Las emociones son estados por los cuales pasamos todos los seres humanos, y su regulación es una tarea fundamental para el desarrollo pleno de cualquier persona, lo que ha sido abordado desde diferentes ámbitos. Un ejemplo reciente y que ha traído esto a la palestra es la popular película Intensamente, que este año tuvo éxito en taquilla con su segunda entrega y que nos muestra la importancia de las emociones y su control en nuestra vida. PUBLICIDAD La psicóloga Irma Briceño Martínez, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Psicología de la Universidad La Salle Bajío, explica que la emoción ha sido descrita como “un estado que se caracteriza por una estimulación fisiológica, cambios en la expresión facial, gestos, postura y sensaciones subjetivas”. En ese sentido, comenta en entrevista que las emociones pueden tener efectos positivos o negativos en la persona, dependiendo del tipo de emoción que se trate, y que algunos especialistas concuerdan en que existen ocho emociones básicas o primarias: miedo, sorpresa, desagrado, ira, tristeza, anticipación, confianza y alegría, y que pueden tener variaciones. “Se sabe que las emociones pueden mezclarse y dar lugar a otra emoción más compleja. Las emociones mandan señales a las personas, quienes entonces responden con conductas adaptativas. Todos los sistemas del sujeto se ponen en activo para dar la respuesta correspondiente”, precisa la psicóloga. Se conocen cuatro componentes de las emociones: deben presentar un evento psicológico relevante, que puede ser externo o interno; hay también un elemento cognitivo, que es la valoración o percepción que la persona realiza de él; se desencadena una respuesta fisiológica; y aparece una tendencia a la acción. El cambio fisiológico es provocado por la segregación de hormonas que estimulan al cuerpo y lo ponen en alerta, generando respuestas específicas interna y externamente. Cabe señalar que las emociones pueden ser positivas o negativas y las personas pueden sentir ambas al mismo tiempo, ya que las emociones positivas son procesadas en el hemisferio izquierdo y las negativas en el derecho. PUBLICIDAD “Internamente hay respuestas involuntarias como alteraciones de la frecuencia cardíaca o la presión de la sangre. Pasado el estado de alerta, el organismo regresa a los sistemas y órganos internos a su funcionamiento habitual. Algunos de los cambios externos que se observan dependen de la emoción”, agrega Irma Briceño Martínez. Es decir, las reacciones o respuestas fisiológicas ligadas a la emoción son producto de la actividad del sistema nervioso, que reacciona o prepara al cuerpo para responder a diferentes situaciones. “Es la forma sencilla de explicar la respuesta emocional desde la perspectiva fisiológica”, precisa. No obstante, advierte que es importante que las personas aprendan a realizar un manejo adecuado de sus emociones, lo cual les permitirá mejores procesos adaptativos y de desarrollo personal. “Es necesario implementar estrategias para lidiar mejor con el cúmulo de emociones de la vida cotidiana. Todos vivimos momentos de dolor, frustración, enojo, miedo y otras sensaciones que deben ser manejadas adecuadamente para lograr un desarrollo armónico y optimizar la convivencia social”, elabora la especialista. Lo anterior, concluye la psicóloga, requiere que las personas aprendan a reconocer las emociones que viven – reacciones innatas personales ante eventos relevantes – y que tengan una adecuada interpretación de ellas, de manera que pueda dar respuestas moduladas y acordes a la experiencia. Es importante identificarlas El Doctor Francisco Bustamante, psiquiatra de la Clínica Universidad de los Andes, en Chile, comenta que “las emociones son buenas cuando actúan coordinadamente y ninguna asume el control sobre otra”. En ese sentido, asevera que es importante identificarlas y lograr un comportamiento o manejo más sabio e integrado de nuestra personalidad. El especialista explica que “todas las emociones nos acompañan a lo largo de la vida”. La clave está en distinguir entre una emoción sana y una patológica, ya que esta última alcanza una intensidad tan alta y constante que nos puede llevar a perder el control. Agrega que la ansiedad es central en la vida personal, y que tal vez sea la emoción más estudiada después del amor, dado que está ligada al sentido de la existencia. Así mismo, enfatiza que no debemos evadir las emociones, incluyendo las