El fenómeno del consumo vampiro se revela como un gasto energético invisible pero significativo, según el académico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, Sebastián Lira. Este consumo, que se da cuando los dispositivos están enchufados sin ser utilizados, puede representar entre el 5% y el 10% del consumo energético de un hogar promedio, según la Agencia Internacional de Energía. En un artículo para la UNAB, Lira destaca que este derroche energético tiene un impacto directo en el calentamiento global, contribuyendo al aumento de emisiones de carbono. Dispositivos cotidianos como notebooks, televisores y cargadores de celular forman parte de este problema, generando una demanda innecesaria de electricidad. El experto advierte sobre las consecuencias específicas de dejar cargadores de teléfonos celulares conectados. Aparte de contribuir al consumo vampiro general, esto puede resultar en sobrecalentamiento, representando riesgos de incendio y daño a los dispositivos. El uso continuado del cargador también puede desencadenar desgaste y daño tanto al cargador como al teléfono, afectando su vida útil. El Periódico de España agrega más riesgos, destacando el peligro de descargas eléctricas para niños y mascotas. Además, la conexión constante de cargadores contribuye al aumento de la demanda de electricidad, intensificando la generación de emisiones de carbono. En un mundo enfocado en la sostenibilidad, la advertencia es clara: el consumo vampiro no solo impacta en las facturas de electricidad, sino que también tiene consecuencias medioambientales significativas. Adoptar prácticas responsables es esencial para reducir nuestra huella ambiental y contribuir a un futuro más sostenible.
El reciclaje es parte integral de la vida moderna, sin embargo, no podemos bajar los brazos con este tema, por el contrario, deberíamos aumentar nuestros esfuerzos y lograr que todo lo reciclable, pase por este proceso y así ayudar a limpiar el mundo y nuestras vidas.
Crear ambientes sanos y libres de contaminación, que mejoren la calidad de vida de las personas en las ciudades. De eso se trata el Día del Urbanismo, fecha que se conmemora y celebra en más de 30 países cada 8 de noviembre. Desde organizaciones, instituciones, hasta grandes industrias, buscan maneras para contribuir con su granito de arena para lograr un desarrollo sostenible del país, siendo la calidad del aire en las grandes ciudades uno de los factores principales que se busca concientizar en este día. En esta misma línea, el sector transporte aporta aproximadamente el 25% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial, según la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Es por eso que la adopción de la electromovilidad se posiciona como un componente fundamental para la creación de ciudades más amigables con el medio ambiente. Y es que marcas como MG Motor ya son parte de este cambio desde hace algunos años. Es más, su importancia en el ámbito de los vehículos eléctricos no sólo se evidencia en las cifras de ventas, sino también en su papel pionero al introducir el MG ZS EV en 2019, como el primer SUV 100% eléctrico en Chile. Hoy cuenta también con el Marvel R, y próximamente con el MG4, dos modelos que han sido galardonados a nivel nacional e internacional, respectivamente, por su compromiso con la sostenibilidad y seguridad de las personas. “Desde MG Motor vemos esta transición a la electromovilidad como una estrategia clave para reducir las emisiones de carbono y justamente mejorar la calidad del aire en los entornos urbanos. No obstante, es imperativo trabajar en conjunto con distintos actores relevantes del mundo público y privado, y así ampliar las opciones de energías renovables y fortalecer a la industria con la infraestructura de cargadores que suministren electricidad a los vehículos a lo largo del país”, comenta Héctor Illanes, Subdirector de Ventas de SAIC Motor, fabricante y representante de MG Motor en Chile. Por esta razón, distintas marcas, industrias y autoridades firmaron un Acuerdo por la Electromovilidad que busca compartir avances y compromisos relacionados con esta nueva tendencia, promoviendo así un enfoque sostenible colaborativo y en sintonía con este tipo de energía renovable. Justamente al cierre del último acuerdo, se reveló que el país cuenta con más de 400 puntos de carga de acceso público, incrementándose un 38% con respecto al año 2021. La ampliación de la infraestructura de carga no solo impulsa un cambio hacia una movilidad más limpia, sino que también contribuye a ciudades más saludables y con menos emisiones de carbono. El incremento de la infraestructura de cargadores eléctricos permitirá impulsar el compromiso de convertir a Chile en un país carbono neutral de cara a 2050. “La necesidad de expandir la red de cargadores eléctricos no puede ser subestimada. La accesibilidad a una infraestructura de carga esencial y eficiente se presenta como un factor determinante para incentivar la adopción de vehículos eléctricos y eliminar obstáculos para aquellos que desean optar por la movilidad sostenible. Facilitar el acceso a estaciones de carga en residencias, lugares de trabajo y áreas públicas se convierte en un catalizador para la consolidación de la electromovilidad”, agrega Illanes. Generar una colaboración conjunta entre gobiernos, empresas y comunidades para forjar un camino hacia un entorno urbano donde la electromovilidad sea una realidad accesible para todos es la clave, en el que se destaque la trascendencia de una planificación urbana inteligente y sostenible para construir un futuro que vaya en beneficio de toda la ciudadanía.
