Un importante reconocimiento recibió la académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción (UdeC), Dra. Pamela Guevara Alvez, por su aporte científico para comprender mejor la sustancia blanca, un tejido profundo del cerebro cuya función principal es conectar distintas regiones de este, actuando como una red de comunicación que permite coordinar e integrar diversas funciones cognitivas y motoras. La científica fue reconocida dentro de los Top Scholars 2024 de la plataforma ScholarGPS, al ubicarse en la posición 96 del ranking , y dentro de 0,5% superior de los académicos evaluados globalmente, en la especialidad de «sustancia blanca». ScholarGPS es una plataforma internacional de análisis académico que destaca por su alcance global y precisión en la evaluación del impacto científico. A través de algoritmos basados en inteligencia artificial, machine learning y minería de datos, el sistema identifica y analiza más de 200 millones de publicaciones científicas y 3 mil millones de citas asociadas, proporcionando perfiles detallados de más de 30 millones de investigadoras e investigadores pertenecientes a más de 120 mil instituciones alrededor del mundo. A diferencia de otros rankings, ScholarGPS clasifica la producción científica en 14 grandes campos del conocimiento, 177 disciplinas específicas y más de 350 mil especialidades, permitiendo identificar con exactitud a las y los académicos más influyentes en cada área. «Esto nos motiva mucho como equipo; saber que somos reconocidos por el trabajo y por el aporte que hemos hecho a la ciencia en el estudio de la sustancia blanca y el desarrollo de métodos para su análisis. Esto también es mérito del apoyo de la Universidad de Concepción, sus estudiantes y de quienes me colaboran, como la profesora Cecilia Hernández, del Departamento de Informática y Ciencias de la Computación», mencionó Guevara. La sustancia blanca Con respecto a la relevancia de estos estudios, la académica UdeC explicó que gracias a estas investigaciones es posible comprender mejor el funcionamiento del cerebro ante enfermedades como el Alzheimer, esquizofrenia u otras afecciones mentales. El conocimiento generado a partir de estos estudios permiten, junto a otros vinculados a la misma materia, mejorar la precisión en los diagnósticos y también identificar patrones que permitan pronosticar anticipadamente su aparición en las personas. «Todavía falta poder identificar bien los mecanismos y diferenciar distintas fuentes o alteraciones biológicas que generen los mismos síntomas en estas enfermedades para poder diagnosticarlas mejor. Esto nos permite también generar un diagnóstico precoz de estas condiciones; lo que después podría derivar en el seguimiento de los tratamientos para encontrar aquellos que sean más efectivos a través de estudios multimodales», explicó.
La NASA confirmó el motivo por el que no encontramos vida en Marte Jennifer Stern es una astrobióloga del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA que lideró el estudio, que podría cambiar por completo los hallazgos científicos hasta la fecha. Una de las razones que explica sobre la ausencia de vida en el planeta rojo, es el agua salada. La misma contiene una mezcla química que es letal para los seres vivos según explican desde ScienceAlert. Más resultados que explican por qué no hay vida en Marte Otro hallazgo que se reveló fue sobre el suelo marciano. El mismo se conforma de perclorato, un compuesto altamente oxidante capaz de destruir moléculas orgánicas lo que vuelve imposible la supervivencia microbiana en el espacio. Para comprobar esto, se llevaron a cabo varios experimentos donde se expuso a microorganismos terrestres a soluciones que simulan las salmueras marcianas. Los resultados fueron contundentes: hasta los microbios más resistentes del planeta Tierra no sobrevivieron a estas condiciones extremas. Esto confirmó que el agua líquida de Marte, lejos de pensarse como un recurso vital para los seres vivos, actúa como un ambiente tóxico. Sin embargo, los científicos no descartaron por completo la posibilidad de encontrar vida en el planeta, ya que organismos marcianos podrían haber evolucionado y desarrollado una defensa única para sobrevivir frente a las condiciones del lugar.
