8 de junio de 2022
Llevar siempre la misma ropa (diferentes prendas del mismo modelo, no todos los días la misma prenda) tiene todo el sentido del mundo. Es una cuestión de organización y de comodidad. Cuantas menos decisiones tenemos que tomar en nuestro día a día, más productivos somos.
La historia detrás de esta decisión del genio creador de Apple es que cuando Steve Jobs visitó las fábricas de Sony en Japón se dio cuenta que todos los empleados vestían igual y decidió aproverchar las ventajas de los uniformes en Apple, California.
Pero el plan no le salió del todo bien. Se quedó con cientos de suéteres y nadie que los usara, así que él mismo apostó por pasar el resto de su vida aprovechando esa ropa.
Y su decisión se convirtió en un gran aprendizaje: no perder tiempo ni recursos en cosas innecesarias.
Se trata de organización y comodidad; de ser minimalista y eliminar todo lo innecesario para centrarse en lo que de verdad importa. De esta forma se aumenta la productividad y no se pierde tiempo en tomar decisiones como "¿qué me pondré hoy?".
Otros CEO, como Mark Zuckerberg también lo han aplicado. Y ya sabemos el resultado de sus estrategias de liderazgo.