Una frase sencilla que contiene todas las letras del abecedario — “The quick brown fox jumps over the lazy dog” El rápido zorro marrón salta sobre el perro perezoso — se ha convertido en la clave de una herramienta innovadora para detectar el Parkinson. El estudio, publicado en npj Parkinson’s Disease (2025), propone una forma sencilla y accesible de identificar esta enfermedad a partir del análisis de voz. Solo haría falta una grabación casera pronunciando esa frase. Lo más sorprendente es que esta frase breve puede encerrar pistas suficientes sobre cambios sutiles en el habla provocados por el Parkinson. La tecnología detrás del sistema analiza cómo se emite el sonido, los cambios de ritmo, la articulación y hasta las pausas. Según los autores, estos patrones revelan alteraciones neurológicas difíciles de percibir incluso para los médicos en etapas tempranas. La herramienta podría usarse desde casa con solo un portátil y una conexión a internet, algo especialmente relevante para quienes viven en zonas con pocos neurólogos. Por ejemplo, los autores mencionan que en países como Bangladesh hay menos de un especialista por cada millón de habitantes. «Hay grandes franjas de los Estados Unidos y en todo el mundo donde el acceso a la atención neurológica especializada es limitado», dijo Ehsan Hoque, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de Rochester, codirector del Laboratorio de Interacción Humano-Computadora de Rochester y autor del estudio. IA entrenada para escuchar lo que otros no oyen Para lograr este avance, los científicos utilizaron modelos de inteligencia artificial conocidos como Wav2Vec 2.0, WavLM e ImageBind, capaces de convertir la voz en datos digitales complejos. Estos sistemas ya se usan para tareas como el reconocimiento de voz o la traducción automática, pero ahora se han adaptado para detectar enfermedades a partir de cambios imperceptibles en el habla. «Con el consentimiento de los usuarios, las interfaces basadas en el habla ampliamente utilizadas como Amazon Alexa o Google Home podrían ayudar potencialmente a las personas a identificar si necesitan buscar más atención», dijo Hoque. Lo novedoso es que no se entrenó con sonidos artificiales ni tareas clínicas forzadas, sino con grabaciones de personas diciendo la misma frase en distintos entornos: en casa, en clínicas o centros de cuidados. En total, el estudio analizó 1.854 grabaciones de 1.306 personas, de las cuales 392 tenían diagnóstico de Parkinson. La clave fue fusionar los datos que cada modelo entendía de la voz en un solo sistema más robusto, capaz de reconocer patrones comunes. Esta arquitectura híbrida logró un 88,9 % de precisión para detectar la enfermedad y superó a otros modelos anteriores. Además, demostró ser eficaz incluso en ambientes ruidosos o con micrófonos caseros. Detectar sin tocar: un modelo accesible y equitativo El nuevo enfoque rompe con la tradición médica de observar síntomas motores —temblores, rigidez, lentitud— para diagnosticar Parkinson. Esta IA no necesita observar al paciente ni usar sensores físicos, solo escucha. Y lo hace con una sensibilidad notable, incluso en personas con la enfermedad en fases iniciales o sin síntomas evidentes. «Estos grandes modelos de audio están entrenados para entender cómo funciona el habla; por ejemplo, la forma en que alguien con Parkinson pronuncia sonidos, hace una pausa, respira y agrega inadvertidamente características de ininteligibilidad es diferente en alguien sin Parkinson», dijo Abdelrahman Abdelkader, estudiante de maestría en ciencias de la computación en el laboratorio de Hoque y autor del estudio. Esta accesibilidad representa un cambio radical en el diagnóstico de Parkinson, sobre todo en regiones donde el acceso al neurólogo puede llevar años. Con una frase grabada desde un navegador web, el sistema analiza la voz y da un resultado orientativo. Aunque no sustituye al diagnóstico médico, puede alertar a quienes ni siquiera sospechan que tienen la enfermedad. Además, el sistema fue diseñado para funcionar igual de bien en mujeres, hombres, jóvenes y mayores, sin sesgos por edad o etnia. Eso lo convierte en una herramienta prometedora para poblaciones diversas y con menos representación en estudios clínicos tradicionales.
