Una explosión sacudió la noche del viernes a la localidad de Carlos Spegazzini, en el municipio bonaerense de Ezeiza, cerca del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini. El estallido ocurrió en una planta química situada en el polo industrial, cercano a una fábrica de pinturas, lo que intensificó el incendio posterior. Según la Agencia Federal de Emergencias, el incidente dejó inicialmente a 20 personas hospitalizadas: 15 pacientes fueron trasladados a la Clínica de Monte Grande, 3 al Hospital de Ezeiza y un herido grave, con quemaduras y fracturas, será llevado al Hospital Cuenca (Nación). En una entrevista con el canal TN, el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, mencionó que aún no se ha determinado el lugar exacto ni la causa que originó la explosión. Además, señaló que las llamas afectaron a varias instalaciones del polo industrial. Granados enfatizó que las autoridades están concentradas en garantizar la seguridad en la zona ante posibles reacciones químicas adicionales o colapsos estructurales. Tanto hospitales provinciales como municipales están colaborando de forma coordinada para recibir y tratar a todas las personas posiblemente afectadas. El despliegue incluye la asignación de ambulancias, personal especializado en quemaduras y la constante evaluación de la calidad del aire. Por otro lado, el Municipio de Esteban Echeverría, contiguo a la zona de emergencia, recomendó a los habitantes de Canning y El Jagüel permanecer en sus hogares con puertas y ventanas cerradas hasta que se controle la emanación de humo y gases derivados de la explosión. Las autoridades ambientales están supervisando la presencia de sustancias tóxicas, mientras los equipos de bomberos continúan trabajando para extinguir focos activos y prevenir que el fuego se propague a otros depósitos industriales. Fuente: Publimetro
Chao Xu, un hombre de 33 años, fue condenado a cadena perpetua por su participación en una red de agresiones sexuales que involucraba drogas, cámaras ocultas y un modus operandi meticulosamente planeado. La Policía Metropolitana lo describió como uno de los delincuentes sexuales más prolíficos jamás investigados, sugiriendo la posibilidad de cientos de víctimas no identificadas en Reino Unido y China. Xu, originario de China y residente en Londres desde 2013, mantenía una fachada impecable como estudiante de doctorado y profesional con conexiones en universidades británicas. Esta imagen le permitió acercarse a sus víctimas. Detrás de esta apariencia se escondía lo que los investigadores han llamado un depredador perfecto, capaz de combinar sumisión química, manipulación social y un sistema de vigilancia clandestina con cámaras escondidas en diversos objetos. El agresor preparaba una mezcla alcohólica llamada Spring of Life que dejaba a las mujeres incapacitadas durante horas. Varias víctimas describieron sentirse manipuladas mientras apenas podían moverse o percibir que estaban siendo grabadas. Tras su arresto en junio de 2025, provocado por una víctima que logró llamar al 999 desde su casa, se encontraron miles de fotografías, grabaciones y dispositivos que documentaban años de abusos. Además de los ataques en su domicilio, Xu también cometió delitos en su oficina y en la estación London Bridge. El tribunal lo sentenció a cadena perpetua con un mínimo de 14 años antes de poder solicitar beneficios penitenciarios, además de ser registrado como delincuente sexual. Xu se declaró culpable de varios delitos, incluyendo violación, agresión sexual por penetración y upskirting. La Policía Metropolitana ha emitido un llamado público para identificar más víctimas, ya que temen que haya cientos más involucradas. Algunas mujeres han descrito la experiencia como perder el control del cuerpo y sentir cómo filmaba mientras yo no podía moverme. Otras aún sufren pesadillas y ansiedad extrema debido a la sumisión química. Fuente: Publimetro
