Este martes, Jorge Escobar Escobar, único acusado en el caso por la muerte del menor Tomás Bravo, entregó su declaración ante el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete, en el segundo día del juicio que busca esclarecer los hechos ocurridos en febrero de 2021. Escobar está imputado por el delito de abandono de menor con consecuencia fatal, luego de que el cuerpo del niño fuera encontrado sin vida tras una intensa búsqueda en la región del Biobío. Según los solicitado por la Fiscalía del Bío Bío, el hombre arriesga hasta 10 años de cárcel en caso de considerarse culpable del delito. Tío abuelo denuncia presiones Durante su testimonio, el tío abuelo del menor afirmó que mientras estuvo detenido en la cárcel de Concepción, el fiscal del caso, José Ortiz, lo habría presionado para que se autoinculpara. “Si no me firmas los papeles, te doy cadena perpetua”, habría sido la amenaza directa del persecutor, según señaló Escobar ante los jueces. En su declaración, el acusado también relató los últimos momentos en los que vio a Tomás con vida, específicamente el 17 de febrero de 2021. Indicó que ese día, alrededor de las 17:30 horas, lo llevó a recorrer un predio rural cercano a su casa en Caripilún, propiedad de su familia. Durante la caminata, se detuvieron en las cercanías de una vega, donde Escobar decidió dejar al niño en un punto que consideró seguro, mientras él buscaba ganado. “Estaba muy difícil para meterse con un niño… por eso no bajé con él. Consideraba que era peligroso seguir avanzando con el niño para ir a buscar a los animales que estaban en una especie de vega”, explicó ante el tribunal. También afirmó que mantuvo a Tomás dentro de su campo visual, pero que al perderlo de vista por un par de minutos, el niño desapareció. “Donde lo dejé no corría ningún peligro y yo lo veía a él (…) dos o tres minutos dejé de mirar a Tomacito, y cuando volteo, ya no lo veo (...) desapareció totalmente del lugar, señor Juez”, dijo en su declaración. Se estima que el juicio se extienda por al menos 6 semanas. Dichas audiencias están autorizadas para contar con la presencia de los medios de comunicación pero con la prohibición de capturar imágenes o audios.
Inició el juicio contra el cirujano francés Joël Le Scouarnec -que ya cumple una condena de 15 años de cárcel por abusos a menores- acusado de agredir sexualmente de casi 300 pacientes, la mayoría de ellos niños, a lo largo de varias décadas. Le Scouarnec, de 74 años, que siguió ejerciendo la medicina a pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de imágenes de abusos a menores y de las repetidas advertencias de sus colegas, se enfrenta a 20 años más de cárcel si es declarado culpable. “He hecho cosas horribles”, admitió Le Scouarnec el lunes tras la apertura del juicio, añadiendo que es “perfectamente consciente de que estas heridas no pueden borrarse ni curarse”. Celebrado en el Tribunal Penal de Morbihan, en Bretaña, el nuevo juicio se centra en las acusaciones sobre que Le Scouarnec agredió sexualmente o violó a 299 pacientes, principalmente mientras estaban bajo anestesia general, entre 1989 y 2014. De las víctimas, 256 eran menores de 15 años y la más joven apenas tenía un año. Le Scouarnec fue condenado por primera vez en 2020 por abusar de cuatro niños, entre ellos dos de sus sobrinas. Sin embargo, su capacidad para seguir ejerciendo la medicina hasta su jubilación -pese a las primeras alertas rojas- ha provocado duras críticas a los organismos reguladores médicos de Francia, en particular a la Orden de Médicos, que ahora es parte civil en el caso. Cirujano francés “describía cirugías con metáforas sexuales” Le Scouarnec fue señalado por el FBI en 2004 por acceder a imágenes de abusos a menores en internet mientras trabajaba en Lorient, ciudad de Bretaña. Un año después, un tribunal francés lo condenó a cuatro meses de prisión. Para entonces, ya se había trasladado a una ciudad situada a Quimperlé, donde fue acogido como un cirujano muy necesario. El psiquiatra Thierry Bonvalot, aquel que trabajaba con Le Scouarnec en en el hospital local muestra preocupación sobre conocer su condición. Describía la cirugía con tantas metáforas sexuales que me quedé estupefacto, afirmó. Admitió que había sido condenado por pornografía infantil, explica Bonvalot. Fuente: BioBioChile