displacenteras, ya que todas nos ayudan a diseñar una parte vital de nuestra personalidad. Más que evitarlas u ocultarlas, debemos escucharlas, aceptarlas y regularlas. Finalmente, comparte seis consejos para un equilibrio emocional y una buena salud mental : dormir bien; pausas durante el día y vacaciones; una alimentación sana; actividad física; buenas relaciones sociales; actividades placenteras o recreacionales. Metro World News habló con la Doctora Nelly Cecilia Capetillo Ventura, Psiquiatra del Centro Médico ABC, para saber más. P: ¿Cuál es la diferencia entre una emoción y un sentimiento? —Las emociones son respuestas químicas y neuronales que se generan en nuestro cerebro en respuesta a un estímulo emocionalmente relevante. Los sentimientos son el resultado de la evaluación consciente de las respuestas emocionales. Las emociones pueden ser inconscientes y automáticas. Los sentimientos son conscientes y requieren de una reflexión y evaluación consciente. Las emociones son temporales y su duración puede variar dependiendo de la situación. Los sentimientos pueden ser más duraderos y pueden o no ser congruentes con nuestra conducta. Podemos ocultar o disfrazar nuestros sentimientos, mientras que las emociones son más difíciles de controlar. P: ¿Por qué es importante prestar atención al manejo de nuestras emociones? —Cuando las emociones no se gestionan de forma adecuada pueden afectar la salud mental y las relaciones interpersonales. Hablar de nuestras emociones nos ayuda a vivir con ellas. No es que sean buenas ni malas. Es importante saber que existen y que tienen una función, que son respuestas temporales a diferentes situaciones. Las emociones y los sentimientos pueden influir en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea, además de que pueden influir en cómo interpretamos los comportamientos y las acciones de los demás. Por otra parte, nuestras emociones y sentimientos también influyen en nuestras decisiones y comportamientos, y pueden influir en nuestras interacciones sociales. P: ¿Cuál es la importancia de la educación emocional? — Dado el impacto significativo que las emociones y los sentimientos tienen en nuestra vida, es importante desarrollar habilidades de educación emocional, la cual nos ayuda a comprender y gestionar nuestras emociones y sentimientos de manera saludable y constructiva. A través de la educación emocional, podemos aprender a reconocer nuestras emociones, comprender su origen y expresarlas de manera adecuada. También podemos aprender a manejar el estrés y regular nuestras emociones para tomar decisiones más informadas y tener relaciones saludables. Falta mucho por aprender respecto a temas de emociones y educación emocional. Considero que es necesario normalizar que todos los seres humanos tenemos emociones y reconocer que son pasajeras.
Un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet señala que más de mil millones de personas en todo el mundo viven con obesidad, un factor de riesgo clave para varias enfermedades no transmisibles, incluido el cáncer. Es decir, una de cada ocho personas en el mundo es obesa. PUBLICIDAD Según el estudio, las tasas de obesidad se han duplicado entre los adultos y se ha cuadriplicado entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años desde 1990. Aunado a ello, las cifras actuales indican que el 43% de los adultos tienen sobrepeso – o cuatro de cada 10 personas. Otros datos de interés del estudio mencionan que la prevalencia del sobrepeso varía según la región, y va del 67% en América al 31% en África. Si bien alguna vez se pensó que era un problema de los países de ingreso alto, el sobrepeso va en aumento en los países de ingresos bajo y mediano. Cabe señalar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tipos de cánceres. CAUSAS El sobrepeso y la obesidad son la consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta calórica (alimentación) y el gasto calórico (actividad física), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. PUBLICIDAD El entorno obesogénico está relacionado con factores estructurales que limitan la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles, la falta de situaciones en las que sea fácil y seguro realizar actividad física y la ausencia de un entorno legal y reglamentario adecuado, según el organismo. Al mismo tiempo, la falta de una respuesta eficaz del sistema de salud para identificar el exceso de aumento de