A decir de Jesús López Almejo, analista en geopolítica y relaciones internacionales, e investigador del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, y Tecnologías (México), el tema de los aranceles implica demasiados riesgos como para ser tomado a la ligera. Lo cual ayudaría a explicar, hasta cierto punto, por qué su implementación ha sido, hasta cierto punto, caótica o llena de incertidumbre, de pausas y de contradicciones. “A corto plazo, puede ser una situación de mucha adrenalina para Trump y su base, puede que no perciban todas las implicaciones y consecuencias que podrían surgir a largo plazo. México habla de buscar nuevos socios comerciales, Canadá dice que podría cortarles la luz a varios estados de la Unión Americana y China se dice lista para cualquier guerra con Estados Unidos. Más que generar confianza, los países podrían pensar que no es un socio confiable y que deben buscar otras opciones en lo comercial y en lo estratégico”, dice el analista. Y es que el presidente Donald Trump podría haberse dado cuenta que tratar de ir en contra del sistema de libre comercio global que ayudó a convertir a Estados Unidos en una superpotencia tal vez no sea tan buena idea. Las bajas importantes de la Bolsa en Estados Unidos en días recientes actuaron como un correctivo y una contención a las medidas autodestructivas de Trump, ya que algunos sectores afectados negativamente empezaron a movilizarse y a presionar vía llamadas a sus representantes en el Congreso y directamente a la Casa Blanca. Por otra parte, la dureza de la respuesta canadiense sobre aranceles de represalia –o compensación– y su impacto sobre la economía estadounidense también ponen en duda si castigar a Canadá fue una buena idea. Aparentemente las personas más cercanas a Trump no han logrado convencerlo de que nadie gana en una guerra comercial, ya que continúa diciendo que en abril entrarán en vigor aranceles contra todos los países. Mientras tanto, Trump anunció este jueves que todos los bienes mexicanos que cumplan con los requisitos del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC) recibirán una nueva exención en los aranceles hasta el próximo 2 de abril. LAS CLAVES • El TMEC es el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que sustituyó al TLCAN. Se firmó el 30 de noviembre de 2018, durante el primer mandato del presidente Donald Trump. • Como antecedente al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), en 1994, Estados Unidos, México y Canadá crearon la región de libre comercio más grande del mundo a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Para profundizar sobre el tema de los aranceles, Jesús López Almejo respondió algunas preguntas. 1. El tema de los aranceles contra China, Canadá y México parece estar fuera de control. Más allá de eso, ¿deben verse como una nueva arma? Desde mi punto de vista, el estilo de amenazar con aranceles o de “retrasar” su entrada en vigor nos dice que Trump no es tan poderoso como se le percibe, y que al ser medidas que también afectarán de forma negativa a las empresas y a ciudadanos de su país debe matizar las cosas y replantearse si en verdad quiere iniciar una guerra comercial. Estas pausas y contradicciones nos dicen que hay presión por parte de las corporaciones estadounidenses que se verían afectadas por los aranceles, y que Trump tal vez no tiene la intención de implementarlos, al menos no a largo plazo, pero amaga con ellos para obtener concesiones de los demás gobiernos. Estoy seguro que siguen evaluando las consecuencias negativas para diversos sectores de la economía del país y su potencial daño auto generado en el corto plazo en lo electoral. 2. A los aranceles contra los tres principales socios comerciales de Estados Unidos podrían seguir aranceles contra el resto del mundo, según ha comentado el presidente Donald Trump. ¿Qué efecto podrían tener para Trump? Definitivamente el gobierno de Donald Trump va a lograr efectos contrarios a los deseados, sobre todo en su base. Tanto China como Canadá han anunciado medidas de represalia, y México seguramente lo analiza, pero con un enfoque en contra de aquellas empresas y productos de estados o distritos trumpistas, donde el mandatario tiene sus bases más sólidas. Se enfocarán en ese tipo de medidas para que el presidente Donald Trump sienta que tanto las elecciones intermedias de 2026 como las presidenciales de 2028 están en riesgo, y que el Partido Republicando podría perderlo todo como consecuencia de las acciones de Trump, que en el peor de los escenarios llevarían a Estados Unidos a una situación económica peor que la que muchos estadounidenses perciben que causó el expresidente Jose Biden, con las consecuencias que enfrentó el mismo Biden. 