Para la mayoría de las personas moverse y comunicarse son acciones cotidianas. Sin embargo, existen trastornos neurológicos poco comunes en los que pacientes presentan dificultades para realizar movimientos y expresar sus pensamientos. El proyecto Fondecyt de Iniciación que se encuentra desarrollando la Dra. Carolina Saavedra, académica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), se asocia con estos casos, ya que estudia nuevos componentes para aplicar en señales de interfase cerebro – computador (BCI). La idea, comentó la profesora del Departamento de Informática, es «desarrollar componentes de tiempo-frecuencia para redes neuronales profundas y así mejorar específicamente la identificación de patrones en electroencefalografía (EEG), que miden la actividad eléctrica generada en el cerebro «. Según indicó la Dra. Saavedra, lo que buscan es la integración de métodos tiempo-frecuencia en redes neuronales profundas, ya que así esperan mejorar el rendimiento en la identificación de patrones EEG. Redes neuronales para decodificar el pensamiento Para entender el proceso, la académica de la USM explicó que un ejemplo de este tipo de interfaz consiste en presentar al usuario una matriz de letras en una pantalla. Estas se iluminan de forma aleatoria y, «cuando la persona fija su atención en una letra específica, se produce un patrón cerebral distintivo conocido como potencial evocado, el cual aparece aproximadamente 300 milisegundos después del estímulo. Estos patrones pueden ser detectados por algoritmos para interpretar lo que el paciente desea comunicar». Sobre estas señales la Dra. Carolina Saavedra trabaja en el Fondecyt «Incorporación de transformaciones tiempo-frecuencia en redes neuronales profundas para mejorar la identificación de patrones en EEG.», que tiene una duración de tres años, y cuyos desafíos son « mejorar los sistemas actuales para que reconozcan con mayor precisión cuándo una persona quiere seleccionar una letra o realizar una acción, todo solo con su pensamiento». El proyecto también considera la creación de una librería de software libre que permitirá compartir los algoritmos desarrollados con la comunidad científica. «Queremos que los avances estén disponibles para todos. La idea es que otros investigadores y desarrolladores puedan aprovechar nuestras herramientas para seguir avanzando en el área», concluyó la Dra. Saavedra. Cabe señalar que el equipo del proyecto no trabaja directamente con pacientes, utiliza bases de datos públicas disponibles en internet y colabora la Dra. Inga Griškova-Bulanova de la Universidad de Vilnius, quien graba señales EEG para validar sus métodos. «Además del ámbito médico, otras áreas como los videojuegos están muy interesadas en esta tecnología. Imagínate poder jugar solo con la mente «, puntualiza la académica.
La emprendedora chilena Fernanda Arenas es la creadora de Full Life, un innovador producto que busca facilitar la intimidad y autonomía de personas con movilidad reducida en el país. Se trata de una silla que busca romper tabúes y restituir la dignidad sexual de las personas en situación de discapacidad. El invento se convirtió en la primera silla de asistencia sexual fabricada en Chile y ha recibido una gran recepción de su público. El nacimiento de Full Life Según relató su creadora, la idea de la silla surgió tras una experiencia personal : “Un amigo me pidió importar un producto que le ayudaría a tener relaciones sexuales”. Tras esto, explicó que “cuando lo vi, pensé ‘¡qué buena idea!’, pero también supe que podíamos crear algo mucho mejor, más digno y funcional. Ahí comenzó todo”. De igual manera, pesa a la positiva recepción, Arenas explicó que “nos han aplaudido, pero también nos han llamado pervertidos”. “La sexualidad sigue siendo un tabú cuando hablamos de discapacidad. Pero eso es precisamente lo que queremos cambiar ”, aseguró. En esa línea, la creadora defendió que “cuando negamos la sexualidad, estamos negando mucho más que el placer: Estamos negando identidad, autoestima y humanidad. La silla no impone intimidad, la habilita. No reemplaza el deseo, lo habilita”.
Para la mayoría de las personas moverse y comunicarse son acciones cotidianas. Sin embargo, existen trastornos neurológicos poco comunes en los que pacientes presentan dificultades para realizar movimientos y expresar sus pensamientos. El proyecto Fondecyt de Iniciación que se encuentra desarrollando la Dra. Carolina Saavedra, académica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), se asocia con estos casos, ya que estudia nuevos componentes para aplicar en señales de interfase cerebro – computador (BCI). La idea, comentó la profesora del Departamento de Informática, es «desarrollar componentes de tiempo-frecuencia para redes neuronales profundas y así mejorar específicamente la identificación de patrones en electroencefalografía (EEG), que miden la actividad eléctrica generada en el cerebro «. Según indicó la Dra. Saavedra, lo que buscan es la integración de métodos tiempo-frecuencia en redes neuronales profundas, ya que así esperan mejorar el rendimiento en la identificación de patrones EEG. Redes neuronales para decodificar el pensamiento Para entender el proceso, la académica de la USM explicó que un ejemplo de este tipo de interfaz consiste en presentar al usuario una matriz de letras en una pantalla. Estas se iluminan de forma aleatoria y, «cuando la persona fija su atención en una letra específica, se produce un patrón cerebral distintivo conocido como potencial evocado, el cual aparece aproximadamente 300 milisegundos después del estímulo. Estos patrones pueden ser detectados por algoritmos para interpretar lo que el paciente desea comunicar». Sobre estas señales la Dra. Carolina Saavedra trabaja en el Fondecyt «Incorporación de transformaciones tiempo-frecuencia en redes neuronales profundas para mejorar la identificación de patrones en EEG.», que tiene una duración de tres años, y cuyos desafíos son « mejorar los sistemas actuales para que reconozcan con mayor precisión cuándo una persona quiere seleccionar una letra o realizar una acción, todo solo con su pensamiento». El proyecto también considera la creación de una librería de software libre que permitirá compartir los algoritmos desarrollados con la comunidad científica. «Queremos que los avances estén disponibles para todos. La idea es que otros investigadores y desarrolladores puedan aprovechar nuestras herramientas para seguir avanzando en el área», concluyó la Dra. Saavedra. Cabe señalar que el equipo del proyecto no trabaja directamente con pacientes, utiliza bases de datos públicas disponibles en internet y colabora la Dra. Inga Griškova-Bulanova de la Universidad de Vilnius, quien graba señales EEG para validar sus métodos. «Además del ámbito médico, otras áreas como los videojuegos están muy interesadas en esta tecnología. Imagínate poder jugar solo con la mente «, puntualiza la académica.
La emprendedora chilena Fernanda Arenas es la creadora de Full Life, un innovador producto que busca facilitar la intimidad y autonomía de personas con movilidad reducida en el país. Se trata de una silla que busca romper tabúes y restituir la dignidad sexual de las personas en situación de discapacidad. El invento se convirtió en la primera silla de asistencia sexual fabricada en Chile y ha recibido una gran recepción de su público. El nacimiento de Full Life Según relató su creadora, la idea de la silla surgió tras una experiencia personal : “Un amigo me pidió importar un producto que le ayudaría a tener relaciones sexuales”. Tras esto, explicó que “cuando lo vi, pensé ‘¡qué buena idea!’, pero también supe que podíamos crear algo mucho mejor, más digno y funcional. Ahí comenzó todo”. De igual manera, pesa a la positiva recepción, Arenas explicó que “nos han aplaudido, pero también nos han llamado pervertidos”. “La sexualidad sigue siendo un tabú cuando hablamos de discapacidad. Pero eso es precisamente lo que queremos cambiar ”, aseguró. En esa línea, la creadora defendió que “cuando negamos la sexualidad, estamos negando mucho más que el placer: Estamos negando identidad, autoestima y humanidad. La silla no impone intimidad, la habilita. No reemplaza el deseo, lo habilita”.