El estudio, publicado en la revista Nature, se basó en el análisis de datos de personas en Gales, donde la vacuna Zostavax comenzó a administrarse a partir de septiembre de 2013. Para evaluar su impacto, los investigadores compararon a individuos nacidos justo después del 2 de septiembre de 1933 —quienes fueron elegibles para la vacuna— con aquellos nacidos poco antes de esa fecha, quienes no calificaban para recibirla. Durante los siete años que duró el seguimiento, se diagnosticaron más de 35 mil nuevos casos de demencia entre una muestra de más de 280 mil personas. Los investigadores observaron que quienes habían recibido la vacuna tenían un 20% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad. En el caso de las mujeres, esta reducción fue aún más significativa, llegando a una quinta parte. Sin embargo, no se reportaron datos específicos sobre los efectos en hombres. El doctor Flavio Salazar, inmunólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explicó en una entrevista con LUN que cada vez hay más evidencia que vincula la respuesta inmune provocada por las vacunas con una posible protección frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.En el lugar donde se administra la vacuna se genera una respuesta inflamatoria, y esa inflamación podría ofrecer cierto nivel de protección contra el deterioro de las células nerviosas, señaló. Aunque la vacuna Zostavax ya no se utiliza, su sucesora, Shingrix, fue recientemente aprobada y podría estar disponible en centros de salud privados en Chile.
Los estudios preclínicos de la oncovacuna, desarrollada activamente por especialistas del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya en Rusia, demuestran que el uso del fármaco permite que los tumores se disuelvan y desaparezcan las metástasis, según declaró el director del centro médico, Alexandr Gintsburg. En los ensayos preclínicos vemos que el tumor, el melanoma, simplemente se disuelve, desaparece, y no solo el tumor en sí, sino que incluso desaparecen las metástasis. No excluyo que también tengamos pacientes en la cuarta fase, manifestó Gintsburg. En el futuro, los especialistas pretenden probar el efecto del fármaco en otros tipos de enfermedades oncológicas: cáncer de pulmón, de riñón y de páncreas. Para ello, está previsto contar con la participación de institutos oncológicos, explicó el especialista ruso en salud, quien dirige este proyecto de cerca. De acuerdo a lo afirmado por el especialista médico, la vacuna contra el cáncer será personalizada, es decir, elaborada para cada paciente particular. La inteligencia artificial ayudará en el desarrollo, para analizar los parámetros del tumor y elaborar un plano del futuro fármaco, y al basarse en él, los expertos prepararán una vacuna en el plazo de una semana. Para esta vacuna fue empleada la tecnología de ARN mensajero, que se utilizó para la fabricación de las vacunas contra la COVID-19. Aún así, Gintsburg indicó durante el pasado mes de junio que esta vacuna no es de carácter preventivo, porque “las vacunas preventivas son necesarias para las personas sanas y, en este caso, las tecnologías de ARNm funcionan peor, ya que producen más efectos secundarios. Pero, si una persona ya está enferma y lucha contra el cáncer, los beneficios de la tecnología de ARNm superan estos efectos secundarios.
El estudio, publicado en la revista Nature, se basó en el análisis de datos de personas en Gales, donde la vacuna Zostavax comenzó a administrarse a partir de septiembre de 2013. Para evaluar su impacto, los investigadores compararon a individuos nacidos justo después del 2 de septiembre de 1933 —quienes fueron elegibles para la vacuna— con aquellos nacidos poco antes de esa fecha, quienes no calificaban para recibirla. Durante los siete años que duró el seguimiento, se diagnosticaron más de 35 mil nuevos casos de demencia entre una muestra de más de 280 mil personas. Los investigadores observaron que quienes habían recibido la vacuna tenían un 20% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad. En el caso de las mujeres, esta reducción fue aún más significativa, llegando a una quinta parte. Sin embargo, no se reportaron datos específicos sobre los efectos en hombres. El doctor Flavio Salazar, inmunólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explicó en una entrevista con LUN que cada vez hay más evidencia que vincula la respuesta inmune provocada por las vacunas con una posible protección frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.En el lugar donde se administra la vacuna se genera una respuesta inflamatoria, y esa inflamación podría ofrecer cierto nivel de protección contra el deterioro de las células nerviosas, señaló. Aunque la vacuna Zostavax ya no se utiliza, su sucesora, Shingrix, fue recientemente aprobada y podría estar disponible en centros de salud privados en Chile.
Los estudios preclínicos de la oncovacuna, desarrollada activamente por especialistas del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya en Rusia, demuestran que el uso del fármaco permite que los tumores se disuelvan y desaparezcan las metástasis, según declaró el director del centro médico, Alexandr Gintsburg. En los ensayos preclínicos vemos que el tumor, el melanoma, simplemente se disuelve, desaparece, y no solo el tumor en sí, sino que incluso desaparecen las metástasis. No excluyo que también tengamos pacientes en la cuarta fase, manifestó Gintsburg. En el futuro, los especialistas pretenden probar el efecto del fármaco en otros tipos de enfermedades oncológicas: cáncer de pulmón, de riñón y de páncreas. Para ello, está previsto contar con la participación de institutos oncológicos, explicó el especialista ruso en salud, quien dirige este proyecto de cerca. De acuerdo a lo afirmado por el especialista médico, la vacuna contra el cáncer será personalizada, es decir, elaborada para cada paciente particular. La inteligencia artificial ayudará en el desarrollo, para analizar los parámetros del tumor y elaborar un plano del futuro fármaco, y al basarse en él, los expertos prepararán una vacuna en el plazo de una semana. Para esta vacuna fue empleada la tecnología de ARN mensajero, que se utilizó para la fabricación de las vacunas contra la COVID-19. Aún así, Gintsburg indicó durante el pasado mes de junio que esta vacuna no es de carácter preventivo, porque “las vacunas preventivas son necesarias para las personas sanas y, en este caso, las tecnologías de ARNm funcionan peor, ya que producen más efectos secundarios. Pero, si una persona ya está enferma y lucha contra el cáncer, los beneficios de la tecnología de ARNm superan estos efectos secundarios.