Como ya bien sabemos, el nombre de nuestro planeta es Tierra; planeta Tierra. Y aunque el hombre tenga miles de años vagando por el planeta, conocemos muy poco o menos de lo que deberíamos. De acuerdo con la revista científica de National Geographic en Español, <<los nombres de los planetas pertenecieron, hace miles de años, a los dioses más poderosos del panteón sagrado en Grecia. Sin embargo, la misma revista asegura que estos nombres fueron cambiados más tarde por el Imperio Romano, y que <<diversas formaciones estelares, satélites e incluso galaxias enteras son identificados a partir de los mitos de cosmología grecolatina. Ahora bien, ¿a qué dios griego o romano hace referencia el nombre de Planeta Tierra? ¿Te suena similar a alguno? Pues en esta ocasión, nuestro planeta tiene nombre con origen en el griego. La Universidad Complutense de Madrid menciona que Gea era una divinidad primitiva crónica griega, madre de toda la creación. Así como también, Gea era símbolo de la fecundidad. Se habla de que los romanos emplearon un equivalente a Gea en la mitología, mismo que fue Terra. Por otra parte, Terra proviene del latín, que tiene un significado de ‘parte seca’ considerando que el planeta Tierra, si bien tiene, en su mayoría, agua, también tiene superficie terrestre. Así que ahora ya lo sabes, el nombre de la Tierra tiene que ver con la diosa Gea y con el significado de la palabra ‘ Terra ’ en latín. El tercer planeta del sistema solar y, hasta donde se sabe, el único habitable. Abundante en oxígeno y compuesto por minerales altamente importantes, la Tierra ha sido el hogar de los humanos por miles de años, así como de cualquier antepasado o animal prehistórico. Como ya bien se sabe, la Tierra fue formada por una fuerte colisión, en la cual las rocas empezaron a fusionarse entre sí y hacia nuestro planeta. Y se cree que fue formada hace 4.6 millones de años. Sabemos la importancia que el planeta Tierra tiene, dado que aquí es donde vivimos, y, por tanto, debemos hacer lo posible por cuidar de este. Sin embargo, en los últimos tiempos ha incrementado el problema del calentamiento global. El calentamiento global es consecuencia de la cantidad exorbitante de los gases liberados por la quema de combustibles, y más actividades que realiza el ser humano. Y, las Naciones Unidas revelan que el calentamiento global trae consigo temperaturas altamente elevadas, sequías, precipitaciones fuera de control, pérdida de especies o provocar el peligro de extinción, el calentamiento del océano y subida de nivel, problemas en la salud de todos los que habitamos la Tierra, entre muchas otras consecuencias más que alteran la vida en la Tierra.
Circula en las redes sociales una cadena de texto alarmante sobre el supuesto fenómeno del Aphelion que afirma que la Tierra estará alejada del Sol, lo que provocará un clima más frío y afectará la salud con síntomas como gripe, tos y dificultad para respirar. Además, se recomienda protegerse bebiendo vitaminas o suplementos. Sin embargo, es importante desmentir esta información ya que se trata de una falsa alarma. La temperatura de la Tierra no está determinada por su distancia al Sol, sino por la inclinación con la que los rayos solares impactan en el planeta. Es importante aclarar que cuando se produce el afelio (en julio), la Tierra no se aleja tanto del Sol como para enfriar el clima. El afelio: la máxima distancia entre la Tierra y el Sol Según un artículo divulgativo de la NASA, el afelio es el punto en la órbita de un planeta donde se encuentra a la mayor distancia del So l. En el caso de la Tierra, este fenómeno tiene lugar en el mes de julio. A pesar de que esta diferencia representa más de tres millones de millas (casi cinco millones de kilómetros), en términos astronómicos no es significativa si se compara con la distancia total. La agencia espacial estadounidense explica que durante el afelio, la distancia entre nuestro planeta y su estrella alcanza unos 152 millones de kilómetros (o alrededor de 95 millones de millas). Por otro lado, en su posición más cercana al Sol, conocida como perihelio, la Tierra se sitúa a unos 147 millones (o aproximadamente 91 millones) de millas. Esto supone un aumento del 3% en la distancia desde el perihelio hasta el afelio. La clave no es esta distancia sino la diferente inclinación: cuando los rayos inciden de forma directa tiene lugar el verano y cuando inciden de forma indirecta llega el invierno, apunta el organismo científico estadounidense en esta infografía.
