Un reciente estudio de mercado realizado por CORPA Estudios de Mercado ha revelado un aumento del 5% en la capacidad de ahorro de los hogares en la Región Metropolitana en comparación con la medición realizada en marzo-abril de este año. El estudio, que contó con la participación de 1.099 residentes de la capital, muestra que ha disminuido la proporción de personas que ahorran menos del 25% de sus ingresos, mientras que ha aumentado el grupo que destina cerca de la mitad de su sueldo al ahorro, pasando del 17% al 22%. Según Pavel Castillo, economista conductual y Gerente de Intelligence en CORPA, este incremento en el ahorro no necesariamente se debe a un cambio cultural repentino, sino a ajustes coyunturales en el gasto: Es decir, se gasta menos porque la gente no confía en lo que viene. Esto se relaciona con la disminución de créditos hipotecarios en comparación con años anteriores. En cuanto al desglose por grupo socioeconómico, todos los segmentos han mostrado un aumento en su capacidad de ahorro. El ABC1 pasó del 19% al 26% en quienes destinan la mitad de sus ingresos, mientras que el C2 subió del 16% al 20% y el C3D del 17% al 21%. A pesar de estos avances, las brechas entre hombres y mujeres persisten. Entre las mujeres, un 23% declara no tener capacidad de ahorro (un punto más que en la medición anterior), aunque también se observa un aumento en aquellas que guardan la mitad de sus ingresos. En contraste, en los hombres la proporción que logra ahorrar cerca del 50% de su sueldo creció del 19% al 26%. Castillo señala que estas diferencias pueden explicarse por el mercado laboral: Los hombres tienen mayor proporción de empleo y con mejores sueldos y estabilidad que el promedio de las mujeres, lo que les permite ahorrar más. Los tramos más jóvenes son los que lideran esta mejora. Entre los 15 y 30 años, aquellos que ahorran más del 25% de su sueldo aumentaron del 18% al 24%, mientras que en el grupo de 31 a 44 años subieron del 16% al 22%. En contraste, las personas de 45 a 55 años mantienen una capacidad de ahorro similar a la medición anterior, con un 17%. En palabras finales, Castillo destaca que los jóvenes están mostrando más disciplina financiera a pesar de enfrentar empleos con menores ingresos: Parte de eso se explica por un consumo más selectivo: compran menos bienes durables, se endeudan menos en créditos tradicionales y prefieren liquidez. En la práctica, pareciera que han internalizado que la seguridad no la entrega el sistema, sino su propio colchón de ahorro. Fuente: Publimetro
Un reciente estudio de mercado realizado por CORPA Estudios de Mercado ha revelado un aumento del 5% en la capacidad de ahorro de los hogares en la Región Metropolitana en comparación con la medición realizada en marzo-abril de este año. El estudio, que contó con la participación de 1.099 residentes de la capital, muestra que ha disminuido la proporción de personas que ahorran menos del 25% de sus ingresos, mientras que ha aumentado el grupo que destina cerca de la mitad de su sueldo al ahorro, pasando del 17% al 22%. Según Pavel Castillo, economista conductual y Gerente de Intelligence en CORPA, este incremento en el ahorro no necesariamente se debe a un cambio cultural repentino, sino a ajustes coyunturales en el gasto: Es decir, se gasta menos porque la gente no confía en lo que viene. Esto se relaciona con la disminución de créditos hipotecarios en comparación con años anteriores. En cuanto al desglose por grupo socioeconómico, todos los segmentos han mostrado un aumento en su capacidad de ahorro. El ABC1 pasó del 19% al 26% en quienes destinan la mitad de sus ingresos, mientras que el C2 subió del 16% al 20% y el C3D del 17% al 21%. A pesar de estos avances, las brechas entre hombres y mujeres persisten. Entre las mujeres, un 23% declara no tener capacidad de ahorro (un punto más que en la medición anterior), aunque también se observa un aumento en aquellas que guardan la mitad de sus ingresos. En contraste, en los hombres la proporción que logra ahorrar cerca del 50% de su sueldo creció del 19% al 26%. Castillo señala que estas diferencias pueden explicarse por el mercado laboral: Los hombres tienen mayor proporción de empleo y con mejores sueldos y estabilidad que el promedio de las mujeres, lo que les permite ahorrar más. Los tramos más jóvenes son los que lideran esta mejora. Entre los 15 y 30 años, aquellos que ahorran más del 25% de su sueldo aumentaron del 18% al 24%, mientras que en el grupo de 31 a 44 años subieron del 16% al 22%. En contraste, las personas de 45 a 55 años mantienen una capacidad de ahorro similar a la medición anterior, con un 17%. En palabras finales, Castillo destaca que los jóvenes están mostrando más disciplina financiera a pesar de enfrentar empleos con menores ingresos: Parte de eso se explica por un consumo más selectivo: compran menos bienes durables, se endeudan menos en créditos tradicionales y prefieren liquidez. En la práctica, pareciera que han internalizado que la seguridad no la entrega el sistema, sino su propio colchón de ahorro. Fuente: Publimetro