Científicos descubren la fórmula de la siesta perfecta para una salud óptima

La hora de la siesta es casi sagrada para la mayoría de las personas, en especial los adultos que tras una larga jornada de trabajo, quieren descansar después de comer. Algunas personas se conforman con una pequeña ensoñación de cinco minutos para no perder mucho la tarde y poder realizar otras tareas productivas. Otros, sin embargo, prefieren dos o tres horas, ya sea por que han madrugado mucho o por sueño acumulado. Cada persona sabe cuánto tiempo necesita descansar, aunque los científicos demuestran cuál es la cantidad de tiempo idónea para "la siesta perfecta".

Investigadores del Hospital Brigham and Women's de Boston, junto a otros expertos del Hospital Clínico Universitario de Murcia, realizaron un estudio sobre cómo se supone que debe ser la siesta para lograr un descanso perfecto, reparar al cuerpo y evitar excesos que puedan repercutir en nuestra salud y día a día.

El descanso es primordial para el ser humano. Un mal descanso puede provocar numerosas patologías como la obesidad, factor de riesgo para la salud física y mental y que actualmente afecta a más de mil millones de personas en el mundo. Así, con patrones de sueño se pueden prevenir dichas enfermedades, y la siesta es una forma de lograrlo. El descanso después del mediodía es una práctica común en numerosos países, entre ellos España, para recuperarse de los efectos nocivos del sueño. También suele considerarse importante para "hacer la digestión".

¿Cuánto tiempo se debe dormir la siesta?

La relación entre las siestas y la salud metabólica es una conexión que no se termina de comprender, aunque según recuerdan desde la investigación, "todo depende de su duración". Así, los científicos sostienen que un tiempo no controlado de las siestas tienen numerosos perjuicios, como un mayor riesgo de obesidad, presión alta, o síndrome metabólico. También un estado de ánimo bajo, pérdidas de memoria o dificultad en la capacidad de aprendizaje. Así, sostienen que es mejor una siesta corta a una larga, pues son las de corta duración las más beneficiosas para la salud.

Para analizarlo, los científicos analizaron la relación entre la duración de la siesta y ciertas patologías, con una muestra de 3.275 adultos, analizando personas con descansos largos, aquellos que prefieren una siesta corta o quienes directamente no duermen después del mediodía. Los descansos más largos se asociaron a valores más altos de índice de masa corporal, mientras que la probabilidad fue menor en el grupo de personas analizadas, mejor dato incluso que el grupo de no siesta. Asimismo, fumar también tenía relación con la calidad del descanso.

"El momento de dormir y comer en la noche, la ingesta en el almuerzo, el tabaquismo, la duración y el lugar de la siesta determinaron esta asociación", explica Marta Garaulet, científica del Instituto de Investigación Biomédica de Murcia, IMIB-Arrixaca-UMU del Hospital Clínico Universitario de Murcia y especialista de la División de Trastornos Circadianos y del Sueño de los Departamentos de Medicina y Neurología pertenecientes al Hospital Brigham and Women’s en Boston. Los investigadores sugieren que las siesta perfecta debería estar en 30 minutos.