











Desinterés creciente por estudiar pedagogía debido a nuevas exigencias laborales
El aumento en los requisitos académicos y las condiciones laborales desfavorables están provocando un desinterés entre los jóvenes por convertirse en docentes en la Región de Coquimbo.
13 de octubre de 2025
Un complejo panorama se cierne sobre el futuro de la educación en la Región de Coquimbo. En las últimas semanas, autoridades universitarias, gremios docentes y profesores en ejercicio han manifestado su preocupación ante la notoria baja en el interés por estudiar pedagogía, una situación que amenaza con profundizar la escasez de docentes en el país.
La rectora de la Universidad de La Serena (ULS), Luperfina Rojas, advirtió que para el proceso de Admisión 2026, la institución podría registrar una disminución de hasta mil matrículas en sus programas de pedagogía. Esto se debe al aumento del puntaje mínimo de ingreso de 592 a 626 puntos, medida que forma parte de los nuevos criterios de admisión que buscan elevar la calidad de los futuros profesionales de la educación.
La Universidad de La Serena, que ofrece 11 programas de pedagogía y es la principal casa de estudios estatal del norte del país en esta área, proyecta que solo para 2026 se perderán alrededor de 250 postulantes, lo que en cuatro años sumaría un millar de vacantes no ocupadas.
"Como institución estatal, tenemos un compromiso histórico e irrenunciable con la formación de profesores. Sin embargo, manifestamos nuestra preocupación frente a estas exigencias adicionales que, lejos de aportar, podrían restringir aún más el acceso a la carrera docente", expresó Rojas.
Además del aumento en los requisitos académicos, diversos actores del mundo educativo señalan que el verdadero desincentivo radica en las condiciones laborales que enfrentan los docentes en Chile.
Daniel Aguilera, presidente del Colegio de Profesoras y Profesores de la Región de Coquimbo, afirmó: "Aumentar el puntaje de ingreso no va a atraer más estudiantes. Hoy las condiciones en que se ejerce la docencia no son atractivas. Hablamos de bajos sueldos, violencia en las aulas, inestabilidad laboral y sobreexigencias que no permiten un desarrollo profesional pleno".
Profesores y profesoras comparten testimonios que reflejan un escenario cada vez más adverso. Constanza, docente en Coquimbo, menciona: "La violencia en las escuelas, tanto de estudiantes como apoderados, se ha vuelto un tema diario. A eso se suma la carga administrativa: reuniones, planificaciones, correcciones... trabajamos incluso los fines de semana."
Felipe, profesor en La Serena añade: "Hay pocas horas para nuestras asignaturas, contratos a plazo fijo y una sensación constante de inestabilidad. Además, la violencia y la desprotección hacen que muchos colegas abandonen la profesión, a pesar de su vocación".
Otra docente agrega: "No se valora el trabajo docente. Profesores jóvenes con buen desempeño no pueden avanzar en la carrera profesional o aumentar sus sueldos por falta de experiencia."
Desde el Ministerio de Educación, el seremi Nicolás Pérez reconoce los desafíos que enfrenta el gremio: "Estamos impulsando una agenda permanente para fortalecer la profesión docente. Sabemos que hoy las y los profesores enfrentan desafíos complejos como la convivencia escolar o la sobrecarga administrativa."
En ese sentido, destacó que se están ejecutando políticas para mejorar el bienestar docente y fortalecer las prácticas pedagógicas. Se trabaja también en las universidades formadoras para atraer nuevos talentos a la pedagogía.
"Las eventuales modificaciones normativas deben resguardar siempre la calidad y garantizar que nuestras aulas sigan contando con docentes comprometidos y bien preparados", señaló Pérez.
La disminución del interés por estudiar pedagogía no responde únicamente a una exigencia académica más estricta, sino a un problema estructural mucho más profundo. El desafío está en revalorizar la profesión docente desde sus bases para hacerla más atractiva y sostenible en el tiempo.
Fuente: DiarioElDia Región