Alba, Chimu, Igor, Mora, Morrón, Pepe, Pipa, Milo, Canela, Uva y Miel, estas dos últimas jubiladas, son los integrantes del equipo canino de la Fundación Tregua. Se trata de perros de terapia, también llamados “Dogtores”, que buscan apoyar a pacientes pediátricos o adolescentes en distintos tipos de tratamientos, los que van desde los odontológicos hasta casos aparentemente más fáciles como la extracción de sangre. La fundación se encarga de desarrollar servicios asistidos con perros en ámbitos hospitalarios “para lograr de forma colaborativa los distintos objetivos de los equipos médicos y sus pacientes. Nuestro trabajo se enfoca en humanizar el entorno hospitalario, reduciendo el estrés, la ansiedad y el dolor percibido en pacientes”. El médico veterinario y fundador de Fundación Tregua, Felipe Brieba, explicó a The Clinic que actualmente tienen un grupo aproximado de 20 “Dogtores”. Son “de distintas razas como son los Labradores, Golden retriever. Pero también tenemos otras razas un poco más exóticas, por decirlo de alguna manera, como un Terranova, Beagle. También hay mestizos y hay otros que son los denominados multiraza que son de origen desconocido. Pero que han llegado a trabajar con nosotros desde refugios que han sido adoptados y luego de un proceso de entrenamiento y de evaluación, se han convertido en perros de terapia”. El trabajo de los “Dogtores” Según explica su fundador, la función de los perritos de Fundación Tregua es “facilitar distintos procesos de terapia, ya sea incorporándolos en una sesión individual. Por ejemplo, en una entrevista con un psicólogo o en una sesión grupal donde haya que hacer una actividad con personas mayores. Incorporar un perro ayuda a la dinámica de la sesión, a facilitar que las personas se movilicen físicamente con mayor motivación, enganchar y participar en la actividad”. “Por ejemplo, visitar una sala de toma de muestras de un hospital, de extracción de sangre, en niños, puede ser una circunstancia bastante estresante. Entonces, la presencia de un perro que acompaña a este niño o a un adolescente… esa interacción puede facilitar la labor del enfermero o enfermera para que le pueda sacar sangre sin tener que luchar con el paciente “, ejemplifica Brieba. “En todos estos años de funcionamiento, incluso en hospitales, no hemos tenido ningún accidente registrado que sea atribuible a que los perros infieran. Cuando los perros participan en muchas interacciones en hospitales y en distintos recintos, hay más facilidades y ventajas que desventajas y accidentes “, recalca. Algunos de los “Dogtores” de Fundación Tregua Desde la fundación señalan que a nivel hospitalario están con ocho programas. En el Hospital Calvo Mackenna, el Hospital Exequiel González Cortés, la Red UC Christus, el Hospital Félix Bulnes, el Hospital Roberto del Río y el Hospital Padre Hurtado. También están presentes en la Fundación Pequeño Cottolengo y trabajan con universidades. Brieba indica que “estos últimos años nos hemos casi especializado en trabajar en recintos hospitalarios. Desde el 2019 al día de hoy trabajamos con el Hospital Exequiel González Cortés. También trabajamos con el Hospital Clínico de la Universidad de Chile donde los estudiantes de Odontología ya están teniendo prácticas clínicas acompañados de perros en sus atenciones. También se trabaja en atenciones odontopediatras a nivel profesional”. Junto con eso, el médico veterinario detalla que “trabajamos con otras instituciones como el Pequeño Cottolengo, donde abarcamos todas las residencias con personas con discapacidad intelectual de alta complejidad, que no son autónomas, que no logran ser independientes y que son residentes permanentes. Nosotros vamos para facilitar el manejo y distintas instancias. También trabajamos con Mejor Niñez. Trabajamos con Casa de Luz que es una residencia donde tienen especialidad en cuidados paliativos para niños y adolescentes con enfermedades catastróficas y ahí vamos a hacer actividades”. La jubilación de los terapeutas perrunos Hace un par de meses se vivió la jubilación de dos perritas emblemáticas del programa. Se trata de Uva y Miel, quienes fueron destacadas en una ceremonia. Desde Tregua contaron que “Uva es matriarca. Está desde el inicio de la fundación desde el 2013 y Miel llegó entre el 2015 ó 2016”. Con respecto a la jubilación de los “Dogtores” afirman