La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente para contribuir a la mejora de su comunidad. Además, es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. La exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental. Estos riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los períodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales. Por ejemplo, indica la OMS, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental. Importancia de ir al psicólogo “El mundo ha cambiado y la salud mental se constituye en el don más precioso del ser humano. Porque al psicólogo no va la gente que tiene problemas, puesto que todos en mayor o menor medida tenemos problemas. Al psicólogo va la gente que quiere resolver, aliviar y superar sus problemas”. 5 consejos de la Unicef. Descansa lo suficiente. El descanso es necesario para el cuerpo, la mente y las emociones. Recuperar la energía es una tarea diaria y esto solo se logrará durmiendo como mínimo 8 horas seguidas durante la noche y tomando momentos de desconexión y descanso, especialmente de las redes sociales. Mantente en movimiento, realiza actividad física. La actividad física tiene relación con la estabilidad de nuestras emociones. No solo genera sustancias en nuestro cuerpo que nos hacen sentir mejor, estar más concentrados y descansar mejor, sino que también puede hacernos mantener una mejor autopercepción de nuestro cuerpo. Habla sobre salud mental y sobre tu salud mental. Vence los mitos, vence los prejuicios. La salud mental está llena de mitos y prejuicios, como por ejemplo: “la depresión es flojera” o “los psiquiatras y psicólogos son solo para locos”. Todo ello impide abrirnos a compartir nuestras dificultades y estar dispuestos a la búsqueda de ayuda de manera oportuna. Mantén buenas relaciones con tu familia, amigos y comunidad. Sabemos que la convivencia no es fácil, pero las buenas relaciones que mantenemos con nuestros seres queridos y amigos alimentan nuestra autoestima, confianza y estado de bienestar. Acude a los profesionales de la salud mental. Ya sea a través de una línea telefónica o en centros de salud, para recibir orientación para mejorar tu salud mental o identificar algún problema que tengas. Estos profesionales de la salud mental contribuirán a la recuperación de cualquier problema que se presente.
En la actualidad, el ritmo acelerado de la vida cotidiana nos desafía a encontrar formas efectivas de organizarnos y optimizar nuestro tiempo. Con el constante flujo de tareas pendientes y los imprevistos diarios, lograr este objetivo puede parecer una tarea titánica. En un mundo donde las jornadas laborales extensas consumen gran parte de nuestro tiempo vital, es crucial buscar estrategias que nos permitan manejar eficientemente nuestras responsabilidades. Existen distintos hábitos que pueden resultar realmente efectivos para mejorar la productividad. - Levantarse temprano Comenzar el día temprano ayuda a que las ideas y el cuerpo se despierten unas horas antes de arrancar con las tareas laborales. Dedicar esas horas a conectar con uno mismo y con los objetivos o responsabilidades que se tienen durante el día es importante para una buena gestión del tiempo. - Meditar o hacer ejercicio Cuando meditamos se reduce el estrés, baja la presión arterial y el dolor muscular. A su vez, el ejercicio mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, aumenta la energía, mejora el rendimiento cognitivo (como la concentración y la memoria) y reduce el estrés. Ambas actividades pueden intercalarse durante la semana para comenzar el día con energías y concentración. - Aprender a decir NO Sobrecargarse de tareas no es productivo, ya que quita la concentración y los espacios de tiempo libre para que el cerebro pueda pensar eficazmente. Por eso, las personas que dicen “sí” a todo suelen estar distraídas y dispersas. Aprender a decir que “no” y priorizar las tareas y responsabilidades realmente esenciales para el progreso laboral o personal es la fórmula mágica para ser más productivo y mejorar el bienestar. - Escribir listas de pendientes Hacer un punteo en el celular o un anotador la noche anterior ayuda a comenzar el día con los objetivos claros y priorizar cuáles son las tareas más importantes a realizar. - Establecer metas cortas No es lo mismo pensar a dónde uno quiere llegar o qué