Sí, es verdad... así como lo leyó. Y es que en la Generación Alfa, Z y parte de la Millennials se ha vuelto cada vez más común la industria de los llamados influencers o creadores de contenido. Sin ir más lejos, en nuestro país existen por montones y dedicados a nichos de distintos rubros. PUBLICIDAD Ahora esto será una profesión ¿puede creerlo? Esto ya es posible gracias a que la Universidad Tecnológica del Sudeste de Irlanda (SETU) instauró una carrera titulada como Creación De Contenidos Y Redes Sociales , algo que se imparte desde septiembre de este 2024. Esta malla, que tiene por finalidad la profesionalización de la influencia por internet, tiene una duración de cuatro años y está enfocada en jóvenes creadores de contenidos que buscan generar ingresos mediante el uso de las distintas redes sociales como lo son Facebook, Instagram o TikTok. Siguiendo esta misma línea, la doctora por la Universidad de Sheffield (Inglaterra), docente en medios de comunicación y directora de la carrera, Irene McCormick –quien también es exproductora de TV– arrancó en el verano local con un curso dirigido a tiktokers con unos limitados 30 cupos, no obstante, atrajo a 350 interesados. Por consecuencia, la que fue integrante de la producción de ITV Granada entre 1991 y 1996, decidió llevar esto a cabo mediante una profesión. A través de su portal web se señala que “los expertos nos dicen que el mercado mundial de influencers vale actualmente alrededor de 21 mil millones de dólares”. De esta manera, la carrera cuenta con ramos sobre el uso de cámaras y micrófonos, análisis de datos, podcasting, la realización de guiones, periodismo, psicología y acerca de la marca personal al momento de crear contenido. Sumado a esto, desde la SETU detallan que esta formación es “para que se transforme de un hobby a una carrera”.
Un análisis relacionado con el mercado laboral reveló que 7 de cada 10 trabajadores no trabaja de lo que soñó en su niñez o adolescencia. Además, el 84% de los talentos cambiaría su actual ocupación por la soñada si tuviera la oportunidad y los niños, actualmente, aspiran con carreras no convencionales, como influencer. ¿Trabajas en lo que soñabas? El estudio “¿Trabajas en lo que soñabas?” elaborado por Laborum, arrojó que el 75% de las personas trabajadoras en el país no ejerce la profesión que soñaba en su niñez o adolescencia. En el análisis participaron 3.823 personas trabajadoras de Chile, Argentina, Ecuador, Panamá y Perú. Con este porcentaje, Chile se posiciona como el segundo país de la región con el mayor porcentaje de talentos que no se desempeñan en lo que alguna vez desearon. En el resto de la región la tendencia se repite: Argentina encabeza la lista con 76% y le siguen Panamá (75%), Ecuador (69%) y Perú (62%). Respecto de si a los talentos les provoca frustración no poder trabajar en lo que soñaban, en Chile el 55% de las personas trabajadoras expresa sentirse frustrada por no haber alcanzado sus sueños laborales. Por otro lado, “el 36% señala que no se siente frustrado, ya que sus intereses cambiaron con el tiempo y ahora le atraen otras profesiones; y el 9% restante no experimenta frustración porque considera que su sueño original era demasiado difícil de lograr”, indicó Laborum. ¿Insatisfacción laboral? En este contexto, el 84% de los talentos cambiaría su actual ocupación por la que soñaba en su niñez si tuviera la oportunidad; mientras que el 16% prefiere mantener su situación actual. Diego Tala, director comercial de Laborum, comentó que el 75% de los talentos chilenos no ejerce la profesión que soñaba en su niñez, lo que representa un retroceso de 6 puntos respecto de la edición anterior del estudio. “Puede observarse por los datos recabados en el estudio que estos sueños no cumplidos se relacionan con la insatisfacción laboral. El 76% no está conforme con su empleo actual y el 37% de las personas siente frustración por no ejercer en lo que estudió o soñó”, sostuvo. 76% de trabajadores no están conformes con su empleo actual Desde Laborum añadieron que uno de los puntos claves en esta investigación fue el nivel de satisfacción con el trabajo actual por parte de los talentos. El 76% de las personas trabajadoras afirman no sentirse satisfechas con su trabajo actual, cifra que escaló desde el 57% que registró en la versión anterior del estudio, en 2021. Además, el estudio indaga en diversas aristas de los anhelos laborales según el género con el que se identifican las personas trabajadoras. Futbolistas e ingenieros Entre quienes se identifican como mujeres, el 13% soñaba en su niñez con convertirse en médico; el 12% con ser ingeniera; el 11% deseaba convertirse en profesora; otro 11% quería ser veterinaria; y el 9% aspiraba a ser diseñadora. ¿Y a qué se dedican ahora? El 31% trabaja como ingeniera, el 24% como vendedora y el 13% se desempeña como profesora. Entre quienes se identifican como hombres, el 26% soñaba con ser ingeniero; el 13% con convertirse en futbolista y el 9% deseaba ser arquitecto. Actualmente ¿a qué se dedican? El 34% trabaja como ingeniero; el 24% como vendedor y el 12% se dedica a ser cajero. Entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, un 13% soñaba ejercer la ingeniería y otro 13% la medicina; un 10% ansiaba incursionar en el mundo de la actuación, otro 10% de la escritura, otro 10% con la arquitectura y un último 10% quería ser astronauta. Actualmente, ¿cuáles son sus profesiones? Un 23% trabaja en ventas, otro 23% en caja, el 19% ejerce la ingeniería y el 10% se desarrolla en educación. La mitad de los talentos estudió algo relacionado a lo que soñaba En Chile, el 50% de los talentos estudió algo relacionado con lo que soñaba en su niñez; mientras que el otro 50% no lo hizo. Además, el 53% trabaja en un área relacionada con su formación. Entre quienes no trabajan de algo relacionado con lo que estudiaron, el 37% siente frustración por no ejercer en lo que estudió o soñó; el 24% experimenta agradecimiento por tener empleo, aunque no sea en su área de formación o profesión soñada; y el 16% se muestra con esperanza y desarrolla su trabajo actual con la idea de explorar nuevas áreas y ampliar sus horizontes profesionales. En tanto, otro 16% se reconoce con insatisfacción y trata de enfocarse en cómo el trabajo actual puede aportar a su desarrollo profesional. Ser influencer La mayoría de los talentos chilenos cree que los niños o adolescentes de hoy sueñan con desempeñarse en carreras no convencionales como influencer (44%) o Youtuber (13%).
En los últimos años ha aumentado considerablemente la cantidad y variedad de redes sociales y con ellas los filtros que hacen que podamos retocar cualquier foto. Quitar a personas del paisaje, poner el mar más azul y por supuesto modificar nuestra cara y nuestro cuerpo añadiendo estrellitas y luces o bien eliminando o modificando alguna parte que nos gusta menos. Están a la orden del día los filtros que embellecen aumentando el tamaño de los ojos, alargando las pestañas, afinando la nariz, creando labios y pómulos prominentes, etc. En cuanto al cuerpo, también los filtros pueden conseguir una apariencia de un cuerpo normativamente perfecto, alargando piernas, afinando la cintura, aumentando el bronceado o cambiando tamaño de los músculos en función de nuestros gustos. Cada vez en más entrevistas, los cirujanos plásticos afirman que se ha dado un aumento de peticiones solicitando parecerse a las propias fotos de las personas con los filtros. Tanto es así, que un cirujano de Reino Unido, acuñó el término Dismorfia de snapchat precisamente para referirse a esta tendencia y posible patología causada por la influencia de los filtros en las fotos del