Un hito nacional lograron investigadores de la Universidad de Concepción (UdeC), luego que consiguieran elaborar por primera vez en nuestro país combustible de avión a partir de residuos plásticos. Se trata del proyecto denominado “Combustible de aviación a partir de hidrocarburos sintéticos derivados de plásticos residuales”, liderado por la investigadora dra. Cristina Segura Castillo, del departamento de Investigación y Desarrollo (I+D) de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la mencionada casa de estudios. El hito se oficializó con la entrega del primer litro de este tipo de combustible al subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos Barrera, en una actividad realizada en la sede UdeC Santiago. Según explicó la doctora que dirigió el proyecto, el proceso para obtener este producto consiste “en transformar los residuos plásticos —bolsas plásticas, envases de yogurt, botellas de detergente, tapas, sacos— en un hidrocarburo que, en una etapa final, entra a la refinería de petróleo y pasa por los mismos procesos que el crudo convencional, para finalmente tener un producto con las especificaciones técnicas que requiere la aviación”, consigna Noticias UdeC. La iniciativa fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), ejecutada en colaboración con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y Nutra Trade. Asimismo, contó con el respaldo del Ministerio de Energía y el programa Vuelo Limpio de la Agencia de Sostenibilidad Energética. Del mismo modo, Segura Castillo detalló que el proceso en donde se descompone material mediante calor en ausencia de oxígeno, denominado pirólisis, resulta fundamental para este tipo de tecnología. La misma posee ventajas técnicas importantes, puesto que “no se necesitan hacer cambios dentro de la refinería de petróleo, ni dentro de toda la infraestructura, logística y motores del transporte aéreo”. Es decir, el combustible puede ser consumido hasta en un 100%, aseguró. Combustible de avión con plásticos residuales: el primer paso para la descarbonización Por su parte, Andrea Catalán, directora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la UdeC, resaltó que lo logrado “ marca un hito en la investigación aplicada y en el desarrollo de soluciones tecnológicas que contribuyen a un futuro más sustentable, en plena sintonía con los objetivos de desarrollo sostenible y con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas ”. Asimismo, destacó el “ compromiso de (la UDT de) avanzar en esta senda (de descarbonización del sector aeronáutico), el que fue reafirmado por nuestra casa de estudios al adherir al Acuerdo Público-Privado de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) 2024, que reúne actualmente a 48 constituciones públicas y privadas”. Y si bien reconoció que este combustible obtenido a partir de plásticos residuales aún no tiene una categoría SAF, “representa un paso inicial en la hoja de ruta SAF 2050 lanzada el 2024, que establece como meta producir el primer litro de este tipo de combustibles en los próximos tres años, fomentando la investigación, el desarrollo y la innovación en instalaciones nacionales”. El subsecretario de Energía, Luis Ramos, recibiendo el primer litro de combustible de avión desarrollado con plásticos residuales | UDT En aquello coincidió el subsecretario Ramos, recalcando que lo conseguido va en plena sintonía con la hoja de ruta que contempla la mesa SAF que agrupa tanto al sector público y privado. Así, sostuvo que es “un ejemplo claro del esfuerzo y del trabajo conjunto, es el proyecto que hoy estamos cerrando en la Universidad de Concepción, que busca hacer un aporte concreto en la descarbonización de la industria de la aviación y nos pone en la vanguardia a nivel regional en materia de transición energética”. En ese sentido, la doctora Cristina Segura fue enfática en señalar que, si bien el acto desarrollado marca un cierre del proyecto, esto no termina aquí. “La idea es que en el futuro este tipo de combustible sea una alternativa real para lo que son los desplazamientos para la aviación”, aseveró. Es decir, el siguiente paso será escalar desde el trabajo en laboratorio a un escenario de planta piloto. Para ello, “dependerá mucho del interés que generemos en atraer inversionistas, atraer empresas que quieran invertir en este tipo de tecnologías y hacerla realidad, pero también desde el punto de vista de políticas públicas que promuevan y le den espacio a estos nuevos combustibles”. Junto a esto, afirmó que ya hay conversaciones con ENAP para escalar en la etapa de refinación.