La vida no sería como la conocemos en nuestro planeta sin el campo magnético terrestre. De hecho, en los orígenes de la biosfera, las alteraciones más mínimas en este escudo natural causaron desastres ecológicos que arrasaron con los organismos existentes hace 42 millones de años, según un estudio publicado en Science. Hoy que el campo magnético está estable, diversas formas de vida proliferan en la Tierra. Pero, ¿qué es exactamente este recubrimiento magnético? Y lo que es más: ¿para qué sirve exactamente? El campo magnético terrestre puede entenderse como una coraza natural, que nos protege contra los impactos masivos de energía y radiación venidos del Sol. No sólo eso: nos aísla por completo de la radiación que emiten las galaxias, otras estrellas y demás cuerpos celestes que existen en el Universo. Visto así, el interior de la Tierra es como un imán gigantesco con dos polos: el norte y el sur. Este magneto terrestre se alinea casi perfectamente con el eje de nuestro planeta, y extiende su influencia alrededor de todo el globo. Gracias a este escudo, la vida como la conocemos actualmente es posible. Para que el campo magnético terrestre exista, se deben de cumplir estas condiciones: El planeta debe de girar lo suficientemente rápido. El interior de la Tierra debe de tener un medio fluido, que conduzca electricidad. El núcleo debe tener una fuente interna de energía, que propulse corrientes de convección en el interior líquido. El campo magnético de la Tierra es invisible. De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú, este se extiende desde el centro de la Tierra hasta más allá de nuestra atmósfera. Por lo tanto, se ubica justo en los límites donde se encuentra con el viento solar. Más allá de la Tierra, la vida humana sí corre peligro de consecuencias vitalicias por la radiación universal. Por ello, algunos astronautas han regresado del espacio con severas afectaciones a su salud. De la misma manera, las tormentas geomagnéticas puedan generar desastres sobre flotillas de satélites. Sin embargo, quienes estamos en la superficie terrestre no tenemos de qué preocuparnos: el campo magnético de la Tierra está ahí para protegernos de estas llamaradas cósmicas.
Como ya bien sabemos, el nombre de nuestro planeta es Tierra; planeta Tierra. Y aunque el hombre tenga miles de años vagando por el planeta, conocemos muy poco o menos de lo que deberíamos. De acuerdo con la revista científica de National Geographic en Español, <<los nombres de los planetas pertenecieron, hace miles de años, a los dioses más poderosos del panteón sagrado en Grecia. Sin embargo, la misma revista asegura que estos nombres fueron cambiados más tarde por el Imperio Romano, y que <<diversas formaciones estelares, satélites e incluso galaxias enteras son identificados a partir de los mitos de cosmología grecolatina. Ahora bien, ¿a qué dios griego o romano hace referencia el nombre de Planeta Tierra? ¿Te suena similar a alguno? Pues en esta ocasión, nuestro planeta tiene nombre con origen en el griego. La Universidad Complutense de Madrid menciona que Gea era una divinidad primitiva crónica griega, madre de toda la creación. Así como también, Gea era símbolo de la fecundidad. Se habla de que los romanos emplearon un equivalente a Gea en la mitología, mismo que fue Terra. Por otra parte, Terra proviene del latín, que tiene un significado de ‘parte seca’ considerando que el planeta Tierra, si bien tiene, en su mayoría, agua, también tiene superficie terrestre. Así que ahora ya lo sabes, el nombre de la Tierra tiene que ver con la diosa Gea y con el significado de la palabra ‘ Terra ’ en latín. El tercer planeta del sistema solar y, hasta donde se sabe, el único habitable. Abundante en oxígeno y compuesto por minerales altamente importantes, la Tierra ha sido el hogar de los humanos por miles de años, así como de cualquier antepasado o animal prehistórico. Como ya bien se sabe, la Tierra fue formada por una fuerte colisión, en la cual las rocas empezaron a fusionarse entre sí y hacia nuestro planeta. Y se cree que fue formada hace 4.6 millones de años. Sabemos la importancia que el planeta Tierra tiene, dado que aquí es donde vivimos, y, por tanto, debemos hacer lo posible por cuidar de este. Sin embargo, en los últimos tiempos ha incrementado el problema del calentamiento global. El calentamiento global es consecuencia de la cantidad exorbitante de los gases liberados por la quema de combustibles, y más actividades que realiza el ser humano. Y, las Naciones Unidas revelan que el calentamiento global trae consigo temperaturas altamente elevadas, sequías, precipitaciones fuera de control, pérdida de especies o provocar el peligro de extinción, el calentamiento del océano y subida de nivel, problemas en la salud de todos los que habitamos la Tierra, entre muchas otras consecuencias más que alteran la vida en la Tierra.
