El desalojo en el sector Cerro 18 de Lo Barnechea dejó algo más que escombros: “Para el banco soy pobre, para el Estado soy rica”, dijo una madre soltera con cuatro hijas, nacida y criada en la comuna, que fue expulsada junto a decenas de familias de la toma ubicada en la Quebrada Las Zorras. La mujer relató que, pese a haber sacado adelante a sus hijas —dos de ellas en la universidad—, no tiene acceso a una vivienda digna. Asegura que los bancos le niegan cualquier crédito hipotecario y, cuando busca apoyo estatal, el subsidio no alcanza para arrendar en la misma zona donde vivió toda su vida. “¿Dónde encuentro un arriendo por 300 mil pesos aquí en Barnechea?”, reclamó frente a las cámaras de Tu Día. El martes 2 de diciembre se concretó el operativo municipal en la quebrada. Hubo presencia policial, demolición de viviendas improvisadas y enfrentamientos registrados en video. Las autoridades justificaron el desalojo argumentando que el lugar era “de alto riesgo natural”, con antecedentes de incendios y deslizamientos. Vecinos y organizaciones sociales, en cambio, acusan abandono y falta de soluciones habitacionales reales. “¿Dónde vamos a pasar Navidad con los niños?”, cuestionó otra pobladora en medio de la demolición. Las familias denuncian que no fueron escuchadas, y que la ayuda ofrecida —subsidios temporales de arriendo— está lejos de cubrir los costos de vivir en una comuna con algunos de los metros cuadrados más caros de Santiago. Los testimonios recogidos muestran una constante: personas que trabajan, que pagan estudios, que tienen arraigo y redes en Lo Barnechea, pero que quedaron fuera del sistema formal de vivienda. “Soy pobre para el banco, pero rica para el Estado”, explicó otra afectada. “No estamos en toma porque queramos, no alcanza”. Los vecinos insisten en que existe una versión “invisible” de Lo Barnechea, distinta a las mansiones de La Dehesa. Es un territorio donde viven trabajadores, mujeres solas, abuelos, niños y familias que llevan generaciones en los cerros. Una de las críticas más fuertes apunta a la demora en el pago de subsidios. Según relataron los afectados, hay personas que “llevan más de dos años esperando” recursos prometidos por la municipalidad para acceder a vivienda. Además, organizaciones que trabajan con campamentos aseguran que el monto propuesto para arriendo —cerca de 300 a 340 mil pesos— simplemente no alcanza para arrendar en la misma comuna. En la práctica, eso implica desplazamiento, ruptura de redes comunitarias y pérdida de empleo o matrícula escolar. Fuente: Publimetro
La Municipalidad de Lo Barnechea ha dado a conocer un nuevo plan que busca regular el uso de teléfonos móviles en los colegios de la comuna. Esta iniciativa, denominada “Espacios libres de teléfonos”, tiene como propósito fomentar un ambiente escolar más enfocado y menos distractor para los estudiantes. El primer establecimiento en implementar esta medida será el Colegio Lo Barnechea Bicentenario, el cual abarca desde séptimo básico hasta cuarto medio. Este colegio servirá como piloto para la progresiva instalación de inhibidores de señales de celulares en todos los colegios municipales de la comuna. Según detalla la Municipalidad, este proyecto incluye “un protocolo claro que restringe el uso de teléfonos móviles, tablets y relojes inteligentes en salas de clases, recreos y pasillos, promoviendo entornos más atentos, presentes y conectados con la realidad”. Durante la jornada escolar, los estudiantes no podrán hacer uso de sus dispositivos, excepto en horarios previamente acordados por cada comunidad educativa. Las autoridades locales respaldan esta medida con evidencia de estudios internacionales que señalan cómo el uso excesivo del celular puede impactar negativamente en la concentración, el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes. Según un informe de la Unesco, “los celulares en el aula pueden reducir la calidad del aprendizaje hasta en un 25%”. El alcalde Felipe Alessandri ha resaltado la importancia de esta acción como un avance significativo hacia una educación más efectiva. “ Sabemos que los celulares pueden ser herramientas útiles, pero en exceso se transforman en una distracción que afecta el aprendizaje y la convivencia. Por eso hemos tomado esta decisión con coraje y convicción, porque queremos que nuestros estudiantes vuelvan a mirar al otro, a jugar, a concentrarse”, expresó Alessandri. Esta iniciativa ha generado opiniones diversas en la comunidad. Mientras algunos padres y educadores apoyan la idea de un entorno escolar menos dependiente de la tecnología, otros muestran escepticismo sobre su eficacia. Fuente: Publimetro