Los sistemas de producción alimentaria de todo el mundo se enfrentan a desafíos sin precedentes a causa de la demanda de alimentos por una población en crecimiento, del aumento del hambre y la malnutrición, los efectos adversos del cambio climático, así como la pérdida y el desperdicio de alimentos. Según la FAO, esto puede socavar la capacidad del mundo para satisfacer sus necesidades alimentarias presentes y futuras. Siendo el Día Mundial de la Alimentación, nos parece importante enfatizar una de las consecuencias más sensibles de la crisis alimentaria. Me refiero al hambre y la desnutrición y los efectos que genera el hecho de que un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierda durante el proceso productivo o se desperdicie durante su distribución, venta y/o consumo. Sabemos que este escenario global tiene importantes repercusiones sociales y ambientales, sin embargo, la más relevante para los consumidores chilenos es su impacto económico, lo que se puede explicar considerando la coyuntura económica actual, que ha llevado a que muchas familias están preocupadas respecto del gasto que realizan a diario para cocinar. Esta realidad fue uno de los antecedentes que reveló el Primer Estudio Nacional sobre desperdicio de alimentos en el país, realizado por Ipsos y Maggi, el cual arrojó además que siete de cada 10 chilenos tiene claro que desperdiciar comida en los hogares es un problema a nivel nacional. Pero, aun así, nueve de cada 10 reconoce que desperdicia alimentos en sus propias casas. De hecho, una gran proporción bota alimentos por acciones evitables, como comprar más de la cuenta (50%) y preparar comida de más (43%). En promedio, botamos alimentos dos veces a la semana. ¿Cómo ayudamos a revertir esta situación? El acceso a información puede facilitar el cambio de hábito para aprovechar de mejor forma los alimentos, rescatar aquellos que están listos para ser desechados y acompañar a quienes toman la decisión de compra y/o son los responsables de cocinar, para que realicen una correcta planificación, almacenamiento y preparación. Todo lo anterior, buscando contribuir, no solo a la economía familiar, sino también al cuidado del medio ambiente y la seguridad alimentaria. Todo esto nos motivó a lanzar “Cocina la Diferencia”, una plataforma que contiene múltiples consejos y recetas para ayudar a las familias a evitar el desperdicio de alimentos. Pero no nos detendremos ahí. Desde Maggi, como una marca icónica, y Nestlé, la empresa fabricante de alimentos más grande del mundo, estamos buscando incentivar la discusión pública sobre el tema. ¿Cómo? Articulando esfuerzos con entidades igualmente interesadas en provocar cambios positivos frente a este tema, como el gobierno, la sociedad civil, la industria, así como los principales bancos de alimentos del país, con quienes trabajamos hace años para, justamente, evitar el desperdicio de alimentos. En suma, compartimos una visión crítica respecto de la invisibilidad de este tema, pero a la vez esperanzadora, porque creemos que es posible generar transformaciones para reducir el desperdicio de alimentos. Por ello nos propusimos la meta de impactar a más de seis millones de chilenos con nuestra plataforma “Cocina la diferencia” al 2024. Hoy el consumidor es más consciente y, por lo mismo, creemos que cocinar se vuelve un acto poderoso.