La construcción del Centro Espacial Nacional (CEN) en la Base Aérea de Cerrillos ha alcanzado un 85% de avance, marcando un hito clave para el desarrollo científico y tecnológico del país. Liderado por la Fuerza Aérea de Chile (FACH), este recinto será el primero del país dedicado a la fabricación de satélites y el procesamiento de información geoespacial, con su inauguración proyectada para diciembre de este año. El progreso de las obras fue inspeccionado en terreno por la ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, y el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle, quienes destacaron el salto cualitativo que este centro representa para las capacidades de investigación y defensa de Chile. El proyecto, que se enmarca en la Política Nacional Espacial, comenzó su construcción en mayo de 2024 y promete posicionar a Chile como un actor relevante en el ámbito espacial. Un hub para la construcción de satélites y el desarrollo científico Con una superficie de 5.800 m², el Centro Espacial Nacional no solo será un edificio, sino un ecosistema de alta tecnología. En su interior albergará un Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Espaciales que incluye una «Sala Limpia» de 600 m². Este ambiente controlado, con niveles mínimos de partículas en suspensión, es fundamental para la fabricación de componentes sensibles y permitirá la construcción de siete satélites de 23 kg y un satélite de observación de la Tierra de aproximadamente 200 kg. La ministra Delpiano explicó la visión estratégica detrás del CEN: «Este será un centro de construcción de satélites de observación sobre la Tierra». Además, adelantó planes para una red nacional que incluirá un centro de satélites comunicacionales en el norte y otro en Punta Arenas, equipado con tecnología de radar para «ver bajo las nubes, bajo el humo, cuando la observación no es directa». Este enfoque integral busca conectar la capacidad espacial con otras áreas de fortaleza nacional, como la astronomía, aprovechando las ventajas geográficas y climáticas del país. Impulso a la economía, la innovación y el talento nacional Más allá de la construcción de satélites, el impacto del CEN se extenderá a la economía y la formación de capital humano. El ministro Aldo Valle afirmó que en este centro se desarrollarán «capacidades indispensables para el desarrollo nacional «, generando un impacto positivo en la investigación y la economía. «Este centro que pronto se inaugurará estará abierto a las universidades, a los centros de investigación y será un signo muy claro de la modernización del Estado», agregó. El CEN también contará con un Centro de Control de Misiones Espaciales para operar satélites de forma autónoma, un Laboratorio de Ciencia de Datos para procesar grandes volúmenes de información geoespacial, y un Laboratorio de Emprendimiento e Innovación. Según el director espacial de la FACH, general de brigada aérea Jaime Rivera, el objetivo es « desarrollar talento, retener talento que hoy día se está formando en las universidades y en los colegios». Este impulso apoyará industrias clave como la minería, la pesca y la agricultura, además de permitir el monitoreo de glaciares y el crecimiento urbano, consolidando el futuro de Chile en la nueva economía espacial.