propio cuerpo. Obsesión por supuestos defectos corporales Parece inevitable compararse con el yo ideal retocado con filtros, que persiguen una simetría perfecta y unas facciones poco ajustadas con la realidad. Al realizar la comparación, hay personas que tienden a obsesionarse con esa parte de su cuerpo o cara que no les gusta, generando complejos que quizá antes no existían y pudiendo incluso llegar a padecer un trastorno dismórfico corporal, caracterizado por una preocupación notable por al menos un defecto aparente que está causando malestar. Además, existe la probabilidad de sufrir otras consecuencias psicológicas como disminución del estado de ánimo, baja autoestima, reducción de la actividad, inapetencia por realizar actividades o aislamiento al no querer relacionarte con personas en la vida real. Estos síntomas podrían derivar en trastornos más graves como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la ansiedad, trastornos alimentarios o depresión. Los adolescentes, población más vulnerable Los/las adolescentes son la población más vulnerable a este tipo de consecuencias, debido a que son los que más usan las redes sociales y además están en proceso de formación de identidad, la cual está influida por el contexto social y el entorno. Dentro de esta construcción de la identidad encontramos la construcción de la imagen corporal, que se entiende como “La representación del cuerpo que cada persona construye en su mente y la vivencia que tiene del propio cuerpo”. En la adolescencia, además, se suelen tener criterios idealizados sobre el atractivo y la belleza física, y las relaciones interpersonales están especialmente guiadas por estos conceptos. Cuentan con la llamada “audiencia imaginaria” con una sensación de que la gente les mira y se fijan en ellos/as. Esto potencia la importancia que le dan a su imagen en las redes sociales y con ello la aceptación y aprobación percibida a través de los likes y los comentarios y elogios recibidos en esa foto. Esto puede determinar directamente su estado de ánimo y llevar a cuestionar su valía y autoconcepto con el peligro que ello conlleva. Si esta imagen corporal, está influida por el contexto social, en la era de la tecnología que el acceso a los prototipos y cánones de belleza es mucho más rápido y sencillo, esta influencia genera un poder aún mayor. La discrepancia entre el cuerpo que poseemos y el ideal que se muestra en la sociedad sientan las bases para la insatisfacción corporal. Las personas se pueden acostumbrar a mostrar una imagen de ellas mismas que no corresponde con la realidad, tapando esas partes de su cuerpo que para ellas suponen un defecto o modificando las que les acomplejan. El problema viene, cuando se tienen que enfrentar a su verdadera imagen mirándose al espejo o saliendo a la calle y relacionándose con el mundo. Mujeres y baja autoestima Se ha comprobado que la insatisfacción provocada por esta discrepancia entre el ideal físico promovido por las redes sociales o la cultura en la que vivimos y la propia imagen corporal afecta más a la población femenina. Las personas con baja autoestima tienden a socializar más a través de las redes sociales y a medida que lo hacen su aislamiento a nivel social también tiende a aumentar, entrando en un círculo de dependencia y generando menos vínculos afectivos. Es importante resaltar que poco a poco se va tomando conciencia de los peligros de los filtros y de cómo su uso puede afectar psicológicamente a las personas, dañando la autoestima y por tanto la salud mental. De hecho, algunas marcas se niegan a promocionar sus productos si estos van asociados al uso de filtros y retoques e incluso la red social Instagram planteó eliminar los filtros que marquen un estándar de belleza, aunque estas medidas y regulación todavía no están vigentes en todos los países.
