














Abel Braga se desploma tras comentario homofóbico
La presentación de Abel Braga genera repudio al rechazar el rosa y usar un insulto en un video viralizado.
1 de diciembre de 2025
La vuelta de Abel Braga al Internacional de Porto Alegre estaba pensada para ser un momento de unidad, alivio e impulso en plena lucha por no descender; sin embargo, Bastó una frase —“parecen un grupo de maricones”— lanzada al criticar que el plantel usara camisetas rosas para que la polémica estallara en cuestión de minutos, opacando por completo su llegada al club.
Durante la conferencia, el entrenador aseguró que no quería ver a su equipo con ese color, rematando el comentario con un insulto homofóbico que rápidamente se viralizó en redes sociales. Aunque Braga intentó presentarlo como “una broma”, el video circuló sin contexto y generó indignación inmediata entre hinchas, periodistas y activistas que vieron en sus palabras un retroceso frente a las campañas de inclusión que en los últimos años han marcado al fútbol brasileño.
La frase no tardó en generar una ola de críticas. En plataformas como X, usuarios acusaron al DT de reproducir estereotipos discriminatorios y de exhibir una visión “anticuada” del deporte. Incluso aficionados del propio Inter expresaron molestia, reprochando que el técnico iniciara su etapa con un mensaje que contradice valores de respeto promovidos por el club. La tensión aumentó cuando medios brasileños y extranjeros amplificaron el episodio y lo convirtieron en tendencia.
Horas después, ante el aumento del rechazo y la presión mediática, Abel Braga publicó un mensaje de disculpa. Reconoció que su comentario “no fue adecuado”, aseguró que “los colores no definen géneros” y pidió que el club pueda trabajar en paz para superar la crisis deportiva. Aun así, la disculpa no logró frenar del todo la conversación ni el análisis sobre homofobia en el fútbol profesional.
La dirigencia del Internacional aún no ha emitido un comunicado formal, pero internamente la preocupación es evidente: el club enfrenta partidos decisivos y el escándalo amenaza con desviar el foco de lo estrictamente deportivo. Más aún, la frase de Braga abrió un debate más amplio sobre las resistencias culturales en el balompié brasileño frente a campañas de diversidad, igualdad y respeto.
El caso también reavivó discusiones sobre cómo los entrenadores y figuras públicas deben adaptarse a nuevas sensibilidades sociales. Para muchos aficionados, el problema no es solo el insulto en sí, sino la naturalidad con que fue pronunciado en un evento oficial. Lo que pudo haber sido un comentario inofensivo en el pasado hoy se percibe como inaceptable en un deporte que exige cada vez más responsabilidad social a sus protagonistas.
Fuente: Publimetro Deportes

































