Un estudio de la Universidad de Rochester descubrió que la taurina, componente clave de bebidas energéticas y suplementos, podría acelerar el desarrollo de leucemia. Publicado en Nature , el trabajo demostró que células cancerosas de origen mieloide utilizan este aminoácido como fuente de energía para multiplicarse rápidamente. Los científicos observaron que al bloquear el acceso a la taurina en ratones con leucemia, el crecimiento tumoral disminuyó significativamente. Las células cancerosas 'secuestran' este compuesto como si fuera un estimulante, explicó la oncóloga Jane Liesveld, coautora del estudio. El hallazgo sugiere que limitar su disponibilidad podría convertirse en una nueva estrategia terapéutica. Precaución con el consumo excesivo Aunque la taurina natural del cuerpo cumple funciones vitales, los investigadores advirtieron sobre los riesgos potenciales de suplementos y bebidas energéticas en pacientes con cáncer. La médula ósea ya concentra taurina, y añadir más podría favorecer el microambiente tumoral, señaló Liesveld, según reportó Science Alert . El estudio no establece una relación directa en humanos, pero plantea interrogantes sobre el impacto de dosis altas de taurina en ciertos cánceres. Jeevisha Bajaj, bióloga especializada en células madre cancerosas, destacó que la investigación abre caminos para desarrollar inhibidores específicos que priven a las células malignas de este recurso energético. Mientras otros cánceres como el gástrico podrían beneficiarse de la taurina, el trabajo refuerza la idea de que el metabolismo del cáncer varía según el tipo tumoral. Los expertos enfatizaron que este hallazgo no demoniza el aminoácido, sino que revela una dinámica hasta ahora desconocida en la biología del cáncer. Con las bebidas energéticas ya bajo escrutinio por sus efectos cardiovasculares y neurológicos, el estudio suma otra razón para considerar su consumo con precaución, especialmente en poblaciones vulnerables. Los investigadores continuarán explorando cómo interferir en este mecanismo sin afectar las funciones saludables de la taurina en el organismo.
El mezclar bebidas energéticas con alcohol se ha vuelto una práctica cada vez más común, sobre todo entre jóvenes. Por lo mismo, desde el mundo científico y académico se ha puesto especial atención en esta conducta, fundamentalmente por los riesgos que implica para la salud. En ese sentido, desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH) alertaron sobre los peligros que acarrea el mezclar energéticas con bebidas alcohólicas. Los riesgos son varios. Así lo explica el doctor Alfredo Parra, médico internista del HCUCH. “El riesgo de la interacción entre ambas bebidas tiene que ver con los efectos antagónicos que ambos productos tienen. El alcohol es un reconocido depresor del sistema nervioso central y las bebidas energéticas son reconocidas como estimuladores del sistema nervioso central”, comenta. Parra enfatiza que “se puede producir riesgo de enmascaramiento, ya que las personas perciben que están consumiendo menos alcohol del que realmente consumen. Hay estudios que muestran que se consume hasta un 30% más de alcohol cuando se le agrega energética”. Junto con ello, el internista sostiene que “la mezcla de ambos, aumenta la posibilidad de conductas de riesgo, como, por ejemplo, el manejo en estado de ebriedad. También se potencian los efectos que se pueden producir a nivel cardiovascular y hepático”. En ese sentido, Alfredo Parra puntualiza que “se pueden generar más arritmias en pacientes jóvenes susceptibles, episodios de fibrilación auricular, taquicardia, intoxicación hepática, etc. Y bueno, no es de extrañar que también se potencie la deshidratación”. Bebidas energéticas y una “hiperestimulación” del sistema nervioso Más allá de la mezcla con alcohol, desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile manifiestan que el consumo de bebidas energéticas conlleva riesgos para la salud por distintos motivos. Ana Claudia Villarroel, diabetóloga y nutrióloga del HCUCH explica que “estas bebidas son estimulantes. La cafeína que tienen equivale a cuatro shots de espresso, lo que inactiva los neurotransmisores encargados de inducir la relajación. Es decir, el cuerpo ya había comenzado a prepararse para descansar, pero la bebida lo obliga a seguir en un estado de alerta artificial”. Al profundizar, Villarroel plantea que “esta mezcla de cafeína con azúcar nutricionalmente no aporta en nada. En el cuerpo puede tener distintos efectos, pero inicialmente será una hiperestimulación del sistema nervioso. Esto quiere decir que lo habitual cuando la persona empieza por primera vez el consumo, y no es una persona asidua a la cafeína, probablemente va a sentir palpitaciones, nerviosismo, una especie de sensación de despersonalización. Va a estar hiperalerta a todos los estímulos”.