quiere lograr que bajar esas ideas por escrito en un papel o en documento digital. Establecer metas a corto plazo es una de las estrategias que usan las personas para concretar sus objetivos con pequeños pasos diarios y no desviarse del camino con eventualidades. - Llegar temprano La puntualidad es un hábito que demuestra el compromiso personal, evita situaciones de estrés y permite anticiparse a imprevistos y tareas laborales, académicas o recreativas. - Aceptar las críticas constructivas Si los comentarios o sugerencias de otros afectan nuestra autoestima, esto interferirá en el crecimiento y rendimiento laboral o académico. Por eso, tomar las criticas constructivas o los errores como una oportunidad para mejorar el trabajo realizado es indispensable. - Mantener una actitud positiva Rodearse solo de personas pesimistas o negativas no sumará mucho al rendimiento. Es importante conectar con personas optimistas que nutran nuestros conocimientos y energías para ser más productivos y mejorar la calidad de vida. - Aprender nuevas habilidades Existen muy pocos trabajos que no sean a través de tecnología digital. Por eso, aprender a manejar nuevas habilidades o incluso tomar cursos que ayuden a mejorar el rendimiento personal o del equipo laboral puede volvernos más productivos y propiciar nuevas ideas. - Formular preguntas inteligentes Para evitar errores de comunicación o interferencias en las conversaciones es importante generar preguntas inteligentes. Esto no solo ayuda a organizarnos mejor, sino a descifrar si estamos yendo por el camino correcto hacia las metas deseadas.
El sedentarismo es un problema cada vez más común en nuestra sociedad moderna, y sus efectos perjudiciales para la salud son motivo de preocupación creciente entre los expertos médicos. Pasar largas horas sentado frente al ordenador, viendo televisión o utilizando el móvil puede tener consecuencias negativas para nuestro bienestar físico y mental, incluso si realizamos ejercicio con regularidad. En este contexto, un reciente estudio realizado por fisiólogos de la Universidad de Columbia ha arrojado luz sobre una posible solución: levantarse y caminar cinco minutos cada media hora mientras se está sentado podría contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sedentarismo. Los investigadores compararon distintas opciones, como caminar un minuto después de 30 minutos de estar sentado, o cinco minutos cada hora, llegando a la conclusión de que la cantidad óptima de movimiento era caminar cinco minutos cada 30 minutos. Durante el estudio, los participantes permanecieron sentados durante ocho horas en una silla ergonómica, levantándose sólo para realizar breves periodos programados de actividad física. Los resultados revelaron que esta rutina redujo significativamente tanto el azúcar en sangre como la presión arterial. Además, tuvo efectos positivos en cuanto a las comidas copiosas al reducir los niveles de azúcar en la sangre. Además del impacto fisiológico, el estudio también evaluó constantemente los niveles de estado de ánimo, fatiga y rendimiento cognitivo. Se observaron mejoras significativas en el estado de ánimo y disminuciones notables en la fatiga con esta rutina. Estos hallazgos son especialmente relevantes dado el aumento del tiempo que pasamos frente a pantallas digitales y dispositivos electrónicos. Incorporar pequeñas pausas activas durante nuestras jornadas laborales o actividades cotidianas podría tener beneficios significativos para nuestra salud general. La importancia de la actividad física “Lo que sabemos ahora es que, para gozar de una salud óptima, hay que moverse con regularidad en el trabajo, además de seguir una rutina diaria de ejercicio ”. Aunque pueda parecer poco práctico, estos hallazgos demuestran que incluso pequeñas paseos a lo largo de toda una jornada laboral pueden reducir significativamente el riesgo de padecer cardiopatías y otras enfermedades crónicas ”. Según los expertos, el sedentarismo puede tener efectos negativos en la salud, como el aumento del riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud crónicos. Combatir este comportamiento implica incorporar hábitos de actividad física regular, como caminar, hacer ejercicio o participar en deportes, lo que puede mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y mejorar el bienestar general.
