














Cirrosis hepática: segunda causa de muerte prematura en Chile
El Plan GES incluye tratamiento farmacológico para pacientes hospitalizados por cirrosis hepática
6 de diciembre de 2025
La inclusión del Tratamiento Farmacológico tras alta hospitalaria por cirrosis hepática en el Plan GES marca un paso relevante para la salud pública chilena.
Según la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, “si bien tiene una prevalencia estimada de 2,3%, la cirrosis hepática representa a la segunda causa de mortalidad prematura en Chile”.
De acuerdo con información de BiobioChile, la autoridad advierte que la enfermedad “afecta a las personas en sus etapas más productivas, lo que tiene implicancias socioeconómicas importantes y también afecta su calidad de vida”.
La cirrosis ocurre cuando el hígado acumula tejido cicatricial como respuesta a lesiones repetidas, ya sea por alcohol, infecciones o enfermedades metabólicas. La hepatóloga Leyla Nazal explica que en esta etapa “el hígado se ha deteriorado hasta un punto en que pierde la capacidad de hacer sus funciones habituales”. Mencionó que el daño puede pasar inadvertido durante años: “Uno puede tener dos tercios del hígado dañados y el tercio restante sigue haciendo el trabajo”.
Los síntomas suelen aparecer cuando el daño ya es severo. Entre las señales de alerta, la Dra. Nazal menciona “aumento de volumen corporal que no corresponde a lo que está comiendo”, ojos amarillos, “orina como Coca-Cola” y “arañitas vasculares”. Recomienda, además, que quienes presentan obesidad, diabetes, colesterol alto o triglicéridos elevados incluyan controles hepáticos en su cuidado habitual.
Aunque se asocia principalmente al alcohol, la especialista recuerda que “no hay que ser alcohólico para tener cirrosis”. En Chile, afirma, el hígado graso metabólico es hoy una de las causas más frecuentes, junto a hepatitis virales, enfermedades autoinmunes, ciertos fármacos y patologías congénitas.
La prevención, enfatiza, debe comenzar antes de los síntomas: mantener peso adecuado, controlar diabetes y lípidos, y evitar el consumo excesivo de alcohol.
El tratamiento combina abordar la causa subyacente —alcohol, hígado graso, hepatitis B o C, enfermedades autoinmunes— y manejar complicaciones como sangrado digestivo, ascitis o encefalopatía hepática.
El nuevo beneficio GES se dirige a personas hospitalizadas por descompensación. Albagli detalla que el tratamiento “está orientado a prevenir nuevas complicaciones, mejorar calidad de vida y disminuir el riesgo de una nueva hospitalización”. Además, garantiza que la terapia se inicie dentro de los 30 días posteriores a la indicación médica.
Incluye dos prestaciones:
Ambos están disponibles para beneficiarios de Fonasa e Isapres dados de alta desde el 1 de diciembre de 2025.
La subsecretaria destaca que esta integración “implica un avance en la atención de una patología de alta carga de enfermedad”, permitiendo “abordar precozmente las complicaciones y secuelas” y reduciendo el riesgo de rehospitalización y muerte.
Fuente: Publimetro
