Más de 10 millones de personas sufren a nivel mundial de la enfermedad de Parkinson (PD), cifra que se ha duplicado en los últimos 25 años según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta realidad es la que motiva al Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), a centrar su investigación en un método para diagnosticar de manera fácil este trastorno neurodegenerativo. El estudio, enmarcado en el Fondecyt de Iniciación «Evaluación de la desregulación autonómica dinámica en la enfermedad de Parkinson: desde la etapa prodrómica hasta las etapas severas», se inicia con el Sistema Nervioso Autónomo (SNA), responsable de regular muchas funciones involuntarias y vitales para el cuerpo, como controlar la frecuencia cardiaca, respirar, digerir, dilatación de las pupilas, entre muchas otras. Este sistema se ve afectado por el mal de Parkinson mucho antes de que aparezcan los conocidos « temblores», donde se suele diagnosticar, por lo que la investigación del Dr. Arrué busca cuantificar la desregulación del SNA siendo capaz de diagnosticar así tempranamente el Parkinson, evitando tal nivel de degradación cerebral. Según explica el académico, «este proyecto tiene como objetivo desarrollar y validar una nueva prueba objetiva para la detección temprana del Parkinson, la que cuantifica la interconexión cardíaco-motora y la dinámica de la frecuencia cardíaca durante un ejercicio físico rápido para medir la desregulación autonómica». El examen consistirá en un ejercicio rápido, sencillo, y físicamente poco demandante, mientras se registran datos biomecánicos y cardíacos : «Se utilizará un electrocardiograma y un giroscopio en los sujetos mientras realizan flexiones y extensiones rápidas y repetitivas del brazo durante 20 segundos. Se extraerá la frecuencia cardíaca y la función motora, ambas de forma dinámica, y se aplicarán métodos matemáticos y estadísticos, entre la que destaca la técnica de mapeo cruzado convergente (CCM) para cuantificar el grado de desregulación del sistema autónomo». Prediagnóstico en casa Este nuevo test resulta especialmente relevante para esta enfermedad que se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas, ya que cuando se manifiestan los primeros temblores, aproximadamente el 50% de estas neuronas ya han muerto. En cambio, esta prueba podría detectar el deterioro neuronal en etapas mucho más tempranas, cuando la pérdida de estas neuronas se sitúa entre un 10% y un 20%, lo que abre la puerta a intervenciones preventivas, mejorando exponencialmente los efectos que tendrían las terapias, tratamientos y rehabilitaciones. «Esto mejora sustancialmente la calidad de vida que podrían llevar estos pacientes, y a eso apunta el futuro de la medicina: lograr predecir la enfermedad sin tener síntomas severos», puntualiza el académico. La popularización de los relojes inteligentes permite proyectar este trabajo, según explica el profesor, ya que se podría contar con una aplicación que, por medio de sensores mejorados, pueda tomar esta información y « prediagnosticarse en casa «.
Fundamental en la alimentación del mundo, el arroz suele crecer bajo agua. Inundar los arrozales permite controlar malas hierbas y proteger el cultivo, a la vez que le proporciona el agua que necesita en abundancia este grano para crecer de forma óptima. Ahora, un nuevo tipo de arroz creado en Chile logra crecer usando poca agua, y bajo sistemas de riego en lugar de inundación. Con ayuda de esta variedad nacional y genéticamente modificada llamada Jaspe FL INIA, científicos buscan lograr lo impensado: cultivar arroz en el desierto de Atacama. La iniciativa es liderada por el mismo centro que creó el arroz Jaspe. El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), que realizó las primeras siembras de esta variedad en la región de Arica en mayo de 2025. Son más de 10 años de trabajo, gracias al apoyo de la @subseagricultura, en conjunto con los productores y el sector privado, que culmina con Jaspe: una variedad que resiste bajas temperaturas, mantiene la calidad nutricional del arroz chileno y aporta notablemente a la transformación sostenible de la agricultura nacional, al utilizar menos agua en tiempos de escasez hídrica El objetivo es comenzar a multiplicar las semillas del arroz y ponerlo a prueba en condiciones de estrés hídrico que eventualmente se irán prolongando hacia la zona centro sur del país, donde las proyecciones climáticas prevén menos lluvias y un aumento en las temperaturas. También exploran la viabilidad de este cultivo en el norte como una oferta más para el desarrollo local de zonas extremas. La siembra experimental se hizo en el predio Pampa Concordia del centro regional del INIA en Arica, y los ensayos están bajo dos modalidades: algunos cultivos fueron tratados con bioestumulantes a base de hongos endófitos (microorganismos que crecen dentro de las plantas) y otros fueron sembrados sin este tratamiento, para probar su efectividad. Los especialistas prevén que en cinco o seis meses se pueda realizar la primera cosecha de arroz en el desierto. Próximamente también buscan iniciar ensayos para otros cultivos de interés productivo en el mismo predio.
