Una nueva investigación revela que la adicción a internet puede inducir cambios significativos en la química cerebral de los adolescentes, contribuyendo a comportamientos más adictivos y afectando su desarrollo mental y físico. El estudio, publicado en PLOS Mental Health, analiza cómo la adicción a internet altera la conectividad funcional en los cerebros de los jóvenes, y plantea preocupaciones sobre su impacto a largo plazo en la salud mental y el bienestar. El equipo de investigación, liderado por el estudiante de maestría Max Chang del Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street (GOS ICH) de la UCL, revisó 12 estudios que abarcaban una década y que involucraron a 237 jóvenes diagnosticados con adicción a internet. Los resultados muestran que esta adicción afecta a varias redes neuronales, resultando en una mayor actividad cerebral durante el reposo, pero una disminución en la conectividad funcional en la red de control ejecutivo del cerebro, que es crucial para la memoria y la toma de decisiones. Un cerebro en desequilibrio Según explicaron los expertos detrás del estudio a The Guardian, la adolescencia es una fase crítica en la que el cerebro experimenta significativos cambios biológicos y cognitivos. Los adolescentes afectados por la adicción a internet pueden mostrar dificultades para mantener relaciones sociales, mentir sobre su tiempo en línea, y experimentar patrones de alimentación irregulares y sueño interrumpido. Estos síntomas reflejan los profundos cambios en la conectividad cerebral, afectando su capacidad intelectual y coordinación física. Los investigadores sugieren que la detección temprana y la intervención son cruciales. Chang propone que los clínicos deberían considerar tratamientos dirigidos a regiones específicas del cerebro afectadas por la adicción a internet, así como opciones como la psicoterapia o la terapia familiar para abordar los síntomas clave. La educación parental también juega un papel fundamental en la prevención de la adicción a internet. “Los padres informados pueden manejar mejor el tiempo de pantalla de sus hijos y minimizar los factores de riesgo asociados con la adicción a internet“, concluye Chang. Esto incluye enseñar a los jóvenes a establecer límites sensatos para el uso diario de internet y ser conscientes de las posibles implicaciones psicológicas y sociales de su tiempo en línea.
El fenómeno de la renuncia silenciosa ha sido tema recurrente en el ámbito laboral, pero ahora surge una nueva tendencia: las vacaciones silenciosas. Según el reciente informe Out of Office Culture Report de Harris Poll, cada vez más empleados, especialmente millennials, están desafiando los límites del teletrabajo al tomarse tiempo libre durante sus horas laborales virtuales. El estudio, que encuestó a 1.170 personas activamente empleadas mayores de 18 años, revela que un sorprendente 78% no utiliza todos sus días de permiso. Este comportamiento es aún más pronunciado entre la Generación Z y los millennials. Esta práctica refleja una creciente necesidad de equilibrar la vida personal y profesional en un entorno laboral cada vez más demandante. ¿Estamos presenciando una revolución silenciosa en la forma en que concebimos el trabajo? Los datos sugieren que sí. Ante ello, Libby Rodney, directora de estrategia de The Harris, explica que los profesionales más jóvenes no piden tiempo libre porque se sienten presionados a cumplir con los plazos y ser productivos, poniéndose nerviosos, e incluso preocupados de verse flojos. Así es como casi 4 de cada 10 trabajadores, hasta el rango etario de los millennials, declaran que se han tomado un tiempo libre sin comunicárselo a su jefe, a través del teletrabajo, tomando la situación en sus propias manos. Diferencia entre vacaciones silenciosas y renuncia silenciosa “Descubrieron cómo lograr un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal, pero está sucediendo tras bambalinas. No es exactamente renunciar en silencio, sino más bien vacacionar en silencio ”, explicó Rodney.
