Un grupo de tres chilenos, que estaban como inmigrantes irregulares en Estados Unidos, fueron detenidos tras realizar un cuantioso robo en la mansión de Joe Burrow , estrella de la NFL y nada menos que el mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, en Ohio. Así, tras ser detenidos, los tres chilenos fueron acusados de robar alrededor de 300 mil dólares en artículos de lujo, incluidos relojes, lentes de sol, equipaje de Louis Vuitton y hasta cadenas personalizadas con diamantes pertenecientes a Joe Burrow. Los arrestados no solo cometieron el robo, sino que, según la evidencia presentada en documentos judiciales, se tomaron fotografías posando con los artículos robados, lo que fue clave para su captura. El robo ocurrió el 9 de diciembre, cuando Burrow se encontraba jugando contra los Dallas Cowboys en Texas. Durante este tiempo, los ladrones chilenos lograron infiltrarse en la propiedad de 7.5 millones de dólares, aprovechando un cambio en el turno de seguridad de la residencia. Las autoridades federales alegaron que los delincuentes, vinculados a una banda sudamericana dedicada al robo, utilizaron un espacio entre turnos de vigilancia para ingresar al hogar. Lo que siguió fue un acto descarado: los delincuentes posaron con los objetos robados y tomaron varias fotos. Entre los artículos mostrados estaban las exclusivas cadenas “JB9” y “#9”, junto con dinero en efectivo y otros objetos personales. Las fotografías fueron descubiertas durante la investigación a través del teléfono móvil uno implicado, Sergio Andrés Ortega Cabello, quien intentó borrar las imágenes cuando fue detenido el 10 de enero. Los tres sospechosos identificados como Jordan Francisco Quiroga Sánchez (22 años), Bastián Alejandro Orellana Morales (23) y Sergio Andrés Ortega Cabello (38), fueron arrestados tras una parada policial donde se encontraron prendas robadas como una camiseta universitaria y un sombrero. Más allá se ha revelado una posible conexión con una red más grande dedicada al robo internacional. El fiscal federal Kenneth L. Parker destacó que esta captura podría ser solo el comienzo. Fuente: Publimetro
El 10 de enero pasado, cuatro ciudadanos chilenos fueron detenidos por sospecha de estar involucrados en el robo que tuvo lugar en diciembre en la casa de Joe Burrow, el mariscal de campo de los Cincinnati Bengals y uno de los jugadores mejor remunerados en la NFL, con un ingreso anual de 55 millones de dólares. La captura se llevó a cabo después de que las autoridades los detuvieran durante un control de tráfico en Ohio y encontraran pruebas que los ligan al robo sucedido el 9 de diciembre. Según un reporte de TMZ Sports, la información proporcionada indica que, basándose en documentos de la corte, los individuos tenían en su poder objetos como una camiseta de LSU (la institución donde Burrow jugó) y un sombrero de los Bengals. Se cree que estos artículos fueron sustraídos de la residencia del mariscal de campo de los Bengals. Asimismo, contaban con dispositivos automáticos Husky para perforar en el centro, los cuales, según las autoridades, son comúnmente empleados por bandas sudamericanas para romper cristales y entrar en casas. Las autoridades destacaron además que un teléfono hallado entre las pertenencias tenía registros históricos coincidentes con la zona donde está situada la residencia del jugador. Los cuatro arrestados no están acusados directamente del robo por el momento. No obstante, se les han imputado crímenes graves incluyendo posesión ilegal herramientas y participación organizativa. En su declaración, Burrow mencionó sentirse “violado” por lo ocurrido. Luka Doncic, Patrick Mahomes, Travis Kelce, entre otros deportistas han sido víctimas recientes también. La NFL ha incrementado alertas dirigidas a sus jugadores sobre fortalecer medidas seguridad ante robos planeados meticulosamente mientras están ocupados con juegos o entrenamientos. Roger Goodell afirmó: “Es evidente que estamos lidiando con una organización detrás estos crímenes; confiamos plenamente desmantelar estas redes”. Fuente: Publimetro
