Ante el boom del colágeno en el mundo de la cosmética y el cuidado personal, hablamos con dos expertas: Silvia Soto, dermatóloga especializada en estética, y Carla Ibarra, química farmacéutica y encargada de comunicación científica de Vichy. ¿El objetivo? Despejar dudas y desterrar mitos sobre esta proteína clave en la firmeza, elasticidad y luminosidad de la piel. Mito:Si me pongo colágeno en la piel, se absorbe tal cual. Falso. Según explica la dermatóloga Silvia Soto, el colágeno es una molécula demasiado grande para atravesar las capas superficiales de la piel. Lo que realmente funciona es usar ingredientes activos que estimulen su producción natural desde el interior, como los péptidos, la vitamina C o ciertos extractos con respaldo científico. Mito:El colágeno solo sirve si lo tomo como suplemento. Falso. Aunque los suplementos de colágeno están de moda en formatos como polvo, gomitas o cápsulas, no existen estudios concluyentes que demuestren que ingerirlo tenga tiene un efecto directo sobre los colágenos presentes en la estructura de la piel. Como indica Carla Ibarra, “mucho de ese colágeno se digiere como cualquier otra proteína y no se dirige exclusivamente a la piel”. Mito:Empezamos a perder colágeno desde los 25 años. Verdadero. Silvia Soto lo confirma: a partir de esa edad, la producción de colágeno empieza a disminuir progresivamente, alrededor de un 1% por año. Es un proceso natural del envejecimiento, pero que se puede ralentizar con una buena rutina de cuidado facial y una exposición solar controlada. Mito:El colágeno es clave para una piel firme y luminosa. Verdadero. Esta proteína actúa como una especie de andamiaje interno que mantiene la piel densa, elástica y con buen tono. Cuando disminuye, comienzan a aparecer signos como flacidez, arrugas y pérdida de volumen, por lo que mantener sus niveles es esencial para una piel sana. Mito:Se puede estimular el colágeno desde fuera. Verdadero. Gracias a la innovación en cosmética dermatológica, hoy existen fórmulas capaces de activar la producción natural de colágeno en la piel desde el exterior. Una de ellas es Collagen 16 de Vichy, que combina péptidos pro-colágeno con vitamina Cg y fracciones probióticas. Esta fórmula ha demostrado mejorar visiblemente la firmeza y luminosidad en tan solo semanas, reactivando los mecanismos naturales de la piel. Mito:Todos los productos con colágeno hacen lo mismo. Falso. No todos los cosméticos con que indican “colágeno” en la etiqueta son igual de eficaces. La clave está en la formulación, los ingredientes complementarios y los estudios que avalen su acción. Collagen 16 de Vichy, por ejemplo, no contiene colágeno como tal, sino una fórmula inteligente que activa los 16 tipos de colágeno presentes en la piel, con resultados visibles y respaldo dermatológico comprobado. En conclusión, no todo lo que se dice sobre el colágeno es cierto. Pero sí está claro que cuidar su producción natural es clave para mantener una piel saludable. La recomendación final: elegir bien, y optar siempre por productos con respaldo dermatológico y estudios de efectividad comprobada.
Hoy, más que nunca, envejecer con naturalidad, de manera sana y confiable se ha vuelto una aspiración común. Ya no se trata de esconder los años, sino de vivirlos con una piel que refleje bienestar. Por eso no sorprende que el mundo de la estética esté cada vez más ligado a la ciencia: la necesidad de mayor seguridad, regulación e investigación ha impulsado esta conexión. Entre las últimas innovaciones que han causado furor, los exosomas se llevan el protagonismo: diminutas estructuras que liberan las células para comunicarse entre sí, y que hoy están siendo utilizadas para rejuvenecer la piel y reparar tejidos. ¿Exo.. qué? Un boom que trae desafíos En los últimos años, la medicina estética ha incorporado cada vez más avances científicos que antes parecían exclusivos de laboratorios o centros de investigación. Aunque suene complejo, el concepto de exosomas es más simple de lo que suena: son micro vesículas que transportan señales biológicas que activan procesos de regeneración. En estética, esto se traduce en productos que mejoran la textura y elasticidad de la piel, estimulando la producción de colágeno y suavizando líneas de expresión. ¿El resultado? Una piel más luminosa, firme y revitalizada, sin bisturí. El potencial de estos tratamientos no tardó en volverse viral; en redes sociales abundan testimonios, influencers y clínicas que promocionan a los exosomas como “el secreto mejor guardado” para rejuvenecer. Estos exosomas han encontrado una aplicación pionera debido a la posibilidad de su uso superficial y en la actualidad su uso está autorizado únicamente a nivel tópico y no deben ser inyectados, son productos cosméticos que se aplican de una forma no invasiva, ideal para quienes buscan resultados visibles sin cirugías. Sin embargo, detrás del boom, también hay interrogantes importantes. En Chile, el Instituto de Salud Pública (ISP) no ha emitido una aprobación formal ni registro