Comenzaron las postulaciones para la novena versión del programa de Participación Social SOMOS, presentado por Fundación Minera Escondida (FME), iniciativa que promueve el desarrollo de habilidades y competencias en jóvenes con el objetivo que puedan impulsar proyectos sociales y así impactar positivamente en el territorio. Este año, el llamado es a jóvenes de la región de Antofagasta entre 20 y 32 años, que lideren o formen parte de iniciativas comunitarias a través de agrupaciones, colectivos u organizaciones sociales. El plazo de postulación se extenderá hasta el domingo 19 de mayo a través de www.fme.cl, mientras que el 26 de junio se publicarán los resultados en el mismo sitio. “Queremos ver a jóvenes empoderados trabajando juntos para idear y ejecutar iniciativas transformadoras. Este proceso formativo les permitirá movilizarse, conectarse con otros líderes sociales y actores del ecosistema, generar alianzas y fortalecer su trabajo con la convicción de construir una mejor región de la mano de las nuevas generaciones”, señaló María Alejandra Cifuentes, Líder de Programas de FME. Comunidad de Agentes de Cambio A la fecha, más de 500 jóvenes líderes de la Región de Antofagasta han participado de este programa formativo, donde han desarrollado habilidades comunicacionales, de trabajo en equipo, reflexión crítica y otras herramientas que les ha permitido fortalecer su liderazgo. “Dentro de todo lo que nos enseñó el Somos está el desarrollo del pensamiento creativo, que es una de las partes que más me impactó, porque hay momentos en los proyectos en que uno se frena, y gracias a las herramientas que nos entregó el programa pudimos salir del estancamiento y comenzar a generar nuevos proyectos”, aseguró Lucas Vega, egresado Somos 2023. Así mismo, Paola Flores, quien participó del programa en 2022, destacó la importancia de robustecer las habilidades de los y las jóvenes líderes, “nos ayuda a canalizar nuestras motivaciones para que las podamos desarrollar de manera integral. En el plan formativo se ve todo lo que pueda servir para ejecutar un proyecto y también cómo conectar con el ecosistema social, sin duda este programa expande tus campos de posibilidades”. Para más información relacionada a la convocatoria pueden revisar las rede sociales de FME: @fundacionmineraescondida (Instagram) y Fundación Minera Escondida (Facebook).
El término woke (estar ‘despierto/a’ en inglés) ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en las redes sociales y la cultura pop. Originalmente utilizado para describir a alguien que está consciente de las injusticias sociales y raciales, el concepto de estar woke ha evolucionado para abarcar una mayor conciencia sobre una variedad de temas, incluyendo el feminismo, la igualdad de género, los derechos LGBTQ+, entre otros. A su vez, ha sido herramienta de marketing para grandes compañías y una forma de desacreditar de la derecha conservadora a los valores progresistas. El primer antecedente popular del término woke como llamamiento a las personas africanas y afrodescendientes fue del predicador, periodista y empresario jamaicano Marcus Garvey en 1923: “Wake up, Ethiopia! Wake up, Africa!” (‘¡Despierta, Etiopía! Despierta, África!’). Con esas palabras, el fundador de la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro buscaba despertar la conciencia social y política entre las personas negras del mundo. Ya en 1938, el cantante afroamericano Lead Belly advertía “stay woke” (‘estad despiertos’) en el epílogo hablado de su canción protesta Scottsboro Boys. Esta canción narra la historia de los nueve adolescentes afroamericanos acusados injustamente de violar a dos mujeres blancas en Scottsboro, Arkansas, en 1931. En la actualidad, ser woke implica estar informado y comprometido con cuestiones relevantes a nivel social y político. Las personas que se identifican como woke suelen estar activamente involucradas en movimientos sociales, defensa de los derechos humanos y promoción del cambio positivo en la sociedad. Aunque el término puede generar controversia y críticas por su uso excesivo o superficialidad en algunas ocasiones, no se puede negar que ha generado un mayor interés por parte de las generaciones más jóvenes en temas importantes que afectan a nuestra sociedad. Es importante recordar que ser verdaderamentewoke va más allá de simplemente adoptar modas o tendencias; implica educarse constantemente, escuchar a diferentes perspectivas y tomar acciones concretas para contribuir a un mundo más justo e inclusivo.
