El psicólogo Jorge Ugalde (59) se encuentra bajo prisión preventiva desde el lunes, acusado del triple homicidio que conmocionó al país: la muerte de su cuñado, Eduardo Cruz-Coke (63), y de los hijos gemelos de este, de 17 años, en una vivienda de La Reina. A pesar de las pruebas presentadas por la Policía de Investigaciones (PDI) que lo incriminan, incluyendo registros de cámaras y lesiones en su cuerpo, Ugalde insiste en su inocencia. Recientemente, salió a la luz la declaración que Ugalde ofreció al Ministerio Público, publicada por T13, donde intentó explicar los hechos que lo señalan como sospechoso. En su testimonio, admitió haber mentido inicialmente a los investigadores debido a una confusión de memoria. Debo indicar que la PDI me consultó qué había comprado en el Mall Chino y yo aseguré que sólo fue un encendedor. No obstante, posteriormente me exhibieron una fotografía donde aparezco comprando una pistola negra a balines, lo cual efectivamente compré, pero no recordaba, declaró. Según su versión, adquirió el arma para su nieto, con la intención de utilizarla como parte de un disfraz de Halloween. La saqué de su envoltorio para revisarla y la dejé en mi dormitorio, junto a una máscara que también compré ese día, agregó. Otro aspecto destacado por los investigadores fueron las heridas visibles en manos, rostro y abdomen al momento de su detención. Ugalde afirmó que algunas no guardan relación con los homicidios y desconoce cómo se las hizo. Una de ellas, la del pulgar derecho, me la hice hace unos tres días cortando con un cuchillo en la cocina, mientras cocinaba con Trinidad. Las otras cinco heridas cortantes que mantengo en las manos las desconozco, sostuvo. También mencionó tener una excoriación en la frente y otra en el dorso de la nariz, atribuyendo esta última al roce de sus lentes ópticos.Tampoco recuerdo cómo me hice los moretones en el abdomen, mano, antebrazo y piernas, afirmó, indicando que permitió a la policía fotografiar sus lesiones. En su testimonio, recordó un incidente previo ocurrido entre uno y dos años atrás, donde Eduardo Cruz-Coke habría resultado intoxicado tras consumir un helado. Nunca he intentado atentar contra la vida de Eduardo y sus hijos ni envenenarlos. Hubo una ocasión hace uno o dos años en que Eduardo resultó intoxicado mientras estaba en su domicilio. Al parecer él y sus hijos comieron un helado que yo les llevé, pero sólo Eduardo resultó afectado, dijo. Según Ugalde, fue la exesposa de Cruz-Coke quien alertó sobre el incidente y un equipo médico acudió al lugar para asistirlo.En ese momento, personal de la ambulancia me dijo que Eduardo estaba ebrio o drogado. Luego llegó Carola, su exesposa, muy alterada, y no quiso que nosotros tuviéramos contacto con los niños, señaló. A pesar de sus afirmaciones de inocencia, las pruebas reunidas por la PDI lo vinculan directamente con el crimen a través de inconsistencias en sus declaraciones, evidencias biológicas y registros audiovisuales. La Fiscalía sostiene que Ugalde actuó con premeditación y que los homicidios ocurrieron en el hogar familiar donde solía convivir con las víctimas. La investigación continúa en curso mientras el acusado permanece bajo prisión preventiva por considerarse un riesgo para la seguridad pública. Fuente: Publimetro
Una tragedia sacudió a una familia en São Paulo, Brasil, cuando una madre de 52 años, Ana María de Jesús, y su hija de 21 años, Larissa de Jesús Castilho, fallecieron después de consumir un pastel de cumpleaños presuntamente envenenado. El pastel fue entregado por un familiar al que habían prestado dinero, según las investigaciones. El trágico incidente ocurrió en el barrio Ipiranga de São Paulo. El pastel fue entregado por Leonardo, esposo de Patricia, sobrina de Ana María. La madre, que no había asistido a la celebración debido a un resfriado, recibió una porción del pastel en su casa y poco después comenzó a sentirse mal. Después de consumir el pastel, Ana María llamó a su hija Larissa pidiendo ayuda. La joven la llevó rápidamente al Hospital Heliópolis de São Paulo, donde los médicos confirmaron signos de intoxicación grave. A pesar de los esfuerzos médicos, ambas mujeres fallecieron poco después. Las pruebas forenses revelaron la presencia de pesticidas en los cuerpos de las víctimas, según informó la Secretaría de Seguridad Pública de São Paulo. Los investigadores sospechan que el envenenamiento fue intencional y que podría estar relacionado con una deuda económica. Testigos y familiares señalaron que Ana María solía prestar dinero a Patricia y Leonardo, quienes actualmente son los principales sospechosos del crimen. Además, durante la investigación se encontraron búsquedas en línea realizadas horas antes del trágico suceso, lo que refuerza la hipótesis de un envenenamiento premeditado. La unidad de homicidios de São Paulo ha solicitado la detención de Patricia y Leonardo mientras se llevan a cabo peritajes adicionales en el pastel y los utensilios utilizados en su preparación. Fuente: Publimetro
