3I/ATLAS muestra un latido luminoso cada 16.16 horas, un comportamiento que no puede explicarse con el giro del núcleo. Nuevas imágenes revelan jets pulsantes capaces de iluminar la coma periódicamente, generando un patrón rítmico sin precedentes. El cometa interestelar 3I/ATLAS acaba de sumar una señal inquietante a su larga lista de anomalías: un latido luminoso que se repite de manera perfecta cada 16.16 horas, como si el objeto tuviera un corazón propio. El fenómeno, detectado desde julio y confirmado con nuevas imágenes de Hawái y Tailandia, mantiene desconcertados a los astrónomos. La variación rítmica es tan fuerte que alcanza decenas de por ciento en brillo, algo extremadamente inusual en cometas tradicionales. Y lo más desconcertante es que no proviene del giro del núcleo, como se creyó inicialmente. Según el astrofísico Avi Loeb, la explicación apunta hacia otra dirección: los jets de gas y polvo están pulsando como si siguieran un ritmo interno. Las primeras hipótesis sugerían que el latido se debía a que el núcleo —la parte sólida— tenía una forma irregular y reflejaba diferente cantidad de luz al rotar. Pero las imágenes del telescopio Hubble demostraron algo clave: Esto obligó a buscar otra explicación, y ahí entraron en juego los jets: chorros de material que brotan desde el núcleo hacia el espacio. En las últimas semanas, telescopios de aficionados captaron dos jets prominentes: uno dirigido hacia la sombra y otro hacia el Sol, formando una anti-cola inusualmente definida. Loeb plantea que: Ese patrón, dice, se parecería al latido de un corazón, con cada “puff” de gas expandiéndose por la coma y volviéndola más brillante. Con la velocidad estimada de los chorros —unos 440 metros por segundo—, el material expulsado podría viajar más de 25 mil kilómetros en un solo “latido”. Loeb agrega un punto que abrió un intenso debate en redes: Es decir, la orientación del “latido” podría distinguir entre un cometa convencional y algo que opere con mecanismos internos más complejos. Por ahora, no hay evidencia de tecnología… pero tampoco está descartada. Simplemente, no hay datos suficientes. El fenómeno fue reportado, pero no existe aún una serie sistemática de imágenes que muestre el patrón completo durante varios días. Loeb insiste en que un video continuo permitiría saber: Varios observatorios ya están coordinándose para capturar esta secuencia en diciembre. 3I/ATLAS ya rompió varios moldes: No hay pruebas de que sea artificial, pero tampoco es un cometa común. Científicos de todo el mundo esperan nuevas observaciones para descifrar si este heartbeat es: Fuente: Publimetro
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha generado un intenso debate en la comunidad científica. Este objeto, de origen extraterrestre, ha llamado la atención debido a las 13 señales de alerta que lo distinguen de los cometas convencionales, según el astrofísico Avi Loeb. Las anomalías observadas en 3I/ATLAS han desatado una discusión global sobre la comprensión de los objetos interestelares. ¿Estamos frente a un fenómeno natural extremo o ante un descubrimiento que podría revelar aspectos más profundos del cosmos? Avi Loeb, reconocido astrónomo, identificó estas 13 señales a partir de diversas observaciones realizadas entre julio y noviembre de 2025, que incluyen imágenes, mediciones de aceleración, modelos orbitales y cambios inesperados en su comportamiento. 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa nuestro sistema solar. Desde su detección el 1 de julio de 2025, se han observado irregularidades en su trayectoria, brillo, actividad y respuesta a la radiación solar. A pesar de que las anomalías no confirman que el objeto sea artificial, representan un conjunto de comportamientos que desafían la comprensión actual sobre los cometas. Algunas pistas sugieren una actividad inusualmente intensa, mientras que otras indican aceleraciones difíciles de explicar. Para Loeb, este conjunto de señales merece una atención detallada y un análisis abierto para explorar todas las posibilidades antes de descartar hipótesis prematuramente. Aunque algunas anomalías han sido publicadas por otros investigadores, Loeb destaca la importancia de no ignorar