sanitario para el uso comercial de exosomas derivados de células humanas en el campo de la medicina estética. Aunque el organismo reconoce el potencial de esta tecnología, actualmente no existe una regulación específica que norme su aplicación en clínicas o centros de estética. “Uno de los principales problemas es que el término exosomas no está regulado. Cualquier marca puede utilizarlo sin necesidad de demostrar que su producto contiene realmente estas vesículas extracelulares, que representan apenas el 0,5% del medio de cultivo celular. En la mayoría de los casos, lo que se comercializa como exosomas son simplemente cosméticos que contienen medio condicionado no purificado, sin garantizar la presencia efectiva ni la caracterización del principio activo. A esta falta de definición clara como ingrediente, se suma la ausencia de trazabilidad en el origen, el proceso de obtención y la caracterización del contenido, especialmente en formulaciones de origen humano o animal. Esto puede implicar riesgos como la transmisión de agentes infecciosos o la aparición de respuestas inmunológicas adversas. Por eso es urgente avanzar hacia una regulación clara, basada en evidencia científica y orientada a proteger la seguridad e integridad de los pacientes ”, explica Iolanda Moreira, PhD en Ingeniería para la Salud y fundadora de Pronaturae, empresa especializada en distribución dermatológica. Origen vegetal, alternativa segura Frente a un escenario aún en desarrollo, surgen opciones que buscan combinar eficacia con mayor seguridad. Libres de componentes humanos o animales, los exosomas vegetales se posicionan como una alternativa más segura, sustentable y con gran potencial regenerativo, además están autorizados por autoridades sanitarias en diversas partes del mundo, incluyendo Europa, donde está prohibido el uso de ingredientes cosméticos de origen humano. Por eso, cada vez más profesionales están apostando por su uso en tratamientos dermatológicos avanzados, con formulaciones respaldadas por estudios y procesos trazables. Estos exosomas de origen vegetal logran tener la misma función regenerativa de los de origen humano, pero se obtienen de células madre de plantas. La firma surcoreana ExoCoBio fue la pionera en desarrollar una tecnología para extraer y purificar exosomas desde células madre de Rosa Damascena, una especie de rosa reconocida por sus propiedades regenerativas. Esta tecnología denominada ExoSCRT esta presente en productos, como ASCEplus, distribuidos por Pronaturae en Chile, ya están presentes en tratamientos faciales y capilares en la principales clínicas chilenas de dermatología y estética con resultados prometedores. “Los resultados con exosomas purificados de células madre de rosa han sido realmente notables. Observamos una mejora visible en la luminosidad, firmeza y textura de la piel, y los pacientes están muy satisfechos con los cambios que perciben tras pocas sesiones”, afirma la Dra. Claudia Piper, dermatóloga especialista en medicina estética. Y es que si bien la medicina estética avanza a pasos agigantados, eso no significa que debamos seguir cada tendencia sin cuestionamientos. Antes de someterte a un procedimiento con exosomas, consulta con un dermatólogo certificado, revisa el etiquetado del producto, asegúrate de que indique su origen y composición, y desconfía si no hay trazabilidad o respaldo científico visible. Leer los ingredientes y entender qué estás aplicando en tu piel no es un detalle menor: muchas veces ahí está la clave no solo para evitar efectos adversos, sino también para no caer en engaños y asegurarte de que realmente estás comprando lo que se promete.
Un estudio de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética ( Stanpa), en colaboración con Kantar, reveló cómo el uso de productos de cosmética y perfumería influye en el bienestar emocional y social de las personas. Bajo el título “Cultura del bienestar: Esencialidad de la perfumería y la cosmética en España”, este análisis destaca el papel fundamental de estos productos en la confianza, autoestima y expresión de la identidad personal. Más información Al respecto, Óscar Mateo, director de Conocimiento y Estudios de Mercado de Stanpa, señaló que la industria de la perfumería y la cosmética está creciendo a un ritmo del 7,4%, superando a otros sectores clave de la economía de España. Este crecimiento refleja la importancia del cuidado personal en la sociedad actual, no solo desde una perspectiva económica, sino también como un factor esencial en la vida diaria de las personas. El estudio revela que el 64% de los encuestados considera que cuidar su imagen es autocuidado y bienestar. Además, un 76% de las personas encuestadas afirmó que la cosmética y la perfumería están presentes en todas las etapas de la vida. Uno de los hallazgos más relevantes es la evolución de la industria hacia la inclusividad. 8 de cada 10 personas reconocen que existen productos cosméticos y de cuidado personal adecuados para todos, independientemente de género o edad.