Se calcula que anualmente se producen más de 700.000 muertes por suicidio en todo el mundo, y Chile es uno de los países con más casos en Latinoamérica. Si bien los más afectadas son los adultos mayores y los escolares, “ No hay una edad específica en la cual se deba comenzar a hablar sobre el tema; cada niño/a según su etapa del ciclo vital va comprendiendo y conociendo las realidades del mundo según su punto de vista y posibilidades ”, explica Carolina Marfán, psicóloga de la red de colegios Cognita, que cuenta con 17 establecimientos en nuestro país. Por esto, si las familias encuentran la oportunidad conversar sobre esta temática tan difícil, deben hacerlo, dice la especialista. “Escuchando e indagando primeramente qué es lo que sus hijo/as saben sobre el tema y transmitiéndoles la confianza y apertura de que, si en algún momento tienen sentimientos o pensamientos de este estilo, tendrán el apoyo de la familia para poder salir adelante y que cuentan con sus padres”. En ese sentido, Carolina es enfática en señalar que lo importante es enfocar la prevención del suicidio en la promoción de la salud mental y el bienestar desde el punto de vista educativo y el despliegue de estrategias en el hogar. “Los padres y las familias tienen un rol fundamental en la enseñanza del reconocimiento de emociones, la escucha activa, en entregar tiempos de calidad, en el involucramiento en la vida de sus hijos, por ejemplo, conocer sus experiencias, quiénes son sus amigos, sus sueños, miedos, cómo lo pasa en el colegio, etc., y en promover actividades que generen bienestar como la recreación, deportivas, artísticas, sociales”. Pistas directas e indirectas El intento suicida o el suicidio consumado, no ocurre debido a un hecho en particular, sino que hay situaciones “gatillantes” que lo suscitan. De acuerdo con lo planteado por la especialista Paulina del Río, Fundadora de la Fundación José Ignacio, “mientras más pistas y señales se observen, mayor será el riesgo, todas las señales deben tomarse en serio ”. Entre los “gatillantes” más comunes están la expulsión del colegio, la pérdida de una relación importante, la muerte de un familiar, pareja o amigo, en especial si fue por suicidio, el diagnóstico de enfermedad grave o terminal y el miedo a convertirse en una carga para los demás. Respecto a las señales de alerta, la experta explica que éstas pueden ser directas o indirectas. “ Las primeras son cuando el niño/a dice abiertamente “me voy a matar”, “ojalá estuviera muerto, “si (esto o lo otro) no sucede, me voy a suicidar”. Mientras que, en las segundas, expresan “estoy cansado de la vida, ya no puedo seguir adelante”, “mi familia estaría mejor sin mí”, “igual a nadie le importaría si me muero”, “pronto no se van a tener que preocupar más por mí”. Asimismo, hay que estar atentos a otras pistas personales y de conducta que pueden presentar los escolares, como la depresión, la baja tolerancia a la frustración, el aislamiento, hipersensibilidad, perfeccionismo, autoexigencia, el abuso de drogas y alcohol, el despedirse de personas cercanas o escribirlo en redes sociales, regalar objetos preciados o acumular medicamentos. Además de la presencia de los padres, el cómo lo enfocan los colegios es un tema trascendental, ya sea a través de ferias, charlas, campañas, capacitaciones, y manteniendo protocolos actualizados. “ El trabajo debe hacerse a través de la promoción de factores protectores en salud mental y prevención de factores de riesgo a nivel psicosocial ”, complementa la psicóloga de Cognita.
A través de las redes sociales, Florinda Meza sorprendió al público al revelar que, tras cuatro años fuera del aire y varios problemas con Televisa, los programas de Chespirito volverán a la televisión. En su cuenta oficial de Instagram, la actriz y comediante compartió una fotografía en la que aparece un barril y un corazón rojo, la cual acompañó con un mensaje en el que revelaba que son justo “El chavo del 8″ y “El Chapulín Colorado” los dos personajes que vuelven al aire. “Tesoros: ¡lo logramos! Vuelven los programas. Vamos paso a paso”, escribió. Asimismo, aprovechó para agradecer a los fans por el cariño y el apoyo que ha recibido desde 2020, cuando inició todo el pleito por continuar con el legado de Roberto Gómez Bolaños en la televisión: “Gracias a su amor y a sus peticiones, lo hicimos realidad juntos. Los amo, mi Bonita Vecindad Virtual”. En medio de la pandemia y debido a un conflicto legal entre Televisa, propietaria de los derechos de emisión, y Grupo Chespirito, se anunció que los icónicos personajes del fallecido actor desaparecerían. En ese momento se dijo que Meza era la responsable de la situación, algo que ella misma desmintió: “Se dice que yo me opongo a que los programas de Chespirito sean transmitidos nuevamente. Total y absoluta mentira”, dijo. Desde el próximo 23 de septiembre programas como El Chavo del 8, El Chapulín Colorado y Los Supergenios de la Mesa Cuadrada, entre otros, volverán a ser emitidos -por ahora- sólo en Norteamérica en las plataformas UniMás y ViX. La fecha de estreno de las producciones de Chespirito en Sudamérica y el resto del mundo aún no ha sido anunciada.