que no hay una edad establecida de retiro y que éstos son evaluados constantemente. “Por ejemplo Elvis, que es un perro mestizo de tamaño pequeño se jubiló a los cinco años de edad. Tenía una displasia de cadera severa. Se acogió a retiro y ahora es un perro de compañía, regalón”. “ Mientras más mayores sean los perros, más gradual tiene que ser el retiro. No puede ser un día para otro. Tiene que ir haciéndose una disminución progresiva de su participación en programas. Cada vez menos visitas o las visitas son menos largas, los trayectos son más cortos o las mismas sesiones son menos intensas. Para que vayan disminuyendo su carga laboral de forma gradual porque si se les corta su participación de un momento a otro, son perros, son animales que están habituados a esto. Se les puede generar un gran estrés si es que no se les hace esta pausa gradual porque viven en esto y les gusta”, recalca Brieba.
Según la última encuesta realizada por el sitio web FitTogether, el 89% de las parejas que entrenan juntas consideran que esta práctica ha fortalecido su relación. Además, el 76% afirmó que se sienten más apoyados emocionalmente y el 67% reportó una mejora en su vida sexual. En esa línea, Claudio Barrales, psicólogo clínico y profesor en Superprof, plataforma que conecta a más de 29 millones de profesores de diversas disciplinas con estudiantes de todas las edades, comenta que “las parejas que se ejercitan en conjunto experimentan una mejora en su condición física, mayor resistencia y un sistema inmunológico más fuerte. Además, la superación compartida impulsa el crecimiento personal y fortalece el vínculo afectivo”. “El ejercicio es un potente liberador de endorfinas, hormonas que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Al practicar deporte juntos, las parejas no solo cuidan su salud mental, sino que también encuentran un espacio para reforzar la comunicación y la conexión emocional, elementos esenciales para una relación armoniosa y duradera”, agrega el especialista. Las mejores disciplinas para entrenar juntos Por su parte, desde easycancha destacan que la práctica deportiva en duplas ha crecido con fuerza en los últimos años, impulsada por la facilidad de acceso a canchas y la popularidad de disciplinas que permiten compartir el esfuerzo y la estrategia en equipo. Estas son algunas de las opciones: Pádel: este deporte sigue en auge y es una de las opciones favoritas para jugar en duplas. Su fácil aprendizaje y el dinamismo del juego lo convierten en una alternativa ideal para quienes buscan una actividad entretenida. Solo se necesita una cancha habilitada -que se puede reservar a través del sitio web de easycancha-, palas y otra pareja con ganas de un duelo amistoso. Pickleball: considerado el deporte de mayor crecimiento en el mundo, el pickleball combina elementos del tenis, bádminton y ping-pong. Se juega en una cancha más pequeña que la del pádel, con una red baja, palas ligeras y una pelota de plástico perforada. Beach volley o voleibol playa: nada mejor que la combinación de sol, arena y deporte. Con solo un balón y una malla improvisada, el vóley playa es una excelente opción para quienes disfrutan del verano en la costa. Además de mejorar la coordinación y el trabajo en equipo, es una oportunidad perfecta para compartir con amigos y otras parejas. Tenis dupla: el tenis sigue siendo una de las disciplinas más practicadas en Chile y, en su versión en duplas, se transforma en una experiencia aún más entretenida. Jugar en pareja no sólo pone a prueba la habilidad y la estrategia, sino que también permite fortalecer la comunicación y la confianza mutua en cada set. “Hacer deporte en pareja es una excelente manera de disfrutar los beneficios físicos y emocionales de la actividad física mientras se fortalece la relación. Entrenar juntos fomenta la motivación mutua y el logro de objetivos compartidos. También, cada vez vemos más interés en torneos mixtos de deportes de raqueta, lo que refleja una tendencia en crecimiento en este tipo de competencias”, concluye Daniela Baytelman, CEO y cofundadora de easycancha.
Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Gotenburgo, dirigido por Suzanne Dickson y Roger Adan, publicó el estudio “ Psiquiatría nutricional : hacia una mejora de la salud mental mediante lo que se come”. Fue la primera vez que se habló de ese campo y, desde entonces, se estudia de qué manera la conexión entre la alimentación y la salud mental puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional. “Uno de los principales retos a la hora de ofrecer recomendaciones dietéticas para mejorar la salud mental es avanzar en el conocimiento de la nutrición personalizada a partir de observaciones”, advirtieron los autores. “La sensibilidad a los problemas de salud mental varía a lo largo de la vida y entre las personas, y en ella influyen los antecedentes genéticos, el entorno cultural y el medio ambiente. Las necesidades nutricionales también difieren a lo largo de la vida”. El trabajo fue publicado por European Neuropsychopharmacology. Según los investigadores, hay algunas áreas donde la relación entre la alimentación y la salud mental es sólida, como el efecto de una dieta cetogénica —alta en grasas y baja en carbohidratos— para tratar a los niños con epilepsia o para mejorar los síntomas de la falta de vitamina B12, como el cansancio, la pérdida de memoria o la depresión. También hallaron evidencia robusta de las ventajas que una dieta mediterránea, basada en vegetales y aceite de oliva, puede aportar a la salud mental, como ofrecer cierta prevención contra la depresión y la ansiedad. En este campo en desarrollo, la nutricionista Mariely Hernández indicó que lo que comemos puede contribuir a mejorar el bienestar emocional. “Los alimentos por sí solos no pueden curar”, advirtió, “pero pueden ser parte de un enfoque integral para mejorar la salud mental ”. Alimentos aliados de la salud mental Hernández mencionó algunos alimentos que se consideran positivos desde la perspectiva de la psiquiatría nutricional : Frutas y verduras: contienen una gran cantidad de antioxidantes, además de una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales para el funcionamiento adecuado del cerebro. Los alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, los kiwis y las fresas, pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Los vegetales contienen una gran cantidad de antioxidantes, además de una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales. Un estudio publicado en el British Journal of Health Psychology mostró que los participantes que consumían más frutas y verduras tenían niveles más bajos de estrés y mayor bienestar psicológico en comparación con aquellos que consumían menos. Ácidos grasos omega-3: estas grasas saludables se encuentran principalmente en pescados como el salmón, la caballa y las sardinas. Los omega-3 desempeñan un papel fundamental en la salud cerebral y pueden reducir el riesgo de depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Una investigación publicada en el Journal of Clinical Psychiatry encontró que los suplementos de omega-3 mejoran los síntomas en pacientes con depresión grave. Además, aunque se trata de un estudio más antiguo, científicos de la Universidad de Tasmania, en Australia, revelaron que los adolescentes que consumían pescado al menos una vez por semana tenían un 40% menos de probabilidades de depresión. Alimentos ricos en triptófano: se trata de un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo. Este se puede encontrar en los huevos y los lácteos. Nueces y semillas: son fuentes naturales de triptófano. Las almendras, las nueces de Brasil y las semillas de chía tienen una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, proteínas y otros nutrientes beneficiosos para el cerebro. Una investigación realizada en la Universidad de Harvard encontró que las mujeres que consumían cinco o más porciones de nueces a la semana tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar depresión. Lo mismo arrojó un estudio realizado entre adultos mayores. Los flavonoides y antioxidantes del chocolate negro pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro Chocolate negro: un alto contenido de cacao puede ser beneficioso para la salud mental. El chocolate negro es rico en flavonoides, antioxidantes que pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro y promover la producción de endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”. Según un estudio publicado en el Journal of Psychopharmacology, el consumo de chocolate negro durante un período de 30 días mejoró el estado de ánimo de los participantes y redujo los síntomas de depresión. Té