Una frase sencilla que contiene todas las letras del abecedario — “The quick brown fox jumps over the lazy dog” El rápido zorro marrón salta sobre el perro perezoso — se ha convertido en la clave de una herramienta innovadora para detectar el Parkinson. El estudio, publicado en npj Parkinson’s Disease (2025), propone una forma sencilla y accesible de identificar esta enfermedad a partir del análisis de voz. Solo haría falta una grabación casera pronunciando esa frase. Lo más sorprendente es que esta frase breve puede encerrar pistas suficientes sobre cambios sutiles en el habla provocados por el Parkinson. La tecnología detrás del sistema analiza cómo se emite el sonido, los cambios de ritmo, la articulación y hasta las pausas. Según los autores, estos patrones revelan alteraciones neurológicas difíciles de percibir incluso para los médicos en etapas tempranas. La herramienta podría usarse desde casa con solo un portátil y una conexión a internet, algo especialmente relevante para quienes viven en zonas con pocos neurólogos. Por ejemplo, los autores mencionan que en países como Bangladesh hay menos de un especialista por cada millón de habitantes. «Hay grandes franjas de los Estados Unidos y en todo el mundo donde el acceso a la atención neurológica especializada es limitado», dijo Ehsan Hoque, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de Rochester, codirector del Laboratorio de Interacción Humano-Computadora de Rochester y autor del estudio. IA entrenada para escuchar lo que otros no oyen Para lograr este avance, los científicos utilizaron modelos de inteligencia artificial conocidos como Wav2Vec 2.0, WavLM e ImageBind, capaces de convertir la voz en datos digitales complejos. Estos sistemas ya se usan para tareas como el reconocimiento de voz o la traducción automática, pero ahora se han adaptado para detectar enfermedades a partir de cambios imperceptibles en el habla. «Con el consentimiento de los usuarios, las interfaces basadas en el habla ampliamente utilizadas como Amazon Alexa o Google Home podrían ayudar potencialmente a las personas a identificar si necesitan buscar más atención», dijo Hoque. Lo novedoso es que no se entrenó con sonidos artificiales ni tareas clínicas forzadas, sino con grabaciones de personas diciendo la misma frase en distintos entornos: en casa, en clínicas o centros de cuidados. En total, el estudio analizó 1.854 grabaciones de 1.306 personas, de las cuales 392 tenían diagnóstico de Parkinson. La clave fue fusionar los datos que cada modelo entendía de la voz en un solo sistema más robusto, capaz de reconocer patrones comunes. Esta arquitectura híbrida logró un 88,9 % de precisión para detectar la enfermedad y superó a otros modelos anteriores. Además, demostró ser eficaz incluso en ambientes ruidosos o con micrófonos caseros. Detectar sin tocar: un modelo accesible y equitativo El nuevo enfoque rompe con la tradición médica de observar síntomas motores —temblores, rigidez, lentitud— para diagnosticar Parkinson. Esta IA no necesita observar al paciente ni usar sensores físicos, solo escucha. Y lo hace con una sensibilidad notable, incluso en personas con la enfermedad en fases iniciales o sin síntomas evidentes. «Estos grandes modelos de audio están entrenados para entender cómo funciona el habla; por ejemplo, la forma en que alguien con Parkinson pronuncia sonidos, hace una pausa, respira y agrega inadvertidamente características de ininteligibilidad es diferente en alguien sin Parkinson», dijo Abdelrahman Abdelkader, estudiante de maestría en ciencias de la computación en el laboratorio de Hoque y autor del estudio. Esta accesibilidad representa un cambio radical en el diagnóstico de Parkinson, sobre todo en regiones donde el acceso al neurólogo puede llevar años. Con una frase grabada desde un navegador web, el sistema analiza la voz y da un resultado orientativo. Aunque no sustituye al diagnóstico médico, puede alertar a quienes ni siquiera sospechan que tienen la enfermedad. Además, el sistema fue diseñado para funcionar igual de bien en mujeres, hombres, jóvenes y mayores, sin sesgos por edad o etnia. Eso lo convierte en una herramienta prometedora para poblaciones diversas y con menos representación en estudios clínicos tradicionales.