Un grupo de tres chilenos, que estaban como inmigrantes irregulares en Estados Unidos, fueron detenidos tras realizar un cuantioso robo en la mansión de Joe Burrow , estrella de la NFL y nada menos que el mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, en Ohio. Así, tras ser detenidos, los tres chilenos fueron acusados de robar alrededor de 300 mil dólares en artículos de lujo, incluidos relojes, lentes de sol, equipaje de Louis Vuitton y hasta cadenas personalizadas con diamantes pertenecientes a Joe Burrow. Los arrestados no solo cometieron el robo, sino que, según la evidencia presentada en documentos judiciales, se tomaron fotografías posando con los artículos robados, lo que fue clave para su captura. El robo ocurrió el 9 de diciembre, cuando Burrow se encontraba jugando contra los Dallas Cowboys en Texas. Durante este tiempo, los ladrones chilenos lograron infiltrarse en la propiedad de 7.5 millones de dólares, aprovechando un cambio en el turno de seguridad de la residencia. Las autoridades federales alegaron que los delincuentes, vinculados a una banda sudamericana dedicada al robo, utilizaron un espacio entre turnos de vigilancia para ingresar al hogar. Lo que siguió fue un acto descarado: los delincuentes posaron con los objetos robados y tomaron varias fotos. Entre los artículos mostrados estaban las exclusivas cadenas “JB9” y “#9”, junto con dinero en efectivo y otros objetos personales. Las fotografías fueron descubiertas durante la investigación a través del teléfono móvil uno implicado, Sergio Andrés Ortega Cabello, quien intentó borrar las imágenes cuando fue detenido el 10 de enero. Los tres sospechosos identificados como Jordan Francisco Quiroga Sánchez (22 años), Bastián Alejandro Orellana Morales (23) y Sergio Andrés Ortega Cabello (38), fueron arrestados tras una parada policial donde se encontraron prendas robadas como una camiseta universitaria y un sombrero. Más allá se ha revelado una posible conexión con una red más grande dedicada al robo internacional. El fiscal federal Kenneth L. Parker destacó que esta captura podría ser solo el comienzo. Fuente: Publimetro
El 10 de enero pasado, cuatro ciudadanos chilenos fueron detenidos por sospecha de estar involucrados en el robo que tuvo lugar en diciembre en la casa de Joe Burrow, el mariscal de campo de los Cincinnati Bengals y uno de los jugadores mejor remunerados en la NFL, con un ingreso anual de 55 millones de dólares. La captura se llevó a cabo después de que las autoridades los detuvieran durante un control de tráfico en Ohio y encontraran pruebas que los ligan al robo sucedido el 9 de diciembre. Según un reporte de TMZ Sports, la información proporcionada indica que, basándose en documentos de la corte, los individuos tenían en su poder objetos como una camiseta de LSU (la institución donde Burrow jugó) y un sombrero de los Bengals. Se cree que estos artículos fueron sustraídos de la residencia del mariscal de campo de los Bengals. Asimismo, contaban con dispositivos automáticos Husky para perforar en el centro, los cuales, según las autoridades, son comúnmente empleados por bandas sudamericanas para romper cristales y entrar en casas. Las autoridades destacaron además que un teléfono hallado entre las pertenencias tenía registros históricos coincidentes con la zona donde está situada la residencia del jugador. Los cuatro arrestados no están acusados directamente del robo por el momento. No obstante, se les han imputado crímenes graves incluyendo posesión ilegal herramientas y participación organizativa. En su declaración, Burrow mencionó sentirse “violado” por lo ocurrido. Luka Doncic, Patrick Mahomes, Travis Kelce, entre otros deportistas han sido víctimas recientes también. La NFL ha incrementado alertas dirigidas a sus jugadores sobre fortalecer medidas seguridad ante robos planeados meticulosamente mientras están ocupados con juegos o entrenamientos. Roger Goodell afirmó: “Es evidente que estamos lidiando con una organización detrás estos crímenes; confiamos plenamente desmantelar estas redes”. Fuente: Publimetro