El 94,3% de los hogares en Chile declara tener acceso propio y pagado a Internet, según datos de la SUBTEL, de los cuales, el 52% dice que lo utiliza como apoyo a la educación propia o de los hijos. Sin embargo, sabemos que los padres de hoy están criando rodeados de información digital de toda índole. De acuerdo con el estudio “Niños Digitales” 2023, el 55% de los menores de edad en Chile tiene cuenta en redes sociales, por lo que cada vez cobra más relevancia la problemática sobre cómo y cuánto influye la exposición a Internet. De hecho, el mismo informe revela que al 47% de los padres le preocupa que represente una amenaza real para sus hijos. Reinaldo Marfull, asesor de Aprendizaje Digital de la red Cognita, que en Chile cuenta con 17 colegios, señala que internet, especialmente en el proceso educativo, “ es un ambiente virtual con una variedad de recursos pedagógicos que pueden acelerar el aprendizaje de estudiantes y profesores”. En ese sentido, el experto menciona no sólo el acceso a información y contenidos organizados y personalizados, sino también la colaboración entre pares sin importar el tiempo o la geografía y el desarrollo de habilidades tecnológicas para una aplicación de prácticas ciberseguras. Sin embargo, también previene respecto de algunas desventajas, como los “ riesgos de seguridad , al exponerse a compartir información privada, contenidos inapropiados o falsos, así como, potencialmente, al ciberbullying”. Además, subraya la importancia de concientizar sobre la calidad de la información, que a veces puede ser deficiente o superficial, y sobre la dependencia al uso de internet, expresada en la participación en redes sociales y al juego en línea. Pantallas según la edad En el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, más conocido como Día de Internet, el asesor de Aprendizaje Digital de Cognita Chile, comparte algunas recomendaciones de UNICEF para contribuir con el desarrollo de la ciudadanía digital responsable en los hijos menores de 18 años, y “ buscar el máximo aprovechamiento de los recursos que Internet provee, disminuyendo riesgos e incrementando beneficios”, puntualiza. • De 0-2 años: en estas edades, lo importante es la estimulación e interacción con el mundo real y el contacto visual. Por eso, se debe restringir al máximo el uso de pantallas. • De 2-4 años: en esta etapa, las niñas y niños aprenden mejor jugando e interactuando con el mundo real. En caso de tener contacto con pantallas, se recomienda máximo 1 hora diaria, nunca a la hora de comer ni 1 hora antes de dormir. • A los 5 años: a partir de esta edad pueden usar pantallas máximo 1 hora al día. Padres y madres deben asegurarse de que todas las pantallas estén fuera de las habitaciones para que sus hijos logren un sueño adecuado. • De 6 a 8 años: durante esta etapa, las niñas, niños y adolescentes aún no diferencian entre el mundo real y el digital, por lo tanto, es importante restringir el acceso a dispositivos de internet y el uso de videojuegos, pues aumenta la posibilidad de desarrollar conductas asociadas a la ciberdependencia. • A los 9 años: a partir de esta edad pueden navegar en Internet con acompañamiento permanente y controles parentales, recordando que todo lo que se divulga es público, permanecerá en el tiempo y no siempre es cierto. Definir claramente sitios, interacciones, contactos y horarios permitidos. • A los 13 años: es la edad permitida para crear perfiles en la mayoría de las redes sociales a excepción de Facebook. • A los 14 años: a esta edad, ya deben estar listos para manejar un celular personal con datos con mayor autonomía y responsabilidad. Sin embargo, es muy importante mantener el monitoreo, especialmente, estar cerca de sus redes sociales.
En una reciente entrevista con radio ADN, el subsecretario de Educación, Víctor Orellana, dio a conocer detalles cruciales sobre un ambicioso proyecto de ley que pretende condonar parte de las deudas generadas por el Crédito con Aval del Estado (CAE). Además, el proyecto tiene como objetivo eliminar la deuda bancaria como instrumento de política pública. Según Orellana, se estima que alrededor de un millón de personas tienen deudas relacionadas con el CAE, y en total, cerca de dos millones de individuos están involucrados en algún sistema de crédito, abarcando tanto a estudiantes como a aquellos que ya se encuentran en etapa de pago. El subsecretario anunció que el proyecto se presentará durante la primera parte del próximo año, coincidiendo con el ejercicio presupuestario, que también incluirá un plan integral de condonación. Orellana destacó la urgencia de poner fin a la política de financiamiento en la Educación Superior, argumentando que no actuar en este sentido podría resultar en un desembolso significativo de recursos públicos debido a la ejecución de garantías estatales asociadas al crédito. En palabras del subsecretario, actuar nos permitirá evitar ese desembolso, y cambiar el CAE, incluso con un plan de condonación, resulta en el medio y largo plazo más barato que no hacerlo . El funcionario detalló que la propuesta del Gobierno de Gabriel Boric busca poner fin a la deuda bancaria para los actuales beneficiarios y para las futuras generaciones. La medida, según Orellana, mejorará la situación de todos, pero lo hará de manera progresiva y justa, reconociendo la diversidad de situaciones. Afirmó que, aunque la deuda bancaria se eliminará para todos, la progresión beneficiará de manera diferenciada a las personas según sus necesidades. Por último, Orellana reafirmó el compromiso del Gobierno de condonar la deuda del CAE, no solo como un cumplimiento de la promesa de campaña, sino como una necesidad imperante para el adecuado funcionamiento de la educación superior en el país.
Faltar a clases y estar en medio de un país o región que no tiene continuidad, hace que los estudiantes tengan grandes vacíos en contenidos y en desarrollo personal. Para saber acerca de esta compleja situación, conversamos con una experta en el tema, véalo aquí.