En la ciudad de Agde, al sur de Francia, un tribunal ha impuesto una orden de alejamiento a un gato naranja llamado Rémi, acusado de causar molestias en su vecindario. La medida prohíbe al felino acercarse a la casa del vecino denunciante y establece una sanción económica para su dueña, Dominique Valdez, cada vez que el travieso gato cruce los límites. De acuerdo con las denuncias, Rémi ha protagonizado diversas travesuras, desde dejar huellas en un pavimento recién hecho hasta orinar sobre un edredón y convertir el jardín del vecino en su baño personal. El conflicto vecinal escaló hasta llegar a los tribunales, convirtiéndose en un caso viral por lo insólito del asunto. En un fallo inicial, se ordenó a la dueña pagar 1.250 euros por daños y costos legales, más 30 euros adicionales por cada vez que el gato vuelva a la parcela del vecino. Sin embargo, el caso fue reabierto este año por supuestas reincidencias del felino y se espera una nueva audiencia en diciembre. En caso de confirmarse las escapadas de Rémi, la multa podría aumentar a 2.000 euros, con un recargo de 150 euros por cada aparición no autorizada. La dueña ha impuesto un “arresto domiciliario” al gato para evitar nuevos problemas, manteniéndolo encerrado en casa. Sin embargo, esta medida no ha sido bien recibida por Rémi, quien ha subido de peso y muestra conductas más agresivas. Así, entre multas, audiencias y maullidos de protesta, este gato francés se ha convertido en protagonista de una historia digna de comedia judicial. Parece que ni en Francia los gatos pueden andar tan sueltos como desean. Fuente: Publimetro
El expríncipe Andrés ha sufrido una drástica pérdida de títulos y privilegios reales por su polémica relación con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. Por orden de Carlos III del Reino Unido, Andrés ha sido despojado de sus títulos, su residencia en Royal Lodge y su reputación. Esta decisión es sumamente inusual, ya que casi no existen precedentes de un príncipe británico siendo despojado de su título. La última vez que ocurrió fue en 1919, cuando al príncipe Ernesto Augusto se le retiró su título británico por aliarse con Alemania durante la Primera Guerra Mundial. A partir de ahora, el expríncipe será conocido como Andrés Mountbatten-Windsor y se mudará a una vivienda remota en Sandringham, en el este de Inglaterra, abandonando su residencia en Royal Lodge. El cambio de nombre ajusta el apellido del príncipe al apellido compuesto elegido por la difunta reina Isabel II para sus descendientes hace 65 años. Este apellido combina Windsor, elegido por el rey Jorge V en 1917, con Mountbatten, el apellido del esposo de la reina, el príncipe Felipe. La exesposa de Andrés, Sarah Ferguson, también tendrá que encontrar un nuevo hogar tras esta decisión. La presión sobre el palacio para expulsar al príncipe se intensificó debido a nuevas revelaciones sobre su amistad con Epstein y las acusaciones de abuso sexual por parte de una víctima. A pesar de las acusaciones en su contra, Andrés Mountbatten-Windsor ha negado siempre cualquier implicación. El Palacio emitió un comunicado afirmando: “Estas censuras se consideran necesarias, a pesar del hecho de que él continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que su compasión y máximas simpatías han estado, y permanecerán, con las víctimas y sobrevivientes de cualquier y toda forma de abuso”. El hermano de una de las víctimas celebró la decisión: “Hoy, una chica estadounidense común derribó a un príncipe británico con su verdad y extraordinario coraje”, declaró en un comunicado. Andrés enfrenta ahora una mayor oprobio público tras la revelación de correos electrónicos que muestran un contacto más prolongado con Epstein del que había admitido previamente. Fuente: Publimetro
La Fiscalía de Milán ha iniciado una investigación que ha conmocionado a Europa, donde un grupo de ciudadanos italianos habría pagado entre 80 y 100 mil euros durante la guerra de Bosnia en los años noventa para viajar los fines de semana a Sarajevo y disparar a civiles indefensos. La denuncia fue presentada por el escritor Ezio Gavazzeni, respaldada por el exmagistrado Guido Salvini y la exalcaldesa Benjamina Karic, quienes revelaron la existencia de una red que ofrecía safaris humanos en plena guerra, donde incluso se pagaba más por matar niños. El caso, reportado por El País y otros medios italianos como La Repubblica, Il Fatto Quotidiano, Sky TG24 y Rai News, describe a los implicados como turistas de