Los “Acuerdos de Múnich”, firmados el 30 de septiembre de 1938 por Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, son recordados como uno de los episodios diplomáticos más negros de los últimos 100 años, ya que le permitió al gobierno nazi de Adolf Hitler anexar la región de los Sudetes, en Checoslovaquia. Impulsados principalmente por el primer ministro británico Neville Chamberlain y el presidente francés Édouard Daladier, los acuerdos que fueron firmados a espaldas de los checoslovacos, buscaban evitar una nueva guerra europea mediante una política de apaciguamiento hacia Hitler. Sin embargo, lejos de garantizar la paz, fortalecieron a la Alemania nazi y son considerados uno de los errores diplomáticos más graves de la época, al facilitar la expansión territorial de Hitler y acelerar el camino hacia el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. “La historia se repite, primero como tragedia, luego como farsa”, la frase usualmente atribuida a Karl Marx, está muy relacionada a lo que ocurre por estos días, cuando muchos han comparado a Trump con Chamberlain por el plan de paz para acabar la guerra en Ucrania que favorece ostensiblemente a Rusia. El plan presiona a Ucrania para que acepte ceder parte de su territorio a Rusia y reducir el tamaño de su ejército, dejándola vulnerable. La propuesta también busca el acuerdo de Europa de que Ucrania nunca será admitida en la OTAN. En su columna semanal, el analista político de The New York Times Thomas L. Friedman (ganador de tres Premios Pulitzer), dijo que Donald Trump debería ser galardonado con “el ‘Premio de la Paz Neville Chamberlain’ otorgado por la historia al líder del país que vende más flagrantemente a sus aliados y sus valores a un dictador agresivo”. Luego Friedman agregó que “al recompensar la invasión no provocada de Ucrania por parte de Putin, basándose en su obsesión por integrarla a la Madre Rusia, Estados Unidos someterá a toda la Unión Europea a su control. En tal escenario, según el reputado columnista, “el mensaje de Trump a nuestros aliados será claro: No provoquen a Putin, porque mientras yo sea el comandante en jefe, Estados Unidos no pagará ningún precio ni asumirá ninguna carga en la defensa de su libertad. Como el presidente republicano le puso como plazo a Ucrania para aceptar el acuerdo este jueves 27 de noviembre, cuando se celebra el “Día de Acción de Gracias” en Estados Unidos, Friedman ironizó y escribió que si los ucranianos terminan cediendo sobre el plan original que les presentó la Casa Blanca, “el Día de Acción de Gracias ya no será una festividad estadounidense. Se convertirá en una festividad rusa”. Palabras similares ocupó la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien escribió en la red social X que “Con su ultimátum de que Ucrania se rinda ante Rusia, Trump finalmente gana un premio: El premio Neville Chamberlain por traicionar la paz, la libertad y la justicia”. Después de los nefastos “Acuerdos de Múnich”, Sir Winston Churchill, entonces miembro del parlamento, pronunció una de sus frases más famosas: “Se te dio a elegir entre la guerra y la deshonra. Elegiste la deshonra, y tendrás guerra”. Fuente: Publimetro
Los “Acuerdos de Múnich”, firmados el 30 de septiembre de 1938 por Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, son recordados como uno de los episodios diplomáticos más negros de los últimos 100 años, ya que le permitió al gobierno nazi de Adolf Hitler anexar la región de los Sudetes, en Checoslovaquia. Impulsados principalmente por el primer ministro británico Neville Chamberlain y el presidente francés Édouard Daladier, los acuerdos que fueron firmados a espaldas de los checoslovacos, buscaban evitar una nueva guerra europea mediante una política de apaciguamiento hacia Hitler. Sin embargo, lejos de garantizar la paz, fortalecieron a la Alemania nazi y son considerados uno de los errores diplomáticos más graves de la época, al facilitar la expansión territorial de Hitler y acelerar el camino hacia el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. “La historia se repite, primero como tragedia, luego como farsa”, la frase usualmente atribuida a Karl Marx, está muy relacionada a lo que ocurre por estos días, cuando muchos han comparado a Trump con Chamberlain por el plan de paz para acabar la guerra en Ucrania que favorece ostensiblemente a Rusia. El plan presiona a Ucrania para que acepte ceder parte de su territorio a Rusia y reducir el tamaño de su ejército, dejándola vulnerable. La propuesta también busca el acuerdo de Europa de que Ucrania nunca será admitida en la OTAN. En su columna semanal, el analista político de The New York Times Thomas L. Friedman (ganador de tres Premios Pulitzer), dijo que Donald Trump debería ser galardonado con “el ‘Premio de la Paz Neville Chamberlain’ otorgado por la historia al líder del país que vende más flagrantemente a sus aliados y sus valores a un dictador agresivo”. Luego Friedman agregó que “al recompensar la invasión no provocada de Ucrania por parte de Putin, basándose en su obsesión por integrarla a la Madre Rusia, Estados Unidos someterá a toda la Unión Europea a su control. En tal escenario, según el reputado columnista, “el mensaje de Trump a nuestros aliados será claro: No provoquen a Putin, porque mientras yo sea el comandante en jefe, Estados Unidos no pagará ningún precio ni asumirá ninguna carga en la defensa de su libertad. Como el presidente republicano le puso como plazo a Ucrania para aceptar el acuerdo este jueves 27 de noviembre, cuando se celebra el “Día de Acción de Gracias” en Estados Unidos, Friedman ironizó y escribió que si los ucranianos terminan cediendo sobre el plan original que les presentó la Casa Blanca, “el Día de Acción de Gracias ya no será una festividad estadounidense. Se convertirá en una festividad rusa”. Palabras similares ocupó la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien escribió en la red social X que “Con su ultimátum de que Ucrania se rinda ante Rusia, Trump finalmente gana un premio: El premio Neville Chamberlain por traicionar la paz, la libertad y la justicia”. Después de los nefastos “Acuerdos de Múnich”, Sir Winston Churchill, entonces miembro del parlamento, pronunció una de sus frases más famosas: “Se te dio a elegir entre la guerra y la deshonra. Elegiste la deshonra, y tendrás guerra”. Fuente: Publimetro