Mensajes de redes sociales aseguran que la Agencia Espacial estadounidense (NASA) ha admitido que el cambio climático se debe a variaciones en la órbita solar de la Tierra y “no al ser humano ni a los combustibles fósiles”. Es es falso. Los mensajes tienen su origen en un informe de la NASA que no llega a esa conclusión. Lo confirma una portavoz de la Agencia Espacial estadounidense consultada por VerificaRTVE. “ÚLTIMA HORA!!! La NASA admite que el cambio climático se debe a los cambios en la órbita solar de la Tierra, no al ser humano ni a los combustibles fósiles”, dice un mensaje que suma más de 15.000 retuits desde el 19 de junio. Esta cuenta enlaza con un artículo que refiere un estudio de 2000 que atribuye a la NASA para concluir que “el planeta, de hecho, debido a factores extraños que no tienen absolutamente nada que ver con la actividad humana”. En Twitter difunden la misma idea con mensajes como: “La NASA admite que el cambio climático se debe a los cambios en la órbita solar de la Tierra, no a los SUV y los combustibles fósiles”. La NASA no ha negado la influencia de las acciones del hombre en el calentamiento global. Es falso. Desde VerificaRTVE hemos consultado a la NASA y una portavoz de su departamento de Comunicación nos asegura que los mensajes son falsos y que los científicos confían en que el reciente calentamiento de la Tierra se debe principalmente a las actividades humanas ”. Sobre todo, por la entrada directa de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra a partir de la quema de combustibles fósiles”. La teoría de los Ciclos de Milankovitch El origen de este noticia está en un artículo del año 2019 de un portal desinformador que interpreta de manera errónea un estudio que publicó la NASA en el año 2000: la teoría de los Ciclos de Milankovitch. Según esta investigación, “los cambios en la excentricidad orbital afectan a la distancia entre el Sol y la Tierra” lo que provoca que “las estaciones tal como las conocemos pueden exagerarse”. El trabajo concluye que “más inclinación significa estaciones más severas”. Esta teoría recogida por la NASA no niega la existencia del cambio climático generado por los humanos. La agencia estadounidense ya desmintió las afirmaciones falsas que se le atribuían en febrero de 2020 en un artículo en el que señala que “los ciclos de Milankovitch no pueden explicar todo el cambio climático que ha ocurrido en los últimos 2,5 millones de años”. Desde la NASA añaden que, sobre todo, estas teorías “no pueden explicar el período actual de rápido calentamiento que ha experimentado la Tierra desde el período preindustrial (el período entre 1850 y 1900), y en particular desde mediados del siglo XX”. Marisa Montoya, profesora titular del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid, incide en esta idea y aclara a VerificaRTVE que lo que producen las variaciones de la teoría de Milankovitch “es el hecho de que la Tierra fluctúe entre épocas glaciales y épocas interglaciares” pero que “ eso no tiene nada que ver con el cambio climático que estamos viviendo ahora ”. La experta subraya que no se puede concluir con este estudio que el calentamiento global se deba a la órbita y no a la acción humana: “Eso son mecanismos que no tienen nada que ver” con el calentamiento global, concluye. La causa principal del calentamiento global es la actividad humana Para la NASA las principales causas de la crisis climática son la actividad humana y los gases de efecto invernadero. La NASA ha defendido en múltiples ocasiones que la Tierra está experimentando un rápido calentamiento en la actualidad. La postura de la agencia estadounidense sobre este asunto es clara: la Tierra se está calentando a un ritmo sin precedentes y la actividad humana es la causa principal ”. Sobre la relación entre el Sol y el cambio climático la NASA admite que “el Sol puede tener influencia en el clima de la Tierra, pero no es responsable del calentamiento global que hemos visto en las últimas décadas ”. En VerificaRTVE ya hemos desmontado anteriormente desinformaciones sobre el cambio climático, como los mensajes falsos que aseguran que las erupciones y ciclos solares son las causantes de las olas de calor y el cambio climático. En la comunidad científica existe un amplio consenso en que la principal causa del cambio climático es la acción humana. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el organismo de las Naciones Unidas encargado de evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático, declara en el Informe de Síntesis AR6: Cambio Climático 2023 que “ las actividades humanas, principalmente a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, han causado inequívocamente el calentamiento global (página 4). El cambio climático provocado por el hombre, según este informe ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del planeta”, provocando “efectos adversos generalizados y pérdidas y daños a la naturaleza y a las personas.