Sí, es verdad... así como lo leyó. Y es que en la Generación Alfa, Z y parte de la Millennials se ha vuelto cada vez más común la industria de los llamados influencers o creadores de contenido. Sin ir más lejos, en nuestro país existen por montones y dedicados a nichos de distintos rubros. PUBLICIDAD Ahora esto será una profesión ¿puede creerlo? Esto ya es posible gracias a que la Universidad Tecnológica del Sudeste de Irlanda (SETU) instauró una carrera titulada como Creación De Contenidos Y Redes Sociales , algo que se imparte desde septiembre de este 2024. Esta malla, que tiene por finalidad la profesionalización de la influencia por internet, tiene una duración de cuatro años y está enfocada en jóvenes creadores de contenidos que buscan generar ingresos mediante el uso de las distintas redes sociales como lo son Facebook, Instagram o TikTok. Siguiendo esta misma línea, la doctora por la Universidad de Sheffield (Inglaterra), docente en medios de comunicación y directora de la carrera, Irene McCormick –quien también es exproductora de TV– arrancó en el verano local con un curso dirigido a tiktokers con unos limitados 30 cupos, no obstante, atrajo a 350 interesados. Por consecuencia, la que fue integrante de la producción de ITV Granada entre 1991 y 1996, decidió llevar esto a cabo mediante una profesión. A través de su portal web se señala que “los expertos nos dicen que el mercado mundial de influencers vale actualmente alrededor de 21 mil millones de dólares”. De esta manera, la carrera cuenta con ramos sobre el uso de cámaras y micrófonos, análisis de datos, podcasting, la realización de guiones, periodismo, psicología y acerca de la marca personal al momento de crear contenido. Sumado a esto, desde la SETU detallan que esta formación es “para que se transforme de un hobby a una carrera”.
Un análisis relacionado con el mercado laboral reveló que 7 de cada 10 trabajadores no trabaja de lo que soñó en su niñez o adolescencia. Además, el 84% de los talentos cambiaría su actual ocupación por la soñada si tuviera la oportunidad y los niños, actualmente, aspiran con carreras no convencionales, como influencer. ¿Trabajas en lo que soñabas? El estudio “¿Trabajas en lo que soñabas?” elaborado por Laborum, arrojó que el 75% de las personas trabajadoras en el país no ejerce la profesión que soñaba en su niñez o adolescencia. En el análisis participaron 3.823 personas trabajadoras de Chile, Argentina, Ecuador, Panamá y Perú. Con este porcentaje, Chile se posiciona como el segundo país de la región con el mayor porcentaje de talentos que no se desempeñan en lo que alguna vez desearon. En el resto de la región la tendencia se repite: Argentina encabeza la lista con 76% y le siguen Panamá (75%), Ecuador (69%) y Perú (62%). Respecto de si a los talentos les provoca frustración no poder trabajar en lo que soñaban, en Chile el 55% de las personas trabajadoras expresa sentirse frustrada por no haber alcanzado sus sueños laborales. Por otro lado, “el 36% señala que no se siente frustrado, ya que sus intereses cambiaron con el tiempo y ahora le atraen otras profesiones; y el 9% restante no experimenta frustración porque considera que su sueño original era demasiado difícil de lograr”, indicó Laborum. ¿Insatisfacción laboral? En este contexto, el 84% de los talentos cambiaría su actual ocupación por la que soñaba en su niñez si tuviera la oportunidad; mientras que el 16% prefiere mantener su situación actual. Diego Tala, director comercial de Laborum, comentó que el 75% de los talentos chilenos no ejerce la profesión que soñaba en su niñez, lo que representa un retroceso de 6 puntos respecto de la edición anterior del estudio. “Puede observarse por los datos recabados en el estudio que estos sueños no cumplidos se relacionan con la insatisfacción laboral. El 76% no está conforme con su empleo actual y el 37% de las personas siente frustración por no ejercer en lo que estudió o soñó”, sostuvo. 