A muchas nos ha pasado, y sí, puede ser suficiente para odiar ese paso esencial del skincare. Pero ojo, no se trata de dejar de usar protector solar. Se trata de encontrar el que cuide tu piel sin hacerte sufrir. ¿Por qué pasa esto? “Es más común de lo que se piensa”, explica la QF. Paula Valenzuela, PhD y Comunicadora Científica de Vichy, quien comenta que el ardor aparece por ciertos ingredientes que contienen algunos fotoprotectores. “Muchos incorporan ingredientes o fragancias que, al entrar en contacto con el contorno de ojos, una zona mucho más delgada y sensible, pueden causar irritación o lagrimeo”. Aunque la tentación sea evitarlos por completo cerca de los ojos, no es buena idea. “El contorno ocular también necesita fotoprotección diaria. La piel del contorno de ojos es la más delgada y sensible de nuestro rostro, y es una de las áreas donde primero aparecen las líneas de expresión, las manchas y hay una mayor resequedad por efecto de la exposición solar. Desde el punto de vista oftalmológico, la QF. Paula Valenzuela, detalla que “cuando los componentes del protector entran en contacto directo con la superficie ocular, alteran la película lagrimal y activan las terminaciones nerviosas, generando esa sensación de quemazón inmediata. Es una reacción normal, pero evitable si se utilizan fórmulas resistentes, de alta tolerabilidady adecuadas para piel sensible”. La nueva generación de fotoprotectores “eye-friendly” La buena noticia es que hoy existen protectores solares que no hacen llorar los ojos ni arruinan el maquillaje. “La industria dermocosmética ha avanzado mucho, y hoy hay fórmulas testadas dermatológica y oftalmológicamente, diseñadas específicamente para evitar la irritación ocular”, comenta la QF. Paula Valenzuela. Uno de ellos es la línea de fotoprotección Capital Soleil UV AGE Daily de Vichy, creada pensando justamente en esas pieles (y ojos) que reaccionan con facilidad. Su fórmula, que ha sido diseñada para ofrecer una tolerancia óptima tanto para el rostro como para la delicada zona del contorno de ojos, combina una protección muy alta frente a los rayos UVB y UVA (FPS 50+ y PA++++) potenciada por la tecnología NETLOCK, un sistema UV multi-patentado que forma una película ultrafina sobre la piel, resistente al agua, al calor y al sudor. “Esto permite que el producto permanezca en su lugar, sin desplazarse hacia los ojos, incluso cuando hace calor o transpiramos. Así, se mantiene la eficacia del filtro solar y se evita el ardor ocular”, detalla la especialista. Además, su fórmula ha sido rigurosamente testeada en pieles sensibles bajo control dermatológico y oftalmológico. En otras palabras, la fórmula de Capital Soleil UV-AGE Daily protege de manera óptima frente a la radiación UVB Y UVA no irrita y se mantiene firme todo el día en el rostro. Ideal para quienes quieren cuidar su piel sin tener que elegir entre salud y comodidad. Proteger la piel del sol no tiene por qué doler ni hacerte lagrimear. Se trata de encontrar un protector que te acomode, que puedas usar todos los días y que se sienta bien en tu piel. Porque al final, el mejor fotoprotector es el que usas sin miedo a llorar (ni a que se corra el maquillaje).
La FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, ha aprobado el uso de unas gotas oftálmicas a base de aceclidina de la compañía farmacéutica Lenz, para tratar la presbicia, la pérdida de visión de cerca asociada a la edad. Se trata de un compuesto que se utilizaba en Europa desde los años 70 para tratar el glaucoma y que funciona contrayendo suavemente el iris del ojo, lo que produce un efecto de miopización, es decir, que ayuda a enfocar con mayor nitidez los objetos cercanos. “Es un compuesto que afecta selectivamente a la pupila, contrae su diámetro y aumenta la profundidad del foco, lo que puede servir para mejorar la visión de cerca de muchísimas personas que, con 40-45 años, han comenzado a tener problemas de presbicia”, explica Jesús Téllez Vázquez, oftalmólogo especialista en glaucoma del Hospital de Sant Pau y del Centro Oftalmológico Barraquer. Apunta que, según el laboratorio que comercializa este fármaco, tiene la ventaja de que contrae solo la pupila sin afectar al músculo ciliar (las fibras que permiten adaptar la visión), lo que aumenta su tolerancia y reduce sus efectos adversos respecto a otros medicamentos que se habían probado para este mismo fin. “Se aplica una vez al día y su efecto dura unas diez horas, y parece que desaparece o disminuye la cefalea y el dolor de cejas que producían otros fármacos que contraen la pupila, y se reduce bastante el riesgo de desprendimiento de retina”, detalla Téllez. Pero subraya que la FDA ha aprobado estas gotas para la presbicia basándose en un único ensayo clínico de calidad, “por lo que habrá que estar pendiente a la experiencia postcomercialización”, es decir, a la evolución de quienes comiencen a usarlo. Y advierte que estas gotas funcionan como cuando en una cámara fotográfica se cierra el diafragma, de modo que por la noche o en ambientes con poca luz se pueden tener problemas de visión lejana y dificultades para desarrollar ciertas actividades, como conducir. En este sentido, la presidenta de la Societat Catalana de Oftalmologia, Maria Isabel Canut, asegura que este tratamiento no constituye ninguna revolución para abordar la presbicia ni va a evitar que quienes pierden visión dejen de usar gafas de forma generalizada. “Es un tratamiento impreciso y transitorio, porque el efecto lo consigues 30 minutos después de ponerte las gotas y puede durar diez horas, pero es muy dependiente de las condiciones de luz y el efecto disminuye (y la calidad de tu visión también) a medida que pasan las horas”, explica la doctora Canut. Por ello cree que, más que evitar el uso de gafas para vista cansada, estas gotas supondrán una alternativa de uso ocasional para quienes tienen presbicias iniciales (de una dioptría o dioptría y media) y ningún otro defecto refractivo. “Si un día quieren ir sin gafas pueden tener esa opción, pero sabiendo que si luego están en un ambiente con poca luz o han de conducir por la noche pueden tener dificultades de visión”, coinciden Téllez y Canut. Los laboratorios que fabrican las gotas aprobadas por la FDA, conocidas como VIZZ, tienen previsto comenzar a comercializarlas en Estados Unidos de forma generalizada en el cuarto trimestre de este año. Para venderla en Europa debería solicitar la autorización de la EMA, la Agencia Europa del Medicamento, que tiene aprobada la aceclidina pero para tratar la hipertensión ocular y el glaucoma.
A muchas nos ha pasado, y sí, puede ser suficiente para odiar ese paso esencial del skincare. Pero ojo, no se trata de dejar de usar protector solar. Se trata de encontrar el que cuide tu piel sin hacerte sufrir. ¿Por qué pasa esto? “Es más común de lo que se piensa”, explica la QF. Paula Valenzuela, PhD y Comunicadora Científica de Vichy, quien comenta que el ardor aparece por ciertos ingredientes que contienen algunos fotoprotectores. “Muchos incorporan ingredientes o fragancias que, al entrar en contacto con el contorno de ojos, una zona mucho más delgada y sensible, pueden causar irritación o lagrimeo”. Aunque la tentación sea evitarlos por completo cerca de los ojos, no es buena idea. “El contorno ocular también necesita fotoprotección diaria. La piel del contorno de ojos es la más delgada y sensible de nuestro rostro, y es una de las áreas donde primero aparecen las líneas de expresión, las manchas y hay una mayor resequedad por efecto de la exposición solar. Desde el punto de vista oftalmológico, la QF. Paula Valenzuela, detalla que “cuando los componentes del protector entran en contacto directo con la superficie ocular, alteran la película lagrimal y activan las terminaciones nerviosas, generando esa sensación de quemazón inmediata. Es una reacción normal, pero evitable si se utilizan fórmulas resistentes, de alta tolerabilidady adecuadas para piel sensible”. La nueva generación de fotoprotectores “eye-friendly” La buena noticia es que hoy existen protectores solares que no hacen llorar los ojos ni arruinan el maquillaje. “La industria dermocosmética ha avanzado mucho, y hoy hay fórmulas testadas dermatológica y oftalmológicamente, diseñadas específicamente para evitar la irritación ocular”, comenta la QF. Paula Valenzuela. Uno de ellos es la línea de fotoprotección Capital Soleil UV AGE Daily de Vichy, creada pensando justamente en esas pieles (y ojos) que reaccionan con facilidad. Su fórmula, que ha sido diseñada para ofrecer una tolerancia óptima tanto para el rostro como para la delicada zona del contorno de ojos, combina una protección muy alta frente a los rayos UVB y UVA (FPS 50+ y PA++++) potenciada por la tecnología NETLOCK, un sistema UV multi-patentado que forma una película ultrafina sobre la piel, resistente al agua, al calor y al sudor. “Esto permite que el producto permanezca en su lugar, sin desplazarse hacia los ojos, incluso cuando hace calor o transpiramos. Así, se mantiene la eficacia del filtro solar y se evita el ardor ocular”, detalla la especialista. Además, su fórmula ha sido rigurosamente testeada en pieles sensibles bajo control dermatológico y oftalmológico. En otras palabras, la fórmula de Capital Soleil UV-AGE Daily protege de manera óptima frente a la radiación UVB Y UVA no irrita y se mantiene firme todo el día en el rostro. Ideal para quienes quieren cuidar su piel sin tener que elegir entre salud y comodidad. Proteger la piel del sol no tiene por qué doler ni hacerte lagrimear. Se trata de encontrar un protector que te acomode, que puedas usar todos los días y que se sienta bien en tu piel. Porque al final, el mejor fotoprotector es el que usas sin miedo a llorar (ni a que se corra el maquillaje).
La FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, ha aprobado el uso de unas gotas oftálmicas a base de aceclidina de la compañía farmacéutica Lenz, para tratar la presbicia, la pérdida de visión de cerca asociada a la edad. Se trata de un compuesto que se utilizaba en Europa desde los años 70 para tratar el glaucoma y que funciona contrayendo suavemente el iris del ojo, lo que produce un efecto de miopización, es decir, que ayuda a enfocar con mayor nitidez los objetos cercanos. “Es un compuesto que afecta selectivamente a la pupila, contrae su diámetro y aumenta la profundidad del foco, lo que puede servir para mejorar la visión de cerca de muchísimas personas que, con 40-45 años, han comenzado a tener problemas de presbicia”, explica Jesús Téllez Vázquez, oftalmólogo especialista en glaucoma del Hospital de Sant Pau y del Centro Oftalmológico Barraquer. Apunta que, según el laboratorio que comercializa este fármaco, tiene la ventaja de que contrae solo la pupila sin afectar al músculo ciliar (las fibras que permiten adaptar la visión), lo que aumenta su tolerancia y reduce sus efectos adversos respecto a otros medicamentos que se habían probado para este mismo fin. “Se aplica una vez al día y su efecto dura unas diez horas, y parece que desaparece o disminuye la cefalea y el dolor de cejas que producían otros fármacos que contraen la pupila, y se reduce bastante el riesgo de desprendimiento de retina”, detalla Téllez. Pero subraya que la FDA ha aprobado estas gotas para la presbicia basándose en un único ensayo clínico de calidad, “por lo que habrá que estar pendiente a la experiencia postcomercialización”, es decir, a la evolución de quienes comiencen a usarlo. Y advierte que estas gotas funcionan como cuando en una cámara fotográfica se cierra el diafragma, de modo que por la noche o en ambientes con poca luz se pueden tener problemas de visión lejana y dificultades para desarrollar ciertas actividades, como conducir. En este sentido, la presidenta de la Societat Catalana de Oftalmologia, Maria Isabel Canut, asegura que este tratamiento no constituye ninguna revolución para abordar la presbicia ni va a evitar que quienes pierden visión dejen de usar gafas de forma generalizada. “Es un tratamiento impreciso y transitorio, porque el efecto lo consigues 30 minutos después de ponerte las gotas y puede durar diez horas, pero es muy dependiente de las condiciones de luz y el efecto disminuye (y la calidad de tu visión también) a medida que pasan las horas”, explica la doctora Canut. Por ello cree que, más que evitar el uso de gafas para vista cansada, estas gotas supondrán una alternativa de uso ocasional para quienes tienen presbicias iniciales (de una dioptría o dioptría y media) y ningún otro defecto refractivo. “Si un día quieren ir sin gafas pueden tener esa opción, pero sabiendo que si luego están en un ambiente con poca luz o han de conducir por la noche pueden tener dificultades de visión”, coinciden Téllez y Canut. Los laboratorios que fabrican las gotas aprobadas por la FDA, conocidas como VIZZ, tienen previsto comenzar a comercializarlas en Estados Unidos de forma generalizada en el cuarto trimestre de este año. Para venderla en Europa debería solicitar la autorización de la EMA, la Agencia Europa del Medicamento, que tiene aprobada la aceclidina pero para tratar la hipertensión ocular y el glaucoma.