El 94,3% de los hogares en Chile declara tener acceso propio y pagado a Internet, según datos de la SUBTEL, de los cuales, el 52% dice que lo utiliza como apoyo a la educación propia o de los hijos. Sin embargo, sabemos que los padres de hoy están criando rodeados de información digital de toda índole. De acuerdo con el estudio “Niños Digitales” 2023, el 55% de los menores de edad en Chile tiene cuenta en redes sociales, por lo que cada vez cobra más relevancia la problemática sobre cómo y cuánto influye la exposición a Internet. De hecho, el mismo informe revela que al 47% de los padres le preocupa que represente una amenaza real para sus hijos. Reinaldo Marfull, asesor de Aprendizaje Digital de la red Cognita, que en Chile cuenta con 17 colegios, señala que internet, especialmente en el proceso educativo, “ es un ambiente virtual con una variedad de recursos pedagógicos que pueden acelerar el aprendizaje de estudiantes y profesores”. En ese sentido, el experto menciona no sólo el acceso a información y contenidos organizados y personalizados, sino también la colaboración entre pares sin importar el tiempo o la geografía y el desarrollo de habilidades tecnológicas para una aplicación de prácticas ciberseguras. Sin embargo, también previene respecto de algunas desventajas, como los “ riesgos de seguridad , al exponerse a compartir información privada, contenidos inapropiados o falsos, así como, potencialmente, al ciberbullying”. Además, subraya la importancia de concientizar sobre la calidad de la información, que a veces puede ser deficiente o superficial, y sobre la dependencia al uso de internet, expresada en la participación en redes sociales y al juego en línea. Pantallas según la edad En el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, más conocido como Día de Internet, el asesor de Aprendizaje Digital de Cognita Chile, comparte algunas recomendaciones de UNICEF para contribuir con el desarrollo de la ciudadanía digital responsable en los hijos menores de 18 años, y “ buscar el máximo aprovechamiento de los recursos que Internet provee, disminuyendo riesgos e incrementando beneficios”, puntualiza. • De 0-2 años: en estas edades, lo importante es la estimulación e interacción con el mundo real y el contacto visual. Por eso, se debe restringir al máximo el uso de pantallas. • De 2-4 años: en esta etapa, las niñas y niños aprenden mejor jugando e interactuando con el mundo real. En caso de tener contacto con pantallas, se recomienda máximo 1 hora diaria, nunca a la hora de comer ni 1 hora antes de dormir. • A los 5 años: a partir de esta edad pueden usar pantallas máximo 1 hora al día. Padres y madres deben asegurarse de que todas las pantallas estén fuera de las habitaciones para que sus hijos logren un sueño adecuado. • De 6 a 8 años: durante esta etapa, las niñas, niños y adolescentes aún no diferencian entre el mundo real y el digital, por lo tanto, es importante restringir el acceso a dispositivos de internet y el uso de videojuegos, pues aumenta la posibilidad de desarrollar conductas asociadas a la ciberdependencia. • A los 9 años: a partir de esta edad pueden navegar en Internet con acompañamiento permanente y controles parentales, recordando que todo lo que se divulga es público, permanecerá en el tiempo y no siempre es cierto. Definir claramente sitios, interacciones, contactos y horarios permitidos. • A los 13 años: es la edad permitida para crear perfiles en la mayoría de las redes sociales a excepción de Facebook. • A los 14 años: a esta edad, ya deben estar listos para manejar un celular personal con datos con mayor autonomía y responsabilidad. Sin embargo, es muy importante mantener el monitoreo, especialmente, estar cerca de sus redes sociales.
En una reciente entrevista con radio ADN, el subsecretario de Educación, Víctor Orellana, dio a conocer detalles cruciales sobre un ambicioso proyecto de ley que pretende condonar parte de las deudas generadas por el Crédito con Aval del Estado (CAE). Además, el proyecto tiene como objetivo eliminar la deuda bancaria como instrumento de política pública. Según Orellana, se estima que alrededor de un millón de personas tienen deudas relacionadas con el CAE, y en total, cerca de dos millones de individuos están involucrados en algún sistema de crédito, abarcando tanto a estudiantes como a aquellos que ya se encuentran en etapa de pago. El subsecretario anunció que el proyecto se presentará durante la primera parte del próximo año, coincidiendo con el ejercicio presupuestario, que también incluirá un plan integral de condonación. Orellana destacó la urgencia de poner fin a la política de financiamiento en la Educación Superior, argumentando que no actuar en este sentido podría resultar en un desembolso significativo de recursos públicos debido a la ejecución de garantías estatales asociadas al crédito. En palabras del subsecretario, actuar nos permitirá evitar ese desembolso, y cambiar el CAE, incluso con un plan de condonación, resulta en el medio y largo plazo más barato que no hacerlo . El funcionario detalló que la propuesta del Gobierno de Gabriel Boric busca poner fin a la deuda bancaria para los actuales beneficiarios y para las futuras generaciones. La medida, según Orellana, mejorará la situación de todos, pero lo hará de manera progresiva y justa, reconociendo la diversidad de situaciones. Afirmó que, aunque la deuda bancaria se eliminará para todos, la progresión beneficiará de manera diferenciada a las personas según sus necesidades. Por último, Orellana reafirmó el compromiso del Gobierno de condonar la deuda del CAE, no solo como un cumplimiento de la promesa de campaña, sino como una necesidad imperante para el adecuado funcionamiento de la educación superior en el país.
Faltar a clases y estar en medio de un país o región que no tiene continuidad, hace que los estudiantes tengan grandes vacíos en contenidos y en desarrollo personal. Para saber acerca de esta compleja situación, conversamos con una experta en el tema, véalo aquí.