El fenómeno del consumo vampiro se revela como un gasto energético invisible pero significativo, según el académico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andrés Bello, Sebastián Lira. Este consumo, que se da cuando los dispositivos están enchufados sin ser utilizados, puede representar entre el 5% y el 10% del consumo energético de un hogar promedio, según la Agencia Internacional de Energía. En un artículo para la UNAB, Lira destaca que este derroche energético tiene un impacto directo en el calentamiento global, contribuyendo al aumento de emisiones de carbono. Dispositivos cotidianos como notebooks, televisores y cargadores de celular forman parte de este problema, generando una demanda innecesaria de electricidad. El experto advierte sobre las consecuencias específicas de dejar cargadores de teléfonos celulares conectados. Aparte de contribuir al consumo vampiro general, esto puede resultar en sobrecalentamiento, representando riesgos de incendio y daño a los dispositivos. El uso continuado del cargador también puede desencadenar desgaste y daño tanto al cargador como al teléfono, afectando su vida útil. El Periódico de España agrega más riesgos, destacando el peligro de descargas eléctricas para niños y mascotas. Además, la conexión constante de cargadores contribuye al aumento de la demanda de electricidad, intensificando la generación de emisiones de carbono. En un mundo enfocado en la sostenibilidad, la advertencia es clara: el consumo vampiro no solo impacta en las facturas de electricidad, sino que también tiene consecuencias medioambientales significativas. Adoptar prácticas responsables es esencial para reducir nuestra huella ambiental y contribuir a un futuro más sostenible.
El reciclaje es parte integral de la vida moderna, sin embargo, no podemos bajar los brazos con este tema, por el contrario, deberíamos aumentar nuestros esfuerzos y lograr que todo lo reciclable, pase por este proceso y así ayudar a limpiar el mundo y nuestras vidas.
Crear ambientes sanos y libres de contaminación, que mejoren la calidad de vida de las personas en las ciudades. De eso se trata el Día del Urbanismo, fecha que se conmemora y celebra en más de 30 países cada 8 de noviembre. Desde organizaciones, instituciones, hasta grandes industrias, buscan maneras para contribuir con su granito de arena para lograr un desarrollo sostenible del país, siendo la calidad del aire en las grandes ciudades uno de los factores principales que se busca concientizar en este día. En esta misma línea, el sector transporte aporta aproximadamente el 25% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial, según la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Es por eso que la adopción de la electromovilidad se posiciona como un componente fundamental para la creación de ciudades más amigables con el medio ambiente. Y es que marcas como MG Motor ya son parte de este cambio desde hace algunos años. Es más, su importancia en el ámbito de los vehículos eléctricos no sólo se evidencia en las cifras de ventas, sino también en su papel pionero al introducir el MG ZS EV en 2019, como el primer SUV 100% eléctrico en Chile. Hoy cuenta también con el Marvel R, y próximamente con el MG4, dos modelos que han sido galardonados a nivel nacional e internacional, respectivamente, por su compromiso con la sostenibilidad y seguridad de las personas. “Desde MG Motor vemos esta transición a la electromovilidad como una estrategia clave para reducir las emisiones de carbono y justamente mejorar la calidad del aire en los entornos urbanos. No obstante, es imperativo trabajar en conjunto con distintos actores relevantes del mundo público y privado, y así ampliar las opciones de energías renovables y fortalecer a la industria con la infraestructura de cargadores que suministren electricidad a los vehículos a lo largo del país”, comenta Héctor Illanes, Subdirector de Ventas de SAIC Motor, fabricante y representante de MG Motor en Chile. Por esta razón, distintas marcas, industrias y autoridades firmaron un Acuerdo por la Electromovilidad que busca compartir avances y compromisos relacionados con esta nueva tendencia, promoviendo así un enfoque sostenible colaborativo y en sintonía con este tipo de energía renovable. Justamente al cierre del último acuerdo, se reveló que el país cuenta con más de 400 puntos de carga de acceso público, incrementándose un 38% con respecto al año 2021. La ampliación de la infraestructura de carga no solo impulsa un cambio hacia una movilidad más limpia, sino que también contribuye a ciudades más saludables y con menos emisiones de carbono. El incremento de la infraestructura de cargadores eléctricos permitirá impulsar el compromiso de convertir a Chile en un país carbono neutral de cara a 2050. “La necesidad de expandir la red de cargadores eléctricos no puede ser subestimada. La accesibilidad a una infraestructura de carga esencial y eficiente se presenta como un factor determinante para incentivar la adopción de vehículos eléctricos y eliminar obstáculos para aquellos que desean optar por la movilidad sostenible. Facilitar el acceso a estaciones de carga en residencias, lugares de trabajo y áreas públicas se convierte en un catalizador para la consolidación de la electromovilidad”, agrega Illanes. Generar una colaboración conjunta entre gobiernos, empresas y comunidades para forjar un camino hacia un entorno urbano donde la electromovilidad sea una realidad accesible para todos es la clave, en el que se destaque la trascendencia de una planificación urbana inteligente y sostenible para construir un futuro que vaya en beneficio de toda la ciudadanía.
