14 de mayo de 2025
La industria acuícola en Chile se basa en un 90% en el cultivo de salmones con instalaciones localizadas en tierra y que utilizan agua dulce de pozos, ríos y lagos. En esta materia, una de las principales problemáticas que les afecta es la generación diaria de lodos (residuos) que se producen a partir de las fecas de los peces y de la alimentación no consumida. Se estima que, por cada tonelada de salmón producido, se generan 1.400 kilos de residuos, los que terminan descartados en vertederos.
Bajo este escenario, el proyecto “Valorización de residuos sólidos de la acuicultura mediante la recuperación de nutrientes y la elaboración de un fertilizante orgánico para la hidroponía y acuaponía circular”, con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi como institución beneficiaria principal, busca reutilizar aquellos desechos de la industria salmonera y convertirlos en una fuente de nutrientes para algunos cultivos.
“Las empresas de salmón deshidratan estos lodos a altas temperaturas para quitarles toda el agua y, así, poder enviarlos al vertedero, la ley les dice que deben extraerle cerca del 70% del agua. Entonces, entendiendo que estos restos contienen nutrientes, que queremos rescatar como aporte nutricional para plantas en sistemas hidropónicos, comenzamos a trabajar en el proyecto que ya cumple un año” argumenta Constanza Jana, investigadora de INIA Intihuasi.
Jana, quien es directora de la iniciativa, agrega que “hemos determinado que hay nutrientes en los residuos que son esenciales en cantidades que podrían ser extraídos a través de la mineralización o del compostaje, y en ambos casos podría servir en algún sistema de hidroponía. Para ello estamos asociados con la Universidad Católica del Norte, que trabaja en la línea de mineralización mientras que INIA trabaja la línea de compostaje”.
Precisamente, una de las alternativas es crear una solución nutritiva segura, inocua y de bajo costo en base a estos desechos que sea una opción real para la agricultura familiar campesina, quienes utilizan fertilizantes para sus cultivos, muchos de ellos costosos, sumado al complejo escenario de escasez hídrica que enfrentan.
Al respecto, la investigadora de INIA Intihuasi señala que “las personas, muchas veces, abandonan su proyecto de hidroponía por el alto costo de los fertilizantes, o por la dificultad de preparar soluciones nutricionales complejas, así es que pensamos que algunos nutrientes como el nitrógeno o el fósforo, que son esenciales y primarios, pueden ser obtenidos de estos residuos y entregárselos a las plantas en formato sólido o líquido”.
Tras un año de investigación, el proyecto financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) dependiente de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile, ya se encuentra en una etapa de validación de los resultados y continuará con la creación del producto final que se propone, el que podría convertirse en un aporte significativo para el desarrollo del agro en la zona.
Fuente: DiarioElDia Región