El lago Kivu está ubicado entre los países africanos de Ruanda y la República Democrática del Congo. A su alrededor, se pueden apreciar imponentes acantilados y también un valle verde. Si bien algunos pescadores artesanales realizan sus actividades en sus aguas, las profundidades del Kivu albergan un mortal peligro. El fondo del Kivu almacena grandes cantidades de dióxido de carbono y metano. Otros dos lagos ubicados en Camerún, África, - el Nyos y el Monoun - también tienen la presencia de los elementos químicos, entrando en erupción en los últimos 50 años y dejando una nube letal de gas que asfixiaba a todo ser vivo. A diferencia los lagos de Camerún, el Kivu se vuelve una amenaza aún mayor, debido a que es 50 veces más largo que el Nyos y más del doble de profundo. Eso sí, el mayor problema es que millones de personas viven en las orillas, de acuerdo a National Geographic. La amenaza del Lago Kivu y los esfuerzos de Ruanda para abastecer de combustible al país Philip Morkel, ingeniero y fundador de Hydagras Energi, que busca financiación para un proyecto de extracción de metano del lago para producir electricidad, dijo que cuando el lago alcance el 100% de saturación -y actualmente está en algún punto por encima del 60%- entrará en erupción espontáneamente. Además, el Kivu también podría entrar en erupción si sus capas se alteran lo suficiente, como, por ejemplo, que fuera afectado por un terremoto o una gran intrusión de lava, considerando que hay dos volcanes activos en un radio de 24 kilómetros. Sobre una erupción del Kivu, que sería catastrófica, Morkel señaló que liberaría a la atmósfera el equivalente entre 2 y 6 gigatoneladas de carbono en un día, y que ese gas en erupción quedaría suspendido sobre el lago en una nube de niebla durante días o semanas. Cabe señalar que las emisiones mundiales actuales de dióxido de carbono son de aproximadamente 38 gigatoneladas cada año en total. El gas sería extremadamente tóxico. Si alguien estuviera en esa nube, tardaría un minuto en morir, recalcó Morkel sobre el material que liberaría una erupción del lago Kivu. Para enfrentar la amenaza del Kivu, el gobierno de Ruanda dio luz verde al proyecto KivuWatt, de la empresa británica ContourGlobal, para extraer el metano del lago y utilizarlo como combustible para alimentar la red eléctrica del país.
Lo que comenzó como una simple búsqueda de aprovechar el tiempo libre, se convirtió en un apasionante desafío personal. A lo largo de dos años, completó 35 ascensos a diversos macizos, para finalmente alcanzar la impresionante cifra de 60 cumbres conquistadas. Danny Vera Campos, un apasionado por la historia y la naturaleza del desierto, se ha propuesto el noble objetivo de dar a conocer la riqueza cultural y ambiental de los cerros y poblados ancestrales en su comunidad. Consciente de la importancia de preservar y difundir este patrimonio, Danny busca compartir su conocimiento de manera lúdica para involucrar a los estudiantes locales en un aprendizaje integral. Su labor no solo busca educar, sino también inspirar un mayor aprecio por la flora, fauna y tradiciones que hacen única a esta región desértica. En cada uno de estos ascensos, y posteriormente descensos documenta con material audiovisual la flora y fauna de estos cerros y montañas , al igual como de las planicies, que en algunos casos por la falta de información resultan una verdadera aventura a lo desconocido. Si bien, esto comenzó en la zona desértica de la provincia El Loa, con aquellos cerros del entorno de las localidades de Ayquina, Toconce, Caspana, Chiu Chiu, Lasana, Incalari, Turi, Topaín y Paniri, además de San Pedro de Atacama y Toconao, con el paso del tiempo se extendió en la zona norte a Sierra Gorda, María Elena, Tocopilla, Quillagua, Pozo Almonte y Pica. Sigue a Danny: https://www.instagram.com/dannyverac/