Este martes, Jorge Escobar Escobar, único acusado en el caso por la muerte del menor Tomás Bravo, entregó su declaración ante el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete, en el segundo día del juicio que busca esclarecer los hechos ocurridos en febrero de 2021. Escobar está imputado por el delito de abandono de menor con consecuencia fatal, luego de que el cuerpo del niño fuera encontrado sin vida tras una intensa búsqueda en la región del Biobío. Según los solicitado por la Fiscalía del Bío Bío, el hombre arriesga hasta 10 años de cárcel en caso de considerarse culpable del delito. Tío abuelo denuncia presiones Durante su testimonio, el tío abuelo del menor afirmó que mientras estuvo detenido en la cárcel de Concepción, el fiscal del caso, José Ortiz, lo habría presionado para que se autoinculpara. “Si no me firmas los papeles, te doy cadena perpetua”, habría sido la amenaza directa del persecutor, según señaló Escobar ante los jueces. En su declaración, el acusado también relató los últimos momentos en los que vio a Tomás con vida, específicamente el 17 de febrero de 2021. Indicó que ese día, alrededor de las 17:30 horas, lo llevó a recorrer un predio rural cercano a su casa en Caripilún, propiedad de su familia. Durante la caminata, se detuvieron en las cercanías de una vega, donde Escobar decidió dejar al niño en un punto que consideró seguro, mientras él buscaba ganado. “Estaba muy difícil para meterse con un niño… por eso no bajé con él. Consideraba que era peligroso seguir avanzando con el niño para ir a buscar a los animales que estaban en una especie de vega”, explicó ante el tribunal. También afirmó que mantuvo a Tomás dentro de su campo visual, pero que al perderlo de vista por un par de minutos, el niño desapareció. “Donde lo dejé no corría ningún peligro y yo lo veía a él (…) dos o tres minutos dejé de mirar a Tomacito, y cuando volteo, ya no lo veo (...) desapareció totalmente del lugar, señor Juez”, dijo en su declaración. Se estima que el juicio se extienda por al menos 6 semanas. Dichas audiencias están autorizadas para contar con la presencia de los medios de comunicación pero con la prohibición de capturar imágenes o audios.
Inició el juicio contra el cirujano francés Joël Le Scouarnec -que ya cumple una condena de 15 años de cárcel por abusos a menores- acusado de agredir sexualmente de casi 300 pacientes, la mayoría de ellos niños, a lo largo de varias décadas. Le Scouarnec, de 74 años, que siguió ejerciendo la medicina a pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de imágenes de abusos a menores y de las repetidas advertencias de sus colegas, se enfrenta a 20 años más de cárcel si es declarado culpable. “He hecho cosas horribles”, admitió Le Scouarnec el lunes tras la apertura del juicio, añadiendo que es “perfectamente consciente de que estas heridas no pueden borrarse ni curarse”. Celebrado en el Tribunal Penal de Morbihan, en Bretaña, el nuevo juicio se centra en las acusaciones sobre que Le Scouarnec agredió sexualmente o violó a 299 pacientes, principalmente mientras estaban bajo anestesia general, entre 1989 y 2014. De las víctimas, 256 eran menores de 15 años y la más joven apenas tenía un año. Le Scouarnec fue condenado por primera vez en 2020 por abusar de cuatro niños, entre ellos dos de sus sobrinas. Sin embargo, su capacidad para seguir ejerciendo la medicina hasta su jubilación -pese a las primeras alertas rojas- ha provocado duras críticas a los organismos reguladores médicos de Francia, en particular a la Orden de Médicos, que ahora es parte civil en el caso. Cirujano francés “describía cirugías con metáforas sexuales” Le Scouarnec fue señalado por el FBI en 2004 por acceder a imágenes de abusos a menores en internet mientras trabajaba en Lorient, ciudad de Bretaña. Un año después, un tribunal francés lo condenó a cuatro meses de prisión. Para entonces, ya se había trasladado a una ciudad situada a Quimperlé, donde fue acogido como un cirujano muy necesario. El psiquiatra Thierry Bonvalot, aquel que trabajaba con Le Scouarnec en en el hospital local muestra preocupación sobre conocer su condición. Describía la cirugía con tantas metáforas sexuales que me quedé estupefacto, afirmó. Admitió que había sido condenado por pornografía infantil, explica Bonvalot. Fuente: BioBioChile