verde: es conocido por sus múltiples beneficios para la salud y podría tener un efecto positivo en el ánimo. Contiene un aminoácido llamado L-teanina que tiene propiedades relajantes y puede aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, neurotransmisores asociados con el bienestar y la felicidad. Un estudio de la revista Nutrients encontró que la L-teanina del té verde mejoró la atención y el estado de ánimo en los participantes. Probióticos: los alimentos fermentados, como el yogur, el chucrut y el kimchi, contienen bacterias beneficiosas que promueven una microbiota intestinal saludable. Se ha demostrado que una microbiota equilibrada tiene un impacto positivo en la salud mental, ya que las bacterias intestinales influyen en la producción de neurotransmisores, como la serotonina. Horarios regulares, equilibrio de nutrientes y actividad física Estos son solo algunos ejemplos de alimentos benéficos para la salud mental, respaldados por investigaciones en psiquiatría nutricional. Pero se debe tener en cuenta que la salud mental no se puede atribuir únicamente a la alimentación. El té verde también puede tener un efecto positivo en la salud mental al aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro La frecuencia de nuestras comidas también desempeñan un papel crucial. Los expertos en nutrición recomiendan comer en horarios regulares y evitar saltarse comidas. No comer lo suficiente puede llevarnos a comer en exceso más tarde para compensar; además, sentir hambre puede desencadenar irritabilidad, ira y otros sentimientos negativos que pueden conducir a la depresión y la ansiedad. La nutricionista Hernández enfatizó que es importante tener en cuenta que estos alimentos deben formar parte de una dieta equilibrada y variada. “No se trata de consumir un solo alimento, sino de mantener una nutrición saludable. Además, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios importantes en la dieta, especialmente si se están tratando problemas de salud mental”. También se recomienda la actividad física regular, un sueño adecuado, la gestión del estrés y el apoyo social como herramientas fundamentales para mantener una buena salud mental.
Alba, Chimu, Igor, Mora, Morrón, Pepe, Pipa, Milo, Canela, Uva y Miel, estas dos últimas jubiladas, son los integrantes del equipo canino de la Fundación Tregua. Se trata de perros de terapia, también llamados “Dogtores”, que buscan apoyar a pacientes pediátricos o adolescentes en distintos tipos de tratamientos, los que van desde los odontológicos hasta casos aparentemente más fáciles como la extracción de sangre. La fundación se encarga de desarrollar servicios asistidos con perros en ámbitos hospitalarios “para lograr de forma colaborativa los distintos objetivos de los equipos médicos y sus pacientes. Nuestro trabajo se enfoca en humanizar el entorno hospitalario, reduciendo el estrés, la ansiedad y el dolor percibido en pacientes”. El médico veterinario y fundador de Fundación Tregua, Felipe Brieba, explicó a The Clinic que actualmente tienen un grupo aproximado de 20 “Dogtores”. Son “de distintas razas como son los Labradores, Golden retriever. Pero también tenemos otras razas un poco más exóticas, por decirlo de alguna manera, como un Terranova, Beagle. También hay mestizos y hay otros que son los denominados multiraza que son de origen desconocido. Pero que han llegado a trabajar con nosotros desde refugios que han sido adoptados y luego de un proceso de entrenamiento y de evaluación, se han convertido en perros de terapia”. El trabajo de los “Dogtores” Según explica su fundador, la función de los perritos de Fundación Tregua es “facilitar distintos procesos de terapia, ya sea incorporándolos en una sesión individual. Por ejemplo, en una entrevista con un psicólogo o en una sesión grupal donde haya que hacer una actividad con personas mayores. Incorporar un perro ayuda a la dinámica de la sesión, a facilitar que las personas se movilicen físicamente con mayor motivación, enganchar y participar en la actividad”. “Por ejemplo, visitar una sala de toma de muestras de un hospital, de extracción de sangre, en niños, puede ser una circunstancia bastante estresante. Entonces, la presencia de un perro que acompaña a este niño o a un adolescente… esa interacción puede facilitar la labor del enfermero o enfermera para que le pueda sacar