¿Qué es la felicidad? ¿Existe un secreto para obtenerla? Esas son preguntas que han ocupado a filósofos e investigadores de los más amplios rubros durante cientos de años. Tan importante es, que se la considera una meta humana fundamental y tiene su propia efeméride: el Día Internacional de la Felicidad.Cuándo se celebra el Día Internacional de la FelicidadLa efeméride tiene lugar el 20 de marzo de cada año. Fue promulgada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 para “reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”. Cuáles son los 10 países más felices del mundo. Cada año se publica el Informe mundial de la Felicidad coincidiendo con la celebración del Día Internacional. Conforme a ese listado, que es resultado de evaluaciones de vida autoevaluadas promediadas durante los años 2021-2023, los 10 países más felices del mundo son los siguientes: 1. Finlandia. 2. Dinamarca. 3. Islandia. 4. Suecia. 5. Israel. 6. Países Bajos. 7. Noruega. 8. Luxemburgo. 9. Suiza. 10. Australia. Si se tiene en cuenta el ranking de las 25 naciones más felices del mundo, dos países latinoamericanos figuran en el listado: Costa Rica (que se localiza en el 12° puesto) y México (en el lugar 25°). ¿Cuál es el país más infeliz del mundo? Cabe destacar que Finlandia encabeza la lista general por séptimo año consecutivo. Mientras que Afganistán sigue ocupando el último puesto de la clasificación como la naciónmás infeliz del mundo.Por otro lado, Letonia (46º) y Congo (89º), con aumentos de 44 y 40 posiciones respectivamente entre 2013 y 2024, fueron las naciones con mayores incrementos en las evaluaciones de vida registradas en la encuesta. Cuáles son los países más felices para cada edad. Otro dato a destacar es que en esta ocasión el informe ofrece clasificaciones separadas por grupos de edad. En ese sentido, Lituania encabeza la lista para los niños y jóvenes menores de 30 años, mientras que Dinamarca es la nación más feliz del mundo para los mayores de 60 años. “Al comparar generaciones, los nacidos antes de 1965 son, de media, más felices que los nacidos a partir de 1980. Entre los Millennials (personas nacidas entre 1981 y 1996, según la Enciclopedia Britannica), la valoración de la propia vida desciende con cada año de edad, mientras que entre los Boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964, aproximadamente) la satisfacción vital aumenta con la edad”, describe el reporte. En cuanto a los jóvenes de 15 a 24 años, los hallazgos muestran que su bienestar ha disminuido en América del Norte, Europa Occidental, Oriente Medio, Norte de África y Asia Meridional desde 2019, pero en el resto del mundo ha aumentado. No obstante, reconoce el informe, hay una “notable escasez global de datos de bienestar disponibles para niños menores de 15 años”. Un informe para saber cuáles son los países más felices del mundo. El Informe mundial de la Felicidad ofrece un panorama de la situación en el mundo y “refleja la demanda mundial de que se preste más atención a la felicidad y el bienestar como criterios para la política gubernamental”, según indica el sitio web del reporte. En el escrito se incluye una clasificación de la felicidad en diferentes países. Esa categorización, explica el sitio web del informe, se realiza a partir de la evaluación de las personas sobre sus vidas, que se mide utilizando la Escalera Cantril, en la cual los encuestados califican sus vidas actuales en una escala de 0 a 10, donde la mejor vida posible es el 10 y la peor vida posible es un 0. Esas clasificaciones provienen de muestras representativas a nivel nacional durante tres años.El documento es resultado del trabajo colaborativo entre Gallup, el Centro de Investigación sobre el Bienestar de la Universidad de Oxford, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Consejo Editorial del Informe.