peso y de depósitos de grasa durante las primeras etapas agrava la problemática. RIESGOS, DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO En ese sentido, el Dr. Rafael Florenciano, Jefe de Cardiología del Hospital Quirón de Torrevieja, España, comenta en entrevista con Metro World News que la asociación entre obesidad y enfermedades cardiovasculares es compleja. “Por un lado, la obesidad puede facilitar la aparición de factores de riesgo cardiovascular conocidos, como pueden ser la hipertensión o la diabetes. Por otro lado, puede ser dañina en sí misma, ya que puede producir inflamación, activación neurohormonal y aumentar la cantidad de insulina en sangre – fenómenos que dañan el sistema cardiovascular”, asevera. Así mismo, agrega que los obesos tienen menos calidad de vida y que su esperanza de vida también es más corta que los no obesos. “Es importante saber que la obesidad como tal tiene sus riesgos y estos se relacionan con las enfermedades del corazón. Es un factor de riesgo para diversas enfermedades coronarias como son infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, algunas arritmias y muerte súbita”, advierte el experto. Si bien el peso de una persona es el resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo, la obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que las que se queman. Y entre los factores que pueden afectar el peso se incluyen la constitución genética, el exceso de comida, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. Los tratamientos más comunes para la pérdida de peso, precisa el Dr. Rafael Florenciano, giran en torno a la alimentación saludable y la actividad física. Sin embargo, añade, también hay varios medicamentos que son útiles en la pérdida de peso. “Y cuando todo lo anterior falla o existe obesidad mórbida, el único tratamiento útil es la cirugía bariátrica, como el bypass, con pérdidas de peso que pueden llegar al 50% del exceso de peso. Esta cirugía puede mejorar significativamente los niveles de presión arterial, glucosa, colesterol y calidad de vida”, concluye. Metro habló con el doctor Néstor Apae, cirujano bariatra y director de la Clínica de Especialistas en Cirugía de Obesidad, para saber más. P: ¿Qué opina sobre estos datos tan alarmantes en torno a la obesidad? —Sin duda alguna, la obesidad es una pandemia que ha tenido grandes repercusiones en materia de salud en todo el mundo. Son datos alarmantes, sobre todo si tomamos en cuenta que cada vez hay más información sobre cómo prevenir y cómo tratar el sobrepeso y la obesidad, incluso al tratarse de una enfermedad multifactorial. P: ¿Cuál es la diferencia entre sobrepeso y obesidad? —Según la OMS, la principal diferencia entre sobrepeso y obesidad es el grado de acumulación de grasa corporal. El sobrepeso se refiere a un estado en el cual una persona tiene un peso corporal más alto del considerado saludable para su estatura y composición corporal, mientras que la obesidad se refiere a una acumulación excesiva de grasa corporal. Un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso, mientras que uno de 30 o más se considera obesidad. El IMC es fácil de calcular, dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros. El sobrepeso puede ser un factor de riesgo para estas enfermedades, pero en mucha menor medida que la obesidad, la cual se asocia con una serie de problemas de salud graves. En todo caso, es fundamental tratar de combatir cualquiera de las dos condiciones para reducir las posibles consecuencias negativas que se deriven. P: ¿Cómo se pueden combatir el sobrepeso y la obesidad? —Existen varias formas de combatir el sobrepeso y la obesidad. Lo fundamental es saber identificar cuál es la más adecuada a cada caso, y aplicarla con tal de reducir las consecuencias negativas de estas afecciones. Algunas de las medidas incluyen cambios en la dieta, ejercicio o actividad física, un buen manejo del estrés u otras condiciones psicológicas que puedan llevar a cambios en el peso de una persona, dormir bien, etc. Si los cambios en la dieta y el ejercicio no son suficientes para combatir el sobrepeso o la obesidad, es recomendable consultar a un especialista. En casos extremos de obesidad, cuando otras opciones han fallado y se presentan comorbilidades graves, se puede recomendar una cirugía bariátrica, siendo esta una opción muy efectiva, aunque requiere de un seguimiento y cambios en el estilo de vida a largo plazo.
