La semaglutida, conocido comercialmente como Wegovy y Ozempic, está cambiando la forma en que entendemos la medicina para la pérdida de peso. Recientes estudios presentados en la Conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología en Londres revelan que este medicamento no solo reduce el riesgo de muerte en personas obesas o con sobrepeso que padecen enfermedades cardiovasculares, sino que también podría ralentizar el proceso de envejecimiento y extender la vida. La investigación, derivada del ensayo Select en Estados Unidos, involucró a 17,604 participantes de 45 años o más con sobrepeso u obesidad y enfermedades cardiovasculares establecidas, pero sin diabetes. Durante más de tres años, estos individuos fueron monitoreados mientras recibían semaglutida o un placebo. Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que tomaron semaglutida no solo presentaron menos riesgos de muerte por causas cardiovasculares, sino que también murieron en menor proporción por todas las causas, incluyendo infecciones. El profesor Harlan Krumholz de la escuela de medicina de Yale señaló que los beneficios del semaglutide van más allá de lo previsto, sugiriendo que podría actuar como un promotor de la salud general y ralentizar el envejecimiento. “No se trata sólo de evitar ataques cardíacos. Mejorar la salud de esta manera podría realmente ralentizar el proceso de envejecimiento”, aseguró Krumholz, según reportó The Guardian. El estudio también mostró que la semaglutida redujo de manera consistente el riesgo de resultados cardiovasculares adversos y de muertes no cardiovasculares, especialmente aquellas causadas por infecciones. Estos hallazgos refuerzan la idea de que el sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo de muerte por múltiples causas que pueden ser modificadas con terapias como la semaglutida.
Tener una buena alimentación, dormir de 6 a 8 horas, controlar el estrés y realizar actividad física son aristas fundamentales para estar en buen estado. Ante esto, expertos del Centro OBE en una entrevista al Clarín entregaron una serie de recomendaciones para activar la hormona llamada leptina, que puede influir considerablemente en la estabilidad del peso. Asimismo, la leptina cumple con ser la hormona que regula el metabolismo y controla la energía que consumimos y gastamos. Un artículo de la Clínica Mayo detalló quese libera en el tejido adiposo (grasa corporal) y ayuda al cuerpo a mantener su peso normal a largo plazo. Además, según explicaron médicos de OBE Centro, mide el estado nutricional del organismo y avisa al cerebro si se necesita más o menos energía. Luego, transmite la orden a los órganos y el resultado es el apetito o la falta de este. Cabe destacar que, es recomendable acudir a un profesional para evaluar el caso particularmente y entregar las mejores formas para abordarlo. Recomendaciones 1. Evitar las dietas restrictivas y los ayunos, ya que la leptina requiere nutrientes para circular. 2. Hacer ejercicio estimula la leptina 3. Controlar el estrés el cortisol puede provocar el consumo de alimentos más calóricos reduciendo la producción de leptina. 4. Dormir lo necesario no mantener las horas de sueño suficientes produce estrés y contribuye a comer más. 5. Evitar el alcohol su consumo puede desbalancear el equilibrio entre la leptina y la grelina.
El creciente fenómeno de la obesidad infantil en Chile ha alcanzado niveles alarmantes, según un reportaje reciente publicado por La Tercera. El artículo destaca que los niños chilenos lideran los índices de obesidad en Latinoamérica, con tasas preocupantes que superan el 20% en niñas y el 30% en niños situándose como la más alta en Latinoamérica. Los efectos a largo plazo de la obesidad infantil son graves e incluyen enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Además, puede provocar complicaciones como esteatosis hepática y problemas osteoarticulares, afectando la calidad de vida y aumentando la vulnerabilidad a enfermedades crónicas en la edad adulta. El papel de los adultos es crucial para abordar este problema. Los hábitos alimenticios y conductas de salud de los niños están influenciados directamente por los adultos a su alrededor. Por lo tanto, es fundamental promover hábitos saludables desde una edad temprana y fomentar un entorno propicio para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. Entre las recomendaciones para combatir la obesidad infantil se encuentran promover el consumo de lácteos ricos en nutrientes esenciales para el crecimiento, crear conciencia sobre hábitos saludables entre padres e hijos, implementar políticas públicas que fomenten la vida al aire libre y limitar el uso excesivo de pantallas. Estas recomendaciones apuntan a abordar los factores de estilo de vida que contribuyen a la obesidad infantil, promoviendo hábitos saludables desde una edad temprana y fomentando un entorno propicio para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. Se considera fundamental la presencia de nutricionistas en espacios vitales como las escuelas para llevar a cabo intervenciones efectivas con los niños. Dado que los padres a menudo no están conscientes del riesgo y pueden no ser capaces de inculcar hábitos alimentarios y de actividad física saludables, su intervención es clave. “Para hacer intervenciones educativas directas con ellos” enfatiza la nutricionista. Otros factores y recomendaciones son: Priorizar el tiempo de sueño adecuado, con una recomendación de dormir más de 8 horas para reducir el riesgo de obesidad. Educar sobre la calidad y cantidad de alimentos consumidos, destacando la importancia de incluir frutas, verduras, legumbres, pescados y lácteos en la dieta. Desmitificar mitos sobre ciertos alimentos, como los lácteos, y promover su inclusión en una alimentación equilibrada. Enseñar a los niños a cocinar y hacerlos parte del proceso de preparación de alimentos, fomentando el consumo de comida casera y saludable. Limitar el tiempo de pantalla durante las comidas, promoviendo el compartir en familia y actividades al aire libre tanto en interiores como en exteriores. Utilizar las pantallas de manera positiva, aprovechando su potencial educativo cuando sea necesario.