Circula en las redes sociales una cadena de texto alarmante sobre el supuesto fenómeno del Aphelion que afirma que la Tierra estará alejada del Sol, lo que provocará un clima más frío y afectará la salud con síntomas como gripe, tos y dificultad para respirar. Además, se recomienda protegerse bebiendo vitaminas o suplementos. Sin embargo, es importante desmentir esta información ya que se trata de una falsa alarma. La temperatura de la Tierra no está determinada por su distancia al Sol, sino por la inclinación con la que los rayos solares impactan en el planeta. Es importante aclarar que cuando se produce el afelio (en julio), la Tierra no se aleja tanto del Sol como para enfriar el clima. El afelio: la máxima distancia entre la Tierra y el Sol Según un artículo divulgativo de la NASA, el afelio es el punto en la órbita de un planeta donde se encuentra a la mayor distancia del So l. En el caso de la Tierra, este fenómeno tiene lugar en el mes de julio. A pesar de que esta diferencia representa más de tres millones de millas (casi cinco millones de kilómetros), en términos astronómicos no es significativa si se compara con la distancia total. La agencia espacial estadounidense explica que durante el afelio, la distancia entre nuestro planeta y su estrella alcanza unos 152 millones de kilómetros (o alrededor de 95 millones de millas). Por otro lado, en su posición más cercana al Sol, conocida como perihelio, la Tierra se sitúa a unos 147 millones (o aproximadamente 91 millones) de millas. Esto supone un aumento del 3% en la distancia desde el perihelio hasta el afelio. La clave no es esta distancia sino la diferente inclinación: cuando los rayos inciden de forma directa tiene lugar el verano y cuando inciden de forma indirecta llega el invierno, apunta el organismo científico estadounidense en esta infografía.
La vida no sería como la conocemos en nuestro planeta sin el campo magnético terrestre. De hecho, en los orígenes de la biosfera, las alteraciones más mínimas en este escudo natural causaron desastres ecológicos que arrasaron con los organismos existentes hace 42 millones de años, según un estudio publicado en Science. Hoy que el campo magnético está estable, diversas formas de vida proliferan en la Tierra. Pero, ¿qué es exactamente este recubrimiento magnético? Y lo que es más: ¿para qué sirve exactamente? El campo magnético terrestre puede entenderse como una coraza natural, que nos protege contra los impactos masivos de energía y radiación venidos del Sol. No sólo eso: nos aísla por completo de la radiación que emiten las galaxias, otras estrellas y demás cuerpos celestes que existen en el Universo. Visto así, el interior de la Tierra es como un imán gigantesco con dos polos: el norte y el sur. Este magneto terrestre se alinea casi perfectamente con el eje de nuestro planeta, y extiende su influencia alrededor de todo el globo. Gracias a este escudo, la vida como la conocemos actualmente es posible. Para que el campo magnético terrestre exista, se deben de cumplir estas condiciones: El planeta debe de girar lo suficientemente rápido. El interior de la Tierra debe de tener un medio fluido, que conduzca electricidad. El núcleo debe tener una fuente interna de energía, que propulse corrientes de convección en el interior líquido. El campo magnético de la Tierra es invisible. De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú, este se extiende desde el centro de la Tierra hasta más allá de nuestra atmósfera. Por lo tanto, se ubica justo en los límites donde se encuentra con el viento solar. Más allá de la Tierra, la vida humana sí corre peligro de consecuencias vitalicias por la radiación universal. Por ello, algunos astronautas han regresado del espacio con severas afectaciones a su salud. De la misma manera, las tormentas geomagnéticas puedan generar desastres sobre flotillas de satélites. Sin embargo, quienes estamos en la superficie terrestre no tenemos de qué preocuparnos: el campo magnético de la Tierra está ahí para protegernos de estas llamaradas cósmicas.