Durante la jornada de este miércoles 2 de octubre un grupo de 35 parlamentarias de todos los sectores políticos anunció la creación de la “Bancada rosa”, la que fue impulsada en colaboración con el Observatorio del cáncer y que busca crear una agenda legislativa para promover acciones concretas hacia los desafíos que enfrentan las mujeres en la prevención, diagnóstico a tiempo y tratamiento del cáncer. PUBLICIDAD Este anuncio coincide además con la conmemoración del mes del cáncer de mama, mientras que se indicó que las cifras oncológicas asociadas a mujeres son altamente preocupantes. Lo anterior porque durante los últimos cinco años, las prestaciones atrasadas por cáncer de mama han aumentado en un 362%, mientras que el cáncer cervicouterino ha registrado un incremento del 214,3% en los retrasos, cifras que revelan que las mujeres son las principales afectadas por los retrasos en la atención oncológica en el país. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Observatorio del Cáncer (@observatoriodelcancer) Acciones coordinadas a favor del tratamiento del cáncer en mujeres “ Es importante que esta bancada impulse iniciativas y acciones coordinadas en la prevención y también en la educación de la salud oncológica, para ello contamos con el apoyo del Observatorio del Cáncer y de la sociedad civil. Agradezco profundamente a las agrupaciones que están haciendo un trabajo mancomunado”, señaló la diputada Carla Morales. En ese sentido, la primera acción conjunta que realizará la bancada rosa será solicitar al Gobierno que el presupuesto de la nación para 2025 tenga prioridad en las pacientes oncológicas que actualmente se encuentran en lista de espera GES y NO GES, con un foco particular en el cáncer de mama (4.098 pacientes) y el cáncer cervicouterino (2.690 pacientes). En este contexto, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Karol Cariola señaló que “lamentablemente hoy tenemos una realidad donde la lista de espera GES está encabezada precisamente por quienes padecen cáncer de mama y cáncer cervicouterino, por supuesto que esto nos preocupa por ello hacemos un llamado al ejecutivo a tomar medidas para enfrentar esta situación”. Para la directora ejecutiva del Observatorio del Cáncer, las estadísticas son contundentes, por lo que “ la urgencia de crear programas específicos de prevención, diagnóstico y tratamiento enfocados en cánceres femeninos es prioritario. Se requiere una política de Estado con enfoque de género. En este sentido, valoramos profundamente el compromiso de estas 35 parlamentarias para trabajar de manera unida y permanente en este desafío”.
Un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores de Estados Unidos ha revelado que incluso breves episodios de ira pueden causar estrés en el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que potencialmente aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en personas con enfermedades cardiovasculares. La investigación, liderada por Daichi Shimbo, profesor de medicina en la Universidad de Columbia, encontró que la ira provocó cambios significativos en la función de los vasos sanguíneos en un grupo de 280 participantes sanos. Durante una tarea diseñada para evocar ira, se observaron deterioros en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo sanguíneo, aunque estos efectos desaparecieron después de unos 40 minutos. El estudio, publicado en Journal of the American Heart Association, también destacó que los sentimientos de ansiedad y tristeza no tuvieron el mismo impacto en el revestimiento de los vasos sanguíneos como lo hizo la ira, aunque estas emociones también se han asociado con problemas cardíacos en otros estudios. Los resultados subrayan la importancia de comprender cómo nuestras emociones pueden afectar nuestra salud física. Según Shimbo, comprender los vínculos entre la ira y la disfunción de los vasos sanguíneos podría ayudar a identificar estrategias de intervención efectivas para personas con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Finalmente, esta investigación sugiere que no todas las emociones negativas deben ser consideradas igual cuando se trata de impacto en la salud cardiovascular. Esto destaca la necesidad de una mayor investigación sobre cómo diferentes emociones afectan el cuerpo y cómo podemos aprender a manejarlas de manera efectiva.