3. En esta guerra comercial que Trump está desatando, ¿qué consecuencias podrían tener para Estados Unidos y para los estadounidenses? En Estados Unidos, el encarecimiento de los productos. Si las empresas estadounidenses que importan productos no quieren asumir el costo extra, del 25%, eso se trasladará al usuario final, y podría ser motivo de una inflación en cadena que primero empieza en unos sectores y luego se va pasando a otros.Y un encarecimiento de la vida se traduce entonces en un descontento generalizado que llegaría a las bases trumpistas. Por otra parte, vale la pena señalar la incertidumbre que los aranceles generan, y que esto empeorará si se aplican al resto del mundo. Aunado a ello, está la pérdida de confianza de los países socios. Trump no es Estados Unidos. Es decir, Estados Unidos es un sujeto jurídico internacional, un sujeto con personalidad jurídica que está obligado a cumplir con diferentes acuerdos acuerdos en materia de economía, comercio internacional, política, diplomacia… y si un gobierno tiene como líder a un presidentes que gobierna a base de decretos y que viola marcos jurídicos internacionales, eso destruirá la confianza de quienes pretenden hacer negocios comerciales o de otra índole con el país. Fuente: Publimetro
Corea del Norte condenó este lunes unas declaraciones del secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, por calificar en una entrevista al país asiático de Estado canalla, en lo que supone la primera crítica directa de Pionyang contra el nuevo Gobierno de Donald Trump. La agencia estatal KCNA publicó un comunicado firmado por un funcionario de la Cancillería norcoreana que afirma que Pionyang considera que las declaraciones hostiles del Secretario de Estado de los EE.UU., que manchan irreflexivamente la imagen de un Estado soberano, constituyen una grave provocación política. Las groseras y absurdas declaraciones de Rubio tan sólo muestran claramente la visión incorrecta de la nueva administración estadounidense sobre la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) y nunca ayudarán a promover los intereses de EE.UU. tal y como él desea, añade el texto. Nunca toleraremos ninguna provocación de EE.UU., que siempre ha sido hostil a la RPDC y lo seguirá siendo en el futuro, pero tomaremos las medidas correspondientes con firmeza, como es costumbre, prosigue. El comunicado, titulado El país más depravado del mundo no tiene derecho a encararse con otros países considera absurdo e ilógico que EE.UU. califique a Corea del Norte como Estado canalla. Fuente: BioBioChile
Desde 1990, Estados Unidos cuenta con una política migratoria llamada Estatuto de Protección Temporal (TPS). Se trata de un alivio migratorio que otorga un refugio seguro, y temporal, a personas que huyen de sus países de origen por razones de seguridad. Para residir a EE. UU. bajo esta causal, la persona debe provenir de una nación designada para TPS. Hasta hace poco, Venezuela era uno de ellos, bajo el pretexto de la severa crisis migratoria que ha experimentado en los últimos años. Al respecto, el pasado 10 de enero, el gobierno saliente del país norteamericano incluso había anunciado la extensión del Estatus de Protección Temporal de Venezuela por 18 meses a partir del 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026. No obstante, este miércoles se dio a conocer que la administración de Donald Trump decidió revocar dicha orden. ¿Cómo funciona el TPS y qué otros países gozan de este alivio migratorio actualmente? El Estatus de Protección Temporal es un permiso especial que el gobierno de Estados Unidos puede otorgar a personas de ciertos países cuando en su lugar de origen ocurren situaciones que hacen peligroso su regreso. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), aplica para personas nacionalidades elegibles y que cumplen con los requisitos. Tampoco se otorga si no eres admisible como inmigrante por razones criminales o seguridad o si estás impedido para solicitar asilo,por ejemplo participar persecuciones o terrorismo. Así mismo se debe cumplir con los requisitos residencia presencia continua Estados Unidos. Fuente: BioBioChile