estas discrepancias y seguir investigando a fondo. Los expertos advierten que los modelos actuales podrían no ser suficientes para explicar las observaciones realizadas hasta ahora. La llegada de datos desde sondas como Juno, Juice y Psyche en los próximos meses será crucial para obtener más información desde diferentes puntos del sistema solar. En sus declaraciones públicas, Loeb enfatiza que no busca afirmar que 3I/ATLAS sea artificial, sino que aboga por explorar todas las posibilidades antes de llegar a conclusiones definitivas. Las observaciones programadas entre diciembre de 2025 y enero de 2026 serán fundamentales para ampliar nuestro conocimiento sobre este misterioso objeto. El momento más esperado será el 16 de marzo de 2026, cuando 3I/ATLAS pase cerca de Júpiter. En ese momento se podrá determinar si las coincidencias observadas hasta ahora son simplemente eso o si hay algo más detrás. Fuente: Publimetro
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha generado gran revuelo en las redes sociales y la comunidad científica al retomarse una teoría polémica propuesta por el astrofísico Avi Loeb. Según esta teoría, existe la posibilidad de que este visitante de otro sistema solar pase tan cerca de Júpiter que incluso podría dejar objetos no humanos a su alrededor. La afirmación, impactante y susceptible de malinterpretación, se basa en un hecho real: 3I/ATLAS llevará a cabo en marzo una maniobra extremadamente precisa, pasando a tan solo 160 mil millas del límite del Hill radius de Júpiter, la región donde el planeta puede capturar objetos y convertirlos en satélites temporales. Esta proximidad, junto con la aceleración no gravitacional que ha mostrado el cometa en los últimos meses, ha dado pie a teorías que van desde lo técnico hasta lo especulativo. Es en este punto donde Avi Loeb vuelve a ser protagonista. Avi Loeb , quien previamente sugirió que el objeto interestelar 'Oumuamua podría haber sido artificial, argumentó lo siguiente: Son coincidencias que merecen atención. Según Loeb, si un objeto interestelar quisiera depositar dispositivos, sondas o artefactos pequeños en un planeta gigante sin gastar demasiada energía, pasar cerca del Hill radius de Júpiter sería una opción estratégica. En resumen: si el cometa transportara materiales, fragmentos sólidos o incluso tecnología (en un escenario altamente especulativo), Júpiter podría capturarlos. A pesar de estas teorías, la mayoría de la comunidad científica mantiene una postura conservadora: para la mayoría de los astrónomos, 3I/ATLAS es simplemente un cometa raro, activo y complejo, pero completamente natural. Sin embargo, Loeb insiste en que la combinación de factores merece ser investigada por instrumentos en órbita. El astrónomo sugiere que la misión Juno, actualmente estudiando el gigante gaseoso Júpiter, realice una inspección en primavera para verificar si: Aunque la probabilidad real es muy baja, la idea ha causado sensación en las redes sociales debido a lo llamativa que resulta: un cometa interestelar dejando algo en Júpiter como si siguiera un plan. Esta narrativa reúne todos los elementos que hacen viral un tema espacial: Lo concreto y verificado hasta ahora: Fuente: Publimetro
El misterio del cometa interestelar 3I/ATLAS dio un giro inesperado y oficialmente histórico. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que el objeto es parte de un operativo internacional de defensa planetaria, un ejercicio real —no teórico— coordinado por los principales organismos encargados de proteger a la Tierra ante posibles amenazas espaciales. El anuncio derriba semanas de rumores y confusión. No se trata de una observación casual ni de una simple campaña científica: 3I/ATLAS es el eje del octavo ejercicio global del International Asteroid Warning Network (IAWN), la red creada para detectar, rastrear y evaluar objetos potencialmente peligrosos. La confirmación ubica al cometa en el centro de un entrenamiento coordinado por la ONU y llevado a cabo junto con la IAWN, el Space Mission Planning Advisory Group (SMPAG) y la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas (UNOOSA). En otras palabras, toda la estructura mundial de defensa planetaria está participando. El