La semaglutida, conocido comercialmente como Wegovy y Ozempic, está cambiando la forma en que entendemos la medicina para la pérdida de peso. Recientes estudios presentados en la Conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología en Londres revelan que este medicamento no solo reduce el riesgo de muerte en personas obesas o con sobrepeso que padecen enfermedades cardiovasculares, sino que también podría ralentizar el proceso de envejecimiento y extender la vida. La investigación, derivada del ensayo Select en Estados Unidos, involucró a 17,604 participantes de 45 años o más con sobrepeso u obesidad y enfermedades cardiovasculares establecidas, pero sin diabetes. Durante más de tres años, estos individuos fueron monitoreados mientras recibían semaglutida o un placebo. Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que tomaron semaglutida no solo presentaron menos riesgos de muerte por causas cardiovasculares, sino que también murieron en menor proporción por todas las causas, incluyendo infecciones. El profesor Harlan Krumholz de la escuela de medicina de Yale señaló que los beneficios del semaglutide van más allá de lo previsto, sugiriendo que podría actuar como un promotor de la salud general y ralentizar el envejecimiento. “No se trata sólo de evitar ataques cardíacos. Mejorar la salud de esta manera podría realmente ralentizar el proceso de envejecimiento”, aseguró Krumholz, según reportó The Guardian. El estudio también mostró que la semaglutida redujo de manera consistente el riesgo de resultados cardiovasculares adversos y de muertes no cardiovasculares, especialmente aquellas causadas por infecciones. Estos hallazgos refuerzan la idea de que el sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo de muerte por múltiples causas que pueden ser modificadas con terapias como la semaglutida.
Tener una buena alimentación, dormir de 6 a 8 horas, controlar el estrés y realizar actividad física son aristas fundamentales para estar en buen estado. Ante esto, expertos del Centro OBE en una entrevista al Clarín entregaron una serie de recomendaciones para activar la hormona llamada leptina, que puede influir considerablemente en la estabilidad del peso. Asimismo, la leptina cumple con ser la hormona que regula el metabolismo y controla la energía que consumimos y gastamos. Un artículo de la Clínica Mayo detalló quese libera en el tejido adiposo (grasa corporal) y ayuda al cuerpo a mantener su peso normal a largo plazo. Además, según explicaron médicos de OBE Centro, mide el estado nutricional del organismo y avisa al cerebro si se necesita más o menos energía. Luego, transmite la orden a los órganos y el resultado es el apetito o la falta de este. Cabe destacar que, es recomendable acudir a un profesional para evaluar el caso particularmente y entregar las mejores formas para abordarlo. Recomendaciones 1. Evitar las dietas restrictivas y los ayunos, ya que la leptina requiere nutrientes para circular. 2. Hacer ejercicio estimula la leptina 3. Controlar el estrés el cortisol puede provocar el consumo de alimentos más calóricos reduciendo la producción de leptina. 4. Dormir lo necesario no mantener las horas de sueño suficientes produce estrés y contribuye a comer más. 5. Evitar el alcohol su consumo puede desbalancear el equilibrio entre la leptina y la grelina.
El creciente fenómeno de la obesidad infantil en Chile ha alcanzado niveles alarmantes, según un reportaje reciente publicado por La Tercera. El artículo destaca que los niños chilenos lideran los índices de obesidad en Latinoamérica, con tasas preocupantes que superan el 20% en niñas y el 30% en niños situándose como la más alta en Latinoamérica. Los efectos a largo plazo de la obesidad infantil son graves e incluyen enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Además, puede provocar complicaciones como esteatosis hepática y problemas osteoarticulares, afectando la calidad de vida y aumentando la vulnerabilidad a enfermedades crónicas en la edad adulta. El papel de los adultos es crucial para abordar este problema. Los hábitos alimenticios y conductas de salud de los niños están influenciados directamente por los adultos a su alrededor. Por lo tanto, es fundamental promover hábitos saludables desde una edad temprana y fomentar un entorno propicio para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. Entre las recomendaciones para combatir la obesidad infantil se encuentran promover el consumo de lácteos ricos en nutrientes esenciales para el crecimiento, crear conciencia sobre hábitos saludables entre padres e hijos, implementar políticas públicas que fomenten la vida al aire libre y limitar el uso excesivo de pantallas. Estas recomendaciones apuntan a abordar los factores de estilo de vida que contribuyen a la obesidad infantil, promoviendo hábitos saludables desde una edad temprana y fomentando un entorno propicio para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. Se considera fundamental la presencia de nutricionistas en espacios vitales como las escuelas para llevar a cabo intervenciones efectivas con los niños. Dado que los padres a menudo no están conscientes del riesgo y pueden no ser capaces de inculcar hábitos alimentarios y de actividad física saludables, su intervención es clave. “Para hacer intervenciones educativas directas con ellos” enfatiza la nutricionista. Otros factores y recomendaciones son: Priorizar el tiempo de sueño adecuado, con una recomendación de dormir más de 8 horas para reducir el riesgo de obesidad. Educar sobre la calidad y cantidad de alimentos consumidos, destacando la importancia de incluir frutas, verduras, legumbres, pescados y lácteos en la dieta. Desmitificar mitos sobre ciertos alimentos, como los lácteos, y promover su inclusión en una alimentación equilibrada. Enseñar a los niños a cocinar y hacerlos parte del proceso de preparación de alimentos, fomentando el consumo de comida casera y saludable. Limitar el tiempo de pantalla durante las comidas, promoviendo el compartir en familia y actividades al aire libre tanto en interiores como en exteriores. Utilizar las pantallas de manera positiva, aprovechando su potencial educativo cuando sea necesario.