La actividad física es una de las mejores formas de mantenerse saludables, sin embargo, al momento de realizar esta actividad, lo importante es hacer paulativamente. Por lo mismo, es que el experto en kinesiología, nos indica de qué forma podemos ir avanzando en mejorar nuestra estado físico, sin exponernos a una lesión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente para contribuir a la mejora de su comunidad. Además, es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. La exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental. Estos riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los períodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales. Por ejemplo, indica la OMS, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental. Importancia de ir al psicólogo “El mundo ha cambiado y la salud mental se constituye en el don más precioso del ser humano. Porque al psicólogo no va la gente que tiene problemas, puesto que todos en mayor o menor medida tenemos problemas. Al psicólogo va la gente que quiere resolver, aliviar y superar sus problemas”. 5 consejos de la Unicef. Descansa lo suficiente. El descanso es necesario para el cuerpo, la mente y las emociones. Recuperar la energía es una tarea diaria y esto solo se logrará durmiendo como mínimo 8 horas seguidas durante la noche y tomando momentos de desconexión y descanso, especialmente de las redes sociales. Mantente en movimiento, realiza actividad física. La actividad física tiene relación con la estabilidad de nuestras emociones. No solo genera sustancias en nuestro cuerpo que nos hacen sentir mejor, estar más concentrados y descansar mejor, sino que también puede hacernos mantener una mejor autopercepción de nuestro cuerpo. Habla sobre salud mental y sobre tu salud mental. Vence los mitos, vence los prejuicios. La salud mental está llena de mitos y prejuicios, como por ejemplo: “la depresión es flojera” o “los psiquiatras y psicólogos son solo para locos”. Todo ello impide abrirnos a compartir nuestras dificultades y estar dispuestos a la búsqueda de ayuda de manera oportuna. Mantén buenas relaciones con tu familia, amigos y comunidad. Sabemos que la convivencia no es fácil, pero las buenas relaciones que mantenemos con nuestros seres queridos y amigos alimentan nuestra autoestima, confianza y estado de bienestar. Acude a los profesionales de la salud mental. Ya sea a través de una línea telefónica o en centros de salud, para recibir orientación para mejorar tu salud mental o identificar algún problema que tengas. Estos profesionales de la salud mental contribuirán a la recuperación de cualquier problema que se presente.
En la actualidad, el ritmo acelerado de la vida cotidiana nos desafía a encontrar formas efectivas de organizarnos y optimizar nuestro tiempo. Con el constante flujo de tareas pendientes y los imprevistos diarios, lograr este objetivo puede parecer una tarea titánica. En un mundo donde las jornadas laborales extensas consumen gran parte de nuestro tiempo vital, es crucial buscar estrategias que nos permitan manejar eficientemente nuestras responsabilidades. Existen distintos hábitos que pueden resultar realmente efectivos para mejorar la productividad. - Levantarse temprano Comenzar el día temprano ayuda a que las ideas y el cuerpo se despierten unas horas antes de arrancar con las tareas laborales. Dedicar esas horas a conectar con uno mismo y con los objetivos o responsabilidades que se tienen durante el día es importante para una buena gestión del tiempo. - Meditar o hacer ejercicio Cuando meditamos se reduce el estrés, baja la presión arterial y el dolor muscular. A su vez, el ejercicio mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, aumenta la energía, mejora el rendimiento cognitivo (como la concentración y la memoria) y reduce el estrés. Ambas actividades pueden intercalarse durante la semana para comenzar el día con energías y concentración. - Aprender a decir NO Sobrecargarse de tareas no es productivo, ya que quita la concentración y los espacios de tiempo libre para que el cerebro pueda pensar eficazmente. Por eso, las personas que dicen “sí” a todo suelen estar distraídas y dispersas. Aprender a decir que “no” y priorizar las tareas y responsabilidades realmente esenciales para el progreso laboral o personal es la fórmula mágica para ser más productivo y mejorar el bienestar. - Escribir listas de pendientes Hacer un punteo en el celular o un anotador la noche anterior ayuda a comenzar el día con los objetivos claros y priorizar cuáles son las tareas más importantes a realizar. - Establecer metas cortas No es lo mismo pensar a dónde uno quiere llegar o qué