Adopción: El camino de Cristian y Yesenia para construir un hogar

En Tierras Blancas, el living de una casa se convierte en el escenario de un hermoso caos familiar. Juguetes dispersos, peluches ocupando el sofá y la risa de Giovanni (4) llenan el ambiente, invitando a todos a jugar y conocer a Borja, el nuevo integrante que llegó al hogar recientemente. Cristian Rivas y Yesenia Guevara observan con amor a sus hijos, ambos fruto de un proceso de adopción que marcó sus vidas para siempre.

Cristian rememora con claridad el inicio del proceso: "El proceso de adopción lo empezamos a ver desde que formalizamos nuestra relación y decidimos formar una familia". La imposibilidad de Yesenia para concebir abrió la puerta a la adopción, una opción que Cristian recibió sin temores: "Considero que los padres son quienes crían, no necesariamente quienes engendran". Por su parte, Yesenia enfrentó la complejidad de aceptar que no podría ser madre biológica: "Es complejo cuando te dicen que no puedes ser mamá, pero adoptar me llenó de esperanza desde adolescente".

La pareja descubrió en el camino que adoptar es un proceso transformador. Cada etapa les enseñó lecciones valiosas y les demandó paciencia y fortaleza. La llegada de Giovanni marcó un hito en sus vidas y reorganizaron todo en torno a él. A pesar de las dificultades del proceso, la recompensa llegó con creces.

La adopción de Borja representó un nuevo desafío emocional para Yesenia, quien tuvo que preparar a Giovanni para recibir a su hermano. La adaptación natural de la familia al crecimiento fue evidente desde el primer momento. Ambos padres coinciden en un deseo simple pero profundo: la felicidad de sus hijos.

Para Cristian y Yesenia, la adopción es una alternativa maravillosa que ha fortalecido los lazos familiares y les ha permitido construir una familia hermosa. Más allá del camino recorrido, lo importante es haber formado una familia basada en el amor y el deseo mutuo de acompañarse día a día.