La NASA reportó que, desde el uno de los telescopio ubicados en Río Hurtado en Chile, se descubrió un objeto proveniente de otro Sistema Solar que se mueve a través del nuestro. Originalmente recibió el nombre A11pl3Z, sin embargo, ahora se le conoce como 3I/Atlas. Desde la NASA recalcaron que “el cometa no representa una amenaza para la Tierra. Se mantendrá a una distancia de al menos 1,6 unidades astronómicas (unos 240 millones de kilómetros o 150 millones de millas). Actualmente se encuentra a unas 4,5 ua (unos 670 millones de kilómetros o 416 millones de millas) del Sol. 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol alrededor del 30 de octubre “. “Astrónomos de todo el mundo están investigando el tamaño y las propiedades físicas de este cometa interestelar. 3I/ATLAS debería permanecer visible con telescopios hasta septiembre. Luego de eso pasará demasiado cerca del Sol como para ser observado. Se espera que reaparezca en el otro lado del Sol a principios de diciembre, lo que permitirá nuevas observaciones”, añadieron. No es la primera vez que se detecta un objeto de estas características. Según detalla The Guardian, un objeto en forma de cigarro -bajo el nombre Oumuamua – apareció en 2017 y el cometa 2I/Borisov, que apareció en 2019. Al respecto, el doctor Mark Norris, profesor de la Universidad de Lancashire Central, explicó que “si se confirma, será el tercer objeto interestelar conocido de fuera de nuestro Sistema Solar que hayamos descubierto. Lo que aportará más pruebas de que estos viajeros errantes interestelares son relativamente comunes en nuestra galaxia”. Por otro lado, el profesor de astronomía de la Universidad de Edimburgo, Colin Snodgrass, agregó que “basándonos en el brillo reportado en las observaciones iniciales, esto se traduce en un asteroide de 20 kilómetros si se asumen las propiedades típicas. Pero solo si se asume que es un asteroide y no un cometa”, recalcó. “Hay informes que indican que muestra una pequeña cola similar a la de un cometa. Lo que implica que gran parte del brillo provendrá de la coma (atmósfera) de polvo que rodea el objeto, y es probable que el núcleo sólido sea más pequeño”.
Un nuevo estudio basado en datos de la NASA reveló que Ceres, ubicado entre Marte y Júpiter, podría haber tenido un océano bajo su superficie helada. El hallazgo lo convierte en un firme candidato en la búsqueda de vida fuera de la Tierra. Ceres: un nuevo candidato en la búsqueda de vida extraterrestre Entre miles de rocas y escombros espaciales que flotan en el cinturón de asteroides, hay un cuerpo celeste que empieza a despertar el interés de la comunidad científica: Ceres. Este planeta enano, de aspecto inofensivo y discreta presencia entre Marte y Júpiter, acaba de posicionarse como uno de los lugares más prometedores en la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Estudio revela posible evidencia de antiguo océano subterráneo en Ceres Según un nuevo estudio internacional basado en los datos recopilados por la misión Dawn de la NASA, Ceres podría haber tenido un antiguo océano subterráneo oculto bajo su superficie congelada. La misión, que llegó al planeta enano en 2015, ya había detectado que no se trataba simplemente de un gran asteroide, sino de un mundo geológicamente complejo. Ahora, las nuevas investigaciones dan un paso más: la existencia de una capa interna de “hielo sucio”, compuesta por agua congelada, sales y minerales, sugiere que pudo haber mantenido calor durante mucho más tiempo del que se pensaba, permitiendo la presencia de agua líquida. Aseguran que hay un mundo oculto entre Marte y Júpiter que podría guardar pistas sobre la existencia de vida extraterrestre Ceres: un planeta enano con potencial para albergar vida Aunque los científicos no pueden confirmar que el océano aún exista, sí creen que podrían quedar restos atrapados en forma de bolsas de agua bajo el hielo. Estas reservas serían una especie de fósiles geológicos, pistas del pasado acuático del planeta enano y, potencialmente, del desarrollo de condiciones favorables para la vida. Con este avance, Ceres se suma al grupo de mundos con interés astrobiológico, como las lunas Europa (de Júpiter) y Encelado (de Saturno). Pero a diferencia de ellas, Ceres tiene una ventaja importante: está más cerca de la Tierra y no sufre los efectos de intensas radiaciones planetarias, lo que lo convierte en un objetivo ideal para futuras misiones. Si se confirma la presencia de agua o incluso de rastros de vida microscópica, Ceres podría reescribir lo que se sabe sobre la formación del sistema solar y abrir nuevas puertas a la posibilidad de vida fuera de nuestro planeta.