Ante el boom del colágeno en el mundo de la cosmética y el cuidado personal, hablamos con dos expertas: Silvia Soto, dermatóloga especializada en estética, y Carla Ibarra, química farmacéutica y encargada de comunicación científica de Vichy. ¿El objetivo? Despejar dudas y desterrar mitos sobre esta proteína clave en la firmeza, elasticidad y luminosidad de la piel. Mito:Si me pongo colágeno en la piel, se absorbe tal cual. Falso. Según explica la dermatóloga Silvia Soto, el colágeno es una molécula demasiado grande para atravesar las capas superficiales de la piel. Lo que realmente funciona es usar ingredientes activos que estimulen su producción natural desde el interior, como los péptidos, la vitamina C o ciertos extractos con respaldo científico. Mito:El colágeno solo sirve si lo tomo como suplemento. Falso. Aunque los suplementos de colágeno están de moda en formatos como polvo, gomitas o cápsulas, no existen estudios concluyentes que demuestren que ingerirlo tenga tiene un efecto directo sobre los colágenos presentes en la estructura de la piel. Como indica Carla Ibarra, “mucho de ese colágeno se digiere como cualquier otra proteína y no se dirige exclusivamente a la piel”. Mito:Empezamos a perder colágeno desde los 25 años. Verdadero. Silvia Soto lo confirma: a partir de esa edad, la producción de colágeno empieza a disminuir progresivamente, alrededor de un 1% por año. Es un proceso natural del envejecimiento, pero que se puede ralentizar con una buena rutina de cuidado facial y una exposición solar controlada. Mito:El colágeno es clave para una piel firme y luminosa. Verdadero. Esta proteína actúa como una especie de andamiaje interno que mantiene la piel densa, elástica y con buen tono. Cuando disminuye, comienzan a aparecer signos como flacidez, arrugas y pérdida de volumen, por lo que mantener sus niveles es esencial para una piel sana. Mito:Se puede estimular el colágeno desde fuera. Verdadero. Gracias a la innovación en cosmética dermatológica, hoy existen fórmulas capaces de activar la producción natural de colágeno en la piel desde el exterior. Una de ellas es Collagen 16 de Vichy, que combina péptidos pro-colágeno con vitamina Cg y fracciones probióticas. Esta fórmula ha demostrado mejorar visiblemente la firmeza y luminosidad en tan solo semanas, reactivando los mecanismos naturales de la piel. Mito:Todos los productos con colágeno hacen lo mismo. Falso. No todos los cosméticos con que indican “colágeno” en la etiqueta son igual de eficaces. La clave está en la formulación, los ingredientes complementarios y los estudios que avalen su acción. Collagen 16 de Vichy, por ejemplo, no contiene colágeno como tal, sino una fórmula inteligente que activa los 16 tipos de colágeno presentes en la piel, con resultados visibles y respaldo dermatológico comprobado. En conclusión, no todo lo que se dice sobre el colágeno es cierto. Pero sí está claro que cuidar su producción natural es clave para mantener una piel saludable. La recomendación final: elegir bien, y optar siempre por productos con respaldo dermatológico y estudios de efectividad comprobada.
Hoy, más que nunca, envejecer con naturalidad, de manera sana y confiable se ha vuelto una aspiración común. Ya no se trata de esconder los años, sino de vivirlos con una piel que refleje bienestar. Por eso no sorprende que el mundo de la estética esté cada vez más ligado a la ciencia: la necesidad de mayor seguridad, regulación e investigación ha impulsado esta conexión. Entre las últimas innovaciones que han causado furor, los exosomas se llevan el protagonismo: diminutas estructuras que liberan las células para comunicarse entre sí, y que hoy están siendo utilizadas para rejuvenecer la piel y reparar tejidos. ¿Exo.. qué? Un boom que trae desafíos En los últimos años, la medicina estética ha incorporado cada vez más avances científicos que antes parecían exclusivos de laboratorios o centros de investigación. Aunque suene complejo, el concepto de exosomas es más simple de lo que suena: son micro vesículas que transportan señales biológicas que activan procesos de regeneración. En estética, esto se traduce en productos que mejoran la textura y elasticidad de la piel, estimulando la producción de colágeno y suavizando líneas de expresión. ¿El resultado? Una piel más luminosa, firme y revitalizada, sin bisturí. El potencial de estos tratamientos no tardó en volverse viral; en redes sociales abundan testimonios, influencers y clínicas que promocionan a los exosomas como “el secreto mejor guardado” para rejuvenecer. Estos exosomas han encontrado una aplicación pionera debido a la posibilidad de su uso superficial y en la actualidad su uso está autorizado únicamente a nivel tópico y no deben ser inyectados, son productos cosméticos que se aplican de una forma no invasiva, ideal para quienes buscan resultados visibles sin cirugías. Sin embargo, detrás del boom, también hay interrogantes importantes. En Chile, el Instituto de Salud Pública (ISP) no ha emitido una aprobación formal ni registro