Los sistemas de producción alimentaria de todo el mundo se enfrentan a desafíos sin precedentes a causa de la demanda de alimentos por una población en crecimiento, del aumento del hambre y la malnutrición, los efectos adversos del cambio climático, así como la pérdida y el desperdicio de alimentos. Según la FAO, esto puede socavar la capacidad del mundo para satisfacer sus necesidades alimentarias presentes y futuras. Siendo el Día Mundial de la Alimentación, nos parece importante enfatizar una de las consecuencias más sensibles de la crisis alimentaria. Me refiero al hambre y la desnutrición y los efectos que genera el hecho de que un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierda durante el proceso productivo o se desperdicie durante su distribución, venta y/o consumo. Sabemos que este escenario global tiene importantes repercusiones sociales y ambientales, sin embargo, la más relevante para los consumidores chilenos es su impacto económico, lo que se puede explicar considerando la coyuntura económica actual, que ha llevado a que muchas familias están preocupadas respecto del gasto que realizan a diario para cocinar. Esta realidad fue uno de los antecedentes que reveló el Primer Estudio Nacional sobre desperdicio de alimentos en el país, realizado por Ipsos y Maggi, el cual arrojó además que siete de cada 10 chilenos tiene claro que desperdiciar comida en los hogares es un problema a nivel nacional. Pero, aun así, nueve de cada 10 reconoce que desperdicia alimentos en sus propias casas. De hecho, una gran proporción bota alimentos por acciones evitables, como comprar más de la cuenta (50%) y preparar comida de más (43%). En promedio, botamos alimentos dos veces a la semana. ¿Cómo ayudamos a revertir esta situación? El acceso a información puede facilitar el cambio de hábito para aprovechar de mejor forma los alimentos, rescatar aquellos que están listos para ser desechados y acompañar a quienes toman la decisión de compra y/o son los responsables de cocinar, para que realicen una correcta planificación, almacenamiento y preparación. Todo lo anterior, buscando contribuir, no solo a la economía familiar, sino también al cuidado del medio ambiente y la seguridad alimentaria. Todo esto nos motivó a lanzar “Cocina la Diferencia”, una plataforma que contiene múltiples consejos y recetas para ayudar a las familias a evitar el desperdicio de alimentos. Pero no nos detendremos ahí. Desde Maggi, como una marca icónica, y Nestlé, la empresa fabricante de alimentos más grande del mundo, estamos buscando incentivar la discusión pública sobre el tema. ¿Cómo? Articulando esfuerzos con entidades igualmente interesadas en provocar cambios positivos frente a este tema, como el gobierno, la sociedad civil, la industria, así como los principales bancos de alimentos del país, con quienes trabajamos hace años para, justamente, evitar el desperdicio de alimentos. En suma, compartimos una visión crítica respecto de la invisibilidad de este tema, pero a la vez esperanzadora, porque creemos que es posible generar transformaciones para reducir el desperdicio de alimentos. Por ello nos propusimos la meta de impactar a más de seis millones de chilenos con nuestra plataforma “Cocina la diferencia” al 2024. Hoy el consumidor es más consciente y, por lo mismo, creemos que cocinar se vuelve un acto poderoso.