Una nueva investigación revela que la adicción a internet puede inducir cambios significativos en la química cerebral de los adolescentes, contribuyendo a comportamientos más adictivos y afectando su desarrollo mental y físico. El estudio, publicado en PLOS Mental Health, analiza cómo la adicción a internet altera la conectividad funcional en los cerebros de los jóvenes, y plantea preocupaciones sobre su impacto a largo plazo en la salud mental y el bienestar. El equipo de investigación, liderado por el estudiante de maestría Max Chang del Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street (GOS ICH) de la UCL, revisó 12 estudios que abarcaban una década y que involucraron a 237 jóvenes diagnosticados con adicción a internet. Los resultados muestran que esta adicción afecta a varias redes neuronales, resultando en una mayor actividad cerebral durante el reposo, pero una disminución en la conectividad funcional en la red de control ejecutivo del cerebro, que es crucial para la memoria y la toma de decisiones. Un cerebro en desequilibrio Según explicaron los expertos detrás del estudio a The Guardian, la adolescencia es una fase crítica en la que el cerebro experimenta significativos cambios biológicos y cognitivos. Los adolescentes afectados por la adicción a internet pueden mostrar dificultades para mantener relaciones sociales, mentir sobre su tiempo en línea, y experimentar patrones de alimentación irregulares y sueño interrumpido. Estos síntomas reflejan los profundos cambios en la conectividad cerebral, afectando su capacidad intelectual y coordinación física. Los investigadores sugieren que la detección temprana y la intervención son cruciales. Chang propone que los clínicos deberían considerar tratamientos dirigidos a regiones específicas del cerebro afectadas por la adicción a internet, así como opciones como la psicoterapia o la terapia familiar para abordar los síntomas clave. La educación parental también juega un papel fundamental en la prevención de la adicción a internet. “Los padres informados pueden manejar mejor el tiempo de pantalla de sus hijos y minimizar los factores de riesgo asociados con la adicción a internet“, concluye Chang. Esto incluye enseñar a los jóvenes a establecer límites sensatos para el uso diario de internet y ser conscientes de las posibles implicaciones psicológicas y sociales de su tiempo en línea.
El fenómeno de la renuncia silenciosa ha sido tema recurrente en el ámbito laboral, pero ahora surge una nueva tendencia: las vacaciones silenciosas. Según el reciente informe Out of Office Culture Report de Harris Poll, cada vez más empleados, especialmente millennials, están desafiando los límites del teletrabajo al tomarse tiempo libre durante sus horas laborales virtuales. El estudio, que encuestó a 1.170 personas activamente empleadas mayores de 18 años, revela que un sorprendente 78% no utiliza todos sus días de permiso. Este comportamiento es aún más pronunciado entre la Generación Z y los millennials. Esta práctica refleja una creciente necesidad de equilibrar la vida personal y profesional en un entorno laboral cada vez más demandante. ¿Estamos presenciando una revolución silenciosa en la forma en que concebimos el trabajo? Los datos sugieren que sí. Ante ello, Libby Rodney, directora de estrategia de The Harris, explica que los profesionales más jóvenes no piden tiempo libre porque se sienten presionados a cumplir con los plazos y ser productivos, poniéndose nerviosos, e incluso preocupados de verse flojos. Así es como casi 4 de cada 10 trabajadores, hasta el rango etario de los millennials, declaran que se han tomado un tiempo libre sin comunicárselo a su jefe, a través del teletrabajo, tomando la situación en sus propias manos. Diferencia entre vacaciones silenciosas y renuncia silenciosa “Descubrieron cómo lograr un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal, pero está sucediendo tras bambalinas. No es exactamente renunciar en silencio, sino más bien vacacionar en silencio ”, explicó Rodney.
