
Gestión de Krist Naranjo: Proyectos paralizados y ejecución inflada
Un análisis detallado muestra ineficiencia, conflictos laborales y decisiones cuestionables con impacto en las arcas y estabilidad regional.
21 de julio de 2025
Este mes de julio se cumplieron cuatro años desde que asumieron los gobernadores regionales elegidos por votación popular, lo que se convertiría en uno de los elementos clave de la descentralización del país. Lamentablemente, en la Región de Coquimbo, esta primera experiencia no fue positiva. La administración de Krist Naranjo Peñaloza fue objeto de intenso escrutinio y controversia, culminando en su destitución sin completar el período establecido. Krist Naranjo —una figura prácticamente desconocida que se potenció por el malestar ciudadano hacia los políticos tradicionales— convenció a los votantes con un discurso ecologista, feminista y alejado de las cúpulas locales. Sin embargo, al asumir no logró consolidar un equipo de trabajo que impulsara el desarrollo regional.
Desde un inicio, Naranjo enfrentó una serie de problemas, incluso con su propio círculo de confianza, que la acusó de liderazgo autoritario y de rechazar asesorías. Esta actitud complejizó el trabajo con los funcionarios de carrera del Gobierno Regional, quienes desconocían cómo abordar a la nueva autoridad.
Un análisis detallado de su gestión revela un patrón de ineficiencia, conflictos laborales graves y decisiones administrativas cuestionables, cuyas repercusiones impactan hasta hoy las arcas fiscales, el desarrollo y la estabilidad regional.
Para la consejera regional Paola Cortés, la elección democrática de gobernadores es un gran avance descentralizador. Aunque reconoce que Chile solo ha registrado una destitución (y ocurrió en Coquimbo), considera que el proceso es positivo, pero requiere fortalecer la autonomía regional desde el nivel central.
Cortés afirma que el liderazgo de Naranjo contradijo las expectativas del nuevo modelo: “Tuvimos una región estancada durante sus tres años y medio de gestión. Muchos proyectos perdieron su Resolución Satisfactoria por no firmarse a tiempo, no pasar al consejo o por convenios paralizados. Esto generó mala ejecución presupuestaria”.
Por su parte, el exconsejero Javier Vega destaca la relevancia de la elección democrática para priorizar inversiones territoriales con recursos regionales, pero señala: “Se valoró elegir por primera vez a una mujer como gobernadora, pero los problemas se relacionaron con su falta de competencias, desconocimiento en políticas públicas y carencia de herramientas técnicas. Esto derivó en proyectos estancados, falta de planificación ejecutiva y una cartera de iniciativas que no despegó, afectando la reactivación económica regional”, sostiene Vega.
En ese contexto, Darwin Ibacache —exconsejero y gobernador interino tras la destitución de Naranjo y la renuncia de Wladimir Pleticosic al Core— resume que la gestión de la exautoridad se caracterizó por “profunda falta de comunicación, escasa voluntad política y decisiones arbitrarias que perjudicaron directamente la ejecución presupuestaria”.
Esta opinión de los exintegrantes del Consejo Regional es compartida por diversos actores regionales, dado que la administración de Krist Naranjo fue duramente criticada por la constante dilación y paralización de importantes iniciativas destinadas a impulsar el desarrollo de las 15 comunas.
Respecto a esto, Gabriela Calderón —exjefa de División de Inversión y Presupuesto del Gobierno Regional— explica que al asumir su cargo en agosto de 2022 encontró una ejecución presupuestaria del 12.8%: “La situación era extremadamente compleja y cuesta arriba”. Las dificultades prácticas radicaban en que numerosos proyectos priorizados no avanzaban a fases posteriores, generando retrasos significativos debido a la escasa experiencia de Naranjo en el funcionamiento interno del desarrollo de proyectos.
“Si bien existían múltiples iniciativas, varias se perdieron precisamente por esos retrasos y demoras en la toma de decisiones. Esto evidenciaba improvisación y falta de planificación en la inversión del presupuesto regional. Era complejo: había que explicarle, convencerla, y muchas veces no existían razones objetivas para las demoras”, relata Calderón.
Otra funcionaria añadió que a Naranjo “le costaba mucho firmar los convenios”, documentos vitales para la ejecución presupuestaria.
En términos numéricos, la gestión de Krist Naranjo al frente del Gobierno Regional registró una ejecución presupuestaria crónicamente deficiente. Informes oficiales situaron a Coquimbo como la peor región...
Fuente: DiarioElDia Región