Mensajes de redes sociales aseguran que la Agencia Espacial estadounidense (NASA) ha admitido que el cambio climático se debe a variaciones en la órbita solar de la Tierra y “no al ser humano ni a los combustibles fósiles”. Es es falso. Los mensajes tienen su origen en un informe de la NASA que no llega a esa conclusión. Lo confirma una portavoz de la Agencia Espacial estadounidense consultada por VerificaRTVE. “ÚLTIMA HORA!!! La NASA admite que el cambio climático se debe a los cambios en la órbita solar de la Tierra, no al ser humano ni a los combustibles fósiles”, dice un mensaje que suma más de 15.000 retuits desde el 19 de junio. Esta cuenta enlaza con un artículo que refiere un estudio de 2000 que atribuye a la NASA para concluir que “el planeta, de hecho, debido a factores extraños que no tienen absolutamente nada que ver con la actividad humana”. En Twitter difunden la misma idea con mensajes como: “La NASA admite que el cambio climático se debe a los cambios en la órbita solar de la Tierra, no a los SUV y los combustibles fósiles”. La NASA no ha negado la influencia de las acciones del hombre en el calentamiento global. Es falso. Desde VerificaRTVE hemos consultado a la NASA y una portavoz de su departamento de Comunicación nos asegura que los mensajes son falsos y que los científicos confían en que el reciente calentamiento de la Tierra se debe principalmente a las actividades humanas ”. Sobre todo, por la entrada directa de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra a partir de la quema de combustibles fósiles”. La teoría de los Ciclos de Milankovitch El origen de este noticia está en un artículo del año 2019 de un portal desinformador que interpreta de manera errónea un estudio que publicó la NASA en el año 2000: la teoría de los Ciclos de Milankovitch. Según esta investigación, “los cambios en la excentricidad orbital afectan a la distancia entre el Sol y la Tierra” lo que provoca que “las estaciones tal como las conocemos pueden exagerarse”. El trabajo concluye que “más inclinación significa estaciones más severas”. Esta teoría recogida por la NASA no niega la existencia del cambio climático generado por los humanos. La agencia estadounidense ya desmintió las afirmaciones falsas que se le atribuían en febrero de 2020 en un artículo en el que señala que “los ciclos de Milankovitch no pueden explicar todo el cambio climático que ha ocurrido en los últimos 2,5 millones de años”. Desde la NASA añaden que, sobre todo, estas teorías “no pueden explicar el período actual de rápido calentamiento que ha experimentado la Tierra desde el período preindustrial (el período entre 1850 y 1900), y en particular desde mediados del siglo XX”. Marisa Montoya, profesora titular del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid, incide en esta idea y aclara a VerificaRTVE que lo que producen las variaciones de la teoría de Milankovitch “es el hecho de que la Tierra fluctúe entre épocas glaciales y épocas interglaciares” pero que “ eso no tiene nada que ver con el cambio climático que estamos viviendo ahora ”. La experta subraya que no se puede concluir con este estudio que el calentamiento global se deba a la órbita y no a la acción humana: “Eso son mecanismos que no tienen nada que ver” con el calentamiento global, concluye. La causa principal del calentamiento global es la actividad humana Para la NASA las principales causas de la crisis climática son la actividad humana y los gases de efecto invernadero. La NASA ha defendido en múltiples ocasiones que la Tierra está experimentando un rápido calentamiento en la actualidad. La postura de la agencia estadounidense sobre este asunto es clara: la Tierra se está calentando a un ritmo sin precedentes y la actividad humana es la causa principal ”. Sobre la relación entre el Sol y el cambio climático la NASA admite que “el Sol puede tener influencia en el clima de la Tierra, pero no es responsable del calentamiento global que hemos visto en las últimas décadas ”. En VerificaRTVE ya hemos desmontado anteriormente desinformaciones sobre el cambio climático, como los mensajes falsos que aseguran que las erupciones y ciclos solares son las causantes de las olas de calor y el cambio climático. En la comunidad científica existe un amplio consenso en que la principal causa del cambio climático es la acción humana. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el organismo de las Naciones Unidas encargado de evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático, declara en el Informe de Síntesis AR6: Cambio Climático 2023 que “ las actividades humanas, principalmente a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, han causado inequívocamente el calentamiento global (página 4). El cambio climático provocado por el hombre, según este informe ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del planeta”, provocando “efectos adversos generalizados y pérdidas y daños a la naturaleza y a las personas.