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que uno de sus objetivos principales en un segundo mandato será implementar un programa masivo de deportación de inmigrantes indocumentados, algo que calificó como un pilar fundamental de su campaña. Según declaraciones recientes de fuentes cercanas a su equipo de transición, el enfoque inicial estaría dirigido a los inmigrantes con antecedentes criminales, una medida que ha generado preocupación entre las comunidades afectadas. Ante esto, el número de inmigrantes indocumentados en EE. UU. es significativo, con unos 11 millones estimados, muchos de los cuales provienen de países como México, El Salvador, India y Guatemala. Aunque la mayoría de los indocumentados no tiene antecedentes criminales, un informe reciente indicó que la tasa de detención por delitos violentos o de drogas es mucho más baja entre los inmigrantes indocumentados que entre los ciudadanos estadounidenses. Durante su primer mandato, Trump deportó a más de 1,5 millones de personas, y su equipo asegura que el ritmo será aún más rápido en el segundo mandato. Tom Homan, exdirector interino del ICE, ha señalado que las deportaciones serán más selectivas, pero las familias de estatus mixto, es decir, aquellas con miembros ciudadanos y no ciudadanos, también podrían verse afectadas. Además, el futuro de los llamados “soñadores”, inmigrantes que llegaron a EE. UU. siendo niños y están protegidos por el programa DACA, sigue siendo incierto. Aunque algunos de estos jóvenes gozan de protección temporal, Trump podría decidir tomar medidas más drásticas contra ellos, algo que podría desencadenar controversias a nivel político. En cuanto a los recursos, Trump está considerando declarar una emergencia nacional para facilitar la expansión de espacios de detención y la implementación de medidas más estrictas en la frontera. A pesar de las promesas de acción rápida, defensores de los derechos de los inmigrantes alertan sobre los devastadores efectos de estas políticas, que podrían separar familias y afectar a millones de personas que han vivido en EE. UU. durante años. Con el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, Trump apunta a restaurar las políticas migratorias de su primer gobierno, desafiando los enfoques más relajados del presidente Joe Biden. Mientras tanto, los funcionarios del ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza aún no se han pronunciado sobre los posibles cambios.
A decir de Jesús López Almejo, analista en geopolítica y relaciones internacionales, e investigador del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, y Tecnologías (México), el tema de los aranceles implica demasiados riesgos como para ser tomado a la ligera. Lo cual ayudaría a explicar, hasta cierto punto, por qué su implementación ha sido, hasta cierto punto, caótica o llena de incertidumbre, de pausas y de contradicciones. “A corto plazo, puede ser una situación de mucha adrenalina para Trump y su base, puede que no perciban todas las implicaciones y consecuencias que podrían surgir a largo plazo. México habla de buscar nuevos socios comerciales, Canadá dice que podría cortarles la luz a varios estados de la Unión Americana y China se dice lista para cualquier guerra con Estados Unidos. Más que generar confianza, los países podrían pensar que no es un socio confiable y que deben buscar otras opciones en lo comercial y en lo estratégico”, dice el analista. Y es que el presidente Donald Trump podría haberse dado cuenta que tratar de ir en contra del sistema de libre comercio global que ayudó a convertir a Estados Unidos en una superpotencia tal vez no sea tan buena idea. Las bajas importantes de la Bolsa en Estados Unidos en días recientes actuaron como un correctivo y una contención a las medidas autodestructivas de Trump, ya que algunos sectores afectados negativamente empezaron a movilizarse y a presionar vía llamadas a sus representantes en el Congreso y directamente a la Casa Blanca. Por otra parte, la dureza de la respuesta canadiense sobre aranceles de represalia –o compensación– y su impacto sobre la economía estadounidense también ponen en duda si castigar a Canadá fue una buena idea. Aparentemente las personas más cercanas a Trump no han logrado convencerlo de que nadie gana en una guerra comercial, ya que continúa diciendo que en abril entrarán en vigor aranceles contra todos los países. Mientras tanto, Trump anunció este jueves que todos los bienes mexicanos que cumplan con los requisitos del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC) recibirán una nueva exención en los aranceles hasta el próximo 2 de abril. LAS CLAVES • El TMEC es el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que sustituyó al TLCAN. Se firmó el 30 de noviembre de 2018, durante el primer mandato del presidente Donald Trump. • Como antecedente al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), en 1994, Estados Unidos, México y Canadá crearon la región de libre comercio más grande del mundo a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Para profundizar sobre el tema de los aranceles, Jesús López Almejo respondió algunas preguntas. 