El estreñimiento crónico podría ser un factor de riesgo subestimado para problemas cardíacos graves, según una nueva investigación de la Universidad de Monash, Australia. El estudio, basado en datos de más de 400,000 personas del Biobanco del Reino Unido, encontró que aquellos con estreñimiento tenían de dos a tres veces más probabilidades de sufrir ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares. El riesgo se agrava en personas con hipertensión. Quienes sufrían tanto de estreñimiento como de presión arterial alta tenían un 34% más de probabilidades de experimentar un evento cardíaco. Francine Marques, investigadora de Monash, señaló que si bien factores como la obesidad y el tabaquismo son bien conocidos, este estudio revela que el estreñimiento también podría jugar un papel crucial en la salud cardiovascular. El caso de Elvis Presley, quien falleció de un ataque al corazón mientras se esforzaba en el baño, destaca los peligros potenciales del estreñimiento crónico. Aunque su muerte también estuvo influenciada por el abuso de drogas y un corazón débil, su autopsia reveló un colon gravemente obstruido. Según reportó ScienceAlert , el estudio también sugiere que el estreñimiento y los problemas cardiovasculares pueden compartir factores genéticos, aumentando el riesgo en algunas personas. La hija de Elvis, Lisa Marie Presley, falleció por un paro cardíaco relacionado con una obstrucción intestinal, lo que refuerza la posible conexión entre ambos problemas de salud. Con un 14% de la población mundial afectada por el estreñimiento, estos hallazgos subrayan la importancia de considerar la salud intestinal como un factor clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Las emociones son estados por los cuales pasamos todos los seres humanos, y su regulación es una tarea fundamental para el desarrollo pleno de cualquier persona, lo que ha sido abordado desde diferentes ámbitos. Un ejemplo reciente y que ha traído esto a la palestra es la popular película Intensamente, que este año tuvo éxito en taquilla con su segunda entrega y que nos muestra la importancia de las emociones y su control en nuestra vida. PUBLICIDAD La psicóloga Irma Briceño Martínez, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Psicología de la Universidad La Salle Bajío, explica que la emoción ha sido descrita como “un estado que se caracteriza por una estimulación fisiológica, cambios en la expresión facial, gestos, postura y sensaciones subjetivas”. En ese sentido, comenta en entrevista que las emociones pueden tener efectos positivos o negativos en la persona, dependiendo del tipo de emoción que se trate, y que algunos especialistas concuerdan en que existen ocho emociones básicas o primarias: miedo, sorpresa, desagrado, ira, tristeza, anticipación, confianza y alegría, y que pueden tener variaciones. “Se sabe que las emociones pueden mezclarse y dar lugar a otra emoción más compleja. Las emociones mandan señales a las personas, quienes entonces responden con conductas adaptativas. Todos los sistemas del sujeto se ponen en activo para dar la respuesta correspondiente”, precisa la psicóloga. Se conocen cuatro componentes de las emociones: deben presentar un evento psicológico relevante, que puede ser externo o interno; hay también un elemento cognitivo, que es la valoración o percepción que la persona realiza de él; se desencadena una respuesta fisiológica; y aparece una tendencia a la acción. El cambio fisiológico es provocado por la segregación de hormonas que estimulan al cuerpo y lo ponen en alerta, generando respuestas específicas interna y externamente. Cabe señalar que las emociones pueden ser positivas o negativas y las personas pueden sentir ambas al mismo tiempo, ya que las emociones positivas son procesadas en el hemisferio izquierdo y las negativas en el derecho. PUBLICIDAD “Internamente hay respuestas involuntarias como alteraciones de la frecuencia cardíaca o la presión de la sangre. Pasado el estado de alerta, el organismo regresa a los sistemas y órganos internos a su funcionamiento habitual. Algunos de los cambios externos que se observan dependen de la emoción”, agrega Irma Briceño Martínez. Es decir, las reacciones o respuestas fisiológicas ligadas a la emoción son producto de la actividad del sistema nervioso, que reacciona o prepara al cuerpo para responder a diferentes situaciones. “Es la forma sencilla de explicar la respuesta emocional desde la perspectiva fisiológica”, precisa. No obstante, advierte que es importante que las personas aprendan a realizar un manejo adecuado de sus emociones, lo cual les permitirá mejores procesos adaptativos y de desarrollo personal. “Es necesario implementar estrategias para lidiar mejor con el cúmulo de emociones de la vida cotidiana. Todos vivimos momentos de dolor, frustración, enojo, miedo y otras sensaciones que deben ser manejadas adecuadamente para lograr un desarrollo armónico y optimizar la convivencia social”, elabora la especialista. Lo anterior, concluye la psicóloga, requiere que las personas aprendan a reconocer las emociones que viven – reacciones innatas personales ante eventos relevantes – y que tengan una adecuada interpretación de ellas, de manera que pueda dar respuestas moduladas y acordes a la experiencia. Es importante identificarlas El Doctor Francisco