la guerra, francotiradores de fin de semana o cazadores humanos. La investigación judicial en Italia, dirigida por el fiscal Alessandro Gobbis, se centra en homicidio voluntario con agravantes de crueldad y motivos abyectos, delitos que no prescriben en la legislación italiana. Los hechos habrían tenido lugar entre 1992 y 1996, durante el asedio de Sarajevo, uno de los episodios más trágicos del conflicto balcánico. Miles de civiles fueron asesinados por disparos desde las colinas circundantes a la ciudad. Según la denuncia, algunos tiradores no eran combatientes, sino civiles extranjeros que pagaban por participar en las atrocidades. Los viajes partían desde Trieste hacia Belgrado, para luego llegar a Sarajevo y ser llevados a puntos estratégicos para disparar contra la población civil. El costo del paquete oscilaba entre 80,000 y 100,000 euros actuales. Uno de los testigos clave es un exagente de inteligencia bosnio identificado como E. S., quien afirma que los servicios secretos italianos tenían conocimiento sobre la presencia de al menos cinco tiradores italianos en las colinas de Sarajevo en 1993. Documentos citados por Gavazzeni incluyen interrogatorios a combatientes serbios capturados que describieron extranjeros acompañados para disparar a civiles. También se menciona la posible implicación del oficial serbio Jovica Stanisic, condenado por crímenes de guerra. La denuncia ante la Fiscalía consta de 17 páginas con testimonios y documentación obtenida de exmiembros de inteligencia, soldados y archivos desclasificados. Entre los sospechosos se encuentra un empresario milanés dueño de una clínica estética privada, junto con otros ciudadanos de Turín y Trieste cuyos nombres se mantienen bajo reserva judicial. El Gobierno bosnio se ha mostrado dispuesto a colaborar plenamente con la justicia italiana. El cónsul bosnio en Milán expresó que están ansiosos por descubrir la verdad detrás de este cruel asunto. Si se confirma la existencia de los safaris humanos, sería uno de los crímenes más aberrantes documentados desde el fin del conflicto yugoslavo. Fuente: Publimetro
Una explosión sacudió la noche del viernes a la localidad de Carlos Spegazzini, en el municipio bonaerense de Ezeiza, cerca del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini. El estallido ocurrió en una planta química situada en el polo industrial, cercano a una fábrica de pinturas, lo que intensificó el incendio posterior. Según la Agencia Federal de Emergencias, el incidente dejó inicialmente a 20 personas hospitalizadas: 15 pacientes fueron trasladados a la Clínica de Monte Grande, 3 al Hospital de Ezeiza y un herido grave, con quemaduras y fracturas, será llevado al Hospital Cuenca (Nación). En una entrevista con el canal TN, el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, mencionó que aún no se ha determinado el lugar exacto ni la causa que originó la explosión. Además, señaló que las llamas afectaron a varias instalaciones del polo industrial. Granados enfatizó que las autoridades están concentradas en garantizar la seguridad en la zona ante posibles reacciones químicas adicionales o colapsos estructurales. Tanto hospitales provinciales como municipales están colaborando de forma coordinada para recibir y tratar a todas las personas posiblemente afectadas. El despliegue incluye la asignación de ambulancias, personal especializado en quemaduras y la constante evaluación de la calidad del aire. Por otro lado, el Municipio de Esteban Echeverría, contiguo a la zona de emergencia, recomendó a los habitantes de Canning y El Jagüel permanecer en sus hogares con puertas y ventanas cerradas hasta que se controle la emanación de humo y gases derivados de la explosión. Las autoridades ambientales están supervisando la presencia de sustancias tóxicas, mientras los equipos de bomberos continúan trabajando para extinguir focos activos y prevenir que el fuego se propague a otros depósitos industriales. Fuente: Publimetro