Albert Einstein, uno de los más grandes científicos de la historia, y la mente más brillante desde Isaac Newton, no creía en Dios. Pensaba que a la luz de la historia podía considerarse a la religión y la ciencia como antagonistas irreconciliables. Todo aquel que crea firmemente en la causalidad, apuntaba, no puede aceptar la idea de un Ser que interfiere con la secuencia de los acontecimientos en el mundo. ¿Lo convertía esto en ateo? La respuesta a esta pregunta es más complicada. Einstein aseguraba, no soy ateo y vivía la religiosidad desde un plano más filosófico, lo que él llamaba el sentido religioso cósmico, un concepto difícil de aclarar ya que no implica una idea antropomórfica de Dios. Albert Einstein nació en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879. A pesar de crecer en una familia judía poco religiosa, Einstein fue un niño profundamente religioso hasta que a los 12 años llegué a la convicción de que gran parte de las historias de la Biblia no podían ser ciertas, como él mismo explicó en Apuntes para una autobiografía (1949). Instalado en Suiza después de renunciar a la ciudadanía alemana en 1896 leyó Antígona de Sófocles, Don Quijote de la Mancha de Cervantes y el Tratado de la naturaleza humana de Hume. Pero fue sobre todo la obra del filósofo judío Baruch Spinoza (1632-1677) la que mayor influencia ejerció en él. Spinoza, de espíritu libre, se apartó muy pronto del judaísmo y de toda religión, siendo expulsado en 1656 de la comunidad judía de Ámsterdam. Para Spinoza Dios no estaba fuera del Universo y se manifestaría en la naturaleza y en las leyes del Universo, pero sin una voluntad o un plan preestablecidos para su creación. El Dios de Spinoza no es el Creador, sino que es la naturaleza misma: Deus sive natura. Un año antes de morir, Albert Einstein escribió una de sus más famosas cartas, La carta sobre Dios, en la que expresa sus ideas sobre la religión, sobre su identidad judía y sobre su propia búsqueda del sentido de la vida. ¿Qué pensaba Einstein sobre Dios? En la epístola, Einstein, quien en su 75 cumpleaños se declaró unno creyente profundamente religioso, escribió: La palabra Dios es para mí nada más que la expresión y el producto de las debilidades humanas y la Biblia es una colección de leyendas venerables pero más bien primitivas. Y añadía: Para mí, la religión judía no adulterada es, como todas las otras religiones, una encarnación de la superstición primitiva. Y la gente judía a la que con mucho gusto pertenezco, y en cuya mentalidad me siento profundamente arraigado, no tiene para mí un tipo de dignidad diferente a la que tiene el resto de la gente. La epístola, escrita en alemán, fue enviada al filósofo Eric Gutkind (1877-1965), un judío alemán nacido en Berlín, quien escapó en 1933 a Estados Unidos (el año en que Hindenburg nombró canciller a Hitler) junto con su esposa Lucie Gutkind, permaneciendo en Nueva York hasta su muerte en 1965. En ella, Einsteinque fue subastada en diiembre de 2018 alcanzando un precio de 2.892.500 dólares (más de 2,5 millones de euros), todo un récord para una carta de Einstein . La correspondencia de Einstein fue dirigida a Eric Gutkind tras haber leído el libro de este, Choose Life: The Biblical Call to Revolt, por recomendación de L.E.J. Brouwer (1881-1966), un matemático y filósofo holandés. Einstein fue inequívoco en su crítica al libro de Gutkind, que presentaba la Biblia como una llamada a las armas y al judaísmo e Israel como incorruptibles. Albert Einstein murió un año y poco más de tres meses después de haber escrito esta carta, por lo que representa su pensamiento definitivo.