76% de trabajadores no están conformes con su empleo actual Desde Laborum añadieron que uno de los puntos claves en esta investigación fue el nivel de satisfacción con el trabajo actual por parte de los talentos. El 76% de las personas trabajadoras afirman no sentirse satisfechas con su trabajo actual, cifra que escaló desde el 57% que registró en la versión anterior del estudio, en 2021. Además, el estudio indaga en diversas aristas de los anhelos laborales según el género con el que se identifican las personas trabajadoras. Futbolistas e ingenieros Entre quienes se identifican como mujeres, el 13% soñaba en su niñez con convertirse en médico; el 12% con ser ingeniera; el 11% deseaba convertirse en profesora; otro 11% quería ser veterinaria; y el 9% aspiraba a ser diseñadora. ¿Y a qué se dedican ahora? El 31% trabaja como ingeniera, el 24% como vendedora y el 13% se desempeña como profesora. Entre quienes se identifican como hombres, el 26% soñaba con ser ingeniero; el 13% con convertirse en futbolista y el 9% deseaba ser arquitecto. Actualmente ¿a qué se dedican? El 34% trabaja como ingeniero; el 24% como vendedor y el 12% se dedica a ser cajero. Entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, un 13% soñaba ejercer la ingeniería y otro 13% la medicina; un 10% ansiaba incursionar en el mundo de la actuación, otro 10% de la escritura, otro 10% con la arquitectura y un último 10% quería ser astronauta. Actualmente, ¿cuáles son sus profesiones? Un 23% trabaja en ventas, otro 23% en caja, el 19% ejerce la ingeniería y el 10% se desarrolla en educación. La mitad de los talentos estudió algo relacionado a lo que soñaba En Chile, el 50% de los talentos estudió algo relacionado con lo que soñaba en su niñez; mientras que el otro 50% no lo hizo. Además, el 53% trabaja en un área relacionada con su formación. Entre quienes no trabajan de algo relacionado con lo que estudiaron, el 37% siente frustración por no ejercer en lo que estudió o soñó; el 24% experimenta agradecimiento por tener empleo, aunque no sea en su área de formación o profesión soñada; y el 16% se muestra con esperanza y desarrolla su trabajo actual con la idea de explorar nuevas áreas y ampliar sus horizontes profesionales. En tanto, otro 16% se reconoce con insatisfacción y trata de enfocarse en cómo el trabajo actual puede aportar a su desarrollo profesional. Ser influencer La mayoría de los talentos chilenos cree que los niños o adolescentes de hoy sueñan con desempeñarse en carreras no convencionales como influencer (44%) o Youtuber (13%).
En los últimos años ha aumentado considerablemente la cantidad y variedad de redes sociales y con ellas los filtros que hacen que podamos retocar cualquier foto. Quitar a personas del paisaje, poner el mar más azul y por supuesto modificar nuestra cara y nuestro cuerpo añadiendo estrellitas y luces o bien eliminando o modificando alguna parte que nos gusta menos. Están a la orden del día los filtros que embellecen aumentando el tamaño de los ojos, alargando las pestañas, afinando la nariz, creando labios y pómulos prominentes, etc. En cuanto al cuerpo, también los filtros pueden conseguir una apariencia de un cuerpo normativamente perfecto, alargando piernas, afinando la cintura, aumentando el bronceado o cambiando tamaño de los músculos en función de nuestros gustos. Cada vez en más entrevistas, los cirujanos plásticos afirman que se ha dado un aumento de peticiones solicitando parecerse a las propias fotos de las personas con los filtros. Tanto es así, que un cirujano de Reino Unido, acuñó el término Dismorfia de snapchat precisamente para referirse a esta tendencia y posible patología causada por la influencia de los filtros en las fotos del