Marco Rubio: Hamás Excluido de Gobierno en Gaza

El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha emitido una declaración contundente sobre el futuro político de la Franja de Gaza, afirmando que la agrupación islámica Hamás “no puede gobernar ni estar implicado en ningún futuro Gobierno de Gaza”. Estas palabras, pronunciadas desde el nuevo Centro de Coordinación Civil Militar en Jerusalén, subrayan la firmeza de la política exterior estadounidense.

Rubio enfatizó la necesidad de que Hamás deponga las armas, una condición que, según el secretario, es fundamental para la estabilidad y la paz en la región. “Necesitamos entender, el mundo necesita entender, que al otro lado de esa línea amarilla todavía hay un grupo terrorista armado y que le hemos visto actuar contra su propia población”, sostuvo, refiriéndose a la delimitación surgida tras el reciente acuerdo de alto al fuego.

La Visión de EE.UU. para una Gaza Libre de Hamás

La postura de Estados Unidos se enmarca en un plan de paz más amplio, que contempla 21 puntos para la reconstrucción y gobernanza de Gaza. Aunque Rubio reconoció que el camino hacia la implementación de este plan no será “lineal” y que habrá “altibajos”, expresó optimismo sobre el progreso que se está logrando. Sin embargo, también lanzó una advertencia clara: la falta de desarme de Hamás sería considerada “una violación del alto al fuego”.

“Queremos ver una Gaza donde la gente pueda vivir sin Hamás… donde pueda ir al trabajo, y donde no esté interesada en unirse, apoyar ni ser cautiva por un grupo terrorista”, puntualizó Rubio, delineando una visión de prosperidad y seguridad para los gazatíes.

Los Desafíos del Desarme y la Reconstrucción

La dificultad de esta tarea ha sido reconocida incluso por otros altos funcionarios estadounidenses. Previamente, el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, admitió que el desarme de Hamás será un reto “muy difícil”. Tras una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Vance reiteró el compromiso de la administración Trump con el debilitamiento de Hamás y la reconstrucción de Gaza, buscando mejorar la vida de sus habitantes y asegurar que el grupo no represente una amenaza para Israel.

Este enfoque dual de presión para el desarme y compromiso con la reconstrucción y el bienestar civil marca la estrategia estadounidense en la región, en un intento por sentar las bases para una paz duradera que, según sus líderes, no puede incluir a Hamás en ningún rol de gobierno.