El desalojo en el sector Cerro 18 de Lo Barnechea dejó algo más que escombros: “Para el banco soy pobre, para el Estado soy rica”, dijo una madre soltera con cuatro hijas, nacida y criada en la comuna, que fue expulsada junto a decenas de familias de la toma ubicada en la Quebrada Las Zorras. La mujer relató que, pese a haber sacado adelante a sus hijas —dos de ellas en la universidad—, no tiene acceso a una vivienda digna. Asegura que los bancos le niegan cualquier crédito hipotecario y, cuando busca apoyo estatal, el subsidio no alcanza para arrendar en la misma zona donde vivió toda su vida. “¿Dónde encuentro un arriendo por 300 mil pesos aquí en Barnechea?”, reclamó frente a las cámaras de Tu Día. El martes 2 de diciembre se concretó el operativo municipal en la quebrada. Hubo presencia policial, demolición de viviendas improvisadas y enfrentamientos registrados en video. Las autoridades justificaron el desalojo argumentando que el lugar era “de alto riesgo natural”, con antecedentes de incendios y deslizamientos. Vecinos y organizaciones sociales, en cambio, acusan abandono y falta de soluciones habitacionales reales. “¿Dónde vamos a pasar Navidad con los niños?”, cuestionó otra pobladora en medio de la demolición. Las familias denuncian que no fueron escuchadas, y que la ayuda ofrecida —subsidios temporales de arriendo— está lejos de cubrir los costos de vivir en una comuna con algunos de los metros cuadrados más caros de Santiago. Los testimonios recogidos muestran una constante: personas que trabajan, que pagan estudios, que tienen arraigo y redes en Lo Barnechea, pero que quedaron fuera del sistema formal de vivienda. “Soy pobre para el banco, pero rica para el Estado”, explicó otra afectada. “No estamos en toma porque queramos, no alcanza”. Los vecinos insisten en que existe una versión “invisible” de Lo Barnechea, distinta a las mansiones de La Dehesa. Es un territorio donde viven trabajadores, mujeres solas, abuelos, niños y familias que llevan generaciones en los cerros. Una de las críticas más fuertes apunta a la demora en el pago de subsidios. Según relataron los afectados, hay personas que “llevan más de dos años esperando” recursos prometidos por la municipalidad para acceder a vivienda. Además, organizaciones que trabajan con campamentos aseguran que el monto propuesto para arriendo —cerca de 300 a 340 mil pesos— simplemente no alcanza para arrendar en la misma comuna. En la práctica, eso implica desplazamiento, ruptura de redes comunitarias y pérdida de empleo o matrícula escolar. Fuente: Publimetro
La Municipalidad de Lo Barnechea ha dado a conocer un nuevo plan que busca regular el uso de teléfonos móviles en los colegios de la comuna. Esta iniciativa, denominada “Espacios libres de teléfonos”, tiene como propósito fomentar un ambiente escolar más enfocado y menos distractor para los estudiantes. El primer establecimiento en implementar esta medida será el Colegio Lo Barnechea Bicentenario, el cual abarca desde séptimo básico hasta cuarto medio. Este colegio servirá como piloto para la progresiva instalación de inhibidores de señales de celulares en todos los colegios municipales de la comuna. Según detalla la Municipalidad, este proyecto incluye “un protocolo claro que restringe el uso de teléfonos móviles, tablets y relojes inteligentes en salas de clases, recreos y pasillos, promoviendo entornos más atentos, presentes y conectados con la realidad”. Durante la jornada escolar, los estudiantes no podrán hacer uso de sus dispositivos, excepto en horarios previamente acordados por cada comunidad educativa. Las autoridades locales respaldan esta medida con evidencia de estudios internacionales que señalan cómo el uso excesivo del celular puede impactar negativamente en la concentración, el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes. Según un informe de la Unesco, “los celulares en el aula pueden reducir la calidad del aprendizaje hasta en un 25%”. El alcalde Felipe Alessandri ha resaltado la importancia de esta acción como un avance significativo hacia una educación más efectiva. “ Sabemos que los celulares pueden ser herramientas útiles, pero en exceso se transforman en una distracción que afecta el aprendizaje y la convivencia. Por eso hemos tomado esta decisión con coraje y convicción, porque queremos que nuestros estudiantes vuelvan a mirar al otro, a jugar, a concentrarse”, expresó Alessandri. Esta iniciativa ha generado opiniones diversas en la comunidad. Mientras algunos padres y educadores apoyan la idea de un entorno escolar menos dependiente de la tecnología, otros muestran escepticismo sobre su eficacia. Fuente: Publimetro