propio cuerpo. Obsesión por supuestos defectos corporales Parece inevitable compararse con el yo ideal retocado con filtros, que persiguen una simetría perfecta y unas facciones poco ajustadas con la realidad. Al realizar la comparación, hay personas que tienden a obsesionarse con esa parte de su cuerpo o cara que no les gusta, generando complejos que quizá antes no existían y pudiendo incluso llegar a padecer un trastorno dismórfico corporal, caracterizado por una preocupación notable por al menos un defecto aparente que está causando malestar. Además, existe la probabilidad de sufrir otras consecuencias psicológicas como disminución del estado de ánimo, baja autoestima, reducción de la actividad, inapetencia por realizar actividades o aislamiento al no querer relacionarte con personas en la vida real. Estos síntomas podrían derivar en trastornos más graves como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la ansiedad, trastornos alimentarios o depresión. Los adolescentes, población más vulnerable Los/las adolescentes son la población más vulnerable a este tipo de consecuencias, debido a que son los que más usan las redes sociales y además están en proceso de formación de identidad, la cual está influida por el contexto social y el entorno. Dentro de esta construcción de la identidad encontramos la construcción de la imagen corporal, que se entiende como “La representación del cuerpo que cada persona construye en su mente y la vivencia que tiene del propio cuerpo”. En la adolescencia, además, se suelen tener criterios idealizados sobre el atractivo y la belleza física, y las relaciones interpersonales están especialmente guiadas por estos conceptos. Cuentan con la llamada “audiencia imaginaria” con una sensación de que la gente les mira y se fijan en ellos/as. Esto potencia la importancia que le dan a su imagen en las redes sociales y con ello la aceptación y aprobación percibida a través de los likes y los comentarios y elogios recibidos en esa foto. Esto puede determinar directamente su estado de ánimo y llevar a cuestionar su valía y autoconcepto con el peligro que ello conlleva. Si esta imagen corporal, está influida por el contexto social, en la era de la tecnología que el acceso a los prototipos y cánones de belleza es mucho más rápido y sencillo, esta influencia genera un poder aún mayor. La discrepancia entre el cuerpo que poseemos y el ideal que se muestra en la sociedad sientan las bases para la insatisfacción corporal. Las personas se pueden acostumbrar a mostrar una imagen de ellas mismas que no corresponde con la realidad, tapando esas partes de su cuerpo que para ellas suponen un defecto o modificando las que les acomplejan. El problema viene, cuando se tienen que enfrentar a su verdadera imagen mirándose al espejo o saliendo a la calle y relacionándose con el mundo. Mujeres y baja autoestima Se ha comprobado que la insatisfacción provocada por esta discrepancia entre el ideal físico promovido por las redes sociales o la cultura en la que vivimos y la propia imagen corporal afecta más a la población femenina. Las personas con baja autoestima tienden a socializar más a través de las redes sociales y a medida que lo hacen su aislamiento a nivel social también tiende a aumentar, entrando en un círculo de dependencia y generando menos vínculos afectivos. Es importante resaltar que poco a poco se va tomando conciencia de los peligros de los filtros y de cómo su uso puede afectar psicológicamente a las personas, dañando la autoestima y por tanto la salud mental. De hecho, algunas marcas se niegan a promocionar sus productos si estos van asociados al uso de filtros y retoques e incluso la red social Instagram planteó eliminar los filtros que marquen un estándar de belleza, aunque estas medidas y regulación todavía no están vigentes en todos los países.