1. El tema de los aranceles contra China, Canadá y México parece estar fuera de control. Más allá de eso, ¿deben verse como una nueva arma? Desde mi punto de vista, el estilo de amenazar con aranceles o de “retrasar” su entrada en vigor nos dice que Trump no es tan poderoso como se le percibe, y que al ser medidas que también afectarán de forma negativa a las empresas y a ciudadanos de su país debe matizar las cosas y replantearse si en verdad quiere iniciar una guerra comercial. Estas pausas y contradicciones nos dicen que hay presión por parte de las corporaciones estadounidenses que se verían afectadas por los aranceles, y que Trump tal vez no tiene la intención de implementarlos, al menos no a largo plazo, pero amaga con ellos para obtener concesiones de los demás gobiernos. Estoy seguro que siguen evaluando las consecuencias negativas para diversos sectores de la economía del país y su potencial daño auto generado en el corto plazo en lo electoral. 2. A los aranceles contra los tres principales socios comerciales de Estados Unidos podrían seguir aranceles contra el resto del mundo, según ha comentado el presidente Donald Trump. ¿Qué efecto podrían tener para Trump? Definitivamente el gobierno de Donald Trump va a lograr efectos contrarios a los deseados, sobre todo en su base. Tanto China como Canadá han anunciado medidas de represalia, y México seguramente lo analiza, pero con un enfoque en contra de aquellas empresas y productos de estados o distritos trumpistas, donde el mandatario tiene sus bases más sólidas. Se enfocarán en ese tipo de medidas para que el presidente Donald Trump sienta que tanto las elecciones intermedias de 2026 como las presidenciales de 2028 están en riesgo, y que el Partido Republicando podría perderlo todo como consecuencia de las acciones de Trump, que en el peor de los escenarios llevarían a Estados Unidos a una situación económica peor que la que muchos estadounidenses perciben que causó el expresidente Jose Biden, con las consecuencias que enfrentó el mismo Biden. 3. En esta guerra comercial que Trump está desatando, ¿qué consecuencias podrían tener para Estados Unidos y para los estadounidenses? En Estados Unidos, el encarecimiento de los productos. Si las empresas estadounidenses que importan productos no quieren asumir el costo extra, del 25%, eso se trasladará al usuario final, y podría ser motivo de una inflación en cadena que primero empieza en unos sectores y luego se va pasando a otros.Y un encarecimiento de la vida se traduce entonces en un descontento generalizado que llegaría a las bases trumpistas. Por otra parte, vale la pena señalar la incertidumbre que los aranceles generan, y que esto empeorará si se aplican al resto del mundo. Aunado a ello, está la pérdida de confianza de los países socios. Trump no es Estados Unidos. Es decir, Estados Unidos es un sujeto jurídico internacional, un sujeto con personalidad jurídica que está obligado a cumplir con diferentes acuerdos acuerdos en materia de economía, comercio internacional, política, diplomacia… y si un gobierno tiene como líder a un presidentes que gobierna a base de decretos y que viola marcos jurídicos internacionales, eso destruirá la confianza de quienes pretenden hacer negocios comerciales o de otra índole con el país. Fuente: Publimetro
Corea del Norte condenó este lunes unas declaraciones del secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, por calificar en una entrevista al país asiático de Estado canalla, en lo que supone la primera crítica directa de Pionyang contra el nuevo Gobierno de Donald Trump. La agencia estatal KCNA publicó un comunicado firmado por un funcionario de la Cancillería norcoreana que afirma que Pionyang considera que las declaraciones hostiles del Secretario de Estado de los EE.UU., que manchan irreflexivamente la imagen de un Estado soberano, constituyen una grave provocación política. Las groseras y absurdas declaraciones de Rubio tan sólo muestran claramente la visión incorrecta de la nueva administración estadounidense sobre la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) y nunca ayudarán a promover los intereses de EE.UU. tal y como él desea, añade el texto. Nunca toleraremos ninguna provocación de EE.UU., que siempre ha sido hostil a la RPDC y lo seguirá siendo en el futuro, pero tomaremos las medidas correspondientes con firmeza, como es costumbre, prosigue. El comunicado, titulado El país más depravado del mundo no tiene derecho a encararse con otros países considera absurdo e ilógico que EE.UU. califique a Corea del Norte como Estado canalla. Fuente: BioBioChile