Un hito nacional lograron investigadores de la Universidad de Concepción (UdeC), luego que consiguieran elaborar por primera vez en nuestro país combustible de avión a partir de residuos plásticos. Se trata del proyecto denominado “Combustible de aviación a partir de hidrocarburos sintéticos derivados de plásticos residuales”, liderado por la investigadora dra. Cristina Segura Castillo, del departamento de Investigación y Desarrollo (I+D) de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la mencionada casa de estudios. El hito se oficializó con la entrega del primer litro de este tipo de combustible al subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos Barrera, en una actividad realizada en la sede UdeC Santiago. Según explicó la doctora que dirigió el proyecto, el proceso para obtener este producto consiste “en transformar los residuos plásticos —bolsas plásticas, envases de yogurt, botellas de detergente, tapas, sacos— en un hidrocarburo que, en una etapa final, entra a la refinería de petróleo y pasa por los mismos procesos que el crudo convencional, para finalmente tener un producto con las especificaciones técnicas que requiere la aviación”, consigna Noticias UdeC. La iniciativa fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), ejecutada en colaboración con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y Nutra Trade. Asimismo, contó con el respaldo del Ministerio de Energía y el programa Vuelo Limpio de la Agencia de Sostenibilidad Energética. Del mismo modo, Segura Castillo detalló que el proceso en donde se descompone material mediante calor en ausencia de oxígeno, denominado pirólisis, resulta fundamental para este tipo de tecnología. La misma posee ventajas técnicas importantes, puesto que “no se necesitan hacer cambios dentro de la refinería de petróleo, ni dentro de toda la infraestructura, logística y motores del transporte aéreo”. Es decir, el combustible puede ser consumido hasta en un 100%, aseguró. Combustible de avión con plásticos residuales: el primer paso para la descarbonización Por su parte, Andrea Catalán, directora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la UdeC, resaltó que lo logrado “ marca un hito en la investigación aplicada y en el desarrollo de soluciones tecnológicas que contribuyen a un futuro más sustentable, en plena sintonía con los objetivos de desarrollo sostenible y con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas ”. Asimismo, destacó el “ compromiso de (la UDT de) avanzar en esta senda (de descarbonización del sector aeronáutico), el que fue reafirmado por nuestra casa de estudios al adherir al Acuerdo Público-Privado de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) 2024, que reúne actualmente a 48 constituciones públicas y privadas”. Y si bien reconoció que este combustible obtenido a partir de plásticos residuales aún no tiene una categoría SAF, “representa un paso inicial en la hoja de ruta SAF 2050 lanzada el 2024, que establece como meta producir el primer litro de este tipo de combustibles en los próximos tres años, fomentando la investigación, el desarrollo y la innovación en instalaciones nacionales”. El subsecretario de Energía, Luis Ramos, recibiendo el primer litro de combustible de avión desarrollado con plásticos residuales | UDT En aquello coincidió el subsecretario Ramos, recalcando que lo conseguido va en plena sintonía con la hoja de ruta que contempla la mesa SAF que agrupa tanto al sector público y privado. Así, sostuvo que es “un ejemplo claro del esfuerzo y del trabajo conjunto, es el proyecto que hoy estamos cerrando en la Universidad de Concepción, que busca hacer un aporte concreto en la descarbonización de la industria de la aviación y nos pone en la vanguardia a nivel regional en materia de transición energética”. En ese sentido, la doctora Cristina Segura fue enfática en señalar que, si bien el acto desarrollado marca un cierre del proyecto, esto no termina aquí. “La idea es que en el futuro este tipo de combustible sea una alternativa real para lo que son los desplazamientos para la aviación”, aseveró. Es decir, el siguiente paso será escalar desde el trabajo en laboratorio a un escenario de planta piloto. Para ello, “dependerá mucho del interés que generemos en atraer inversionistas, atraer empresas que quieran invertir en este tipo de tecnologías y hacerla realidad, pero también desde el punto de vista de políticas públicas que promuevan y le den espacio a estos nuevos combustibles”. Junto a esto, afirmó que ya hay conversaciones con ENAP para escalar en la etapa de refinación.