documento oficial indica que la campaña asociada a 3I/ATLAS será un ejercicio completo que incluye: Aunque 3I/ATLAS no representa peligro para la Tierra, su trayectoria interestelar, su brillo irregular y la complejidad de sus colas lo convierten en un caso ideal para probar herramientas que, en un futuro, podrían ser decisivas ante un objeto realmente peligroso. El operativo se extenderá desde el 27 de noviembre de 2025 hasta el 27 de enero de 2026, con un calendario detallado que incluye talleres, puntos de control y una teleconferencia final para evaluar resultados. El cometa presenta varios desafíos que lo convierten en un candidato perfecto: Según la circular MPEC 2025-U142 de la Unión Astronómica Internacional, los cometas suponen un reto técnico mayor que los asteroides porque su masa y su brillo no son uniformes. Eso hace que, para efectos del ejercicio, 3I/ATLAS sea una especie de “examen final” para la comunidad internacional. La confirmación de la ONU reacomoda las piezas en el panorama espacial global. La coordinación entre agencias demuestra que la defensa planetaria ya no es solo ciencia, sino un espacio estratégico donde participan potencias, organismos multilaterales y actores emergentes. Mientras Europa activó antes su propio simulacro con la ESA, y NASA mantiene un tono más prudente, la ONU coloca el sello final que convierte este ejercicio en un evento formal a escala planetaria. China, India, Japón, Estados Unidos, la ESA y otras agencias están observando o participando, cada una desde su esfera de influencia. 3I/ATLAS, un visitante que proviene de fuera del Sistema Solar, terminó revelando cómo el mundo se prepara para un futuro donde la respuesta ante amenazas espaciales deberá ser rápida, precisa y coordinada. El ejercicio incluye un periodo intenso de observaciones desde el 27 de noviembre hasta fines de enero. Durante ese tiempo, la comunidad internacional evaluará: Luego, el 3 de febrero de 2026, se realizará la teleconferencia final donde se darán a conocer los resultados del operativo y las recomendaciones globales. Fuente: Publimetro
3I/ATLAS muestra un latido luminoso cada 16.16 horas, un comportamiento que no puede explicarse con el giro del núcleo. Nuevas imágenes revelan jets pulsantes capaces de iluminar la coma periódicamente, generando un patrón rítmico sin precedentes. El cometa interestelar 3I/ATLAS acaba de sumar una señal inquietante a su larga lista de anomalías: un latido luminoso que se repite de manera perfecta cada 16.16 horas, como si el objeto tuviera un corazón propio. El fenómeno, detectado desde julio y confirmado con nuevas imágenes de Hawái y Tailandia, mantiene desconcertados a los astrónomos. La variación rítmica es tan fuerte que alcanza decenas de por ciento en brillo, algo extremadamente inusual en cometas tradicionales. Y lo más desconcertante es que no proviene del giro del núcleo, como se creyó inicialmente. Según el astrofísico Avi Loeb, la explicación apunta hacia otra dirección: los jets de gas y polvo están pulsando como si siguieran un ritmo interno. Las primeras hipótesis sugerían que el latido se debía a que el núcleo —la parte sólida— tenía una forma irregular y reflejaba diferente cantidad de luz al rotar. Pero las imágenes del telescopio Hubble demostraron algo clave: Esto obligó a buscar otra explicación, y ahí entraron en juego los jets: chorros de material que brotan desde el núcleo hacia el espacio. En las últimas semanas, telescopios de aficionados captaron dos jets prominentes: uno dirigido hacia la sombra y otro hacia el Sol, formando una anti-cola inusualmente definida. Loeb plantea que: Ese patrón, dice, se parecería al latido de un corazón, con cada “puff” de gas expandiéndose por la coma y volviéndola más brillante. Con la velocidad estimada de los chorros —unos 440 metros por segundo—, el material expulsado podría viajar más de 25 mil kilómetros en un solo “latido”. Loeb agrega un punto que abrió un intenso debate en redes: Es decir, la orientación del “latido” podría distinguir entre un cometa convencional y algo que opere con mecanismos internos más complejos. Por ahora, no hay evidencia de tecnología… pero tampoco está descartada. Simplemente, no hay datos suficientes. El fenómeno fue reportado, pero no existe aún una serie sistemática de imágenes que muestre el patrón completo durante varios días. Loeb insiste en que un video continuo permitiría saber: Varios observatorios ya están coordinándose para capturar esta secuencia en diciembre. 3I/ATLAS ya rompió varios moldes: No hay pruebas de que sea artificial, pero tampoco es un cometa común. Científicos de todo el mundo esperan nuevas observaciones para descifrar si este heartbeat es: Fuente: Publimetro