Un importante reconocimiento recibió la académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción (UdeC), Dra. Pamela Guevara Alvez, por su aporte científico para comprender mejor la sustancia blanca, un tejido profundo del cerebro cuya función principal es conectar distintas regiones de este, actuando como una red de comunicación que permite coordinar e integrar diversas funciones cognitivas y motoras. La científica fue reconocida dentro de los Top Scholars 2024 de la plataforma ScholarGPS, al ubicarse en la posición 96 del ranking , y dentro de 0,5% superior de los académicos evaluados globalmente, en la especialidad de «sustancia blanca». ScholarGPS es una plataforma internacional de análisis académico que destaca por su alcance global y precisión en la evaluación del impacto científico. A través de algoritmos basados en inteligencia artificial, machine learning y minería de datos, el sistema identifica y analiza más de 200 millones de publicaciones científicas y 3 mil millones de citas asociadas, proporcionando perfiles detallados de más de 30 millones de investigadoras e investigadores pertenecientes a más de 120 mil instituciones alrededor del mundo. A diferencia de otros rankings, ScholarGPS clasifica la producción científica en 14 grandes campos del conocimiento, 177 disciplinas específicas y más de 350 mil especialidades, permitiendo identificar con exactitud a las y los académicos más influyentes en cada área. «Esto nos motiva mucho como equipo; saber que somos reconocidos por el trabajo y por el aporte que hemos hecho a la ciencia en el estudio de la sustancia blanca y el desarrollo de métodos para su análisis. Esto también es mérito del apoyo de la Universidad de Concepción, sus estudiantes y de quienes me colaboran, como la profesora Cecilia Hernández, del Departamento de Informática y Ciencias de la Computación», mencionó Guevara. La sustancia blanca Con respecto a la relevancia de estos estudios, la académica UdeC explicó que gracias a estas investigaciones es posible comprender mejor el funcionamiento del cerebro ante enfermedades como el Alzheimer, esquizofrenia u otras afecciones mentales. El conocimiento generado a partir de estos estudios permiten, junto a otros vinculados a la misma materia, mejorar la precisión en los diagnósticos y también identificar patrones que permitan pronosticar anticipadamente su aparición en las personas. «Todavía falta poder identificar bien los mecanismos y diferenciar distintas fuentes o alteraciones biológicas que generen los mismos síntomas en estas enfermedades para poder diagnosticarlas mejor. Esto nos permite también generar un diagnóstico precoz de estas condiciones; lo que después podría derivar en el seguimiento de los tratamientos para encontrar aquellos que sean más efectivos a través de estudios multimodales», explicó.
La NASA confirmó el motivo por el que no encontramos vida en Marte Jennifer Stern es una astrobióloga del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA que lideró el estudio, que podría cambiar por completo los hallazgos científicos hasta la fecha. Una de las razones que explica sobre la ausencia de vida en el planeta rojo, es el agua salada. La misma contiene una mezcla química que es letal para los seres vivos según explican desde ScienceAlert. Más resultados que explican por qué no hay vida en Marte Otro hallazgo que se reveló fue sobre el suelo marciano. El mismo se conforma de perclorato, un compuesto altamente oxidante capaz de destruir moléculas orgánicas lo que vuelve imposible la supervivencia microbiana en el espacio. Para comprobar esto, se llevaron a cabo varios experimentos donde se expuso a microorganismos terrestres a soluciones que simulan las salmueras marcianas. Los resultados fueron contundentes: hasta los microbios más resistentes del planeta Tierra no sobrevivieron a estas condiciones extremas. Esto confirmó que el agua líquida de Marte, lejos de pensarse como un recurso vital para los seres vivos, actúa como un ambiente tóxico. Sin embargo, los científicos no descartaron por completo la posibilidad de encontrar vida en el planeta, ya que organismos marcianos podrían haber evolucionado y desarrollado una defensa única para sobrevivir frente a las condiciones del lugar.