Chao Xu, un hombre de 33 años, fue condenado a cadena perpetua por su participación en una red de agresiones sexuales que involucraba drogas, cámaras ocultas y un modus operandi meticulosamente planeado. La Policía Metropolitana lo describió como uno de los delincuentes sexuales más prolíficos jamás investigados, sugiriendo la posibilidad de cientos de víctimas no identificadas en Reino Unido y China. Xu, originario de China y residente en Londres desde 2013, mantenía una fachada impecable como estudiante de doctorado y profesional con conexiones en universidades británicas. Esta imagen le permitió acercarse a sus víctimas. Detrás de esta apariencia se escondía lo que los investigadores han llamado un depredador perfecto, capaz de combinar sumisión química, manipulación social y un sistema de vigilancia clandestina con cámaras escondidas en diversos objetos. El agresor preparaba una mezcla alcohólica llamada Spring of Life que dejaba a las mujeres incapacitadas durante horas. Varias víctimas describieron sentirse manipuladas mientras apenas podían moverse o percibir que estaban siendo grabadas. Tras su arresto en junio de 2025, provocado por una víctima que logró llamar al 999 desde su casa, se encontraron miles de fotografías, grabaciones y dispositivos que documentaban años de abusos. Además de los ataques en su domicilio, Xu también cometió delitos en su oficina y en la estación London Bridge. El tribunal lo sentenció a cadena perpetua con un mínimo de 14 años antes de poder solicitar beneficios penitenciarios, además de ser registrado como delincuente sexual. Xu se declaró culpable de varios delitos, incluyendo violación, agresión sexual por penetración y upskirting. La Policía Metropolitana ha emitido un llamado público para identificar más víctimas, ya que temen que haya cientos más involucradas. Algunas mujeres han descrito la experiencia como perder el control del cuerpo y sentir cómo filmaba mientras yo no podía moverme. Otras aún sufren pesadillas y ansiedad extrema debido a la sumisión química. Fuente: Publimetro
En la ciudad de Agde, al sur de Francia, un tribunal ha impuesto una orden de alejamiento a un gato naranja llamado Rémi, acusado de causar molestias en su vecindario. La medida prohíbe al felino acercarse a la casa del vecino denunciante y establece una sanción económica para su dueña, Dominique Valdez, cada vez que el travieso gato cruce los límites. De acuerdo con las denuncias, Rémi ha protagonizado diversas travesuras, desde dejar huellas en un pavimento recién hecho hasta orinar sobre un edredón y convertir el jardín del vecino en su baño personal. El conflicto vecinal escaló hasta llegar a los tribunales, convirtiéndose en un caso viral por lo insólito del asunto. En un fallo inicial, se ordenó a la dueña pagar 1.250 euros por daños y costos legales, más 30 euros adicionales por cada vez que el gato vuelva a la parcela del vecino. Sin embargo, el caso fue reabierto este año por supuestas reincidencias del felino y se espera una nueva audiencia en diciembre. En caso de confirmarse las escapadas de Rémi, la multa podría aumentar a 2.000 euros, con un recargo de 150 euros por cada aparición no autorizada. La dueña ha impuesto un “arresto domiciliario” al gato para evitar nuevos problemas, manteniéndolo encerrado en casa. Sin embargo, esta medida no ha sido bien recibida por Rémi, quien ha subido de peso y muestra conductas más agresivas. Así, entre multas, audiencias y maullidos de protesta, este gato francés se ha convertido en protagonista de una historia digna de comedia judicial. Parece que ni en Francia los gatos pueden andar tan sueltos como desean. Fuente: Publimetro
El expríncipe Andrés ha sufrido una drástica pérdida de títulos y privilegios reales por su polémica relación con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. Por orden de Carlos III del Reino Unido, Andrés ha sido despojado de sus títulos, su residencia en Royal Lodge y su reputación. Esta decisión es sumamente inusual, ya que casi no existen precedentes de un príncipe británico siendo despojado de su título. La última vez que ocurrió fue en 1919, cuando al príncipe Ernesto Augusto se le retiró su título británico por aliarse con Alemania durante la Primera Guerra Mundial. A partir de ahora, el expríncipe será conocido como Andrés Mountbatten-Windsor y se mudará a una vivienda remota en Sandringham, en el este de Inglaterra, abandonando su residencia en Royal