PDG desafía a Kast y Jara con decisión colectiva

A través de un comunicado firmado por sus 14 diputados y diputadas electas, el Partido de la Gente (PDG), liderado por Franco Parisi, ha anunciado que no se alineará automáticamente con ninguno de los dos candidatos en competencia —Jeannette Jara y José Antonio Kast—. Será la militancia, y no los dirigentes, quienes definirán la postura oficial del partido en la recta final hacia la segunda vuelta presidencial.

Este mensaje, difundido el 20 de noviembre, marca un momento crucial en el balotaje. El PDG, que logró una votación histórica en la primera vuelta, se posiciona como el bloque decisivo que podría inclinar la elección hacia cualquiera de los dos polos.

En el comunicado, la bancada enfatiza que el PDG mantendrá su identidad "outsider", alejada de los acuerdos cupulares y las negociaciones privadas que han caracterizado a la política chilena. "No somos parte de la clase política tradicional; somos la fuerza outsider que se levanta desde los dolores y anhelos de la gente común", afirman.

Esta declaración refuerza el mensaje central del partido durante toda la campaña: su objetivo es representar a la clase media y a aquellos que se sienten excluidos del sistema político.

El punto más destacado del comunicado es la decisión de someter su postura para la segunda vuelta a una votación interna abierta para su comunidad. "Nadie es dueño de los votos más que la misma gente", señala el texto en su pasaje más citado.

Con esta medida, el PDG deja claro que ni Parisi ni la bancada otorgarán apoyos políticos sin respaldo de la militancia, frenando cualquier intento de presión desde los comandos de Kast o Jara. También hacen hincapié en que "La definición de nuestra postura no será tomada en oficinas cerradas ni en negociaciones entre cuatro paredes". Esta advertencia llega en un momento en que ambos candidatos buscan ampliar apoyos y enviar señales hacia un electorado que podría resultar decisivo.

El respaldo masivo obtenido por el PDG en primera vuelta lo convierte en un botín electoral codiciado por ambos candidatos. Aunque las encuestas no son concluyentes sobre hacia dónde podrían migrar esos votos, esta decisión introduce una nueva capa de incertidumbre en un balotaje ya reñido.

La bancada asegura que respetará íntegramente el resultado de la consulta interna: "Creemos en una política donde la voz de las personas está por encima de cualquier cálculo o presión partidaria". En un escenario polarizado, esta estrategia posiciona al PDG como un eje independiente con capacidad real para influir en la elección presidencial del 14 de diciembre.

El cierre del comunicado refuerza la doctrina central del partido: devolverle el poder a la gente. "El PDG nació para devolverle el poder a la gente. Y ese principio no se negocia", concluyen. Esta frase busca consolidar la identidad del movimiento y anticipar que cualquier alineamiento con Jara o Kast deberá contar con la aprobación directa de su propia base.