La NASA reportó que, desde el uno de los telescopio ubicados en Río Hurtado en Chile, se descubrió un objeto proveniente de otro Sistema Solar que se mueve a través del nuestro. Originalmente recibió el nombre A11pl3Z, sin embargo, ahora se le conoce como 3I/Atlas. Desde la NASA recalcaron que “el cometa no representa una amenaza para la Tierra. Se mantendrá a una distancia de al menos 1,6 unidades astronómicas (unos 240 millones de kilómetros o 150 millones de millas). Actualmente se encuentra a unas 4,5 ua (unos 670 millones de kilómetros o 416 millones de millas) del Sol. 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al Sol alrededor del 30 de octubre “. “Astrónomos de todo el mundo están investigando el tamaño y las propiedades físicas de este cometa interestelar. 3I/ATLAS debería permanecer visible con telescopios hasta septiembre. Luego de eso pasará demasiado cerca del Sol como para ser observado. Se espera que reaparezca en el otro lado del Sol a principios de diciembre, lo que permitirá nuevas observaciones”, añadieron. No es la primera vez que se detecta un objeto de estas características. Según detalla The Guardian, un objeto en forma de cigarro -bajo el nombre Oumuamua – apareció en 2017 y el cometa 2I/Borisov, que apareció en 2019. Al respecto, el doctor Mark Norris, profesor de la Universidad de Lancashire Central, explicó que “si se confirma, será el tercer objeto interestelar conocido de fuera de nuestro Sistema Solar que hayamos descubierto. Lo que aportará más pruebas de que estos viajeros errantes interestelares son relativamente comunes en nuestra galaxia”. Por otro lado, el profesor de astronomía de la Universidad de Edimburgo, Colin Snodgrass, agregó que “basándonos en el brillo reportado en las observaciones iniciales, esto se traduce en un asteroide de 20 kilómetros si se asumen las propiedades típicas. Pero solo si se asume que es un asteroide y no un cometa”, recalcó. “Hay informes que indican que muestra una pequeña cola similar a la de un cometa. Lo que implica que gran parte del brillo provendrá de la coma (atmósfera) de polvo que rodea el objeto, y es probable que el núcleo sólido sea más pequeño”.
Un nuevo estudio basado en datos de la NASA reveló que Ceres, ubicado entre Marte y Júpiter, podría haber tenido un océano bajo su superficie helada. El hallazgo lo convierte en un firme candidato en la búsqueda de vida fuera de la Tierra. Ceres: un nuevo candidato en la búsqueda de vida extraterrestre Entre miles de rocas y escombros espaciales que flotan en el cinturón de asteroides, hay un cuerpo celeste que empieza a despertar el interés de la comunidad científica: Ceres. Este planeta enano, de aspecto inofensivo y discreta presencia entre Marte y Júpiter, acaba de posicionarse como uno de los lugares más prometedores en la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Estudio revela posible evidencia de antiguo océano subterráneo en Ceres Según un nuevo estudio internacional basado en los datos recopilados por la misión Dawn de la NASA, Ceres podría haber tenido un antiguo océano subterráneo oculto bajo su superficie congelada. La misión, que llegó al planeta enano en 2015, ya había detectado que no se trataba simplemente de un gran asteroide, sino de un mundo geológicamente complejo. Ahora, las nuevas investigaciones dan un paso más: la existencia de una capa interna de “hielo sucio”, compuesta por agua congelada, sales y minerales, sugiere que pudo haber mantenido calor durante mucho más tiempo del que se pensaba, permitiendo la presencia de agua líquida. Aseguran que hay un mundo oculto entre Marte y Júpiter que podría guardar pistas sobre la existencia de vida extraterrestre Ceres: un planeta enano con potencial para albergar vida Aunque los científicos no pueden confirmar que el océano aún exista, sí creen que podrían quedar restos atrapados en forma de bolsas de agua bajo el hielo. Estas reservas serían una especie de fósiles geológicos, pistas del pasado acuático del planeta enano y, potencialmente, del desarrollo de condiciones favorables para la vida. Con este avance, Ceres se suma al grupo de mundos con interés astrobiológico, como las lunas Europa (de Júpiter) y Encelado (de Saturno). Pero a diferencia de ellas, Ceres tiene una ventaja importante: está más cerca de la Tierra y no sufre los efectos de intensas radiaciones planetarias, lo que lo convierte en un objetivo ideal para futuras misiones. Si se confirma la presencia de agua o incluso de rastros de vida microscópica, Ceres podría reescribir lo que se sabe sobre la formación del sistema solar y abrir nuevas puertas a la posibilidad de vida fuera de nuestro planeta.