El psicólogo Jorge Ugalde (59) se encuentra bajo prisión preventiva desde el lunes, acusado del triple homicidio que conmocionó al país: la muerte de su cuñado, Eduardo Cruz-Coke (63), y de los hijos gemelos de este, de 17 años, en una vivienda de La Reina. A pesar de las pruebas presentadas por la Policía de Investigaciones (PDI) que lo incriminan, incluyendo registros de cámaras y lesiones en su cuerpo, Ugalde insiste en su inocencia. Recientemente, salió a la luz la declaración que Ugalde ofreció al Ministerio Público, publicada por T13, donde intentó explicar los hechos que lo señalan como sospechoso. En su testimonio, admitió haber mentido inicialmente a los investigadores debido a una confusión de memoria. Debo indicar que la PDI me consultó qué había comprado en el Mall Chino y yo aseguré que sólo fue un encendedor. No obstante, posteriormente me exhibieron una fotografía donde aparezco comprando una pistola negra a balines, lo cual efectivamente compré, pero no recordaba, declaró. Según su versión, adquirió el arma para su nieto, con la intención de utilizarla como parte de un disfraz de Halloween. La saqué de su envoltorio para revisarla y la dejé en mi dormitorio, junto a una máscara que también compré ese día, agregó. Otro aspecto destacado por los investigadores fueron las heridas visibles en manos, rostro y abdomen al momento de su detención. Ugalde afirmó que algunas no guardan relación con los homicidios y desconoce cómo se las hizo. Una de ellas, la del pulgar derecho, me la hice hace unos tres días cortando con un cuchillo en la cocina, mientras cocinaba con Trinidad. Las otras cinco heridas cortantes que mantengo en las manos las desconozco, sostuvo. También mencionó tener una excoriación en la frente y otra en el dorso de la nariz, atribuyendo esta última al roce de sus lentes ópticos.Tampoco recuerdo cómo me hice los moretones en el abdomen, mano, antebrazo y piernas, afirmó, indicando que permitió a la policía fotografiar sus lesiones. En su testimonio, recordó un incidente previo ocurrido entre uno y dos años atrás, donde Eduardo Cruz-Coke habría resultado intoxicado tras consumir un helado. Nunca he intentado atentar contra la vida de Eduardo y sus hijos ni envenenarlos. Hubo una ocasión hace uno o dos años en que Eduardo resultó intoxicado mientras estaba en su domicilio. Al parecer él y sus hijos comieron un helado que yo les llevé, pero sólo Eduardo resultó afectado, dijo. Según Ugalde, fue la exesposa de Cruz-Coke quien alertó sobre el incidente y un equipo médico acudió al lugar para asistirlo.En ese momento, personal de la ambulancia me dijo que Eduardo estaba ebrio o drogado. Luego llegó Carola, su exesposa, muy alterada, y no quiso que nosotros tuviéramos contacto con los niños, señaló. A pesar de sus afirmaciones de inocencia, las pruebas reunidas por la PDI lo vinculan directamente con el crimen a través de inconsistencias en sus declaraciones, evidencias biológicas y registros audiovisuales. La Fiscalía sostiene que Ugalde actuó con premeditación y que los homicidios ocurrieron en el hogar familiar donde solía convivir con las víctimas. La investigación continúa en curso mientras el acusado permanece bajo prisión preventiva por considerarse un riesgo para la seguridad pública. Fuente: Publimetro
Una tragedia sacudió a una familia en São Paulo, Brasil, cuando una madre de 52 años, Ana María de Jesús, y su hija de 21 años, Larissa de Jesús Castilho, fallecieron después de consumir un pastel de cumpleaños presuntamente envenenado. El pastel fue entregado por un familiar al que habían prestado dinero, según las investigaciones. El trágico incidente ocurrió en el barrio Ipiranga de São Paulo. El pastel fue entregado por Leonardo, esposo de Patricia, sobrina de Ana María. La madre, que no había asistido a la celebración debido a un resfriado, recibió una porción del pastel en su casa y poco después comenzó a sentirse mal. Después de consumir el pastel, Ana María llamó a su hija Larissa pidiendo ayuda. La joven la llevó rápidamente al Hospital Heliópolis de São Paulo, donde los médicos confirmaron signos de intoxicación grave. A pesar de los esfuerzos médicos, ambas mujeres fallecieron poco después. Las pruebas forenses revelaron la presencia de pesticidas en los cuerpos de las víctimas, según informó la Secretaría de Seguridad Pública de São Paulo. Los investigadores sospechan que el envenenamiento fue intencional y que podría estar relacionado con una deuda económica. Testigos y familiares señalaron que Ana María solía prestar dinero a Patricia y Leonardo, quienes actualmente son los principales sospechosos del crimen. Además, durante la investigación se encontraron búsquedas en línea realizadas horas antes del trágico suceso, lo que refuerza la hipótesis de un envenenamiento premeditado. La unidad de homicidios de São Paulo ha solicitado la detención de Patricia y Leonardo mientras se llevan a cabo peritajes adicionales en el pastel y los utensilios utilizados en su preparación. Fuente: Publimetro