Los dientes forman una de las partes más sensibles del cuerpo humano, por lo que, sonreír teniendo problemas dentales se vuelve en un verdadero problema de autoestima para muchas personas. Afortunadamente, esto podría cambiar muy pronto, ya que un equipo de científicos japoneses ha desarrollado un fármaco que podría cambiar esta situación para siempre; gracias a su revolucionaria fórmula que permitirá que nuestros dientes crezcan nuevamente, pese haberlos perdido en el pasado. Se trata de un medicamento profundamente sofisticado, que ha permitido que la proteína relacionada con la sensibilización uterina, que es la encargada de suprimir el crecimiento dental. Una vez que se consigue bloquear la interacción de esa proteína, el cuerpo fomenta la creación de otras que permiten que se empiece a generar nuevo hueso, y así dando lugar a la aparición de dientes en edades avanzadas. Las pruebas tendrán lugar en el Hospital Universitario de Kioto entre septiembre y agosto de 2025, según fuentes del propio hospital. Los ensayos se realizarán con 30 varones de entre 30 y 64 años a los que les falte al menos un diente. El tratamiento se realizará por vía intravenosa en sujetos sanos para intentar confirmar en humanos los resultados que ya se consiguieron en animales. Al contrario de lo que sucede con los animales como los tiburones, que son capaces de regenerar su dentadura constantemente a lo largo de su vida, los humanos solo podemos desarrollar dos juegos de dientes, aunque los investigadores indican que los humanos también contamos con las ‘yemas’ para hacer un tercer juego de dientes. Sin embargo, la realidad es que cuando ya no es posible tratar un diente que ha sufrido una caries grave o una piorrea, los perdemos y hay que recurrir a prótesis o costosos implantes para sustituirlos.
Un estudio publicado en la revista científica 'Science Advances' refuerza la teoría de que el origen del Alzheimer podría estar relacionado con una infección en la boca. Para explicar esta hipótesis, los investigadores han vinculado la enfermedad degenerativa con ' Porphyromonas gingivalis ', el patógeno clave en la periodontitis crónica. Según los expertos, la bacteria porphyromonas gingivalis se identificó en el cerebro de pacientes que padecían Alzheimery los niveles se correlacionaron con la patología de tau, principal factor contribuyente a la neurodegeneración. La infección oral por Porphyromonas gingivalis en ratones provocó la colonización del cerebro y aumentó la producción de un componente de las placas amiloides. Para bloquear esta neurotoxicidad, diseñaron y sintetizaron inhibidores de moléculas pequeñas dirigidos a las gingipaínas. La inhibición de la gingipaína redujo la carga bacteriana de una Porphyromonas gingivalis establecida en la infección cerebral y la neuroinflamación, y las neuronas fueron rescatadas en el hipocampo. Estos datos sugieren que los inhibidores de gingipaína podrían ser valiosos para tratar la colonización y neurodegeneración del cerebro en la enfermedad de Alzheimer. Posible causa Otra investigación dirigida por la Universidad de Curtin, en Australia, identificó una posible causa de la enfermedad: la fuga de la sangre al cerebro de partículas que transportan grasas que a su vez trasladan proteínas tóxicas. Estos depósitos de proteínas tóxicas que se forman en el cerebro de las personas que viven con Alzheimer probablemente se filtran al cerebro a partir de partículas que transportan grasa en la sangre, llamadas lipoproteínas. Responsable de entre un 60 y 80% de los casos de demencia La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo.
Los dientes forman una de las partes más sensibles del cuerpo humano, por lo que, sonreír teniendo problemas dentales se vuelve en un verdadero problema de autoestima para muchas personas. Afortunadamente, esto podría cambiar muy pronto, ya que un equipo de científicos japoneses ha desarrollado un fármaco que podría cambiar esta situación para siempre; gracias a su revolucionaria fórmula que permitirá que nuestros dientes crezcan nuevamente, pese haberlos perdido en el pasado. Se trata de un medicamento profundamente sofisticado, que ha permitido que la proteína relacionada con la sensibilización uterina, que es la encargada de suprimir el crecimiento dental. Una vez que se consigue bloquear la interacción de esa proteína, el cuerpo fomenta la creación de otras que permiten que se empiece a generar nuevo hueso, y así dando lugar a la aparición de dientes en edades avanzadas. Las pruebas tendrán lugar en el Hospital Universitario de Kioto entre septiembre y agosto de 2025, según fuentes del propio hospital. Los ensayos se realizarán con 30 varones de entre 30 y 64 años a los que les falte al menos un diente. El tratamiento se realizará por vía intravenosa en sujetos sanos para intentar confirmar en humanos los resultados que ya se consiguieron en animales. Al contrario de lo que sucede con los animales como los tiburones, que son capaces de regenerar su dentadura constantemente a lo largo de su vida, los humanos solo podemos desarrollar dos juegos de dientes, aunque los investigadores indican que los humanos también contamos con las ‘yemas’ para hacer un tercer juego de dientes. Sin embargo, la realidad es que cuando ya no es posible tratar un diente que ha sufrido una caries grave o una piorrea, los perdemos y hay que recurrir a prótesis o costosos implantes para sustituirlos.
Un estudio publicado en la revista científica 'Science Advances' refuerza la teoría de que el origen del Alzheimer podría estar relacionado con una infección en la boca. Para explicar esta hipótesis, los investigadores han vinculado la enfermedad degenerativa con ' Porphyromonas gingivalis ', el patógeno clave en la periodontitis crónica. Según los expertos, la bacteria porphyromonas gingivalis se identificó en el cerebro de pacientes que padecían Alzheimery los niveles se correlacionaron con la patología de tau, principal factor contribuyente a la neurodegeneración. La infección oral por Porphyromonas gingivalis en ratones provocó la colonización del cerebro y aumentó la producción de un componente de las placas amiloides. Para bloquear esta neurotoxicidad, diseñaron y sintetizaron inhibidores de moléculas pequeñas dirigidos a las gingipaínas. La inhibición de la gingipaína redujo la carga bacteriana de una Porphyromonas gingivalis establecida en la infección cerebral y la neuroinflamación, y las neuronas fueron rescatadas en el hipocampo. Estos datos sugieren que los inhibidores de gingipaína podrían ser valiosos para tratar la colonización y neurodegeneración del cerebro en la enfermedad de Alzheimer. Posible causa Otra investigación dirigida por la Universidad de Curtin, en Australia, identificó una posible causa de la enfermedad: la fuga de la sangre al cerebro de partículas que transportan grasas que a su vez trasladan proteínas tóxicas. Estos depósitos de proteínas tóxicas que se forman en el cerebro de las personas que viven con Alzheimer probablemente se filtran al cerebro a partir de partículas que transportan grasa en la sangre, llamadas lipoproteínas. Responsable de entre un 60 y 80% de los casos de demencia La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo.