20 de abril de 2023
El inglés es el idioma más usado en el mundo; una de cada cinco personas puede hablar o al menos entenderlo. “En Chile, sólo el 2% de la población es bilingüe, por lo que aquellos que lo dominan, se sitúan dentro de un grupo selecto que, sin duda, ocupará las mejores posiciones laborales, personales y artísticas hoy y en el futuro cercano”, advierte Tatiana Bustos, directora del Programa Bilingüe de los colegios de la red Cognita, en el contexto del Día Internacional de la Lengua Inglesa, celebrado por la ONU cada 23 de abril.
El nivel de inglés de los chilenos es reconocidamente bajo (A1 y A2, niveles básicos), siendo capaces de entender frases simples, pero no de mantener una conversación o desarrollar ideas complejas. Tatiana explica que, para aprender inglés, se necesita tiempo y dedicación. “No existen cursos milagrosos que hagan hablar inglés en un mes. En promedio, se necesitan más de 1.500 horas de inmersión total y consciente, al menos 4 a 5 veces por semana para alcanzar un nivel avanzado”.
La “inmersión total”, comenta la docente, se puede obtener tanto en un colegio bilingüe, donde la mayoría de las horas de clases se realizan en inglés, o viviendo en un país angloparlante, donde todo el tiempo se está expuesto a oír y hablar el idioma.
¿Qué pasa si creo que mi hijo no tiene habilidades para el inglés? Para la especialista, “toda persona, adulto o niño, puede aprender inglés u otro idioma, en cualquier momento de su vida, ya que el cerebro está creado para comunicarse y el lenguaje es la habilidad fundamental que nos hace humanos”. Además, revela que muchos apoderados o alumnos expresan ser “malos para el inglés”, pero, lo más probable, es que “alguien significativo, en algún momento de la vida, les haya puesto esa etiqueta, y ellos lo creyeron. Todos podemos aprender inglés, especialmente si lo hacemos desde temprana edad”.
Por eso, la directora del Programa Bilingüe de los colegios Cognita recomienda motivar siempre a los niños, y entrega algunos tips para potenciar el aprendizaje del inglés desde la primera infancia. “Si reservamos pequeños momentos a lo largo de la semana para practicar con nuestros hijo/as, será más sencillo y lo convertiremos en un hábito que, una vez adquirido, será más difícil de perder”.