Bustamante, psiquiatra de la Clínica Universidad de los Andes, en Chile, comenta que “las emociones son buenas cuando actúan coordinadamente y ninguna asume el control sobre otra”. En ese sentido, asevera que es importante identificarlas y lograr un comportamiento o manejo más sabio e integrado de nuestra personalidad. El especialista explica que “todas las emociones nos acompañan a lo largo de la vida”. La clave está en distinguir entre una emoción sana y una patológica, ya que esta última alcanza una intensidad tan alta y constante que nos puede llevar a perder el control. Agrega que la ansiedad es central en la vida personal, y que tal vez sea la emoción más estudiada después del amor, dado que está ligada al sentido de la existencia. Así mismo, enfatiza que no debemos evadir las emociones, incluyendo las displacenteras, ya que todas nos ayudan a diseñar una parte vital de nuestra personalidad. Más que evitarlas u ocultarlas, debemos escucharlas, aceptarlas y regularlas. Finalmente, comparte seis consejos para un equilibrio emocional y una buena salud mental : dormir bien; pausas durante el día y vacaciones; una alimentación sana; actividad física; buenas relaciones sociales; actividades placenteras o recreacionales. Metro World News habló con la Doctora Nelly Cecilia Capetillo Ventura, Psiquiatra del Centro Médico ABC, para saber más. P: ¿Cuál es la diferencia entre una emoción y un sentimiento? —Las emociones son respuestas químicas y neuronales que se generan en nuestro cerebro en respuesta a un estímulo emocionalmente relevante. Los sentimientos son el resultado de la evaluación consciente de las respuestas emocionales. Las emociones pueden ser inconscientes y automáticas. Los sentimientos son conscientes y requieren de una reflexión y evaluación consciente. Las emociones son temporales y su duración puede variar dependiendo de la situación. Los sentimientos pueden ser más duraderos y pueden o no ser congruentes con nuestra conducta. Podemos ocultar o disfrazar nuestros sentimientos, mientras que las emociones son más difíciles de controlar. P: ¿Por qué es importante prestar atención al manejo de nuestras emociones? —Cuando las emociones no se gestionan de forma adecuada pueden afectar la salud mental y las relaciones interpersonales. Hablar de nuestras emociones nos ayuda a vivir con ellas. No es que sean buenas ni malas. Es importante saber que existen y que tienen una función, que son respuestas temporales a diferentes situaciones. Las emociones y los sentimientos pueden influir en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea, además de que pueden influir en cómo interpretamos los comportamientos y las acciones de los demás. Por otra parte, nuestras emociones y sentimientos también influyen en nuestras decisiones y comportamientos, y pueden influir en nuestras interacciones sociales. P: ¿Cuál es la importancia de la educación emocional? — Dado el impacto significativo que las emociones y los sentimientos tienen en nuestra vida, es importante desarrollar habilidades de educación emocional, la cual nos ayuda a comprender y gestionar nuestras emociones y sentimientos de manera saludable y constructiva. A través de la educación emocional, podemos aprender a reconocer nuestras emociones, comprender su origen y expresarlas de manera adecuada. También podemos aprender a manejar el estrés y regular nuestras emociones para tomar decisiones más informadas y tener relaciones saludables. Falta mucho por aprender respecto a temas de emociones y educación emocional. Considero que es necesario normalizar que todos los seres humanos tenemos emociones y reconocer que son pasajeras.
Un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet señala que más de mil millones de personas en todo el mundo viven con obesidad, un factor de riesgo clave para varias enfermedades no transmisibles, incluido el cáncer. Es decir, una de cada ocho personas en el mundo es obesa. PUBLICIDAD Según el estudio, las tasas de obesidad se han duplicado entre los adultos y se ha cuadriplicado entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años desde 1990. Aunado a ello, las cifras actuales indican que el 43% de los adultos tienen sobrepeso – o cuatro de cada 10 personas. Otros datos de interés del estudio mencionan que la prevalencia del sobrepeso varía según la región, y va del 67% en América al 31% en África. Si bien alguna vez se pensó que era un problema de los países de ingreso alto, el sobrepeso va en aumento en los países de ingresos bajo y mediano. Cabe señalar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tipos de cánceres. CAUSAS El sobrepeso y la obesidad son la consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta calórica (alimentación) y el gasto calórico (actividad física), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. PUBLICIDAD El