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha generado un intenso debate en la comunidad científica. Este objeto, de origen extraterrestre, ha llamado la atención debido a las 13 señales de alerta que lo distinguen de los cometas convencionales, según el astrofísico Avi Loeb. Las anomalías observadas en 3I/ATLAS han desatado una discusión global sobre la comprensión de los objetos interestelares. ¿Estamos frente a un fenómeno natural extremo o ante un descubrimiento que podría revelar aspectos más profundos del cosmos? Avi Loeb, reconocido astrónomo, identificó estas 13 señales a partir de diversas observaciones realizadas entre julio y noviembre de 2025, que incluyen imágenes, mediciones de aceleración, modelos orbitales y cambios inesperados en su comportamiento. 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa nuestro sistema solar. Desde su detección el 1 de julio de 2025, se han observado irregularidades en su trayectoria, brillo, actividad y respuesta a la radiación solar. A pesar de que las anomalías no confirman que el objeto sea artificial, representan un conjunto de comportamientos que desafían la comprensión actual sobre los cometas. Algunas pistas sugieren una actividad inusualmente intensa, mientras que otras indican aceleraciones difíciles de explicar. Para Loeb, este conjunto de señales merece una atención detallada y un análisis abierto para explorar todas las posibilidades antes de descartar hipótesis prematuramente. Aunque algunas anomalías han sido publicadas por otros investigadores, Loeb destaca la importancia de no ignorar estas discrepancias y seguir investigando a fondo. Los expertos advierten que los modelos actuales podrían no ser suficientes para explicar las observaciones realizadas hasta ahora. La llegada de datos desde sondas como Juno, Juice y Psyche en los próximos meses será crucial para obtener más información desde diferentes puntos del sistema solar. En sus declaraciones públicas, Loeb enfatiza que no busca afirmar que 3I/ATLAS sea artificial, sino que aboga por explorar todas las posibilidades antes de llegar a conclusiones definitivas. Las observaciones programadas entre diciembre de 2025 y enero de 2026 serán fundamentales para ampliar nuestro conocimiento sobre este misterioso objeto. El momento más esperado será el 16 de marzo de 2026, cuando 3I/ATLAS pase cerca de Júpiter. En ese momento se podrá determinar si las coincidencias observadas hasta ahora son simplemente eso o si hay algo más detrás. Fuente: Publimetro
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha generado gran revuelo en las redes sociales y la comunidad científica al retomarse una teoría polémica propuesta por el astrofísico Avi Loeb. Según esta teoría, existe la posibilidad de que este visitante de otro sistema solar pase tan cerca de Júpiter que incluso podría dejar objetos no humanos a su alrededor. La afirmación, impactante y susceptible de malinterpretación, se basa en un hecho real: 3I/ATLAS llevará a cabo en marzo una maniobra extremadamente precisa, pasando a tan solo 160 mil millas del límite del Hill radius de Júpiter, la región donde el planeta puede capturar objetos y convertirlos en satélites temporales. Esta proximidad, junto con la aceleración no gravitacional que ha mostrado el cometa en los últimos meses, ha dado pie a teorías que van desde lo técnico hasta lo especulativo. Es en este punto donde Avi Loeb vuelve a ser protagonista. Avi Loeb , quien previamente sugirió que el objeto interestelar 'Oumuamua podría haber sido artificial, argumentó lo siguiente: Son coincidencias que merecen atención. Según Loeb, si un objeto interestelar quisiera depositar dispositivos, sondas o