La construcción del Centro Espacial Nacional (CEN) en la Base Aérea de Cerrillos ha alcanzado un 85% de avance, marcando un hito clave para el desarrollo científico y tecnológico del país. Liderado por la Fuerza Aérea de Chile (FACH), este recinto será el primero del país dedicado a la fabricación de satélites y el procesamiento de información geoespacial, con su inauguración proyectada para diciembre de este año. El progreso de las obras fue inspeccionado en terreno por la ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, y el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle, quienes destacaron el salto cualitativo que este centro representa para las capacidades de investigación y defensa de Chile. El proyecto, que se enmarca en la Política Nacional Espacial, comenzó su construcción en mayo de 2024 y promete posicionar a Chile como un actor relevante en el ámbito espacial. Un hub para la construcción de satélites y el desarrollo científico Con una superficie de 5.800 m², el Centro Espacial Nacional no solo será un edificio, sino un ecosistema de alta tecnología. En su interior albergará un Laboratorio de Desarrollo de Tecnologías Espaciales que incluye una «Sala Limpia» de 600 m². Este ambiente controlado, con niveles mínimos de partículas en suspensión, es fundamental para la fabricación de componentes sensibles y permitirá la construcción de siete satélites de 23 kg y un satélite de observación de la Tierra de aproximadamente 200 kg. La ministra Delpiano explicó la visión estratégica detrás del CEN: «Este será un centro de construcción de satélites de observación sobre la Tierra». Además, adelantó planes para una red nacional que incluirá un centro de satélites comunicacionales en el norte y otro en Punta Arenas, equipado con tecnología de radar para «ver bajo las nubes, bajo el humo, cuando la observación no es directa». Este enfoque integral busca conectar la capacidad espacial con otras áreas de fortaleza nacional, como la astronomía, aprovechando las ventajas geográficas y climáticas del país. Impulso a la economía, la innovación y el talento nacional Más allá de la construcción de satélites, el impacto del CEN se extenderá a la economía y la formación de capital humano. El ministro Aldo Valle afirmó que en este centro se desarrollarán «capacidades indispensables para el desarrollo nacional «, generando un impacto positivo en la investigación y la economía. «Este centro que pronto se inaugurará estará abierto a las universidades, a los centros de investigación y será un signo muy claro de la modernización del Estado», agregó. El CEN también contará con un Centro de Control de Misiones Espaciales para operar satélites de forma autónoma, un Laboratorio de Ciencia de Datos para procesar grandes volúmenes de información geoespacial, y un Laboratorio de Emprendimiento e Innovación. Según el director espacial de la FACH, general de brigada aérea Jaime Rivera, el objetivo es « desarrollar talento, retener talento que hoy día se está formando en las universidades y en los colegios». Este impulso apoyará industrias clave como la minería, la pesca y la agricultura, además de permitir el monitoreo de glaciares y el crecimiento urbano, consolidando el futuro de Chile en la nueva economía espacial.
