19 de mayo de 2025
Recientemente elegido como Premio Nacional del Deporte, el luchador grecorromano chileno-cubano Yasmani Acosta, medallista olímpico en París 2024, se dio un descanso de casi un año en el que llegó a pesar 165 kilos gracias a su reconocida debilidad por los dulces y golosinas.
Una tentación que desde un par de meses debió dejar de lado de cara a su participación en los próximos Juegos Bolivarianos, de fines de año, luego de embarcarse en una gira por Europa y México, donde aprovechó para recuperar su mejor forma física para competir en su categoría de los 130 kilos.
“Llegué a pesar 165 kilos en enero, pero este tiempo que estuve afuera lo usé para retomar y volver a entrar en forma deportiva poquito a poco. Así que en eso estoy, bajando algunos kilos, ya bajé 15. De hecho, la gira me sirvió para eso”, contó en lun.com.
“Me dieron casi un año sabático, como de descanso, y de verdad que flojeé bastante, aproveché todas las invitaciones que me hicieron. Ahora estoy en 150 kilos”, explicó el deportista.
Este fin de semana emocionó a sus seguidores luego de publicar un sentido mensaje en Instagram por su premio deportivo nacional.
“Lo ideal es estar quizás unos ocho kilos arriba del peso al momento competir (130 kilos), quizás 138 kilos. Y luego se baja cuando se acerca la competencia”, prosigue Acosta.
Acosta indica que ha dejado la pesa por culpa de su debilidad por los dulces: “Me ponen unas golosinas al frente y no me puedo resistir. Soy de comer mucho dulce.”
"Estoy bien con la pauta nutricional actual", asegura Yasmani sobre su dieta actual donde le han prohibido lo dulce y está consumiendo más proteínas como carne.
Fuente: Publimetro Deportes