sangre sin tener que luchar con el paciente “, ejemplifica Brieba. “En todos estos años de funcionamiento, incluso en hospitales, no hemos tenido ningún accidente registrado que sea atribuible a que los perros infieran. Cuando los perros participan en muchas interacciones en hospitales y en distintos recintos, hay más facilidades y ventajas que desventajas y accidentes “, recalca. Algunos de los “Dogtores” de Fundación Tregua Desde la fundación señalan que a nivel hospitalario están con ocho programas. En el Hospital Calvo Mackenna, el Hospital Exequiel González Cortés, la Red UC Christus, el Hospital Félix Bulnes, el Hospital Roberto del Río y el Hospital Padre Hurtado. También están presentes en la Fundación Pequeño Cottolengo y trabajan con universidades. Brieba indica que “estos últimos años nos hemos casi especializado en trabajar en recintos hospitalarios. Desde el 2019 al día de hoy trabajamos con el Hospital Exequiel González Cortés. También trabajamos con el Hospital Clínico de la Universidad de Chile donde los estudiantes de Odontología ya están teniendo prácticas clínicas acompañados de perros en sus atenciones. También se trabaja en atenciones odontopediatras a nivel profesional”. Junto con eso, el médico veterinario detalla que “trabajamos con otras instituciones como el Pequeño Cottolengo, donde abarcamos todas las residencias con personas con discapacidad intelectual de alta complejidad, que no son autónomas, que no logran ser independientes y que son residentes permanentes. Nosotros vamos para facilitar el manejo y distintas instancias. También trabajamos con Mejor Niñez. Trabajamos con Casa de Luz que es una residencia donde tienen especialidad en cuidados paliativos para niños y adolescentes con enfermedades catastróficas y ahí vamos a hacer actividades”. La jubilación de los terapeutas perrunos Hace un par de meses se vivió la jubilación de dos perritas emblemáticas del programa. Se trata de Uva y Miel, quienes fueron destacadas en una ceremonia. Desde Tregua contaron que “Uva es matriarca. Está desde el inicio de la fundación desde el 2013 y Miel llegó entre el 2015 ó 2016”. Con respecto a la jubilación de los “Dogtores” afirman que no hay una edad establecida de retiro y que éstos son evaluados constantemente. “Por ejemplo Elvis, que es un perro mestizo de tamaño pequeño se jubiló a los cinco años de edad. Tenía una displasia de cadera severa. Se acogió a retiro y ahora es un perro de compañía, regalón”. “ Mientras más mayores sean los perros, más gradual tiene que ser el retiro. No puede ser un día para otro. Tiene que ir haciéndose una disminución progresiva de su participación en programas. Cada vez menos visitas o las visitas son menos largas, los trayectos son más cortos o las mismas sesiones son menos intensas. Para que vayan disminuyendo su carga laboral de forma gradual porque si se les corta su participación de un momento a otro, son perros, son animales que están habituados a esto. Se les puede generar un gran estrés si es que no se les hace esta pausa gradual porque viven en esto y les gusta”, recalca Brieba.
Según la última encuesta realizada por el sitio web FitTogether, el 89% de las parejas que entrenan juntas consideran que esta práctica ha fortalecido su relación. Además, el 76% afirmó que se sienten más apoyados emocionalmente y el 67% reportó una mejora en su vida sexual. En esa línea, Claudio Barrales, psicólogo clínico y profesor en Superprof, plataforma que conecta a más de 29 millones de profesores de diversas disciplinas con estudiantes de todas las edades, comenta que “las parejas que se ejercitan en conjunto experimentan una mejora en su condición física, mayor resistencia y un sistema inmunológico más fuerte. Además, la superación compartida impulsa el crecimiento personal y fortalece el vínculo afectivo”. “El ejercicio es un potente liberador de endorfinas, hormonas que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Al practicar deporte juntos, las parejas no solo cuidan su salud mental, sino que también encuentran un espacio para reforzar la comunicación y la conexión emocional, elementos esenciales para una relación armoniosa y duradera”, agrega el especialista. Las mejores disciplinas para entrenar juntos Por su parte, desde easycancha destacan que la práctica deportiva en duplas ha crecido con fuerza en los últimos