artefactos pequeños en un planeta gigante sin gastar demasiada energía, pasar cerca del Hill radius de Júpiter sería una opción estratégica. En resumen: si el cometa transportara materiales, fragmentos sólidos o incluso tecnología (en un escenario altamente especulativo), Júpiter podría capturarlos. A pesar de estas teorías, la mayoría de la comunidad científica mantiene una postura conservadora: para la mayoría de los astrónomos, 3I/ATLAS es simplemente un cometa raro, activo y complejo, pero completamente natural. Sin embargo, Loeb insiste en que la combinación de factores merece ser investigada por instrumentos en órbita. El astrónomo sugiere que la misión Juno, actualmente estudiando el gigante gaseoso Júpiter, realice una inspección en primavera para verificar si: Aunque la probabilidad real es muy baja, la idea ha causado sensación en las redes sociales debido a lo llamativa que resulta: un cometa interestelar dejando algo en Júpiter como si siguiera un plan. Esta narrativa reúne todos los elementos que hacen viral un tema espacial: Lo concreto y verificado hasta ahora: Fuente: Publimetro
El misterio del cometa interestelar 3I/ATLAS dio un giro inesperado y oficialmente histórico. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que el objeto es parte de un operativo internacional de defensa planetaria, un ejercicio real —no teórico— coordinado por los principales organismos encargados de proteger a la Tierra ante posibles amenazas espaciales. El anuncio derriba semanas de rumores y confusión. No se trata de una observación casual ni de una simple campaña científica: 3I/ATLAS es el eje del octavo ejercicio global del International Asteroid Warning Network (IAWN), la red creada para detectar, rastrear y evaluar objetos potencialmente peligrosos. La confirmación ubica al cometa en el centro de un entrenamiento coordinado por la ONU y llevado a cabo junto con la IAWN, el Space Mission Planning Advisory Group (SMPAG) y la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas (UNOOSA). En otras palabras, toda la estructura mundial de defensa planetaria está participando. El documento oficial indica que la campaña asociada a 3I/ATLAS será un ejercicio completo que incluye: Aunque 3I/ATLAS no representa peligro para la Tierra, su trayectoria interestelar, su brillo irregular y la complejidad de sus colas lo convierten en un caso ideal para probar herramientas que, en un futuro, podrían ser decisivas ante un objeto realmente peligroso. El operativo se extenderá desde el 27 de noviembre de 2025 hasta el 27 de enero de 2026, con un calendario detallado que incluye talleres, puntos de control y una teleconferencia final para evaluar resultados. El cometa presenta varios desafíos que lo convierten en un candidato perfecto: Según la circular MPEC 2025-U142 de la Unión Astronómica Internacional, los cometas suponen un reto técnico mayor que los asteroides porque su masa y su brillo no son uniformes. Eso hace que, para efectos del ejercicio, 3I/ATLAS sea una especie de “examen final” para la comunidad internacional. La confirmación de la ONU reacomoda las piezas en el panorama espacial global. La coordinación entre agencias demuestra que la defensa planetaria ya no es solo ciencia, sino un espacio estratégico donde participan potencias, organismos multilaterales y actores emergentes. Mientras Europa activó antes su propio simulacro con la ESA, y NASA mantiene un tono más prudente, la ONU coloca el sello final que convierte este ejercicio en un evento formal a escala planetaria. China, India, Japón, Estados Unidos, la ESA y otras agencias están observando o participando, cada una desde su esfera de influencia. 3I/ATLAS, un visitante que proviene de fuera del Sistema Solar, terminó revelando cómo el mundo se prepara para un futuro donde la respuesta ante amenazas espaciales deberá ser rápida, precisa y coordinada. El ejercicio incluye un periodo intenso de observaciones desde el 27 de noviembre hasta fines de enero. Durante ese tiempo, la comunidad internacional evaluará: Luego, el 3 de febrero de 2026, se realizará la teleconferencia final donde se darán a conocer los resultados del operativo y las recomendaciones globales. Fuente: Publimetro