Más de 10 millones de personas sufren a nivel mundial de la enfermedad de Parkinson (PD), cifra que se ha duplicado en los últimos 25 años según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta realidad es la que motiva al Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), a centrar su investigación en un método para diagnosticar de manera fácil este trastorno neurodegenerativo. El estudio, enmarcado en el Fondecyt de Iniciación «Evaluación de la desregulación autonómica dinámica en la enfermedad de Parkinson: desde la etapa prodrómica hasta las etapas severas», se inicia con el Sistema Nervioso Autónomo (SNA), responsable de regular muchas funciones involuntarias y vitales para el cuerpo, como controlar la frecuencia cardiaca, respirar, digerir, dilatación de las pupilas, entre muchas otras. Este sistema se ve afectado por el mal de Parkinson mucho antes de que aparezcan los conocidos « temblores», donde se suele diagnosticar, por lo que la investigación del Dr. Arrué busca cuantificar la desregulación del SNA siendo capaz de diagnosticar así tempranamente el Parkinson, evitando tal nivel de degradación cerebral. Según explica el académico, «este proyecto tiene como objetivo desarrollar y validar una nueva prueba objetiva para la detección temprana del Parkinson, la que cuantifica la interconexión cardíaco-motora y la dinámica de la frecuencia cardíaca durante un ejercicio físico rápido para medir la desregulación autonómica». El examen consistirá en un ejercicio rápido, sencillo, y físicamente poco demandante, mientras se registran datos biomecánicos y cardíacos : «Se utilizará un electrocardiograma y un giroscopio en los sujetos mientras realizan flexiones y extensiones rápidas y repetitivas del brazo durante 20 segundos. Se extraerá la frecuencia cardíaca y la función motora, ambas de forma dinámica, y se aplicarán métodos matemáticos y estadísticos, entre la que destaca la técnica de mapeo cruzado convergente (CCM) para cuantificar el grado de desregulación del sistema autónomo». Prediagnóstico en casa Este nuevo test resulta especialmente relevante para esta enfermedad que se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas, ya que cuando se manifiestan los primeros temblores, aproximadamente el 50% de estas neuronas ya han muerto. En cambio, esta prueba podría detectar el deterioro neuronal en etapas mucho más tempranas, cuando la pérdida de estas neuronas se sitúa entre un 10% y un 20%, lo que abre la puerta a intervenciones preventivas, mejorando exponencialmente los efectos que tendrían las terapias, tratamientos y rehabilitaciones. «Esto mejora sustancialmente la calidad de vida que podrían llevar estos pacientes, y a eso apunta el futuro de la medicina: lograr predecir la enfermedad sin tener síntomas severos», puntualiza el académico. La popularización de los relojes inteligentes permite proyectar este trabajo, según explica el profesor, ya que se podría contar con una aplicación que, por medio de sensores mejorados, pueda tomar esta información y « prediagnosticarse en casa «.
Fundamental en la alimentación del mundo, el arroz suele crecer bajo agua. Inundar los arrozales permite controlar malas hierbas y proteger el cultivo, a la vez que le proporciona el agua que necesita en abundancia este grano para crecer de forma óptima. Ahora, un nuevo tipo de arroz creado en Chile logra crecer usando poca agua, y bajo sistemas de riego en lugar de inundación. Con ayuda de esta variedad nacional y genéticamente modificada llamada Jaspe FL INIA, científicos buscan lograr lo impensado: cultivar arroz en el desierto de Atacama. La iniciativa es liderada por el mismo centro que creó el arroz Jaspe. El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), que realizó las primeras siembras de esta variedad en la región de Arica en mayo de 2025. Son más de 10 años de trabajo, gracias al apoyo de la @subseagricultura, en conjunto con los productores y el sector privado, que culmina con Jaspe: una variedad que resiste bajas temperaturas, mantiene la calidad nutricional del arroz chileno y aporta notablemente a la transformación sostenible de la agricultura nacional, al utilizar menos agua en tiempos de escasez hídrica El objetivo es comenzar a multiplicar las semillas del arroz y ponerlo a prueba en condiciones de estrés hídrico que eventualmente se irán prolongando hacia la zona centro sur del país, donde las proyecciones climáticas prevén menos lluvias y un aumento en las temperaturas. También exploran la viabilidad de este cultivo en el norte como una oferta más para el desarrollo local de zonas extremas. La siembra experimental se hizo en el predio Pampa Concordia del centro regional del INIA en Arica, y los ensayos están bajo dos modalidades: algunos cultivos fueron tratados con bioestumulantes a base de hongos endófitos (microorganismos que crecen dentro de las plantas) y otros fueron sembrados sin este tratamiento, para probar su efectividad. Los especialistas prevén que en cinco o seis meses se pueda realizar la primera cosecha de arroz en el desierto. Próximamente también buscan iniciar ensayos para otros cultivos de interés productivo en el mismo predio.