
Solicitan mayor apoyo a agrupaciones de rescate y adopción de perros
Agrupaciones animalistas y Colmevet piden a municipios intensificar apoyo en rescate y adopción canina por falta de recursos y compromiso real.
11 de agosto de 2025
En la Región de Coquimbo se estima que cerca de 38 mil animales viven en situación de abandono, una cifra que grafica la magnitud de una problemática que ya está desbordada y que, en las últimas semanas, ha vuelto a encender las alarmas tras diversos reportes de ataques y episodios de agresividad de jaurías en la Avenida del Mar.
Si bien se trata de un fenómeno que mezcla abandono, falta de control y tenencia irresponsable, los hechos recientes han obligado a instituciones públicas, gremiales y organizaciones de protección animal a sentarse nuevamente a discutir soluciones. El diagnóstico es claro: sin una acción coordinada, con responsabilidades bien definidas y fiscalización efectiva, la situación solo seguirá empeorando.
Municipios en el centro del debate
El presidente del Consejo Regional de Coquimbo-La Serena del Colegio Médico Veterinario (Colmevet), Fernando Costa del Río, es categórico: "Quienes deben hacerse cargo de la situación son los municipios de La Serena y Coquimbo, dado que los animales que están en situación de calle son un problema de salud pública".
Costa advierte que el problema no se limita a la presencia de perros en la vía pública, sino que incluye riesgos sanitarios: "Muchos de estos animales enfermos pueden diseminar enfermedades y también generar transmisión de patologías que afectan a humanos". Por ello, insiste en que cada municipio debe actualizar sus ordenanzas, trasladar los animales al canil municipal, organizar más jornadas de adopción, esterilizarlos y atender a los ejemplares enfermos.
Además, llama a poner fin a la práctica de dejar a perros con dueño deambular libremente: "Muchos de los animales que andan por la Avenida del Mar tienen dueño, y son ellos quienes les abren la puerta en las mañanas para que salgan y luego vuelvan como si nada. Allí es donde la fiscalización de la Ley de Tenencia Responsable debe funcionar, y eso no se está haciendo".
Desde el Centro Veterinario Municipal de La Serena, su encargado, Marco Gahona, destaca que la ley no permite trasladar permanentemente a perros comunitarios a refugios, pero sí implementar medidas preventivas. "Antes de actividades masivas realizamos monitoreo intensivo en zonas críticas, coordinamos con Seguridad Ciudadana y desarrollamos campañas de educación sobre tenencia responsable", señala.
Coincide en que la colaboración entre instituciones y organizaciones locales es clave para lograr una convivencia segura entre animales y comunidad.
Piden compromiso real
Para Marcela Hernández, representante de la fundación Paz Animal, el abandono es el verdadero origen del problema. "Lamentablemente, en estos momentos abandonar un animal no es sancionado, y los perros no eligen esta condición. El llamado es primero a las autoridades, para que velen por su bienestar, y luego a la ciudadanía, para que se involucre en la tenencia responsable y denuncie los casos de abandono", afirma.
Sobre el caso de la Avenida del Mar, Hernández advierte contra las generalizaciones: "No vi un ataque; vi un perro que se acercó a una persona con cierta hostilidad, pero el video no refleja que haya quedado herida. Lo que sucede es que se estigmatiza al animal, sin abordar la raíz del problema: abandono, falta de esterilización y de oportunidades de adopción".
También enfatiza que la esterilización por sí sola no basta: "Se reduce la reproducción, pero no se resuelve el abandono. 'Falta apoyo a organizaciones y rescatistas para contar con espacios que permitan refugiar, tratar y acompañar a los animales hasta su adopción. Necesitamos más campañas y más apoyo estatal. Hoy todo lo hacemos desde cero, buscando lugares, convocando a voluntarios, consiguiendo auspiciadores. Pero esa sería una de las soluciones más viables a corto plazo'".
Una crisis que requiere decisiones valientes
La magnitud del problema —con decenas de miles de animales en abandono y un aumento sostenido de denuncias— exige una estrategia integral que combine educación, fiscalización, sanciones efectivas, recursos municipales y apoyo a las organizaciones de rescate.
Hoy, la Región de Coquimbo enfrenta una encrucijada: o se asume el problema como una prioridad con acciones concretas y coordinadas o se seguirá administrando una crisis que afecta a la seguridad pública y el bienestar animal.
Fuente: DiarioElDia Región


