Un estudio alarmante revela que el cambio climático y la pérdida de hábitat están en camino de triplicar las extinciones impactando a especies claves en menos de un siglo. Así lo advierte un estudio de la Universidad de Reading publicado en Nature Ecology & Evolution, indicando que entre las afectadas están íconos como el cóndor andino, el albatros errante y el pingüino de Galápagos La cifra proyectada triplica el total de extinciones de aves registradas desde 1500 d. C. y afectará tanto a la biodiversidad taxonómica como a la funcional, es decir, al papel ecológico que cumplen las especies en el ciclo de la vida. “No es lo mismo perder un paseriforme que come semillas que un buitre que come carroña. El impacto no es el mismo”, explicó Manuela González-Suárez, autora principal del estudio. En ese sentido, las principales amenazas son la pérdida de hábitat, la caza, la agricultura y la introducción de especies invasoras. Incluso si se eliminan todas las presiones humanas, 250 especies podrían desaparecer igual, según las proyecciones. Y en ese escenario, las aves de gran tamaño y alas anchas, como el cóndor, son las más vulnerables. Una crisis de extinción sin precedentes Antes de la expansión humana, se esperaba la extinción de una sola especie por cada 10.000 aves en un siglo. Hoy, el ritmo de extinción se ha disparado y supera con creces ese patrón natural. “ Nos enfrentamos a una crisis de extinción de aves sin precedentes en la era moderna. Necesitamos medidas ambiciosas, coordinadas e inmediatas para reducir las amenazas humanas en todos los hábitats y programas de rescate específicos para evitar la desaparición de las especies más singulares y más amenazadas”, recalcó Kerry Stewart, coautora del trabajo. Entre las medidas que se pueden tomar está el detener la destrucción de hábitats tendría el mayor efecto positivo en el número de especies. También reducir la caza y las muertes accidentales protegería mejor a las especies funcionalmente más únicas. Y, finalmente, focalizar programas. De hecho, en solo 100 especies excepcionales podría conservar el 68% de la diversidad ecológica de las aves, según el análisis.
Una nueva interrupción afectó este jueves por la mañana las operaciones en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, debido a una masiva presencia de aves en zonas críticas de la pista. Según informó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a las 6:58 horas se activó una suspensión temporal de vuelos a causa de lo que calificaron como una “condición aviaria severa”. La alerta se levantó a las 7:06 horas, tras controlar la situación. Desde la DGAC explicaron que esta categoría se declara cuando se detectan más de 15 aves medianas o grandes, o más de 30 aves pequeñas, en áreas sensibles como la pista y las zonas de aproximación y despegue, lo que representa un alto riesgo de impacto con las aeronaves. Esta es la sexta vez en pocos días que el aeropuerto capitalino se ve obligado a detener sus operaciones por este motivo. En entrevista con T13 AM, Juan Luis Rodríguez, representante de la DGAC, detalló que “este es un fenómeno que empezó a darse desde el año 2022. No sabemos por qué antes no ocurría esto”. Rodríguez explicó que el aeropuerto cuenta con protocolos para ahuyentar aves cuando estas se posan, pero en este caso “no es que ingresan al aeropuerto, es que cruzan sobre el aeropuerto a alturas entre 50 y 100 pies en todo el largo de ambas pistas. Eso nos obliga a suspender temporalmente las operaciones”. La especie involucrada en estos episodios corresponde principalmente a gaviotas dominicanas, que, según Rodríguez, se desplazan desde el oriente de la capital en busca de alimento: “Desconocemos el destino final”. Rodríguez llamó a la calma frente al aumento de vuelos por el fin de semana largo: “Nosotros tomamos las medidas para asegurar el vuelo y que no tengamos inconvenientes. Esta suspensión temporal de operaciones es para que las aeronaves puedan volar de forma segura”. Fuente: Publimetro
Un estudio alarmante revela que el cambio climático y la pérdida de hábitat están en camino de triplicar las extinciones impactando a especies claves en menos de un siglo. Así lo advierte un estudio de la Universidad de Reading publicado en Nature Ecology & Evolution, indicando que entre las afectadas están íconos como el cóndor andino, el albatros errante y el pingüino de Galápagos La cifra proyectada triplica el total de extinciones de aves registradas desde 1500 d. C. y afectará tanto a la biodiversidad taxonómica como a la funcional, es decir, al papel ecológico que cumplen las especies en el ciclo de la vida. “No es lo mismo perder un paseriforme que come semillas que un buitre que come carroña. El impacto no es el mismo”, explicó Manuela González-Suárez, autora principal del estudio. En ese sentido, las principales amenazas son la pérdida de hábitat, la caza, la agricultura y la introducción de especies invasoras. Incluso si se eliminan todas las presiones humanas, 250 especies podrían desaparecer igual, según las proyecciones. Y en ese escenario, las aves de gran tamaño y alas anchas, como el cóndor, son las más vulnerables. Una crisis de extinción sin precedentes Antes de la expansión humana, se esperaba la extinción de una sola especie por cada 10.000 aves en un siglo. Hoy, el ritmo de extinción se ha disparado y supera con creces ese patrón natural. “ Nos enfrentamos a una crisis de extinción de aves sin precedentes en la era moderna. Necesitamos medidas ambiciosas, coordinadas e inmediatas para reducir las amenazas humanas en todos los hábitats y programas de rescate específicos para evitar la desaparición de las especies más singulares y más amenazadas”, recalcó Kerry Stewart, coautora del trabajo. Entre las medidas que se pueden tomar está el detener la destrucción de hábitats tendría el mayor efecto positivo en el número de especies. También reducir la caza y las muertes accidentales protegería mejor a las especies funcionalmente más únicas. Y, finalmente, focalizar programas. De hecho, en solo 100 especies excepcionales podría conservar el 68% de la diversidad ecológica de las aves, según el análisis.
Una nueva interrupción afectó este jueves por la mañana las operaciones en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, debido a una masiva presencia de aves en zonas críticas de la pista. Según informó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a las 6:58 horas se activó una suspensión temporal de vuelos a causa de lo que calificaron como una “condición aviaria severa”. La alerta se levantó a las 7:06 horas, tras controlar la situación. Desde la DGAC explicaron que esta categoría se declara cuando se detectan más de 15 aves medianas o grandes, o más de 30 aves pequeñas, en áreas sensibles como la pista y las zonas de aproximación y despegue, lo que representa un alto riesgo de impacto con las aeronaves. Esta es la sexta vez en pocos días que el aeropuerto capitalino se ve obligado a detener sus operaciones por este motivo. En entrevista con T13 AM, Juan Luis Rodríguez, representante de la DGAC, detalló que “este es un fenómeno que empezó a darse desde el año 2022. No sabemos por qué antes no ocurría esto”. Rodríguez explicó que el aeropuerto cuenta con protocolos para ahuyentar aves cuando estas se posan, pero en este caso “no es que ingresan al aeropuerto, es que cruzan sobre el aeropuerto a alturas entre 50 y 100 pies en todo el largo de ambas pistas. Eso nos obliga a suspender temporalmente las operaciones”. La especie involucrada en estos episodios corresponde principalmente a gaviotas dominicanas, que, según Rodríguez, se desplazan desde el oriente de la capital en busca de alimento: “Desconocemos el destino final”. Rodríguez llamó a la calma frente al aumento de vuelos por el fin de semana largo: “Nosotros tomamos las medidas para asegurar el vuelo y que no tengamos inconvenientes. Esta suspensión temporal de operaciones es para que las aeronaves puedan volar de forma segura”. Fuente: Publimetro