El lago Kivu está ubicado entre los países africanos de Ruanda y la República Democrática del Congo. A su alrededor, se pueden apreciar imponentes acantilados y también un valle verde. Si bien algunos pescadores artesanales realizan sus actividades en sus aguas, las profundidades del Kivu albergan un mortal peligro. El fondo del Kivu almacena grandes cantidades de dióxido de carbono y metano. Otros dos lagos ubicados en Camerún, África, - el Nyos y el Monoun - también tienen la presencia de los elementos químicos, entrando en erupción en los últimos 50 años y dejando una nube letal de gas que asfixiaba a todo ser vivo. A diferencia los lagos de Camerún, el Kivu se vuelve una amenaza aún mayor, debido a que es 50 veces más largo que el Nyos y más del doble de profundo. Eso sí, el mayor problema es que millones de personas viven en las orillas, de acuerdo a National Geographic. La amenaza del Lago Kivu y los esfuerzos de Ruanda para abastecer de combustible al país Philip Morkel, ingeniero y fundador de Hydagras Energi, que busca financiación para un proyecto de extracción de metano del lago para producir electricidad, dijo que cuando el lago alcance el 100% de saturación -y actualmente está en algún punto por encima del 60%- entrará en erupción espontáneamente. Además, el Kivu también podría entrar en erupción si sus capas se alteran lo suficiente, como, por ejemplo, que fuera afectado por un terremoto o una gran intrusión de lava, considerando que hay dos volcanes activos en un radio de 24 kilómetros. Sobre una erupción del Kivu, que sería catastrófica, Morkel señaló que liberaría a la atmósfera el equivalente entre 2 y 6 gigatoneladas de carbono en un día, y que ese gas en erupción quedaría suspendido sobre el lago en una nube de niebla durante días o semanas. Cabe señalar que las emisiones mundiales actuales de dióxido de carbono son de aproximadamente 38 gigatoneladas cada año en total. El gas sería extremadamente tóxico. Si alguien estuviera en esa nube, tardaría un minuto en morir, recalcó Morkel sobre el material que liberaría una erupción del lago Kivu. Para enfrentar la amenaza del Kivu, el gobierno de Ruanda dio luz verde al proyecto KivuWatt, de la empresa británica ContourGlobal, para extraer el metano del lago y utilizarlo como combustible para alimentar la red eléctrica del país.
Lo que comenzó como una simple búsqueda de aprovechar el tiempo libre, se convirtió en un apasionante desafío personal. A lo largo de dos años, completó 35 ascensos a diversos macizos, para finalmente alcanzar la impresionante cifra de 60 cumbres conquistadas. Danny Vera Campos, un apasionado por la historia y la naturaleza del desierto, se ha propuesto el noble objetivo de dar a conocer la riqueza cultural y ambiental de los cerros y poblados ancestrales en su comunidad. Consciente de la importancia de preservar y difundir este patrimonio, Danny busca compartir su conocimiento de manera lúdica para involucrar a los estudiantes locales en un aprendizaje integral. Su labor no solo busca educar, sino también inspirar un mayor aprecio por la flora, fauna y tradiciones que hacen única a esta región desértica. En cada uno de estos ascensos, y posteriormente descensos documenta con material audiovisual la flora y fauna de estos cerros y montañas , al igual como de las planicies, que en algunos casos por la falta de información resultan una verdadera aventura a lo desconocido. Si bien, esto comenzó en la zona desértica de la provincia El Loa, con aquellos cerros del entorno de las localidades de Ayquina, Toconce, Caspana, Chiu Chiu, Lasana, Incalari, Turi, Topaín y Paniri, además de San Pedro de Atacama y Toconao, con el paso del tiempo se extendió en la zona norte a Sierra Gorda, María Elena, Tocopilla, Quillagua, Pozo Almonte y Pica. Sigue a Danny: https://www.instagram.com/dannyverac/