17 de mayo de 2025
Por Luis González
Sorpresa entre la comunidad ha generado el anuncio de cierre progresivo de dos hospederías de la fundación Hogar de Cristo en la Región de Coquimbo, debido a que la fundación estaría pasando por un proceso de reestructuración profunda a nivel nacional. Fue el miércoles pasado, cuando esta institución creada por el padre Alberto Hurtado anunció estos cambios, los que se traducirán en el cierre de 7 de sus 30 hospederías, la reconversión de otras y la eliminación de una serie de programas sociales. Cabe señalar que actualmente, la fundación opera en más de 66 comunas del territorio nacional y mantiene 200 programas sociales activos dando cobertura a unas 30 mil personas al año.
En la región, según lo informado por la fundación, dos hospederías ubicadas en La Serena y Ovalle, cerrarán sus puertas a partir del 30 de septiembre de este año, dejando de atender a cerca de 50 personas en situación de calle. Pero además, este cierre dejaría a 15 trabajadores sin fuente laboral. En tanto, a nivel nacional 369 trabajadores serían desvinculados en los próximos meses.
Según lo expuesto por el Hogar de Cristo a través de un comunicado de prensa en su sitio web, entre las razones que explican estos cierres, destacan el cambio de la pobreza que se ha observado en los últimos años en el país, situación que se traduce en una serie de problemas como la falta de vivienda, el deterioro de la salud mental, el envejecimiento en soledad y la migración desprotegida, entre otras.
En ese sentido, Rodrigo Vargas, subdirector de Operación Social Territorial de la Zona Centro Norte del Hogar de Cristo, explicó que “en este nuevo contexto, las respuestas sociales también deben cambiar. Ya no basta con ofrecer un techo por una noche. Lo que se necesita es estabilidad, acompañamiento, acceso a salud y trabajo, y sobre todo, una solución habitacional definitiva”.
Vargas agregó que la oferta pública en la creación de programas enfocado a personas en situación de calle ha crecido y se ha diversificado a través de diferentes instituciones estatales, por lo tanto, “el Estado ha fortalecido su red con más rutas calle, albergues, planes de invierno y, lo más relevante, con programas como Vivienda Primero, que han demostrado ser más efectivos para la superación de la situación de calle, porque ofrece un vivienda definitiva. Por eso, como fundación, decidimos reenfocar nuestra intervención y poner nuestros recursos donde hoy marcan una verdadera diferencia. Esa es la lógica detrás del cierre de estas hospederías: no duplicar lo que ya existe, sino avanzar hacia soluciones más profundas y sostenibles”.
Por otra parte, Vargas descartó que este proceso de transformación se esté llevando a cabo por falta de recursos, aunque sí indicó que el costo operacional se ha elevado en los últimos años. “El contexto económico también influye. Nuestros costos de atención han crecido más que nuestros ingresos —un 30% versus un 15%— lo que nos obliga a actuar con responsabilidad. Pero esto no es una respuesta desesperada, sino una decisión estratégica y ética. Queremos seguir siendo una institución vigente, transformadora, que esté a la altura de los desafíos actuales. Con más pertinencia, más impacto social y más justicia”.
Cabe señalar que ante el cierre de las dos hospederías, las personas en situación de calle no quedarían sin ayuda, pues se está coordinando una estrategia junto con las municipalidades de La Serena y Ovalle, en conjunto con el Ministerio del Desarrollo Social para ir en auxilio de estas personas.
En esa misma línea, el subdirector reconoció que las personas en situación de calle “requieren una respuesta articulada, y que ningún actor, por sí solo, puede ofrecer soluciones completas. Se trata de hacer una transición cuidada. Nadie quedará fuera. Ese es el fondo de este cambio, nos enfocamos no solo en proteger, sino en acompañar a las personas hacia una vida más autónoma y digna. Y eso solo es posible si lo hacemos en alianza con el sector público y con las comunidades locales”.
PROGRAMAS A FUTURO
Dentro de este proceso de cambios, de igual manera, se ejecutarán una serie de programas con el objetivo de ayudar a las personas más necesitadas de una manera más integral. En ese sentido, en la región se llevará a cabo, el programa Vivienda Primero, que contempla la entrega de 10 casas para 20 personas. También, a partir de octubre de este año, comenzará a funcionar un nuevo programa de acompañamiento psicosocial individual para 30 personas más.
“No es un reemplazo directo, porque sabemos que cada persona tiene su historia y su ritmo. Pero sí es una apuesta por una forma distinta y más efectiva de estar presentes, con un enfoque más personal, más profundo y más justo. Porque nadie debería tener que vivir en la calle, y nuestro deber ético es ofrecer algo mejor que una solución transitoria, una alternativa para comenzar de nuevo a la vida”, complementó Rodrigo Vargas.
Fuente: DiarioElDia Región