Lodge. El cambio de nombre ajusta el apellido del príncipe al apellido compuesto elegido por la difunta reina Isabel II para sus descendientes hace 65 años. Este apellido combina Windsor, elegido por el rey Jorge V en 1917, con Mountbatten, el apellido del esposo de la reina, el príncipe Felipe. La exesposa de Andrés, Sarah Ferguson, también tendrá que encontrar un nuevo hogar tras esta decisión. La presión sobre el palacio para expulsar al príncipe se intensificó debido a nuevas revelaciones sobre su amistad con Epstein y las acusaciones de abuso sexual por parte de una víctima. A pesar de las acusaciones en su contra, Andrés Mountbatten-Windsor ha negado siempre cualquier implicación. El Palacio emitió un comunicado afirmando: “Estas censuras se consideran necesarias, a pesar del hecho de que él continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que su compasión y máximas simpatías han estado, y permanecerán, con las víctimas y sobrevivientes de cualquier y toda forma de abuso”. El hermano de una de las víctimas celebró la decisión: “Hoy, una chica estadounidense común derribó a un príncipe británico con su verdad y extraordinario coraje”, declaró en un comunicado. Andrés enfrenta ahora una mayor oprobio público tras la revelación de correos electrónicos que muestran un contacto más prolongado con Epstein del que había admitido previamente. Fuente: Publimetro
La Fiscalía de Milán ha iniciado una investigación que ha conmocionado a Europa, donde un grupo de ciudadanos italianos habría pagado entre 80 y 100 mil euros durante la guerra de Bosnia en los años noventa para viajar los fines de semana a Sarajevo y disparar a civiles indefensos. La denuncia fue presentada por el escritor Ezio Gavazzeni, respaldada por el exmagistrado Guido Salvini y la exalcaldesa Benjamina Karic, quienes revelaron la existencia de una red que ofrecía safaris humanos en plena guerra, donde incluso se pagaba más por matar niños. El caso, reportado por El País y otros medios italianos como La Repubblica, Il Fatto Quotidiano, Sky TG24 y Rai News, describe a los implicados como turistas de la guerra, francotiradores de fin de semana o cazadores humanos. La investigación judicial en Italia, dirigida por el fiscal Alessandro Gobbis, se centra en homicidio voluntario con agravantes de crueldad y motivos abyectos, delitos que no prescriben en la legislación italiana. Los hechos habrían tenido lugar entre 1992 y 1996, durante el asedio de Sarajevo, uno de los episodios más trágicos del conflicto balcánico. Miles de civiles fueron asesinados por disparos desde las colinas circundantes a la ciudad. Según la denuncia, algunos tiradores no eran combatientes, sino civiles extranjeros que pagaban por participar en las atrocidades. Los viajes partían desde Trieste hacia Belgrado, para luego llegar a Sarajevo y ser llevados a puntos estratégicos para disparar contra la población civil. El costo del paquete oscilaba entre 80,000 y 100,000 euros actuales. Uno de los testigos clave es un exagente de inteligencia bosnio identificado como E. S., quien afirma que los servicios secretos italianos tenían conocimiento sobre la presencia de al menos cinco tiradores italianos en las colinas de Sarajevo en 1993. Documentos citados por Gavazzeni incluyen interrogatorios a combatientes serbios capturados que describieron extranjeros acompañados para disparar a civiles. También se menciona la posible implicación del oficial serbio Jovica Stanisic, condenado por crímenes de guerra. La denuncia ante la Fiscalía consta de 17 páginas con testimonios y documentación obtenida de exmiembros de inteligencia, soldados y archivos desclasificados. Entre los sospechosos se encuentra un empresario milanés dueño de una clínica estética privada, junto con otros ciudadanos de Turín y Trieste cuyos nombres se mantienen bajo reserva judicial. El Gobierno bosnio se ha mostrado dispuesto a colaborar plenamente con la justicia italiana. El cónsul bosnio en Milán expresó que están ansiosos por descubrir la verdad detrás de este cruel asunto. Si se confirma la existencia de los safaris humanos, sería uno de los crímenes más aberrantes documentados desde el fin del conflicto yugoslavo. Fuente: Publimetro