entorno obesogénico está relacionado con factores estructurales que limitan la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles, la falta de situaciones en las que sea fácil y seguro realizar actividad física y la ausencia de un entorno legal y reglamentario adecuado, según el organismo. Al mismo tiempo, la falta de una respuesta eficaz del sistema de salud para identificar el exceso de aumento de peso y de depósitos de grasa durante las primeras etapas agrava la problemática. RIESGOS, DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO En ese sentido, el Dr. Rafael Florenciano, Jefe de Cardiología del Hospital Quirón de Torrevieja, España, comenta en entrevista con Metro World News que la asociación entre obesidad y enfermedades cardiovasculares es compleja. “Por un lado, la obesidad puede facilitar la aparición de factores de riesgo cardiovascular conocidos, como pueden ser la hipertensión o la diabetes. Por otro lado, puede ser dañina en sí misma, ya que puede producir inflamación, activación neurohormonal y aumentar la cantidad de insulina en sangre – fenómenos que dañan el sistema cardiovascular”, asevera. Así mismo, agrega que los obesos tienen menos calidad de vida y que su esperanza de vida también es más corta que los no obesos. “Es importante saber que la obesidad como tal tiene sus riesgos y estos se relacionan con las enfermedades del corazón. Es un factor de riesgo para diversas enfermedades coronarias como son infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, algunas arritmias y muerte súbita”, advierte el experto. Si bien el peso de una persona es el resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo, la obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que las que se queman. Y entre los factores que pueden afectar el peso se incluyen la constitución genética, el exceso de comida, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. Los tratamientos más comunes para la pérdida de peso, precisa el Dr. Rafael Florenciano, giran en torno a la alimentación saludable y la actividad física. Sin embargo, añade, también hay varios medicamentos que son útiles en la pérdida de peso. “Y cuando todo lo anterior falla o existe obesidad mórbida, el único tratamiento útil es la cirugía bariátrica, como el bypass, con pérdidas de peso que pueden llegar al 50% del exceso de peso. Esta cirugía puede mejorar significativamente los niveles de presión arterial, glucosa, colesterol y calidad de vida”, concluye. Metro habló con el doctor Néstor Apae, cirujano bariatra y director de la Clínica de Especialistas en Cirugía de Obesidad, para saber más. P: ¿Qué opina sobre estos datos tan alarmantes en torno a la obesidad? —Sin duda alguna, la obesidad es una pandemia que ha tenido grandes repercusiones en materia de salud en todo el mundo. Son datos alarmantes, sobre todo si tomamos en cuenta que cada vez hay más información sobre cómo prevenir y cómo tratar el sobrepeso y la obesidad, incluso al tratarse de una enfermedad multifactorial. P: ¿Cuál es la diferencia entre sobrepeso y obesidad? —Según la OMS, la principal diferencia entre sobrepeso y obesidad es el grado de acumulación de grasa corporal. El sobrepeso se refiere a un estado en el cual una persona tiene un peso corporal más alto del considerado saludable para su estatura y composición corporal, mientras que la obesidad se refiere a una acumulación excesiva de grasa corporal. Un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso, mientras que uno de 30 o más se considera obesidad. El IMC es fácil de calcular, dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros. El sobrepeso puede ser un factor de riesgo para estas enfermedades, pero en mucha menor medida que la obesidad, la cual se asocia con una serie de problemas de salud graves. En todo caso, es fundamental tratar de combatir cualquiera de las dos condiciones para reducir las posibles consecuencias negativas que se deriven. P: ¿Cómo se pueden combatir el sobrepeso y la obesidad? —Existen varias formas de combatir el sobrepeso y la obesidad. Lo fundamental es saber identificar cuál es la más adecuada a cada caso, y aplicarla con tal de reducir las consecuencias negativas de estas afecciones. Algunas de las medidas incluyen cambios en la dieta, ejercicio o actividad física, un buen manejo del estrés u otras condiciones psicológicas que puedan llevar a cambios en el peso de una persona, dormir bien, etc. Si los cambios en la dieta y el ejercicio no son suficientes para combatir el sobrepeso o la obesidad, es recomendable consultar a un especialista. En casos extremos de obesidad, cuando otras opciones han fallado y se presentan comorbilidades graves, se puede recomendar una cirugía bariátrica, siendo esta una opción muy efectiva, aunque requiere de un seguimiento y cambios en el estilo de vida a largo plazo.