Comenzaron las postulaciones para la novena versión del programa de Participación Social SOMOS, presentado por Fundación Minera Escondida (FME), iniciativa que promueve el desarrollo de habilidades y competencias en jóvenes con el objetivo que puedan impulsar proyectos sociales y así impactar positivamente en el territorio. Este año, el llamado es a jóvenes de la región de Antofagasta entre 20 y 32 años, que lideren o formen parte de iniciativas comunitarias a través de agrupaciones, colectivos u organizaciones sociales. El plazo de postulación se extenderá hasta el domingo 19 de mayo a través de www.fme.cl, mientras que el 26 de junio se publicarán los resultados en el mismo sitio. “Queremos ver a jóvenes empoderados trabajando juntos para idear y ejecutar iniciativas transformadoras. Este proceso formativo les permitirá movilizarse, conectarse con otros líderes sociales y actores del ecosistema, generar alianzas y fortalecer su trabajo con la convicción de construir una mejor región de la mano de las nuevas generaciones”, señaló María Alejandra Cifuentes, Líder de Programas de FME. Comunidad de Agentes de Cambio A la fecha, más de 500 jóvenes líderes de la Región de Antofagasta han participado de este programa formativo, donde han desarrollado habilidades comunicacionales, de trabajo en equipo, reflexión crítica y otras herramientas que les ha permitido fortalecer su liderazgo. “Dentro de todo lo que nos enseñó el Somos está el desarrollo del pensamiento creativo, que es una de las partes que más me impactó, porque hay momentos en los proyectos en que uno se frena, y gracias a las herramientas que nos entregó el programa pudimos salir del estancamiento y comenzar a generar nuevos proyectos”, aseguró Lucas Vega, egresado Somos 2023. Así mismo, Paola Flores, quien participó del programa en 2022, destacó la importancia de robustecer las habilidades de los y las jóvenes líderes, “nos ayuda a canalizar nuestras motivaciones para que las podamos desarrollar de manera integral. En el plan formativo se ve todo lo que pueda servir para ejecutar un proyecto y también cómo conectar con el ecosistema social, sin duda este programa expande tus campos de posibilidades”. Para más información relacionada a la convocatoria pueden revisar las rede sociales de FME: @fundacionmineraescondida (Instagram) y Fundación Minera Escondida (Facebook).
El término woke (estar ‘despierto/a’ en inglés) ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en las redes sociales y la cultura pop. Originalmente utilizado para describir a alguien que está consciente de las injusticias sociales y raciales, el concepto de estar woke ha evolucionado para abarcar una mayor conciencia sobre una variedad de temas, incluyendo el feminismo, la igualdad de género, los derechos LGBTQ+, entre otros. A su vez, ha sido herramienta de marketing para grandes compañías y una forma de desacreditar de la derecha conservadora a los valores progresistas. El primer antecedente popular del término woke como llamamiento a las personas africanas y afrodescendientes fue del predicador, periodista y empresario jamaicano Marcus Garvey en 1923: “Wake up, Ethiopia! Wake up, Africa!” (‘¡Despierta, Etiopía! Despierta, África!’). Con esas palabras, el fundador de la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro buscaba despertar la conciencia social y política entre las personas negras del mundo. Ya en 1938, el cantante afroamericano Lead Belly advertía “stay woke” (‘estad despiertos’) en el epílogo hablado de su canción protesta Scottsboro Boys. Esta canción narra la historia de los nueve adolescentes afroamericanos acusados injustamente de violar a dos mujeres blancas en Scottsboro, Arkansas, en 1931. En la actualidad, ser woke implica estar informado y comprometido con cuestiones relevantes a nivel social y político. Las personas que se identifican como woke suelen estar activamente involucradas en movimientos sociales, defensa de los derechos humanos y promoción del cambio positivo en la sociedad. Aunque el término puede generar controversia y críticas por su uso excesivo o superficialidad en algunas ocasiones, no se puede negar que ha generado un mayor interés por parte de las generaciones más jóvenes en temas importantes que afectan a nuestra sociedad. Es importante recordar que ser verdaderamentewoke va más allá de simplemente adoptar modas o tendencias; implica educarse constantemente, escuchar a diferentes perspectivas y tomar acciones concretas para contribuir a un mundo más justo e inclusivo.