Albert Einstein, uno de los más grandes científicos de la historia, y la mente más brillante desde Isaac Newton, no creía en Dios. Pensaba que a la luz de la historia podía considerarse a la religión y la ciencia como antagonistas irreconciliables. Todo aquel que crea firmemente en la causalidad, apuntaba, no puede aceptar la idea de un Ser que interfiere con la secuencia de los acontecimientos en el mundo. ¿Lo convertía esto en ateo? La respuesta a esta pregunta es más complicada. Einstein aseguraba, no soy ateo y vivía la religiosidad desde un plano más filosófico, lo que él llamaba el sentido religioso cósmico, un concepto difícil de aclarar ya que no implica una idea antropomórfica de Dios. Albert Einstein nació en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879. A pesar de crecer en una familia judía poco religiosa, Einstein fue un niño profundamente religioso hasta que a los 12 años llegué a la convicción de que gran parte de las historias de la Biblia no podían ser ciertas, como él mismo explicó en Apuntes para una autobiografía (1949). Instalado en Suiza después de renunciar a la ciudadanía alemana en 1896 leyó Antígona de Sófocles, Don Quijote de la Mancha de Cervantes y el Tratado de la naturaleza humana de Hume. Pero fue sobre todo la obra del filósofo judío Baruch Spinoza (1632-1677) la que mayor influencia ejerció en él. Spinoza, de espíritu libre, se apartó muy pronto del judaísmo y de toda religión, siendo expulsado en 1656 de la comunidad judía de Ámsterdam. Para Spinoza Dios no estaba fuera del Universo y se manifestaría en la naturaleza y en las leyes del Universo, pero sin una voluntad o un plan preestablecidos para su creación. El Dios de Spinoza no es el Creador, sino que es la naturaleza misma: Deus sive natura. Un año antes de morir, Albert Einstein escribió una de sus más famosas cartas, La carta sobre Dios, en la que expresa sus ideas sobre la religión, sobre su identidad judía y sobre su propia búsqueda del sentido de la vida. ¿Qué pensaba Einstein sobre Dios? En la epístola, Einstein, quien en su 75 cumpleaños se declaró unno creyente profundamente religioso, escribió: La palabra Dios es para mí nada más que la expresión y el producto de las debilidades humanas y la Biblia es una colección de leyendas venerables pero más bien primitivas. Y añadía: Para mí, la religión judía no adulterada es, como todas las otras religiones, una encarnación de la superstición primitiva. Y la gente judía a la que con mucho gusto pertenezco, y en cuya mentalidad me siento profundamente arraigado, no tiene para mí un tipo de dignidad diferente a la que tiene el resto de la gente. La epístola, escrita en alemán, fue enviada al filósofo Eric Gutkind (1877-1965), un judío alemán nacido en Berlín, quien escapó en 1933 a Estados Unidos (el año en que Hindenburg nombró canciller a Hitler) junto con su esposa Lucie Gutkind, permaneciendo en Nueva York hasta su muerte en 1965. En ella, Einsteinque fue subastada en diiembre de 2018 alcanzando un precio de 2.892.500 dólares (más de 2,5 millones de euros), todo un récord para una carta de Einstein . La correspondencia de Einstein fue dirigida a Eric Gutkind tras haber leído el libro de este, Choose Life: The Biblical Call to Revolt, por recomendación de L.E.J. Brouwer (1881-1966), un matemático y filósofo holandés. Einstein fue inequívoco en su crítica al libro de Gutkind, que presentaba la Biblia como una llamada a las armas y al judaísmo e Israel como incorruptibles. Albert Einstein murió un año y poco más de tres meses después de haber escrito esta carta, por lo que representa su pensamiento definitivo.