Durante la jornada de este miércoles 2 de octubre un grupo de 35 parlamentarias de todos los sectores políticos anunció la creación de la “Bancada rosa”, la que fue impulsada en colaboración con el Observatorio del cáncer y que busca crear una agenda legislativa para promover acciones concretas hacia los desafíos que enfrentan las mujeres en la prevención, diagnóstico a tiempo y tratamiento del cáncer. PUBLICIDAD Este anuncio coincide además con la conmemoración del mes del cáncer de mama, mientras que se indicó que las cifras oncológicas asociadas a mujeres son altamente preocupantes. Lo anterior porque durante los últimos cinco años, las prestaciones atrasadas por cáncer de mama han aumentado en un 362%, mientras que el cáncer cervicouterino ha registrado un incremento del 214,3% en los retrasos, cifras que revelan que las mujeres son las principales afectadas por los retrasos en la atención oncológica en el país. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Observatorio del Cáncer (@observatoriodelcancer) Acciones coordinadas a favor del tratamiento del cáncer en mujeres “ Es importante que esta bancada impulse iniciativas y acciones coordinadas en la prevención y también en la educación de la salud oncológica, para ello contamos con el apoyo del Observatorio del Cáncer y de la sociedad civil. Agradezco profundamente a las agrupaciones que están haciendo un trabajo mancomunado”, señaló la diputada Carla Morales. En ese sentido, la primera acción conjunta que realizará la bancada rosa será solicitar al Gobierno que el presupuesto de la nación para 2025 tenga prioridad en las pacientes oncológicas que actualmente se encuentran en lista de espera GES y NO GES, con un foco particular en el cáncer de mama (4.098 pacientes) y el cáncer cervicouterino (2.690 pacientes). En este contexto, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Karol Cariola señaló que “lamentablemente hoy tenemos una realidad donde la lista de espera GES está encabezada precisamente por quienes padecen cáncer de mama y cáncer cervicouterino, por supuesto que esto nos preocupa por ello hacemos un llamado al ejecutivo a tomar medidas para enfrentar esta situación”. Para la directora ejecutiva del Observatorio del Cáncer, las estadísticas son contundentes, por lo que “ la urgencia de crear programas específicos de prevención, diagnóstico y tratamiento enfocados en cánceres femeninos es prioritario. Se requiere una política de Estado con enfoque de género. En este sentido, valoramos profundamente el compromiso de estas 35 parlamentarias para trabajar de manera unida y permanente en este desafío”.
Un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores de Estados Unidos ha revelado que incluso breves episodios de ira pueden causar estrés en el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que potencialmente aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en personas con enfermedades cardiovasculares. La investigación, liderada por Daichi Shimbo, profesor de medicina en la Universidad de Columbia, encontró que la ira provocó cambios significativos en la función de los vasos sanguíneos en un grupo de 280 participantes sanos. Durante una tarea diseñada para evocar ira, se observaron deterioros en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo sanguíneo, aunque estos efectos desaparecieron después de unos 40 minutos. El estudio, publicado en Journal of the American Heart Association, también destacó que los sentimientos de ansiedad y tristeza no tuvieron el mismo impacto en el revestimiento de los vasos sanguíneos como lo hizo la ira, aunque estas emociones también se han asociado con problemas cardíacos en otros estudios. Los resultados subrayan la importancia de comprender cómo nuestras emociones pueden afectar nuestra salud física. Según Shimbo, comprender los vínculos entre la ira y la disfunción de los vasos sanguíneos podría ayudar a identificar estrategias de intervención efectivas para personas con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Finalmente, esta investigación sugiere que no todas las emociones negativas deben ser consideradas igual cuando se trata de impacto en la salud cardiovascular. Esto destaca la necesidad de una mayor investigación sobre cómo diferentes emociones afectan el cuerpo y cómo podemos aprender a manejarlas de manera efectiva.
El estreñimiento crónico podría ser un factor de riesgo subestimado para problemas cardíacos graves, según una nueva investigación de la Universidad de Monash, Australia. El estudio, basado en datos de más de 400,000 personas del Biobanco del Reino Unido, encontró que aquellos con estreñimiento tenían de dos a tres veces más probabilidades de sufrir ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares. El riesgo se agrava en personas con hipertensión. Quienes sufrían tanto de estreñimiento como de presión arterial alta tenían un 34% más de probabilidades de experimentar un evento cardíaco. Francine Marques, investigadora de Monash, señaló que si bien factores como la obesidad y el tabaquismo son bien conocidos, este estudio revela que el estreñimiento también podría jugar un papel crucial en la salud cardiovascular. El caso de Elvis Presley, quien falleció de un ataque al corazón mientras se esforzaba en el baño, destaca los peligros potenciales del estreñimiento crónico. Aunque su muerte también estuvo influenciada por el abuso de drogas y un corazón débil, su autopsia reveló un colon gravemente obstruido. Según reportó ScienceAlert , el estudio también sugiere que el estreñimiento y los problemas cardiovasculares pueden compartir factores genéticos, aumentando el riesgo en algunas personas. La hija de Elvis, Lisa Marie Presley, falleció por un paro cardíaco relacionado con una obstrucción intestinal, lo que refuerza la posible conexión entre ambos problemas de salud. Con un 14% de la población mundial afectada por el estreñimiento, estos hallazgos subrayan la importancia de considerar la salud intestinal como un factor clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.