10 de junio de 2025
La ciudadanía se encuentra conmocionada por el trágico caso del joven farmacéutico Francisco Albornoz, de 21 años, cuya muerte ha sido motivo de formalización para dos imputados: el médico ecuatoriano Christian González y el chef José Miguel Baeza, conocido como “Kai”. Ambos se encuentran en prisión preventiva mientras se lleva a cabo una investigación que durará 90 días.
El pasado 3 de junio, González se presentó voluntariamente ante la Fiscalía, acompañado por su abogado, para revelar la ubicación del cuerpo de Francisco, encontrado sin vida en la región de O’Higgins. Su testimonio fue fundamental para avanzar en el caso.
La muerte del joven habría tenido lugar el viernes 23 de mayo, en el departamento del médico, donde también se encontraba Baeza. Aunque las causas exactas del fallecimiento aún están bajo investigación, la confesión de González arrojó luz sobre los acontecimientos posteriores al crimen.
“El 27 de mayo vi las redes sociales y vi que lo estaban buscando. Al enterarme, lloré mucho, tenía mucha culpa por lo que hice”, expresó González en declaraciones recogidas por Chilevisión. “No entendía lo que había pasado... lo que hice fue ocultarlo, porque yo no le hice nada a Francisco”, añadió.
El médico también compartió detalles de una conversación con el segundo imputado: “Hablé con Kai, ya que él me llamó y me preguntó cómo estaba. Quería saber si iba a decir algo o hacer algo, y me dijo que nos viéramos. No quería juntarme con él. Luego de eso no me llamó más”.
En cuanto a su colaboración con la justicia, González explicó que fue motivada por la culpa y el dolor de la familia del joven: “Vi en redes sociales cómo la familia y amigos buscaban a Francisco, por eso llamé a mi abogado y vine a la Fiscalía a entregar mi versión de los hechos”, concluyó.
Fuente: Publimetro