¿Qué es la felicidad? ¿Existe un secreto para obtenerla? Esas son preguntas que han ocupado a filósofos e investigadores de los más amplios rubros durante cientos de años. Tan importante es, que se la considera una meta humana fundamental y tiene su propia efeméride: el Día Internacional de la Felicidad.Cuándo se celebra el Día Internacional de la FelicidadLa efeméride tiene lugar el 20 de marzo de cada año. Fue promulgada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 para “reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”. Cuáles son los 10 países más felices del mundo. Cada año se publica el Informe mundial de la Felicidad coincidiendo con la celebración del Día Internacional. Conforme a ese listado, que es resultado de evaluaciones de vida autoevaluadas promediadas durante los años 2021-2023, los 10 países más felices del mundo son los siguientes: 1. Finlandia. 2. Dinamarca. 3. Islandia. 4. Suecia. 5. Israel. 6. Países Bajos. 7. Noruega. 8. Luxemburgo. 9. Suiza. 10. Australia. Si se tiene en cuenta el ranking de las 25 naciones más felices del mundo, dos países latinoamericanos figuran en el listado: Costa Rica (que se localiza en el 12° puesto) y México (en el lugar 25°). ¿Cuál es el país más infeliz del mundo? Cabe destacar que Finlandia encabeza la lista general por séptimo año consecutivo. Mientras que Afganistán sigue ocupando el último puesto de la clasificación como la naciónmás infeliz del mundo.Por otro lado, Letonia (46º) y Congo (89º), con aumentos de 44 y 40 posiciones respectivamente entre 2013 y 2024, fueron las naciones con mayores incrementos en las evaluaciones de vida registradas en la encuesta. Cuáles son los países más felices para cada edad. Otro dato a destacar es que en esta ocasión el informe ofrece clasificaciones separadas por grupos de edad. En ese sentido, Lituania encabeza la lista para los niños y jóvenes menores de 30 años, mientras que Dinamarca es la nación más feliz del mundo para los mayores de 60 años. “Al comparar generaciones, los nacidos antes de 1965 son, de media, más felices que los nacidos a partir de 1980. Entre los Millennials (personas nacidas entre 1981 y 1996, según la Enciclopedia Britannica), la valoración de la propia vida desciende con cada año de edad, mientras que entre los Boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964, aproximadamente) la satisfacción vital aumenta con la edad”, describe el reporte. En cuanto a los jóvenes de 15 a 24 años, los hallazgos muestran que su bienestar ha disminuido en América del Norte, Europa Occidental, Oriente Medio, Norte de África y Asia Meridional desde 2019, pero en el resto del mundo ha aumentado. No obstante, reconoce el informe, hay una “notable escasez global de datos de bienestar disponibles para niños menores de 15 años”. Un informe para saber cuáles son los países más felices del mundo. El Informe mundial de la Felicidad ofrece un panorama de la situación en el mundo y “refleja la demanda mundial de que se preste más atención a la felicidad y el bienestar como criterios para la política gubernamental”, según indica el sitio web del reporte. En el escrito se incluye una clasificación de la felicidad en diferentes países. Esa categorización, explica el sitio web del informe, se realiza a partir de la evaluación de las personas sobre sus vidas, que se mide utilizando la Escalera Cantril, en la cual los encuestados califican sus vidas actuales en una escala de 0 a 10, donde la mejor vida posible es el 10 y la peor vida posible es un 0. Esas clasificaciones provienen de muestras representativas a nivel nacional durante tres años.El documento es resultado del trabajo colaborativo entre Gallup, el Centro de Investigación sobre el Bienestar de la Universidad de Oxford, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Consejo Editorial del Informe.