quiere lograr que bajar esas ideas por escrito en un papel o en documento digital. Establecer metas a corto plazo es una de las estrategias que usan las personas para concretar sus objetivos con pequeños pasos diarios y no desviarse del camino con eventualidades. - Llegar temprano La puntualidad es un hábito que demuestra el compromiso personal, evita situaciones de estrés y permite anticiparse a imprevistos y tareas laborales, académicas o recreativas. - Aceptar las críticas constructivas Si los comentarios o sugerencias de otros afectan nuestra autoestima, esto interferirá en el crecimiento y rendimiento laboral o académico. Por eso, tomar las criticas constructivas o los errores como una oportunidad para mejorar el trabajo realizado es indispensable. - Mantener una actitud positiva Rodearse solo de personas pesimistas o negativas no sumará mucho al rendimiento. Es importante conectar con personas optimistas que nutran nuestros conocimientos y energías para ser más productivos y mejorar la calidad de vida. - Aprender nuevas habilidades Existen muy pocos trabajos que no sean a través de tecnología digital. Por eso, aprender a manejar nuevas habilidades o incluso tomar cursos que ayuden a mejorar el rendimiento personal o del equipo laboral puede volvernos más productivos y propiciar nuevas ideas. - Formular preguntas inteligentes Para evitar errores de comunicación o interferencias en las conversaciones es importante generar preguntas inteligentes. Esto no solo ayuda a organizarnos mejor, sino a descifrar si estamos yendo por el camino correcto hacia las metas deseadas.
El sedentarismo es un problema cada vez más común en nuestra sociedad moderna, y sus efectos perjudiciales para la salud son motivo de preocupación creciente entre los expertos médicos. Pasar largas horas sentado frente al ordenador, viendo televisión o utilizando el móvil puede tener consecuencias negativas para nuestro bienestar físico y mental, incluso si realizamos ejercicio con regularidad. En este contexto, un reciente estudio realizado por fisiólogos de la Universidad de Columbia ha arrojado luz sobre una posible solución: levantarse y caminar cinco minutos cada media hora mientras se está sentado podría contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sedentarismo. Los investigadores compararon distintas opciones, como caminar un minuto después de 30 minutos de estar sentado, o cinco minutos cada hora, llegando a la conclusión de que la cantidad óptima de movimiento era caminar cinco minutos cada 30 minutos. Durante el estudio, los participantes permanecieron sentados durante ocho horas en una silla ergonómica, levantándose sólo para realizar breves periodos programados de actividad física. Los resultados revelaron que esta rutina redujo significativamente tanto el azúcar en sangre como la presión arterial. Además, tuvo efectos positivos en cuanto a las comidas copiosas al reducir los niveles de azúcar en la sangre. Además del impacto fisiológico, el estudio también evaluó constantemente los niveles de estado de ánimo, fatiga y rendimiento cognitivo. Se observaron mejoras significativas en el estado de ánimo y disminuciones notables en la fatiga con esta rutina. Estos hallazgos son especialmente relevantes dado el aumento del tiempo que pasamos frente a pantallas digitales y dispositivos electrónicos. Incorporar pequeñas pausas activas durante nuestras jornadas laborales o actividades cotidianas podría tener beneficios significativos para nuestra salud general. La importancia de la actividad física “Lo que sabemos ahora es que, para gozar de una salud óptima, hay que moverse con regularidad en el trabajo, además de seguir una rutina diaria de ejercicio ”. Aunque pueda parecer poco práctico, estos hallazgos demuestran que incluso pequeñas paseos a lo largo de toda una jornada laboral pueden reducir significativamente el riesgo de padecer cardiopatías y otras enfermedades crónicas ”. Según los expertos, el sedentarismo puede tener efectos negativos en la salud, como el aumento del riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud crónicos. Combatir este comportamiento implica incorporar hábitos de actividad física regular, como caminar, hacer ejercicio o participar en deportes, lo que puede mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y mejorar el bienestar general.
La actividad física es una de las mejores formas de mantenerse saludables, sin embargo, al momento de realizar esta actividad, lo importante es hacer paulativamente. Por lo mismo, es que el experto en kinesiología, nos indica de qué forma podemos ir avanzando en mejorar nuestra estado físico, sin exponernos a una lesión.