años, impulsada por la facilidad de acceso a canchas y la popularidad de disciplinas que permiten compartir el esfuerzo y la estrategia en equipo. Estas son algunas de las opciones: Pádel: este deporte sigue en auge y es una de las opciones favoritas para jugar en duplas. Su fácil aprendizaje y el dinamismo del juego lo convierten en una alternativa ideal para quienes buscan una actividad entretenida. Solo se necesita una cancha habilitada -que se puede reservar a través del sitio web de easycancha-, palas y otra pareja con ganas de un duelo amistoso. Pickleball: considerado el deporte de mayor crecimiento en el mundo, el pickleball combina elementos del tenis, bádminton y ping-pong. Se juega en una cancha más pequeña que la del pádel, con una red baja, palas ligeras y una pelota de plástico perforada. Beach volley o voleibol playa: nada mejor que la combinación de sol, arena y deporte. Con solo un balón y una malla improvisada, el vóley playa es una excelente opción para quienes disfrutan del verano en la costa. Además de mejorar la coordinación y el trabajo en equipo, es una oportunidad perfecta para compartir con amigos y otras parejas. Tenis dupla: el tenis sigue siendo una de las disciplinas más practicadas en Chile y, en su versión en duplas, se transforma en una experiencia aún más entretenida. Jugar en pareja no sólo pone a prueba la habilidad y la estrategia, sino que también permite fortalecer la comunicación y la confianza mutua en cada set. “Hacer deporte en pareja es una excelente manera de disfrutar los beneficios físicos y emocionales de la actividad física mientras se fortalece la relación. Entrenar juntos fomenta la motivación mutua y el logro de objetivos compartidos. También, cada vez vemos más interés en torneos mixtos de deportes de raqueta, lo que refleja una tendencia en crecimiento en este tipo de competencias”, concluye Daniela Baytelman, CEO y cofundadora de easycancha.
Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Gotenburgo, dirigido por Suzanne Dickson y Roger Adan, publicó el estudio “ Psiquiatría nutricional : hacia una mejora de la salud mental mediante lo que se come”. Fue la primera vez que se habló de ese campo y, desde entonces, se estudia de qué manera la conexión entre la alimentación y la salud mental puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional. “Uno de los principales retos a la hora de ofrecer recomendaciones dietéticas para mejorar la salud mental es avanzar en el conocimiento de la nutrición personalizada a partir de observaciones”, advirtieron los autores. “La sensibilidad a los problemas de salud mental varía a lo largo de la vida y entre las personas, y en ella influyen los antecedentes genéticos, el entorno cultural y el medio ambiente. Las necesidades nutricionales también difieren a lo largo de la vida”. El trabajo fue publicado por European Neuropsychopharmacology. Según los investigadores, hay algunas áreas donde la relación entre la alimentación y la salud mental es sólida, como el efecto de una dieta cetogénica —alta en grasas y baja en carbohidratos— para tratar a los niños con epilepsia o para mejorar los síntomas de la falta de vitamina B12, como el cansancio, la pérdida de memoria o la depresión. También hallaron evidencia robusta de las ventajas que una dieta mediterránea, basada en vegetales y aceite de oliva, puede aportar a la salud mental, como ofrecer cierta prevención contra la depresión y la ansiedad. En este campo en desarrollo, la nutricionista Mariely Hernández indicó que lo que comemos puede contribuir a mejorar el bienestar emocional. “Los alimentos por sí solos no pueden curar”, advirtió, “pero pueden ser parte de un enfoque integral para mejorar la salud mental ”. Alimentos aliados de la salud mental Hernández mencionó algunos alimentos que se consideran positivos desde la perspectiva de la psiquiatría nutricional : Frutas y verduras: contienen una gran cantidad de antioxidantes, además de una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales para el funcionamiento adecuado del cerebro. Los alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, los kiwis y las fresas, pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Los vegetales contienen una gran cantidad de antioxidantes, además de una amplia gama de vitaminas y minerales esenciales. Un estudio publicado en el