12 de mayo de 2024
La vida no sería como la conocemos en nuestro planeta sin el campo magnético terrestre. De hecho, en los orígenes de la biosfera, las alteraciones más mínimas en este escudo natural causaron desastres ecológicos que arrasaron con los organismos existentes hace 42 millones de años, según un estudio publicado en Science.
Hoy que el campo magnético está estable, diversas formas de vida proliferan en la Tierra. Pero, ¿qué es exactamente este recubrimiento magnético? Y lo que es más: ¿para qué sirve exactamente?
El campo magnético terrestre puede entenderse como una coraza natural, que nos protege contra los impactos masivos de energía y radiación venidos del Sol. No sólo eso: nos aísla por completo de la radiación que emiten las galaxias, otras estrellas y demás cuerpos celestes que existen en el Universo.
Visto así, el interior de la Tierra es como un imán gigantesco con dos polos: el norte y el sur. Este magneto terrestre se alinea casi perfectamente con el eje de nuestro planeta, y extiende su influencia alrededor de todo el globo. Gracias a este escudo, la vida como la conocemos actualmente es posible.
Para que el campo magnético terrestre exista, se deben de cumplir estas condiciones:
El campo magnético de la Tierra es invisible. De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú, "este se extiende desde el centro de la Tierra hasta más allá de nuestra atmósfera". Por lo tanto, se ubica justo en los límites donde se encuentra con el viento solar.
Más allá de la Tierra, la vida humana sí corre peligro de consecuencias vitalicias por la radiación universal. Por ello, algunos astronautas han regresado del espacio con severas afectaciones a su salud. De la misma manera, las tormentas geomagnéticas puedan generar desastres sobre flotillas de satélites.
Sin embargo, quienes estamos en la superficie terrestre no tenemos de qué preocuparnos: el campo magnético de la Tierra está ahí para protegernos de estas llamaradas cósmicas.