Un estudio de la Universidad de Rochester descubrió que la taurina, componente clave de bebidas energéticas y suplementos, podría acelerar el desarrollo de leucemia. Publicado en Nature , el trabajo demostró que células cancerosas de origen mieloide utilizan este aminoácido como fuente de energía para multiplicarse rápidamente. Los científicos observaron que al bloquear el acceso a la taurina en ratones con leucemia, el crecimiento tumoral disminuyó significativamente. Las células cancerosas 'secuestran' este compuesto como si fuera un estimulante, explicó la oncóloga Jane Liesveld, coautora del estudio. El hallazgo sugiere que limitar su disponibilidad podría convertirse en una nueva estrategia terapéutica. Precaución con el consumo excesivo Aunque la taurina natural del cuerpo cumple funciones vitales, los investigadores advirtieron sobre los riesgos potenciales de suplementos y bebidas energéticas en pacientes con cáncer. La médula ósea ya concentra taurina, y añadir más podría favorecer el microambiente tumoral, señaló Liesveld, según reportó Science Alert . El estudio no establece una relación directa en humanos, pero plantea interrogantes sobre el impacto de dosis altas de taurina en ciertos cánceres. Jeevisha Bajaj, bióloga especializada en células madre cancerosas, destacó que la investigación abre caminos para desarrollar inhibidores específicos que priven a las células malignas de este recurso energético. Mientras otros cánceres como el gástrico podrían beneficiarse de la taurina, el trabajo refuerza la idea de que el metabolismo del cáncer varía según el tipo tumoral. Los expertos enfatizaron que este hallazgo no demoniza el aminoácido, sino que revela una dinámica hasta ahora desconocida en la biología del cáncer. Con las bebidas energéticas ya bajo escrutinio por sus efectos cardiovasculares y neurológicos, el estudio suma otra razón para considerar su consumo con precaución, especialmente en poblaciones vulnerables. Los investigadores continuarán explorando cómo interferir en este mecanismo sin afectar las funciones saludables de la taurina en el organismo.
El mezclar bebidas energéticas con alcohol se ha vuelto una práctica cada vez más común, sobre todo entre jóvenes. Por lo mismo, desde el mundo científico y académico se ha puesto especial atención en esta conducta, fundamentalmente por los riesgos que implica para la salud. En ese sentido, desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH) alertaron sobre los peligros que acarrea el mezclar energéticas con bebidas alcohólicas. Los riesgos son varios. Así lo explica el doctor Alfredo Parra, médico internista del HCUCH. “El riesgo de la interacción entre ambas bebidas tiene que ver con los efectos antagónicos que ambos productos tienen. El alcohol es un reconocido depresor del sistema nervioso central y las bebidas energéticas son reconocidas como estimuladores del sistema nervioso central”, comenta. Parra enfatiza que “se puede producir riesgo de enmascaramiento, ya que las personas perciben que están consumiendo menos alcohol del que realmente consumen. Hay estudios que muestran que se consume hasta un 30% más de alcohol cuando se le agrega energética”. Junto con ello, el internista sostiene que “la mezcla de ambos, aumenta la posibilidad de conductas de riesgo, como, por ejemplo, el manejo en estado de ebriedad. También se potencian los efectos que se pueden producir a nivel cardiovascular y hepático”. En ese sentido, Alfredo Parra puntualiza que “se pueden generar más arritmias en pacientes jóvenes susceptibles, episodios de fibrilación auricular, taquicardia, intoxicación hepática, etc. Y bueno, no es de extrañar que también se potencie la deshidratación”. Bebidas energéticas y una “hiperestimulación” del sistema nervioso Más allá de la mezcla con alcohol, desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile manifiestan que el consumo de bebidas energéticas conlleva riesgos para la salud por distintos motivos. Ana Claudia Villarroel, diabetóloga y nutrióloga del HCUCH explica que “estas bebidas son estimulantes. La cafeína que tienen equivale a cuatro shots de espresso, lo que inactiva los neurotransmisores encargados de inducir la relajación. Es decir, el cuerpo ya había comenzado a prepararse para descansar, pero la bebida lo obliga a seguir en un estado de alerta artificial”. Al profundizar, Villarroel plantea que “esta mezcla de cafeína con azúcar nutricionalmente no aporta en nada. En el cuerpo puede tener distintos efectos, pero inicialmente será una hiperestimulación del sistema nervioso. Esto quiere decir que lo habitual cuando la persona empieza por primera vez el consumo, y no es una persona asidua a la cafeína, probablemente va a sentir palpitaciones, nerviosismo, una especie de sensación de despersonalización. Va a estar hiperalerta a todos los estímulos”.