmiendo cada uno en su cuarto alguna vez por semana, a ver cómo se sienten. Ajustar según vayan viendo. Eso sí: tengan en cuenta que el diálogo es fundamental para que este acuerdo sea efectivo. No dejen de charlar sobre cualquier incomodidad que pueda surgir ni tengan miedo de volver atrás si no resultó como esperaban. De cualquier manera, es una buena oportunidad de seguir conociéndose y aprendiendo sobre la mejor forma de estar juntos. La clave es, simplemente, escuchar lo que ustedes necesitan y animarse a probar, dejando de lado la vieja noción de que para tener un vínculo feliz hay que dormir juntos sí o sí. Cada pareja es un universo, y el tuyo tiene que ser como tu lo quieras construir... Y si descansas bien, mejor.
En la actualidad, el ritmo acelerado de la vida cotidiana nos desafía a encontrar formas efectivas de organizarnos y optimizar nuestro tiempo. Con el constante flujo de tareas pendientes y los imprevistos diarios, lograr este objetivo puede parecer una tarea titánica. En un mundo donde las jornadas laborales extensas consumen gran parte de nuestro tiempo vital, es crucial buscar estrategias que nos permitan manejar eficientemente nuestras responsabilidades. Existen distintos hábitos que pueden resultar realmente efectivos para mejorar la productividad. - Levantarse temprano Comenzar el día temprano ayuda a que las ideas y el cuerpo se despierten unas horas antes de arrancar con las tareas laborales. Dedicar esas horas a conectar con uno mismo y con los objetivos o responsabilidades que se tienen durante el día es importante para una buena gestión del tiempo. - Meditar o hacer ejercicio Cuando meditamos se reduce el estrés, baja la presión arterial y el dolor muscular. A su vez, el ejercicio mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, aumenta la energía, mejora el rendimiento cognitivo (como la concentración y la memoria) y reduce el estrés. Ambas actividades pueden intercalarse durante la semana para comenzar el día con energías y concentración. - Aprender a decir NO Sobrecargarse de tareas no es productivo, ya que quita la concentración y los espacios de tiempo libre para que el cerebro pueda pensar eficazmente. Por eso, las personas que dicen “sí” a todo suelen estar distraídas y dispersas. Aprender a decir que “no” y priorizar las tareas y responsabilidades realmente esenciales para el progreso laboral o personal es la fórmula mágica para ser más productivo y mejorar el bienestar. - Escribir listas de pendientes Hacer un punteo en el celular o un anotador la noche anterior ayuda a comenzar el día con los objetivos claros y priorizar cuáles son las tareas más importantes a realizar. - Establecer metas cortas No es lo mismo pensar a dónde uno quiere llegar o qué quiere lograr que bajar esas ideas por escrito en un papel o en documento digital. Establecer metas a corto plazo es una de las estrategias que usan las personas para concretar sus objetivos con pequeños pasos diarios y no desviarse del camino con eventualidades. - Llegar temprano La puntualidad es un hábito que demuestra el compromiso personal, evita situaciones de estrés y permite anticiparse a imprevistos y tareas laborales, académicas o recreativas. - Aceptar las críticas constructivas Si los comentarios o sugerencias de otros afectan nuestra autoestima, esto interferirá en el crecimiento y rendimiento laboral o académico. Por eso, tomar las criticas constructivas o los errores como una oportunidad para mejorar el trabajo realizado es indispensable. - Mantener una actitud positiva Rodearse solo de personas pesimistas o negativas no sumará mucho al rendimiento. Es importante conectar con personas optimistas que nutran nuestros conocimientos y energías para ser más productivos y mejorar la calidad de vida. - Aprender nuevas habilidades Existen muy pocos trabajos que no sean a través de tecnología digital. Por eso, aprender a manejar nuevas habilidades o incluso tomar cursos que ayuden a mejorar el rendimiento personal o del equipo laboral puede volvernos más productivos y propiciar nuevas ideas. - Formular preguntas inteligentes Para evitar errores de comunicación o interferencias en las conversaciones es importante generar preguntas inteligentes. Esto no solo ayuda a organizarnos mejor, sino a descifrar si estamos yendo por el camino correcto hacia las metas deseadas.
