13 de junio de 2025
El trágico asesinato de Francisco Albornoz, un joven técnico en Farmacia de 21 años, ha conmocionado profundamente a sus amigos más cercanos, quienes aún no logran superar lo sucedido tres semanas después del descubrimiento de su cuerpo.
Francisco desapareció después de concertar una cita a través de una aplicación de encuentros. Más de diez días más tarde, y gracias a la confesión de Christian González, un médico ecuatoriano, su cuerpo fue encontrado en la quebrada del Mirador Lo Moscoso, en Placilla, Región de O’Higgins. Tanto González como José Miguel Baeza, un chef chileno, están actualmente en prisión preventiva por el crimen.
Este caso ha sacudido al país no solo por la violencia del acto, sino también por la juventud de la víctima y la forma en que se desarrollaron los eventos. A pesar del tiempo transcurrido, sus amigos aseguran que el dolor sigue fresco.
“No hemos querido desocupar sus cosas”, reveló Leonardo Rivera, uno de los amigos de Francisco que ha tenido que asumir un papel de apoyo y organización en medio del duelo. “Todavía nos queda como amigos, porque no hemos querido ingresar a su habitación para desocupar sus cosas y todo eso, así que, no sé, ha sido terrible”, agregó en una conversación con T13.
Rivera también destacó el impacto emocional que esta tragedia ha tenido en aquellos que compartieron la vida diaria con Francisco. “Yo soy el más preocupado por la salud mental de todo el entorno, porque no estamos bien, lógicamente”, admitió.
El joven vivía con su amigo Gonzalo Ortiz y recientemente se había independizado. “Nos juntábamos siempre, compartíamos todo, conversábamos, salíamos a bailar”, recordó Leo, resaltando la estrecha relación del grupo que formaban con otros jóvenes del sector Santa Ana.
La historia de Francisco sigue generando incógnitas mientras se espera conocer qué sucedió la noche en que falleció el joven farmacéutico dentro del departamento del médico ecuatoriano acusado por el presunto homicidio.
Fuente: Publimetro