Desde 1990, Estados Unidos cuenta con una política migratoria llamada Estatuto de Protección Temporal (TPS). Se trata de un alivio migratorio que otorga un refugio seguro, y temporal, a personas que huyen de sus países de origen por razones de seguridad. Para residir a EE. UU. bajo esta causal, la persona debe provenir de una nación designada para TPS. Hasta hace poco, Venezuela era uno de ellos, bajo el pretexto de la severa crisis migratoria que ha experimentado en los últimos años. Al respecto, el pasado 10 de enero, el gobierno saliente del país norteamericano incluso había anunciado la extensión del Estatus de Protección Temporal de Venezuela por 18 meses a partir del 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026. No obstante, este miércoles se dio a conocer que la administración de Donald Trump decidió revocar dicha orden. ¿Cómo funciona el TPS y qué otros países gozan de este alivio migratorio actualmente? El Estatus de Protección Temporal es un permiso especial que el gobierno de Estados Unidos puede otorgar a personas de ciertos países cuando en su lugar de origen ocurren situaciones que hacen peligroso su regreso. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), aplica para personas nacionalidades elegibles y que cumplen con los requisitos. Tampoco se otorga si no eres admisible como inmigrante por razones criminales o seguridad o si estás impedido para solicitar asilo,por ejemplo participar persecuciones o terrorismo. Así mismo se debe cumplir con los requisitos residencia presencia continua Estados Unidos. Fuente: BioBioChile
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que uno de sus objetivos principales en un segundo mandato será implementar un programa masivo de deportación de inmigrantes indocumentados, algo que calificó como un pilar fundamental de su campaña. Según declaraciones recientes de fuentes cercanas a su equipo de transición, el enfoque inicial estaría dirigido a los inmigrantes con antecedentes criminales, una medida que ha generado preocupación entre las comunidades afectadas. Ante esto, el número de inmigrantes indocumentados en EE. UU. es significativo, con unos 11 millones estimados, muchos de los cuales provienen de países como México, El Salvador, India y Guatemala. Aunque la mayoría de los indocumentados no tiene antecedentes criminales, un informe reciente indicó que la tasa de detención por delitos violentos o de drogas es mucho más baja entre los inmigrantes indocumentados que entre los ciudadanos estadounidenses. Durante su primer mandato, Trump deportó a más de 1,5 millones de personas, y su equipo asegura que el ritmo será aún más rápido en el segundo mandato. Tom Homan, exdirector interino del ICE, ha señalado que las deportaciones serán más selectivas, pero las familias de estatus mixto, es decir, aquellas con miembros ciudadanos y no ciudadanos, también podrían verse afectadas. Además, el futuro de los llamados “soñadores”, inmigrantes que llegaron a EE. UU. siendo niños y están protegidos por el programa DACA, sigue siendo incierto. Aunque algunos de estos jóvenes gozan de protección temporal, Trump podría decidir tomar medidas más drásticas contra ellos, algo que podría desencadenar controversias a nivel político. En cuanto a los recursos, Trump está considerando declarar una emergencia nacional para facilitar la expansión de espacios de detención y la implementación de medidas más estrictas en la frontera. A pesar de las promesas de acción rápida, defensores de los derechos de los inmigrantes alertan sobre los devastadores efectos de estas políticas, que podrían separar familias y afectar a millones de personas que han vivido en EE. UU. durante años. Con el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, Trump apunta a restaurar las políticas migratorias de su primer gobierno, desafiando los enfoques más relajados del presidente Joe Biden. Mientras tanto, los funcionarios del ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza aún no se han pronunciado sobre los posibles cambios.