¿Pasaste frente al vidrio de un edificio y viste que tu pelo quedó muy lindo hoy? ¿Te subiste al auto y al mirar por el retrovisor descubriste que ese labial te queda perfecto? ¿Quizás fuiste a calentar algo al microondas y en el reflejo de la puerta notaste que hasta con el “moño loco” que te hiciste para andar en tu casa luces fabulosa?… ¡Lo estás logrando! tu autoestima está donde debe: ¡muy arriba! Construir tu reflejo en un mundo que corre a 100 kms. por hora, no es tarea fácil. Hemos perdido la capacidad de percibirlo y, más aún, de verlo con cariño. La autoexigencia, el ritmo de vida y la opinión de los demás, nos han llevado a dejar de lado algo que es primordial: el valor y la dedicación a nosotros, lo que no sólo contribuye a con la autoestima, sino también impacta en nuestra salud emocional. Destinar un momento al día sólo para nosotros parece difícil, pero no es imposible. Bastan 5 minutos para regalonearte, y los amigos de Maicao te entregan algunas recomendaciones increíbles para ayudarte a sacar lo mejor de ti, potenciar tu belleza y encontrar esa versión tuya que al mirarse al espejo puede decir: “Me gusta lo que veo”. Tip para un reflejo con autoestima ¿No tienes una rutina koreana de 10 pasos de skin care? Calma, no es necesaria. Inicia con dos productos esenciales cada mañana, puede ser un serum y un protector solar que hará la función de crema si lo eliges correctamente. Mantén tus productos de skin care a la vista, ya sea un tu velador o en el baño, cerca del cepillo de dientes. Debes sentir, cada noche, que te miran como diciendo “no me abandones”. El color siempre puede cambiar tu rostro. Atrévete a usar un labial con un tono distinto al de todos los días y verás cómo ese reflejo ¡explota! Pestañas risadas y con un toque de color son sinónimo de ojos listos para ver el mundo. Si no alcanzas a un maquillaje completo, aplica máscara de pestaña y veras el efecto de inmediato. Deja el pinche o colet sólo para emergencias. Cepilla tu cabello a diario y aplica algún producto sin enjuague, para facilitar el peinado y darle más brillo a tu pelo. Con estos simple consejos, parte tu rutina de autoestima y mejorar tu reflejo. Y si te atreves a más y quieres conocer más consejos, tendencias y promociones, revisa la web de de Maicao y busca su catálogo virtual de belleza. en el siguiente link: www.maicao.cl Recuerda que al ponerte al centro de tu vida y aumentar tu autoestima, también estarás velando por tu salud emocional y de seguro, te sentirás mucho mejor.
La depresión está catalogada como enfermedad en el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM V), que la considera un estado de ánimo depresivo en la mayor parte del día, con disminución considerable del placer o interés por las actividades de las que antes se disfrutaba. Las cifras de prevalencia solo representan a las personas diagnosticadas. Pero podrían ser más porque en muchos casos esta enfermedad no se manifiesta de forma directa solo a través de los sentimientos de tristeza y muchos no están diagnosticados. La depresión tiene muchas caras. En algunas situaciones el cuadro depresivo se expresa a través de síntomas físicos más que psíquicos. Es una condición que se conoce con el nombre de depresión silenciosa, enmascarada u oculta, y esta no está reconocida en las clasificaciones de trastornos mentales a nivel internacional. Qué es la depresión silenciosa Muchas personas sufren depresión pero no lo parece: van a trabajar, participan en compromisos sociales o realizan las actividades cotidianas sin problema aparente. Pero, en el fondo, se sienten exhaustas porque todo les supone una lucha. La Asociación Americana de Psicología ( APA) define la depresión enmascarada como un “episodio depresivo mayor en el que el paciente se queja de síntomas físicos en lugar de alteración del estado de ánimo y no se puede encontrar una causa biológica de los síntomas físicos”. Los pacientes que la cargan suelen acudir al médico con quejas sobre distintos dolores y molestias orgánicas que viven cada día. Pero el origen del mal es psicológico, que acaba afectando al cuerpo de forma física. De hecho, se cree que hasta un 10% de las personas que acuden a los servicios de atención primaria tienen síntomas de depresión, pero pasan desapercibidos hasta un 50% de los casos. El paciente suele hablar de molestias somáticas y conductuales, alteraciones somáticas y trastornos físicos que suelen enmascarar la presencia de una depresión: Trastornos neurológicos : dolor de cabeza, cefaleas o parestesias son uno de los síntomas más frecuentes. Suelen ser de carácter tensional y de una intensidad leve-moderada. Trastornos neurovegetativos : astenia, lipotimias o hiperhidrosis Trastornos sensoriales : vértigos o acúfenos Trastornos digestivos : náuseas o alteración del ritmo intestinal Trastornos cardio-circulatorios, del ritmo cardíaco Otros trastornos como fatiga, problemas de sueño, pérdida de peso, impotencia, alopecia, disnea, picor en la piel o eccema, entre otros. Estos síntomas somáticos son más comunes sobre todo en mujeres, especialmente embarazadas, ancianos, niños o pacientes con enfermedades orgánicas asociadas. La sintomatología descrita dificulta este diagnóstico ya que suele enmascarar el verdadero trastorno. La mayoría de las veces esto supone un largo camino de especialista en especialista que retrasa el diagnóstico. Porque, casi siempre, ni el propio paciente entiende lo que le está sucediendo porque la depresión se esconde en un cansancio difuso o dolores indefinidos. Pero el trastorno subyacente es un trastorno depresivo que incluye síntomas típicos como bajo estado de ánimo, pérdida de interés hacia ciertas actividades, sentimiento de culpabilidad inapropiada, disminución de la capacidad de concentrarse y, en los casos más graves, ideas suicidas. Un tratamiento necesario lo más pronto posible Cuando la depresión reúne los criterios de trastorno depresivo mayor, como tristeza o bajo estado de ánimo, el diagnóstico llega más pronto que cuando es una depresión somatizada. Este retraso aumenta la posibilidad de que se cronifique el cuadro psicológico y se deteriora la calidad de vida de la persona porque pueden aparecer otras complicaciones médicas y psiquiátricas. Un tratamiento lo más precoz posible evita esta cronificación y, de forma especial, el dolor. El tratamiento suele iniciarse, como en cualquier otro tipo de depresión, con medicación antidepresiva o una intervención psicológica, o ambas a la vez si el médico lo considera necesario.
El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.