British Journal of Health Psychology mostró que los participantes que consumían más frutas y verduras tenían niveles más bajos de estrés y mayor bienestar psicológico en comparación con aquellos que consumían menos. Ácidos grasos omega-3: estas grasas saludables se encuentran principalmente en pescados como el salmón, la caballa y las sardinas. Los omega-3 desempeñan un papel fundamental en la salud cerebral y pueden reducir el riesgo de depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Una investigación publicada en el Journal of Clinical Psychiatry encontró que los suplementos de omega-3 mejoran los síntomas en pacientes con depresión grave. Además, aunque se trata de un estudio más antiguo, científicos de la Universidad de Tasmania, en Australia, revelaron que los adolescentes que consumían pescado al menos una vez por semana tenían un 40% menos de probabilidades de depresión. Alimentos ricos en triptófano: se trata de un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo. Este se puede encontrar en los huevos y los lácteos. Nueces y semillas: son fuentes naturales de triptófano. Las almendras, las nueces de Brasil y las semillas de chía tienen una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, proteínas y otros nutrientes beneficiosos para el cerebro. Una investigación realizada en la Universidad de Harvard encontró que las mujeres que consumían cinco o más porciones de nueces a la semana tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar depresión. Lo mismo arrojó un estudio realizado entre adultos mayores. Los flavonoides y antioxidantes del chocolate negro pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro Chocolate negro: un alto contenido de cacao puede ser beneficioso para la salud mental. El chocolate negro es rico en flavonoides, antioxidantes que pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro y promover la producción de endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”. Según un estudio publicado en el Journal of Psychopharmacology, el consumo de chocolate negro durante un período de 30 días mejoró el estado de ánimo de los participantes y redujo los síntomas de depresión. Té verde: es conocido por sus múltiples beneficios para la salud y podría tener un efecto positivo en el ánimo. Contiene un aminoácido llamado L-teanina que tiene propiedades relajantes y puede aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, neurotransmisores asociados con el bienestar y la felicidad. Un estudio de la revista Nutrients encontró que la L-teanina del té verde mejoró la atención y el estado de ánimo en los participantes. Probióticos: los alimentos fermentados, como el yogur, el chucrut y el kimchi, contienen bacterias beneficiosas que promueven una microbiota intestinal saludable. Se ha demostrado que una microbiota equilibrada tiene un impacto positivo en la salud mental, ya que las bacterias intestinales influyen en la producción de neurotransmisores, como la serotonina. Horarios regulares, equilibrio de nutrientes y actividad física Estos son solo algunos ejemplos de alimentos benéficos para la salud mental, respaldados por investigaciones en psiquiatría nutricional. Pero se debe tener en cuenta que la salud mental no se puede atribuir únicamente a la alimentación. El té verde también puede tener un efecto positivo en la salud mental al aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro La frecuencia de nuestras comidas también desempeñan un papel crucial. Los expertos en nutrición recomiendan comer en horarios regulares y evitar saltarse comidas. No comer lo suficiente puede llevarnos a comer en exceso más tarde para compensar; además, sentir hambre puede desencadenar irritabilidad, ira y otros sentimientos negativos que pueden conducir a la depresión y la ansiedad. La nutricionista Hernández enfatizó que es importante tener en cuenta que estos alimentos deben formar parte de una dieta equilibrada y variada. “No se trata de consumir un solo alimento, sino de mantener una nutrición saludable. Además, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios importantes en la dieta, especialmente si se están tratando problemas de salud mental”. También se recomienda la actividad física regular, un sueño adecuado, la gestión del estrés y el apoyo social como herramientas fundamentales para mantener una buena salud mental.