13 de noviembre de 2022
Primero que nada, debemos saber que al conectarnos a internet con navegadores como Chrome o Safari solo accedemos a una web superficial o abierta.
Pero hay mucho internet más allá de aquello a lo que podemos acceder de esta forma. Son sitios que están indexados por motores de búsqueda tradicionales como Google.
Deep web
Se trata de contenido no indexado en los buscadores. Para acceder se debe iniciar sesión con contraseñas o tras realizar un pago. Esto incluye sitios como aquellos de bancos y otras organizaciones que permiten acceso solo a sus miembros.
Se estima que la deep web corresponde a un 90% de internet. También se le conoce como web invisible u oculta.
Dark web
Es una parte muy pequeña de la deep web (algunas estimaciones señalan 0.1%) y que corresponde a sitios web no indexados en buscadores tradicionales, y a los que solo se puede acceder a través de navegadores web especializados, como TOR (el más popular), Freenet o I2P.
Cuidado con lo que puedes encontrar en la dark web. Su contenido es muchas veces ilegal, como pornografía infantil, drogas, armas, cuentas hackeadas, datos personales, malware y piratería, entre otros.
No todo es malo en la dark web, ya que también sirve para que periodistas y activistas en regímenes autoritarios puedan evitar la censura y el encarcelamiento.