José Antonio Kast enciende debate en cierre de campaña blindado

El cierre de campaña de José Antonio Kast tuvo lugar el jueves 11 de diciembre en Temuco, frente a la Plaza de Armas Aníbal Pinto. Este evento marcó el fin oficial de la propaganda antes de la veda electoral que comenzó a las 23:59, previo a la segunda vuelta presidencial del domingo 14 de diciembre, donde se enfrenta a Jeannette Jara.

Temuco fue elegido estratégicamente, ya que Kast obtuvo un fuerte respaldo en esa ciudad durante la primera vuelta, con cifras que oscilaron entre el 30% y 35% según sondeos locales. Su postura de "mano dura" frente al conflicto en La Araucanía ha resonado en la zona. Durante la jornada se presentaron Los Charros de Luchito y Rafael, además de contar con la presencia de dirigentes y simpatizantes.

El elemento más destacado del acto fue el podio protegido con paneles de vidrio blindado, una estructura utilizada por Kast de manera recurrente durante esta segunda vuelta. Similar a los dispositivos empleados por Donald Trump en sus mítines, este "cubo" se extendía lateralmente para resguardar al candidato y parte del escenario.

La seguridad fue extrema, con francotiradores de Carabineros en azoteas cercanas, controles perimetrales reforzados y una amplia presencia policial. Esto generó interrogantes sobre el posible uso de recursos públicos durante el evento.

Desde el comando explican que esta medida no fue una instrucción directa de Carabineros, sino una evaluación interna de riesgos. Aseguran que los vidrios no eran antibalas, sino "acrílicos gruesos" destinados a detener objetos contundentes.

Kast ha argumentado amenazas reales para justificar el uso del cubo, recordando agresiones previas en actos realizados en Iquique, Arica y Temuco, donde grupos de izquierda radical lo han increpado o lanzado objetos.

En un discurso en Concepción el 7 de diciembre, Kast ironizó sobre las críticas de Jeannette Jara: “Para que le digamos a ella, la bella, que no hay que bajar el vidrio. No le temo a nada ni a nadie, salvo a Dios”. También mencionó los asesinatos de candidatos en otros países como advertencia sobre la violencia política creciente.

La instalación de los vidrios blindados desató un debate a nivel nacional. Sus críticos ven en este dispositivo una teatralización del miedo, diseñada para reforzar su narrativa de "orden y seguridad". Por otro lado, sus seguidores defienden esta medida como algo necesario en un clima político tenso y con un aumento de agresiones hacia figuras de derecha desde el estallido social de 2019.

A medida que Chile se acerca a unas elecciones altamente polarizadas en su historia reciente, los vidrios utilizados por Kast se han convertido en un símbolo y un reflejo de una campaña marcada por la desconfianza y el temor.