12 de junio de 2025
Sigue generando conmoción el caso de Francisco Albornoz, el joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue hallado el pasado 3 de junio en el río Tinguiririca, en la región de O’Higgins. El joven había desaparecido el 23 de mayo tras salir de su departamento en Santiago, siendo su última ubicación conocida en la comuna de Ñuñoa.
En conversación con 24 Horas, Jacqueline, madre de Francisco, compartió un desgarrador testimonio sobre el impacto que ha tenido la muerte de su hijo. “Me quitaron la mitad de mi corazón”, expresó entre lágrimas, apuntando directamente a los imputados del caso: el médico Christian González y el chef José Miguel Baeza, quienes se encuentran en prisión preventiva.
“Ellos dicen que estaban choqueados, pero no. Es un plan macabro, solamente una mente enferma lo haría”, sentenció Jacqueline, convencida de que el crimen fue premeditado.
La madre del joven enfatizó que no descansará hasta que se haga justicia. “No me van a devolver al Francisco, pero sí se va a hacer justicia por todo lo que le hicieron, porque Francisco no sabía con lo que se iba a encontrar”, afirmó.
Recordó también que el día de la desaparición de su hijo experimentó una sensación inexplicable: “Sentía algo muy extraño en mi corazón y después, como que ya no sentí nada”.
Jacqueline criticó duramente al doctor González, cuestionando su rol como profesional de la salud. “El doctor se supone que está para salvar vidas y en su declaración dijo que Francisco empezó a convulsionar, pero si él no podía ayudarlo con la reanimación, ¿por qué no llamó a Carabineros o a la ambulancia siendo médico?”, cuestionó.
La Fiscalía acusó a ambos imputados por homicidio calificado, sosteniendo que actuaron bajo un plan premeditado. El informe forense determinó que Francisco murió por un traumatismo en la cabeza, descartando una sobredosis, y que ya había fallecido antes de ser arrojado al río.
Fuente: Publimetro