Se calcula que anualmente se producen más de 700.000 muertes por suicidio en todo el mundo, y Chile es uno de los países con más casos en Latinoamérica. Si bien los más afectadas son los adultos mayores y los escolares, “ No hay una edad específica en la cual se deba comenzar a hablar sobre el tema; cada niño/a según su etapa del ciclo vital va comprendiendo y conociendo las realidades del mundo según su punto de vista y posibilidades ”, explica Carolina Marfán, psicóloga de la red de colegios Cognita, que cuenta con 17 establecimientos en nuestro país. Por esto, si las familias encuentran la oportunidad conversar sobre esta temática tan difícil, deben hacerlo, dice la especialista. “Escuchando e indagando primeramente qué es lo que sus hijo/as saben sobre el tema y transmitiéndoles la confianza y apertura de que, si en algún momento tienen sentimientos o pensamientos de este estilo, tendrán el apoyo de la familia para poder salir adelante y que cuentan con sus padres”. En ese sentido, Carolina es enfática en señalar que lo importante es enfocar la prevención del suicidio en la promoción de la salud mental y el bienestar desde el punto de vista educativo y el despliegue de estrategias en el hogar. “Los padres y las familias tienen un rol fundamental en la enseñanza del reconocimiento de emociones, la escucha activa, en entregar tiempos de calidad, en el involucramiento en la vida de sus hijos, por ejemplo, conocer sus experiencias, quiénes son sus amigos, sus sueños, miedos, cómo lo pasa en el colegio, etc., y en promover actividades que generen bienestar como la recreación, deportivas, artísticas, sociales”. Pistas directas e indirectas El intento suicida o el suicidio consumado, no ocurre debido a un hecho en particular, sino que hay situaciones “gatillantes” que lo suscitan. De acuerdo con lo planteado por la especialista Paulina del Río, Fundadora de la Fundación José Ignacio, “mientras más pistas y señales se observen, mayor será el riesgo, todas las señales deben tomarse en serio ”. Entre los “gatillantes” más comunes están la expulsión del colegio, la pérdida de una relación importante, la muerte de un familiar, pareja o amigo, en especial si fue por suicidio, el diagnóstico de enfermedad grave o terminal y el miedo a convertirse en una carga para los demás. Respecto a las señales de alerta, la experta explica que éstas pueden ser directas o indirectas. “ Las primeras son cuando el niño/a dice abiertamente “me voy a matar”, “ojalá estuviera muerto, “si (esto o lo otro) no sucede, me voy a suicidar”. Mientras que, en las segundas, expresan “estoy cansado de la vida, ya no puedo seguir adelante”, “mi familia estaría mejor sin mí”, “igual a nadie le importaría si me muero”, “pronto no se van a tener que preocupar más por mí”. Asimismo, hay que estar atentos a otras pistas personales y de conducta que pueden presentar los escolares, como la depresión, la baja tolerancia a la frustración, el aislamiento, hipersensibilidad, perfeccionismo, autoexigencia, el abuso de drogas y alcohol, el despedirse de personas cercanas o escribirlo en redes sociales, regalar objetos preciados o acumular medicamentos. Además de la presencia de los padres, el cómo lo enfocan los colegios es un tema trascendental, ya sea a través de ferias, charlas, campañas, capacitaciones, y manteniendo protocolos actualizados. “ El trabajo debe hacerse a través de la promoción de factores protectores en salud mental y prevención de factores de riesgo a nivel psicosocial ”, complementa la psicóloga de Cognita.
A través de las redes sociales, Florinda Meza sorprendió al público al revelar que, tras cuatro años fuera del aire y varios problemas con Televisa, los programas de Chespirito volverán a la televisión. En su cuenta oficial de Instagram, la actriz y comediante compartió una fotografía en la que aparece un barril y un corazón rojo, la cual acompañó con un mensaje en el que revelaba que son justo “El chavo del 8″ y “El Chapulín Colorado” los dos personajes que vuelven al aire. “Tesoros: ¡lo logramos! Vuelven los programas. Vamos paso a paso”, escribió. Asimismo, aprovechó para agradecer a los fans por el cariño y el apoyo que ha recibido desde 2020, cuando inició todo el pleito por continuar con el legado de Roberto Gómez Bolaños en la televisión: “Gracias a su amor y a sus peticiones, lo hicimos realidad juntos. Los amo, mi Bonita Vecindad Virtual”. En medio de la pandemia y debido a un conflicto legal entre Televisa, propietaria de los derechos de emisión, y Grupo Chespirito, se anunció que los icónicos personajes del fallecido actor desaparecerían. En ese momento se dijo que Meza era la responsable de la situación, algo que ella misma desmintió: “Se dice que yo me opongo a que los programas de Chespirito sean transmitidos nuevamente. Total y absoluta mentira”, dijo. Desde el próximo 23 de septiembre programas como El Chavo del 8, El Chapulín Colorado y Los Supergenios de la Mesa Cuadrada, entre otros, volverán a ser emitidos -por ahora- sólo en Norteamérica en las plataformas UniMás y ViX. La fecha de estreno de las producciones de Chespirito en Sudamérica y el resto del mundo aún no ha sido anunciada.