sanitario para el uso comercial de exosomas derivados de células humanas en el campo de la medicina estética. Aunque el organismo reconoce el potencial de esta tecnología, actualmente no existe una regulación específica que norme su aplicación en clínicas o centros de estética. “Uno de los principales problemas es que el término exosomas no está regulado. Cualquier marca puede utilizarlo sin necesidad de demostrar que su producto contiene realmente estas vesículas extracelulares, que representan apenas el 0,5% del medio de cultivo celular. En la mayoría de los casos, lo que se comercializa como exosomas son simplemente cosméticos que contienen medio condicionado no purificado, sin garantizar la presencia efectiva ni la caracterización del principio activo. A esta falta de definición clara como ingrediente, se suma la ausencia de trazabilidad en el origen, el proceso de obtención y la caracterización del contenido, especialmente en formulaciones de origen humano o animal. Esto puede implicar riesgos como la transmisión de agentes infecciosos o la aparición de respuestas inmunológicas adversas. Por eso es urgente avanzar hacia una regulación clara, basada en evidencia científica y orientada a proteger la seguridad e integridad de los pacientes ”, explica Iolanda Moreira, PhD en Ingeniería para la Salud y fundadora de Pronaturae, empresa especializada en distribución dermatológica. Origen vegetal, alternativa segura Frente a un escenario aún en desarrollo, surgen opciones que buscan combinar eficacia con mayor seguridad. Libres de componentes humanos o animales, los exosomas vegetales se posicionan como una alternativa más segura, sustentable y con gran potencial regenerativo, además están autorizados por autoridades sanitarias en diversas partes del mundo, incluyendo Europa, donde está prohibido el uso de ingredientes cosméticos de origen humano. Por eso, cada vez más profesionales están apostando por su uso en tratamientos dermatológicos avanzados, con formulaciones respaldadas por estudios y procesos trazables. Estos exosomas de origen vegetal logran tener la misma función regenerativa de los de origen humano, pero se obtienen de células madre de plantas. La firma surcoreana ExoCoBio fue la pionera en desarrollar una tecnología para extraer y purificar exosomas desde células madre de Rosa Damascena, una especie de rosa reconocida por sus propiedades regenerativas. Esta tecnología denominada ExoSCRT esta presente en productos, como ASCEplus, distribuidos por Pronaturae en Chile, ya están presentes en tratamientos faciales y capilares en la principales clínicas chilenas de dermatología y estética con resultados prometedores. “Los resultados con exosomas purificados de células madre de rosa han sido realmente notables. Observamos una mejora visible en la luminosidad, firmeza y textura de la piel, y los pacientes están muy satisfechos con los cambios que perciben tras pocas sesiones”, afirma la Dra. Claudia Piper, dermatóloga especialista en medicina estética. Y es que si bien la medicina estética avanza a pasos agigantados, eso no significa que debamos seguir cada tendencia sin cuestionamientos. Antes de someterte a un procedimiento con exosomas, consulta con un dermatólogo certificado, revisa el etiquetado del producto, asegúrate de que indique su origen y composición, y desconfía si no hay trazabilidad o respaldo científico visible. Leer los ingredientes y entender qué estás aplicando en tu piel no es un detalle menor: muchas veces ahí está la clave no solo para evitar efectos adversos, sino también para no caer en engaños y asegurarte de que realmente estás comprando lo que se promete.
Un estudio de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética ( Stanpa), en colaboración con Kantar, reveló cómo el uso de productos de cosmética y perfumería influye en el bienestar emocional y social de las personas. Bajo el título “Cultura del bienestar: Esencialidad de la perfumería y la cosmética en España”, este análisis destaca el papel fundamental de estos productos en la confianza, autoestima y expresión de la identidad personal. Más información Al respecto, Óscar Mateo, director de Conocimiento y Estudios de Mercado de Stanpa, señaló que la industria de la perfumería y la cosmética está creciendo a un ritmo del 7,4%, superando a otros sectores clave de la economía de España. Este crecimiento refleja la importancia del cuidado personal en la sociedad actual, no solo desde una perspectiva económica, sino también como un factor esencial en la vida diaria de las personas. El estudio revela que el 64% de los encuestados considera que cuidar su imagen es autocuidado y bienestar. Además, un 76% de las personas encuestadas afirmó que la cosmética y la perfumería están presentes en todas las etapas de la vida. Uno de los hallazgos más relevantes es la evolución de la industria hacia la inclusividad. 8 de cada 10 personas reconocen que existen productos cosméticos y de cuidado personal adecuados para todos, independientemente de género o edad.